Ni?os con mocos: dudas y respuestas
Por muy batalladores y defensores que sean, molestan. Ocupan la v¨ªa respiratoria y no permiten respirar ni comer ni dormir tranquilos a los menores
Durante los meses m¨¢s fr¨ªos de invierno la familia recibe sin falta a los nuevos visitantes: los mocos. Y con ellos llegan los utensilios en las mesitas de noche. Los pa?uelos, las peras, los sueros y, si hace falta, hasta una manga. Al final del d¨ªa los mocos pueden acabar adornando los cristales de la habitaci¨®n, es por eso que, sea quien sea el miembro de la familia que lo haya invitado, puede que todos acaben moqueando. Los mocos son as¨ª, hay fiesta para rato y para todos.
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Durante los meses m¨¢s fr¨ªos de invierno la familia recibe sin falta a los nuevos visitantes: los mocos. Y con ellos llegan los utensilios en las mesitas de noche. Los pa?uelos, las peras, los sueros y, si hace falta, hasta una manga. Al final del d¨ªa los mocos pueden acabar adornando los cristales de la habitaci¨®n, es por eso que, sea quien sea el miembro de la familia que lo haya invitado, puede que todos acaben moqueando. Los mocos son as¨ª, hay fiesta para rato y para todos.
Mi hijo tiene mocos, el ni?o lleva con mocos m¨¢s de dos meses, a mi hijo no se le van los mocos, lleva tanto tiempo con mocos que temo que le bajen al pecho. Los mocos tambi¨¦n son los protagonistas habituales en las consultas de pediatr¨ªa. La pediatra Davinia V¨¢zquez, del Consorci sanitari de Terrassa, aclara: ¡°Yo siempre les digo a los padres de mis pacientes que los mocos no son nuestros enemigos y que tenemos que dejar de verlos como una amenaza. Si tengo que decantarme por un lado de la balanza, sin duda dir¨ªa que los mocos son buenos, ya que los debemos considerar fundamentales para la defensa de nuestro sistema respiratorio¡±. Pero doctora Davinia, ?c¨®mo una sustancia gelatinosa, pegajosa y viscosa, tan desagradable a veces por textura y aspecto puede ser importante? A lo que Davinia V¨¢zquez nos cuenta: ¡°Tendr¨ªamos que imaginarnos a los mocos como un pelot¨®n de batalla que hace guardia 24 horas en nuestras v¨ªas respiratorias, a la espera de iniciar una lucha a muerte contra cualquier germen que decida invadirnos. Es por ello que en nuestro sistema respiratorio siempre hay mocos y, cuando nos vemos amenazados por un proceso infeccioso, es entonces cuando se empieza a fabricar un exceso de esta mucosidad, de manera que entonces el moco se hace evidente¡±.
La doctora Davinia V¨¢zquez considera importante desmentir estas ideas que tenemos de que los ni?os enferman porque han cogido fr¨ªo, porque han salido al patio sin chaqueta, porque nunca van abrigados. ?Esa no es la causa de que los ni?os se acatarren! ¡°Los ni?os enferman, generalmente, por contacto directo con otros ni?os que est¨¢n acatarrados, y esos contagios son m¨¢s frecuentes en los meses fr¨ªos porque es cuando m¨¢s virus respiratorios hay y m¨¢s tiempo pasan compartiendo sitios cerrados con otros ni?os¡±.
Generalmente los padres damos mucha importancia al color de los mocos. La pediatra se?ala: ¡°A lo largo de un proceso catarral los mocos van cambiando de color, sin que esto pueda significar un empeoramiento o determinar la gravedad del proceso. Generalmente al principio del cuadro los mocos son transparentes y, a medida que van pasando los d¨ªas, se van volviendo m¨¢s blanquecinos. Si el proceso infeccioso sigue provocando inflamaci¨®n en la mucosa, entonces veremos que estos mocos pueden adquirir una coloraci¨®n amarillenta. Y, si la infecci¨®n dura algunos d¨ªas m¨¢s, los mocos pueden acabar siendo de un color amarillo intenso o incluso verde. ?Y esto a qu¨¦ es debido? Las c¨¦lulas de nuestras defensas act¨²an para combatir las infecciones, creando una serie de sustancias que dan esa coloraci¨®n a nuestros mocos. As¨ª que podemos decir que, seg¨²n lo intensa y prolongada que sea esa batalla, nuestros mocos ser¨¢n de uno u otro color¡±. Y para responder a la pregunta del mill¨®n: ?que los mocos sean verdes no significa que sea necesario un tratamiento antibi¨®tico!
Los mocos por muy batalladores y defensores que sean molestan. Ocupan la v¨ªa respiratoria y no permiten respirar ni comer ni dormir tranquilos. Los ni?os mayores podr¨¢n sonarse o escupir por la boca, pero ?y los ni?os peque?os? Armando Bastida es enfermero pediatra y fundador de Criar con sentido com¨²n: ¡°Una posibilidad es no hacer nada y esperar a que el proceso lleve su curso natural: se los ir¨¢ tragando y con el paso de los d¨ªas desaparecer¨¢n. Si les molesta, si les afecta al descanso o a nivel de comidas, o incluso si les provoca tos, vomitan moco... es mejor ayudarles. Una opci¨®n es hacer ¡°instilaciones¡±, que consiste en usar suero fisiol¨®gico o agua marina en formato monodosis, con una jeringuilla o spray, en cantidad peque?a y con suavidad, para ¡°mojar¡± el moco, que sea menos espeso y que tenga m¨¢s facilidad para salir tanto por la nariz, como moverse hacia la garganta y que lo pueda tragar¡±.
La pediatra Davinia V¨¢zquez a?ade que cuando los ni?os se tragan su propia mucosidad pueden realizar alg¨²n v¨®mito mucoso, ya que irrita el est¨®mago, o deposiciones algo m¨¢s blandas y/o gelatinosas. Esto es totalmente normal y no hay que alarmarse. Lo m¨¢s importante es que, cuando nuestros peques est¨¦n acatarrados, hay que mantenerlos hidratados para intentar licuar al m¨¢ximo la mucosidad, evitando as¨ª que el moco se espese y acumule.
Armando Bastida considera que si hay mucho moco las instilaciones suelen ser insuficientes, y en este caso se recomienda hacer ¡°duchas nasales¡±, que consisten en conseguir hacer un circuito de suero fisiol¨®gico o agua de mar, de manera que entre por un orificio de la nariz y salga por el otro. En ambos casos, al introducir suero en las v¨ªas altas, se recomienda hacer una maniobra de que se conoce como Desobstrucci¨®n Rinofar¨ªngea Retr¨®grada, que consiste en cerrar la boca del peque cuando est¨¢ espirando para que rasque la garganta y mueva y trague ese moco y suero que haya quedado ah¨ª.
¡°En cuanto a la posici¨®n para realizar los lavados, lo m¨¢s aconsejable es hacerlo con el ni?o tumbado cuando es muy beb¨¦, ya que no aguanta la cabeza solo. Y una vez que ya sujetan la cabeza, se puede realizar tumbado o sentado. Es indiferente, lo importante es apuntar con el suero al lacrimal contrario de la fosa nasal que estamos limpiando¡±, se?ala la farmac¨¦utica Pilar S¨¢nchez.
M. Carmen Moreno es enfermera pediatra y trabaja en la Unidad de Pediatr¨ªa del Hospital Universitario Fundaci¨®n Alcorc¨®n: ¡°Ense?arle a sonar los mocos a los peque?os debe hacerse desde que veamos que tiene la madurez suficiente para aprender. Hay ni?os que lo har¨¢n antes y otros despu¨¦s, pero alrededor de los tres a?os es buena edad para comenzar con la tarea. Los ni?os son grandes imitadores de lo que hacen los mayores, una buena forma es sonarse primero el adulto y luego ofrecerle con nuestra ayuda a que se suene ¨¦l. Nunca forzarle a hacerlo, cada ni?o tiene su momento y si se hace de manera l¨²dica a modo de juego mejor¡±.
Una buena manera l¨²dica y divertida de ense?arle a nuestros peque?os y peque?as qu¨¦ son los mocos y que en realidad son superh¨¦roes es con el ¨¢lbum ilustrado La vida secreta de los mocos, de Mariona Tolosa editado por Zahor¨ª Books. ¡°El libro est¨¢ escrito con un vocabulario f¨¢cil, apto para ni?os a partir de los cuatro a?os, pero en realidad sirve para todas las edades. Aparte del texto, las ilustraciones intentan acercar el tema al d¨ªa a d¨ªa usando el humor y lo escatol¨®gico. Me gusta hablar con los ni?os sin infantilizarlos¡±.
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