C¨®mo decirle a un ni?o que un ser querido ha muerto
Ocho pautas para manejar y transmitir un fallecimiento a nuestros hijos
Dec¨ªa el psiquiatra Irvin Yalom que solo hay dos cosas que el ser humano no puede mirar directamente: el sol y la muerte. Sabemos que la muerte es parte de la vida, pero a veces, a los adultos, se nos olvida (o inc¨®moda) hablar de ella delante de nuestros hijos. Nos resulta un tema especialmente escurridizo. Creemos que es algo que no debemos hablar con y delante de los ni?os, a pesar de que todos venimos de f¨¢brica con la posibilidad de aceptar la muerte y elaborar duelos. Esta dificultad que tenemos madres y padres para informar a nuestros hijos sobre la muerte de un ser querido se refleja en los conceptos equ¨ªvocos que utilizamos. ?Por qu¨¦ les decimos que el m¨®vil se ha muerto cuando en realidad se ha quedado sin bater¨ªa? ?por qu¨¦ les decimos a nuestros hijos que el abuelo se ha marchado o se ha dormido cuando en verdad se ha muerto? Ante esta manera de explicar las cosas, es normal que los ni?os no comprendan nada y nos pregunten: ?y cu¨¢ndo va a regresar mi abuelito? Mam¨¢, ?cu¨¢ndo se va a despertar el abuelo? Todos estos malentendidos suelen estar reforzados y alimentados por muchas pel¨ªculas de dibujos animados, ya que no s¨¦ si lo recordar¨¦is, pero Blancanieves estaba dormida hasta que el pr¨ªncipe la bes¨®. En la gran mayor¨ªa de pel¨ªculas de Disney, la muerte de alg¨²n personaje o familiar del protagonista aparece de forma impl¨ªcita, pero casi nunca de manera expl¨ªcita.
Cuando hablamos de la muerte hay determinados aspectos fundamentales que debemos tener en cuenta para ser sinceros con nuestros hijos y ayudarles, en la medida de lo posible, a hacer un duelo lo m¨¢s sano posible:
- Irreversibilidad: la muerte es irreversible. Quien muere jam¨¢s regresa a la vida.
- Universalidad: todos morimos, a pesar de que los ni?os puedan creer que solo se mueren algunas personas.
- Funciones vitales: al morir se interrumpen las funciones vitales, ya que el coraz¨®n deja de latir, no ven ni oyen, no sufren ni sienten emociones.
- Motivo de la muerte: todo el mundo se muere por algo, no ¡°de la propia muerte¡± ni por ser ¡°viejecito¡±. Son muchas las causas por las que podemos morir, como por ejemplo, una enfermedad, un accidente de tr¨¢fico, infarto cardiaco, etc.
Toda explicaci¨®n que le demos a nuestros hijos debe incluir, de la manera m¨¢s expl¨ªcita posible, estas cuatro caracter¨ªsticas. Adem¨¢s, podemos ayudarnos del modelo SEPA que aprend¨ª de mi maestra Bego?a Azn¨¢rez, presidenta de la Sociedad Espa?ola de Medicina Psicosom¨¢tica y Psicoterapia. El modelo SEPA viene a decir que existen cuatro elementos imprescindibles a la hora de dar narrativas adecuadas, coherentes y que empoderen a los ni?os y adolescentes. Esos cuatro pilares son: Sensaciones, Emociones, Pensamientos y Acciones.
- Sensaciones: son las reacciones f¨ªsicas de nuestro cuerpo ante determinada situaci¨®n. Solemos utilizar el verbo notar: temblor de piernas, latido acelerado del coraz¨®n, sudoraci¨®n de manos, sequedad de boca, rigidez corporal, nudo en el est¨®mago, etc.
- Emociones: son aquellas emociones que experimentamos cuando nos enteramos de una noticia impactante como, por ejemplo, la muerte de un ser querido. Utilizamos el verbo sentir: miedo, tristeza, rabia, curiosidad, etc.
- Pensamientos: todas las sensaciones y emociones suelen venir acompa?adas, precedidas o seguidas de un pensamiento. Por eso solemos utilizar el verbo pensar: pienso que se ha muerto por mi culpa, pienso que no le dije lo mucho que le quer¨ªa lo suficiente, etc.
- Acciones: se refiere a las conductas o acciones que llevamos a cabo cada vez que experimentamos determinadas sensaciones, emociones y acciones. Por este motivo utilizamos verbos que describen los comportamientos que llevamos a cabo: llorar, tirar, gritar, enfadar, etc.
Ahora de lo que se trata es de aterrizar el modelo SEPA a la pr¨¢ctica para que nos ayude a dar una explicaci¨®n sobre la muerte de alguien importante para nosotros y para nuestro hijo. ?C¨®mo podemos explicarle a nuestro hijo de seis a?os que ha fallecido su abuelo? Bas¨¢ndonos en el modelo SEPA podr¨ªamos decirle algo parecido a esto: ¡°Mar¨ªa, cari?o, nos acaban de llamar del hospital para decirnos que el abuelo Miguel ha fallecido. Es normal que notes un nudo en el est¨®mago y fr¨ªo (sensaciones). Esto es as¨ª porque sientes tristeza (emoci¨®n). Posiblemente pienses que es injusto y cruel (pensamiento). Si te apetece llorar (acci¨®n), hazlo pues te sentar¨¢ muy bien¡±. Tengamos en cuenta que esta explicaci¨®n o narrativa es solo una manera de las muchas que existen. Cada madre, padre y maestro deber¨¢ adaptar el modelo SEPA a su manera de educar, la edad del menor, sus creencias religiosas y las circunstancias que engloban la muerte. No es necesario que los cuatro elemento del modelo SEPA vaya en el mismo orden que se han descrito. Con tal de que aparezcan en la narrativa que les demos ser¨¢ m¨¢s que suficiente. Recuerdo que no hace mucho tiempo, mi hijo estaba jugando con su amigo Lucas tranquilamente cuando este ¨²ltimo le dijo: ¡°Pues la bisabuela est¨¢ en el cielo¡±. A lo que mi hijo le respondi¨®: ¡°?Qu¨¦ cielo?¡±. Qued¨® claro que ambos ni?os hab¨ªan recibido narrativas diferentes de la muerte. No existe una manera ideal de explicar la muerte, sino una manera id¨®nea de explicarla en funci¨®n de nuestras circunstancias, creencias y personalidad del menor. Cada ni?o es un mundo y tiene unas necesidades que tienen que ser comprendidas por los adultos que est¨¢n a su alrededor para darle la narrativa que sea m¨¢s adecuada.
No me gustar¨ªa acabar este art¨ªculo sin dar una serie de pautas, aunque sean de car¨¢cter general, con relaci¨®n a c¨®mo debemos manejar y transmitir la muerte a nuestros hijos:
- No contar u ocultar una muerte, independientemente de la edad de nuestros hijos, no deber¨ªa ser una opci¨®n. Debemos ir con la verdad por delante siempre.
- La muerte suele ser un tema tab¨² para los adultos, no para los ni?os. Ellos entienden el final de la vida de manera diferente y m¨¢s natural que nosotros.
- Despu¨¦s de informar a los menores sobre la muerte de un ser querido, es importante dejar un tiempo para que expresen lo que sienten y que pregunten lo que precisen.
- Si hay algo que no sepamos responder es mejor ser sinceros y decir que no tenemos respuesta antes que aventurarnos a decir algo que desconocemos.
- Legitimar y permitir cualquier emoci¨®n que expresen, sean las m¨¢s frecuentes como tristeza, rabia o miedo, como las m¨¢s inc¨®modas: curiosidad e indiferencia.
- El duelo en los menores se puede manifestar de manera diferente a c¨®mo lo gestionamos los adultos. Por ejemplo, un ni?o de dos a?os puede mostrar rabia y tener alterado el sue?o y la alimentaci¨®n.
- Es importante garantizar, en la medida de lo posible, las rutinas de los ni?os y adolescentes. Cuanto menos cambie su d¨ªa a d¨ªa, mejor.
- Algunos cuentos interesantes para ni?os son ¡°La balada del rey y la muerte¡±, ¡°El pato y la muerte¡± y ¡°No es f¨¢cil peque?a ardilla¡±. En cuanto a pel¨ªculas para ni?os podemos ver ¡°Coco¡± y ¡°Up¡±. Para adolescentes podemos trabajar con la pel¨ªcula ¡°Un monstruo viene a verme¡± y ¡°El club de los poetas muertos¡±.
*Rafa Guerrero es psic¨®logo y doctor en Educaci¨®n. Director de Darwin Psic¨®logos. Autor de los libros ¡°Educaci¨®n emocional y apego¡± (2018), ¡°Cuentos para el desarrollo emocional desde la teor¨ªa del apego¡± (2019), ¡°C¨®mo estimular el cerebro del ni?o¡± (2020), ¡°Educar en el v¨ªnculo¡± (2020) y ¡°Vinculaci¨®n y autonom¨ªa a trav¨¦s de los cuentos¡± (2021).
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