Los republicanos reclaman deportaciones ante unas elecciones centradas en la econom¨ªa y la inmigraci¨®n
Con las entradas irregulares por la frontera sur en niveles r¨¦cord, los partidos se encuentran cada vez m¨¢s polarizados sobre c¨®mo gestionar los flujos migratorios
El republicano Kevin McCarthy, que presidir¨¢ la C¨¢mara de Representantes si su partido logra la mayor¨ªa en las elecciones de mitad de mandato del pr¨®ximo martes en Estados Unidos, present¨® en septiembre en Pittsburgh, n¨²cleo industrial y minero en Pensilvania, el programa legislativo del partido. Un programa en el que las exigencias de un control mucho m¨¢s duro de la inmigraci¨®n tienen un papel destacado. ¡°Hemos visto lo que ha ocurrido en nuestras fronteras, los millones de personas que simplemente cruzan, gente en la lista de terroristas buscados¡±, sosten¨ªa McCarthy entre los aplausos de sus seguidores. ¡°Ahora estamos viendo c¨®mo cada localidad se est¨¢ convirtiendo en una localidad fronteriza¡±. Una semana antes, en un discurso en Washington ante el caucus hispano del Congreso, el presidente Joe Biden acusaba a los republicanos de convertir el sufrimiento humano de los inmigrantes en instrumento electoral.
Durante d¨¦cadas, la inmigraci¨®n ha sido uno de los asuntos que han enfrentado a republicanos y dem¨®cratas en cada convocatoria electoral. Los republicanos reclaman de manera sistem¨¢tica medidas duras de contenci¨®n, incluidas las deportaciones, como estrategia para motivar a sus filas y atraer nuevos votantes. Por su parte, los dem¨®cratas, que hist¨®ricamente han captado una proporci¨®n mayor del voto de las minor¨ªas, abogan por el control de la frontera, pero tambi¨¦n por reformas que permitan un sistema m¨¢s claro y justo de entradas. Pero este a?o la cuesti¨®n ha saltado de ser un asunto relativamente secundario al centro del debate: con un flujo migratorio mucho mayor, las encuestas lo sit¨²an entre las principales preocupaciones del p¨²blico. Para los votantes republicanos es la segunda, solo por detr¨¢s de la omnipresente inflaci¨®n.
La polarizaci¨®n se ha agudizado desde la presidencia de Donald Trump, que mantuvo f¨¦rreas pol¨ªticas antinmigraci¨®n. Su sucesor, Joe Biden, defiende posiciones m¨¢s tolerantes. Al comienzo de su mandato present¨® un proyecto de ley de reforma migratoria. Pero no ha invertido capital pol¨ªtico para sacarlo adelante. Y, mientras tanto, un aluvi¨®n de noticias falsas y propaganda electoral responsabilizan a los inmigrantes de un aumento de la criminalidad o por la epidemia de muertes por consumo de fentanilo (un opioide). En agosto, un sondeo de Ipsos para la radio p¨²blica estadounidense encontraba que el 54% de los ciudadanos cree que se est¨¢ produciendo una ¡°invasi¨®n¡± de extranjeros en los Estados del sur. En mayo, una encuesta de la agencia AP destacaba que una tercera parte de la poblaci¨®n cree en ¡°la gran sustituci¨®n¡±: que una avalancha de inmigrantes est¨¢ eliminando la cultura y el poder pol¨ªtico de los votantes blancos estadounidenses.
Casi tres millones de interceptaciones
Las divisiones coinciden tambi¨¦n con la llegada de una nueva ola de inmigrantes. Tras el par¨®n provocado por la pandemia de covid, de un lado, y las duras pol¨ªticas migratorias de la era Trump, por otro, el n¨²mero de personas que ha intentado entrar de manera irregular en Estados Unidos se ha multiplicado, pese a los peligros que acarrea el viaje. En el a?o fiscal de 2022 (de abril 2021 a marzo 2022), al menos 745 personas murieron intentando cruzar el r¨ªo Grande y el desierto. Pero en lo que va de a?o, seg¨²n las cifras de la Oficina de Aduanas y Protecci¨®n de Fronteras, sus agentes han completado 2,76 millones de interceptaciones en la frontera. En 2016, cuando Donald Trump gan¨® las elecciones presidenciales ¨Dgracias, entre otras cosas, a la promesa de construir un muro en la frontera con M¨¦xico¨D, esa cifra no llegaba al medio mill¨®n.
Como protesta contra la pol¨ªtica migratoria de la Administraci¨®n dem¨®crata, los gobernadores de los Estados republicanos en el sur han enviado casi diariamente durante meses autobuses cargados de migrantes a ciudades y Estados dem¨®cratas percibidos como m¨¢s tolerantes, entre ellos, Washington DC o Nueva York. ¡°Hay movimientos suficientes como para que puedan impactar en las elecciones, especialmente en los Estados m¨¢s conservadores¡±, reconoce Abel N¨²?ez, director ejecutivo de Carecen, una ONG especializada en el auxilio a migrantes. El gobernador de Texas, Greg Abbott, subi¨® cuatro puntos en las encuestas cuando comenz¨® su estrategia de enviar autobuses llenos de inmigrantes a ciudades bajo mando dem¨®crata, recuerda. ¡°Pero, adem¨¢s, estamos viendo [en lugares tradicionalmente m¨¢s receptivos a la inmigraci¨®n] que mucha gente se pregunta: ¡®?c¨®mo vamos a pagar las prestaciones para estos inmigrantes?¡¯. Es ah¨ª donde est¨¢ el problema. Hay sectores, incluyendo tambi¨¦n otros extranjeros, que quieren que se reduzca la inmigraci¨®n¡±.
Aproximadamente la mitad de los interceptados durante el mandato de Biden han sido expulsados recurriendo al llamado T¨ªtulo 42, una medida aprobada durante el mandato de Trump que permite la devoluci¨®n en caliente con el argumento de evitar los contagios por covid. La otra mitad ¨Dvenezolanos, nicarag¨¹enses, cubanos, con cuyos Gobiernos Washington no mantiene relaciones diplom¨¢ticas¨D fueron admitidos. Estas tres ¨²ltimas nacionalidades componen el grueso de la ola migratoria m¨¢s reciente. Solo en septiembre sumaron 77.302 interceptaciones, m¨¢s que la suma de mexicanos, guatemaltecos y salvadore?os (58.068), las nacionalidades hasta ahora m¨¢s frecuentes en las entradas irregulares por la frontera sur.
Tambi¨¦n ha cambiado la composici¨®n de los grupos que cruzan, apunta Tatiana Laborde, de Samu, otra ONG que aporta asistencia inmediata a los reci¨¦n llegados en el ¨¢rea de Washington. Si tradicionalmente quienes viajaban eran varones solos, ahora llegan cada vez m¨¢s familias enteras. ¡°Cuando vienen no tienen muy clara la situaci¨®n en la que llegan. Es una situaci¨®n de choque, tratamos de protegerles de los abusos, ayudarles con los papeleos, procurarles un alojamiento¡±, explica. Pero esta ayuda no se consigue siempre. La enorme afluencia ha desbordado las estructuras y los recursos en ciudades como Washington o Nueva York para aquellos que llegan sin contactos familiares. No hay viviendas disponibles. Quienes consiguen alojamiento lo logran a trav¨¦s de voluntarios; otros acaban en las calles, cuenta N¨²?ez.
Freno a los venezolanos
En octubre, la Casa Blanca anunci¨® un acuerdo para frenar la llegada de venezolanos, el grupo m¨¢s numeroso en los ¨²ltimos tiempos. Admitir¨¢ hasta 24.000 al a?o que podr¨¢n entrar legalmente, si no han pasado por M¨¦xico o Panam¨¢ de manera irregular. Algo que ha zanjado, al menos por el momento, el flujo de llegadas irregulares de esos nacionales, reducido en un 80% desde el anuncio del pacto. Como consecuencia, el env¨ªo de autobuses ha entrado en una pausa, seg¨²n apuntan organizaciones defensoras de los migrantes.
El futuro se presenta incierto. Pese a contar con una exigua mayor¨ªa en el Senado y la C¨¢mara de Representantes, la Administraci¨®n dem¨®crata de Biden no ha podido sacar adelante su proyecto de reforma migratoria. El programa DACA, lanzado por Barack Obama para proteger a inmigrantes j¨®venes llegados a Estados Unidos cuando eran ni?os, se encuentra en riesgo de cancelaci¨®n. Y los sondeos auguran un triunfo republicano el 8 de noviembre que dar¨ªa a ese partido el control, al menos, de la C¨¢mara de Representantes.
¡°?Qu¨¦ hemos visto este a?o? Hemos visto ataques a DACA y a los TPS [los mecanismos que permiten la estancia de inmigrantes procedentes de determinados pa¨ªses afectados por desastres naturales]. Estamos perdiendo espacio¡±, se lamenta N¨²?ez, el director ejecutivo de Carecen. ¡°Para nosotros resulta dif¨ªcil hasta defender el espacio que hab¨ªamos podido ganar. Se ve un flujo migratorio cada vez m¨¢s grande, y eso asusta a la poblaci¨®n¡±.
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