Movilizar a los ¨²ltimos indecisos: Harris se vuelca en una jornada maratoniana en Pensilvania
Con cinco actos dirigidos a trabajadores, hispanos y los habitantes de Pittsburgh y Filadelfia, la candidata dem¨®crata pretende romper el empate con Trump que los sondeos prev¨¦n en este decisivo Estado bisagra
El insulto que un telonero de Donald Trump dirigi¨® a Puerto Rico (¡°isla flotante de basura¡±) hace una semana, en un mitin del candidato republicano en Nueva York, ha puesto en bandeja a la vicepresidenta y candidata dem¨®crata el apoyo de ¨²ltima hora de muchos habitantes de Allentown, una industriosa ciudad de la decisiva Pensilvania con una importante comunidad boricua. De los cuatro actos y medio programados en el Estado sobre el que su rival ya avent¨® este domingo sospechas de fraude electoral, la presencia de Harris este lunes en Scranton ¡ªlocalidad natal de Joe Biden¡ª y Allentown, las dos primeras paradas de su gira, pretende ara?ar los ¨²ltimos votos. La primera es zona fabril; la segunda, una ciudad mayoritariamente hispana, con un 55% de la poblaci¨®n repartida entre puertorrique?os y dominicanos.
El Estado bisagra de Pensilvania, que con 19 votos del Colegio Electoral es el m¨¢s decisivo de los siete llamados a decidir la contienda, ha sido escenario este lunes de una jornada maratoniana: cuatro m¨ªtines, m¨¢s una parada sorpresa en Reading ¡ªtambi¨¦n industrial y de mayor¨ªa hispana¡ª para intentar cosechar los ¨²nicos sufragios disponibles a estas alturas, cuando ya han votado m¨¢s de 70 millones de estadounidenses, seg¨²n el Laboratorio Electoral de la Universidad de Florida. Esos votantes parecen decantarse por ella pese a la liger¨ªsima ventaja de su rival, el republicano Donald Trump, en la ¨²ltima encuesta estatal. La mayor¨ªa de los sondeos se enrocan en un empate t¨¦cnico que probablemente requerir¨¢ foto finish: 48% de intenci¨®n de voto para cada uno en Pensilvania. La vicepresidenta, que adelantaba a su rival por cuatro puntos porcentuales en el arranque de su campa?a, ha ido perdiendo terreno, algo que aspira a revertir, aunque sea en las ¨²ltimas 24 horas.
Hay indicios, no obstante, de que los votantes de ¨²ltima hora se decantan por Harris: la dem¨®crata se impone por un 55% frente a un 44% de Trump. Veinticuatro horas antes del d¨ªa clave, un 11% de los votantes a¨²n no saben qu¨¦ papeleta escoger, frente al 16% de hace un mes. Un caladero crucial para ella, pero tambi¨¦n para su rival republicano, que augura un escrutinio ag¨®nico y lento, atizando las sospechas del republicano sobre irregularidades ¡ªcuando no fraude¡ª en el conteo.
En Scranton, Harris se reuni¨® en un centro de esqu¨ª con varios centenares de voluntarios de su campa?a, en una charla coloquial en la que se refiri¨® a su rival sin nombrarle, denomin¨¢ndole ¡°ese otro tipo¡±. En Allentown, habl¨® durante 20 minutos a unos 4.200 vecinos de la localidad, que atiborraban el gimnasio y una sala adyacente de un bello colegio de principios del siglo XX y entretuvieron la espera con el cantante Frankie Negr¨®n y su banda. Fue presentada por el gobernador, Josh Shapiro, y el rapero de origen puertorrique?o Fat Joe, que implor¨® a los latinos indecisos que votaran por Harris. ¡°?D¨®nde est¨¢ tu orgullo?¡±, dijo el cantante en espa?ol, ¡°?d¨®nde est¨¢ vuestro orgullo?¡±.
Una mujer interrumpi¨® la alocuci¨®n de Harris, y fue expulsada de la sala, sin que pudieran escucharse sus gritos. Episodios semejantes han sido una constante en su campa?a, habitualmente a consecuencia de preguntas sobre la guerra de Gaza, que incomodan mucho a la candidata dem¨®crata. ¡°No creo que las personas que no est¨¢n de acuerdo conmigo sean el enemigo... ahora mismo estamos luchando por una democracia¡±, dijo Harris, volvi¨¦ndose hacia la manifestante. ¡°Amamos nuestra democracia, y la democracia puede ser un poco complicada a veces¡±.
Los actos finales Harris se dirigen a los indecisos entre la clase trabajadora (Scranton), los hispanos (el de Allentown, m¨¢s la parada sorpresa en Reading), y los urbanitas independientes, moderados o dudosos de Pittsburgh (tercer mitin) y Filadelfia, con especial atenci¨®n en esta ¨²ltima a los afroamericanos: los carteles que decoran marquesinas y farolas de la ciudad muestran un collage con las im¨¢genes de Martin Luther King, Barack Obama y Kamala Harris y el lema ¡°Defiende la democracia¡±. Un gui?o a la important¨ªsima comunidad negra, de tres de sus figuras m¨¢s destacadas.
En Filadelfia, con actuaciones de Lady Gaga y Ricky Martin, entre otros artistas, Harris y su n¨²mero dos, Tim Walz, pondr¨¢n fin a la campa?a al filo de la medianoche. En 2016, Hillary Clinton atrajo a decenas de miles de personas a su cierre en esa ciudad, con un concierto al que asistieron los expresidentes Bill Clinton y Barack Obama, pero nadie osa establecer comparaciones entre los dos fines de fiesta, tambi¨¦n por superstici¨®n: la victoria de Clinton parec¨ªa cantada, pero Trump dio la sorpresa.
De los 36 millones de votantes latinos repartidos por el pa¨ªs, hist¨®ricamente dem¨®cratas pero ganados en parte para su causa por el republicano por apelar a sus bolsillos y a la crisis migratoria, entre otros asuntos, Harris ha encontrado en el insulto racista a Puerto Rico un inesperado bander¨ªn de enganche. Los latinos representan m¨¢s del 5% del electorado en Pensilvania, donde las encuestas siguen dando un empate entre los candidatos. De la serie de ciudades industriales con una creciente mayor¨ªa latina, Allentown es clave: ten¨ªa un porcentaje de poblaci¨®n hispana del 12% en 1990; hoy, la mayor ciudad del tambi¨¦n decisivo valle de Lehigh tiene casi el 55%, en su mayor¨ªa puertorrique?os y dominicanos. Por eso tambi¨¦n, la semana pasada, tres d¨ªas despu¨¦s del pol¨¦mico mitin, Trump se reuni¨® con votantes hispanos en la ciudad: ¡°Nadie ama m¨¢s a los latinos y a los puertorrique?os que yo¡±, les dijo, aunque sin disculparse por el insulto. Reading es la ciudad m¨¢s hispana del Estado, en t¨¦rminos absolutos.
El n¨²mero de votantes latinos en Pensilvania casi se ha triplicado en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Este crecimiento refleja el panorama nacional: se calcula que m¨¢s del 30% de los latinos que voten este a?o lo har¨¢n por primera vez. Una encuesta de Siena College para The New York Times revelaba a mediados de octubre un apoyo nacional del 56% de los votantes hispanos a Harris, por debajo del 62% que logr¨® Biden en 2020 y a¨²n menos que el cosechado en su d¨ªa por Barack Obama. Trump ten¨ªa un 37%, estable desde hace cuatro a?os. La mayor defecci¨®n de los electores latinos se produjo durante la candidatura de Biden a la reelecci¨®n; la vicepresidenta ha recuperado terreno, pero no todo.
¡°Nunca se hab¨ªan fijado tanto en nosotros¡±, cuenta Lucila, camarera de un restaurante, en alusi¨®n a ambos partidos. Decenas de carteles azules, con el nombre del t¨¢ndem Harris-Walz, tapizan las calles de Allentown. ¡°Antes del mitin racista de Trump muchos de mis conocidos no se interesaban por las elecciones, les daban m¨¢s o menos igual, estaban indecisos. Despu¨¦s de esa infamia, no tardaron ni un d¨ªa en votar, obviamente a los dem¨®cratas. Aunque no todos, claro, la gente mayor es m¨¢s temerosa y mi mam¨¢, por ejemplo, ha votado a Trump, porque dice que con ¨¦l viv¨ªamos mejor, sin inflaci¨®n¡±, una de las ideas que m¨¢s repite el republicano en sus m¨ªtines.
Un descenso del apoyo latino a Harris no ser¨ªa catastr¨®fico en s¨ª mismo si mantiene el del resto de grupos demogr¨¢ficos, como los j¨®venes o los afroamericanos. Pero si pierde, por ejemplo, el de estos ¨²ltimos, sus opciones de victoria estar¨ªan en peligro. La participaci¨®n del electorado afroamericano en un pu?ado de ciudades como Detroit, Atlanta, Filadelfia y Charlotte (Carolina del Norte) podr¨ªa inclinar el resultado de las elecciones, por lo que la vicepresidenta est¨¢ concentrando sus ¨²ltimos esfuerzos en ellos. Filadelfia ser¨¢ su ¨²ltimo cartucho.
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