?Ba?arse con los hijos peque?os es un ejemplo de crianza natural o una costumbre inapropiada?
La foto de la modelo y presentadora Chrissy Teigen en una ba?era con tres de sus hijos ha reavivado el debate sobre los l¨ªmites de la intimidad en la crianza. Aunque depende de las costumbres familiares y las normas culturales, los expertos coinciden en que a partir de los 5 o 6 a?os deja de ser recomendable porque es importante fomentar la autonom¨ªa del menor


La imagen parece inocente, pero el debate en redes sociales ha explotado de inmediato. La famosa modelo, actriz y presentadora estadounidense Chrissy Teigen ¡ªesposa del cantante John Legend¡ª ha desatado la pol¨¦mica al publicar, en su cuenta de Instagram, una foto en la que aparece desnuda disfrutando de un ba?o de leche de coco con tres de sus cuatro hijos: Miles, de 6 a?os; Esti, de 2; y Wren, de 1. Una escena que ha compartido con sus casi 42 millones de seguidores en la red social que, para los menos cr¨ªticos, representa un tierno momento de crianza y, para otros, un ejemplo inadecuado. Mientras los comentarios se dividen entre quienes defienden la naturalidad de la imagen y quienes la consideran ¡°extra?a¡± o ¡°perturbadora¡±, el caso ha reavivado una vieja discusi¨®n: ?ba?arse con los hijos es un ejemplo de crianza natural o una costumbre inapropiada?
Seg¨²n explica Luis Guill¨¦n Plaza, psic¨®logo especialista en sexolog¨ªa y terapia de pareja, los l¨ªmites en la intimidad y el h¨¢bito de ba?arse con los padres no son los mismos en todas partes: ¡°Las normas sociales y culturales tienen un impacto directo en aspectos como la desnudez, el contacto f¨ªsico y la educaci¨®n sexual en el hogar. Seg¨²n la cultura, estos temas pueden abordarse con naturalidad o, por el contrario, tratarse con mayor reserva, lo que influye en el desarrollo emocional del ni?o y en su relaci¨®n con su propio cuerpo¡±.
¡°En los pa¨ªses n¨®rdicos, por ejemplo, es habitual que en las familias el cuerpo se vea con naturalidad y sin tab¨²es, mientras que en Jap¨®n y Corea del Sur supone un momento de relajaci¨®n y convivencia y se entiende como una actividad social m¨¢s¡±. Por el contrario, seg¨²n informa Guill¨¦n, en sociedades con fuerte influencia cristiana, como Espa?a y Am¨¦rica Latina, la desnudez suele estar m¨¢s restringida por valores de privacidad y pudor. Por ¨²ltimo, explica que en los pa¨ªses isl¨¢micos se ense?a que el cuerpo es algo privado y debe cubrirse, lo que hace que este h¨¢bito sea menos com¨²n y generalmente desaconsejado. Guill¨¦n reconoce que no hay una edad universal para dejar de ba?arse con los hijos, ya que depende de las costumbres familiares y de las normas culturales, pero se?ala que, a partir de los 3 a?os, es recomendable fortalecer su autonom¨ªa, y a los cinco o seis evitar esta rutina.
Laura Cerd¨¢n, psic¨®loga cl¨ªnica y psicopedagoga, agrega que ba?arse con los hijos puede ser beneficioso durante los primeros a?os de vida porque puede fortalecer el v¨ªnculo afectivo, adem¨¢s de ayudar a desarrollar confianza y seguridad emocional: ¡°Es un momento ideal para instaurar h¨¢bitos positivos de higiene y cuidado personal de manera natural¡±. ¡°Existen cuatro beneficios de meternos en la ba?era con nuestros peques. En primer lugar, efectivamente, refuerza el v¨ªnculo entre padres e hijos, convirti¨¦ndose en un espacio de conexi¨®n emocional y juego¡±, a?ade Guill¨¦n. Adem¨¢s, seg¨²n este experto, favorece el aprendizaje, ya que los ni?os aprenden por observaci¨®n y el ritual del ba?o en familia les ayuda a interiorizar rutinas de higiene personal, y normaliza la imagen del cuerpo humano, evitando tab¨²es y fomentando una relaci¨®n saludable con el mismo: ¡°Por ¨²ltimo, permite que el menor, poco a poco, se lave solo¡±.
¡°Pero ba?arse con los hijos deber¨ªa ser algo puntual, espor¨¢dico¡±, incide Cerd¨¢n. Para la psic¨®loga, este h¨¢bito debe ser algo excepcional porque puede generar confusi¨®n sobre la privacidad, adem¨¢s de influir negativamente sobre la percepci¨®n que los menores desarrollan sobre su propio cuerpo y su relaci¨®n con los dem¨¢s: ¡°No se fomenta la independencia y, desde el punto de vista social, podr¨ªa ser visto de manera inapropiada o desencadenar cr¨ªticas¡±. La experta advierte que a partir de los 5 o 6 a?os los ni?os empiezan a desarrollar pudor no solo frente a desconocidos, sino tambi¨¦n ante sus propios padres. ¡°A esta edad, muchos ya sienten verg¨¹enza de mostrarse desnudos y, m¨¢s a¨²n, de que los adultos vean sus partes ¨ªntimas, y empiezan a ganar confianza en su higiene personal y esto les ayuda a fomentar su independencia¡±, sostiene. ¡°La necesidad de que los peque?os tengan su propio espacio en el aseo est¨¢ directamente relacionada con su conciencia corporal¡±, retoma Guill¨¦n. Y confirma que alrededor de los 6 a?os el sentido del pudor y la privacidad se acent¨²an: ¡°La capacidad del menor para realizar solo tareas b¨¢sicas, como limpiarse o lavarse las manos, indica que est¨¢ listo para asumir m¨¢s responsabilidad en su higiene personal¡±.
Cerd¨¢n explica que a medida que los peque?os crecen y toman mayor conciencia de su propio cuerpo, y del de los dem¨¢s, es adecuado que comiencen a asearse solos: ¡°M¨¢s all¨¢ de compartir un momento con pap¨¢ o mam¨¢, ba?arse con ellos es negativo porque es esencial que comprendan que sus cuerpos les pertenecen solo a ellos¡±. ¡°Adem¨¢s, cuanto m¨¢s mayores, los ni?os tienen mayor conciencia sobre su intimidad y la necesidad de establecer l¨ªmites personales, por lo que es esencial respetar su espacio¡±, a?ade Guill¨¦n. ¡°Si la rutina de ba?arnos con ellos se mantiene en el tiempo, m¨¢s all¨¢ de los cinco o seis a?os, puede dificultar que aprendan a ser independientes¡±, agrega. La psic¨®loga insiste en que a medida que los hijos crecen se debe priorizar su privacidad, y recomienda acompa?ar la transici¨®n de ba?arse acompa?ado a hacerlo solo con ciertas acciones clave: ¡°Hablar con ellos sobre la importancia de la intimidad y el respeto, ense?arles a lavarse progresivamente para que ganen mayor independencia y crear un ambiente de confianza donde puedan expresar sus dudas y curiosidades sin miedo. Si les cuesta abandonar este h¨¢bito, es posible que exista una relaci¨®n de excesivo apego y falta de autonom¨ªa¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
