?El movimiento libre es dejar hacer a los ni?os lo que quieran?
Desarrollado por Emmi Pikler, este m¨¦todo favorece que el menor se conozca a s¨ª mismo y es una forma particular de entender el desarrollo motor donde el adulto no le ense?a a moverse
A los padres y a las madres en ocasiones nos cuesta esperar y acompa?ar los ritmos del nuestros beb¨¦s. Creemos que ayud¨¢ndoles, empuj¨¢ndoles, coloc¨¢ndoles, les vamos avanzando en sus pasos. Pero no, cada ni?o y ni?a tiene un ritmo que debemos respetar, y querer ir m¨¢s r¨¢pido que sus tiempos no beneficia el crecimiento y el desarrollo de los peque?os. Romina P¨¦rez Toldi (alias Tetaaporter) es pedagoga y muy reputada en la visi¨®n sobre movimiento libre: ¡°El movimiento libre es una forma particular de entender el desarrollo motor donde el adulto apoya, pero no coloca al ni?o o ni?a en posiciones que no ha logrado por s¨ª mismo, ni lo adelanta en su desarrollo ni le ense?a a moverse. Entendemos el desarrollo motor como una cuesti¨®n madurativa e intr¨ªnseca a la especie humana. El beb¨¦ aprender¨¢ a caminar porque est¨¢ preparado para caminar, no porque nadie le ense?e, lo mismo que ponerse boca abajo o sentarse.¡±
¡°Un beb¨¦ que puede rodar por el suelo es un beb¨¦ que vive con placer su cuerpo y sus capacidades, que puede desarrollar su autonom¨ªa y que siente el apoyo de los adultos que lo cuidan. En cambio, un beb¨¦ sentado de forma prematura es un beb¨¦ que queda muchas veces inmovilizado, que es sacado de su competencia, que necesitar¨¢ al adulto para llegar a esta posici¨®n y para salir de esta posici¨®n. Habr¨¢ que acercarle continuamente los juguetes, se sentir¨¢ cada vez menos capaz y m¨¢s dependiente, ser¨¢ as¨ª colocado en la incapacidad y veremos en ¨¦l muchos m¨¢s estados de frustraci¨®n e incomodidad¡±, asegura Romina P¨¦rez Toldi.
Desde esta idea que nace de la pedagog¨ªa pikleriana el movimiento se da de forma autoinducida y aut¨®noma. Lo que el beb¨¦ s¨ª necesita es un necesita un v¨ªnculo seguro con los adultos y un espacio y unos materiales pertinentes que apoyen su desarrollo. Alma Garc¨ªa es psicopedagoga especialista en desarrollo infantil y orientaci¨®n (Conocida tambi¨¦n en Facebook por su p¨¢gina: ¡°Aprendizaje, desarrollo y salud¡±): ¡°Hay que confiar en la naturaleza humana sabiendo que el beb¨¦ es un ser capaz de hacer lo que naturalmente est¨¢ preparado para hacer por s¨ª mismo y al tiempo adecuado sin intervenir ni organizar o guiar desde la mirada adulta. Los padres y las madres lo hacemos con la mejor intenci¨®n pero cada vez que intervenimos, que ofrecemos material que no necesitan, que les colocamos en una postura no lograda por ellos y ellas, que ofrecemos lo que no han pedido... les estamos privando de la grandeza del descubrimiento y de poder seguir sus impulsos y ritmos. Ellos tienen que aprender a guiarse por sus instintos¡±.
El movimiento libre de Emmi Pikler no es amigo de los juguetes con luces, colores, formas muy cerradas y lleven pilar. La m¨¢xima es sencilla: si el juguete lo hace todo la imaginaci¨®n del ni?o no hace nada. Los colores llamativos tampoco ayudan. Alma Garc¨ªa es poco amiga de los mu?ecos u objetos para los primeros meses: ¡°su cuerpo es ya un juguete. Recuerda el d¨ªa que tu hijo o hija se descubri¨® los pies o las manos, seguro que le dedic¨® horas solo a eso. No hace falta darle nada extra mientras se conoce¡±. Alma asegura que ante la avalancha de juegos muy organizados y definidos la respuesta son los no organizados: trozos de madera, telas de colores, revistas, hasta las fiambreras de la cocina. Y que su cabecita se imagine el resto apilando, organizando, lanzando.
Romina P¨¦rez nos cuenta que desde esta idea de acompa?amiento al desarrollo motor, los padres y las madres podemos buscar espacios, mobiliario y materiales que acompa?en a la actividad aut¨®noma de nuestros peque?os, pero que, es ¨¦l qui¨¦n debe colocar y elegir sus propios objetos. ¡°El beb¨¦, ni?o y ni?a decide con qu¨¦ juega, de qu¨¦ manera, durante cu¨¢nto rato, en qu¨¦ lugar y en qu¨¦ posici¨®n. Los cuidadores ofrecemos materiales desestructurados que den respuesta a los distintos momentos de desarrollo, intereses y formas de manipulaci¨®n, y tambi¨¦n les brindamos el mobiliario que d¨¦ respuesta a su necesidad de movimiento¡±. As¨ª que s¨ª, el movimiento libre trata de darles banda ancha para que hagan lo que quieran y, los adultos estemos atentos y disponibles para generar un marco protector desde el que los peque?os puedan desplegar sus potencias.
Seg¨²n Alma Garc¨ªa el movimiento libre favorece que el beb¨¦ o ni?o se conozca a s¨ª mismo, ¡°cuando te conoces, la medida del mundo y de las cosas es mucho m¨¢s sencilla¡±. La independencia que se les propone a los ni?os se traduce en seguridad en s¨ª mismos, en confianza. ¡°Son ni?os y ni?as capaces de jugar solos y casi con cualquier cosa pues han podido desarrollar su imaginaci¨®n sin cortapisas. ?Y qu¨¦ es la inteligencia sino una manera creativa de solucionar los problemas? F¨ªsicamente favorece la propiocepci¨®n y el equilibrio, el tono muscular, la coordinaci¨®n. Y a nivel cognitivo son tambi¨¦n muchas e importantes, ya que un/a peque que se mueve es un cuerpo calloso (la zona inter hemisf¨¦rica) estimulado y conectado, que nos ayudar¨¢ a aprender mejor¡±. Romina concluye: ¡°No podemos pensar en el movimiento libre solo como una cuesti¨®n meramente fisiol¨®gica, aunque tambi¨¦n lo sea, es una forma de comprender al infante desde su capacidad, una forma de acompa?arlo, mirarlo, tocarlo y comunicarnos con ¨¦l. Es una cuesti¨®n ¨¦tica y epistemol¨®gica desde la que buscamos que desarrolle sin l¨ªmites¡±.
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