Educar a nuestros hijos en el consumo responsable en Navidad

?La Navidad ya est¨¢ aqu¨ª! Encuentros familiares que se producen alrededor de una mesa. Men¨²s variados, diferentes y abundantes que, tras las celebraciones, engrosan durante d¨ªas las neveras de los hogares y, finalmente, terminan acumul¨¢ndose en el interior de los cubos de la basura. En el marco de la Estrategia M¨¢s alimento, menos desperdicio para reducir el desecho alimentario en hogares, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n (MAPA) puso en marcha en 2014 el panel de cuantificaci¨®n que recoge de manera detallada las cantidades de alimentos que tiramos los espa?oles. El Informe sobre el Desperdicio Alimentario en los Hogares 2021 sostiene que se desaprovechan un total de 1.245,86 millones de kilos o litros, un 8,6% menos que en 2020. Si se ajusta por hogar, de media, ser¨ªan unos 70 kilos o litros de alimentos y bebidas durante ese mismo a?o.

Unas cifras demasiado elevadas que, en opini¨®n de Eva Gonz¨¢lez, portavoz de Cultura de Sostenibilidad de la organizaci¨®n Ecodes, causan numerosos impactos medioambientales, sociales y econ¨®micos: ¡°Adem¨¢s, nos quedan tan solo ocho a?os para conseguir alcanzar la meta planteada en la Agenda 2030 en su ODS 12.3: Reducir a la mitad el desperdicio en todos los eslabones de la cadena alimentaria. Debemos incrementar las acciones para que sea posible conseguirlo¡±.

El desperdicio de este volumen de comida, se explica, en parte, por la falta de informaci¨®n y de formaci¨®n, unido a la invisibilidad de las consecuencias. Carlos Ballesteros Garc¨ªa, profesor de la Universidad Pontificia de Comillas, dice que tirar las sobras es un acto que acaba en s¨ª mismo: una vez que tapo el cubo de basura desaparece el problema de mi vista: ¡°Lo que pasa a continuaci¨®n, incluyendo a las personas que pueden rebuscar entre mis residuos y alimentarse de ella, no son algo visible a mis ojos. Las sobras no se ven como algo ¨²til, sino como comida que ya no se puede aprovechar. Es m¨¢s f¨¢cil deshacerse de ellas que pensar c¨®mo aprovecharlas. Visibilizar la situaci¨®n, hacerlo presente, tangibilizar los restos supone un primer paso para atacar el problema¡±.

Por su parte, Fernando Bonete Vizca¨ªno, director del M¨¢ster en Econom¨ªa Circular y Desarrollo Sostenible de la Universidad CEU San Pablo, aporta una segunda visi¨®n del tema. Este experto asegura que no se da suficiente valor a la comida que consumimos porque en Espa?a no es un bien escaso: ¡°Podemos permit¨ªrnosla, y en cierta manera nos sobra. Como en el caso de la ropa, nunca nos planteamos la pregunta: ?realmente me hace falta?¡±.

Las administraciones implementan pol¨ªticas para reducir este tipo de desperdicio y concienciar a la poblaci¨®n, pero como indican los especialistas en esta materia, son a largo plazo. Ballesteros enumera cuatro estrategias ¡°te¨®ricas¡± para lograr el ansiado cambio social frente a los desechos alimentarios:

1. Hacer tangibles las malas consecuencias de la conducta que queremos evitar: Esto pasa por explicar y visibilizar el desperdicio y dar a conocer lo que pasa despu¨¦s de tirar comida a la basura.
2. Concienciar a la poblaci¨®n de los beneficios de la ¡°nueva¡± conducta.
3. Trabajar la dimensi¨®n comunitaria: lo que t¨² desperdicias nos perjudica a todos.
4. Trabajar la autoestima y el ¡°t¨² puedes¡±, ¡°lo hiciste¡±, con autorefuerzos positivos de las conductas que se persiguen.

De cara a estas fiestas navide?as, Fernando Bonete propone controlar el desperdicio en el hogar desde el mismo momento de las compras. ¡°Planificar bien las comidas, sobre todo en momentos de celebraci¨®n en los que se pierde la rutina diaria. Cambiar la lista de la compra, los alimentos y las cantidades, es fundamental. A esto ayuda desterrar la idea de que en la nevera tiene que haber siempre de todo. Si algo hace falta, se va y se compra de manera puntual¡±.

Las familias tienen un papel esencial en esa labor de concienciaci¨®n, convirti¨¦ndose en un referente para sus hijos desde la educaci¨®n. Asimismo, estas fiestas son un momento privilegiado para educar en h¨¢bitos saludables. Gonz¨¢lez insiste en que las madres y padres son el principal ejemplo y deben utilizar esa posici¨®n para que adquieran pautas y h¨¢bitos de consumo y alimentaci¨®n sostenibles y saludables: ¡°No hay que olvidar que podemos ser un buen modelo o el peor de los modelos; debemos ser conscientes y asumir nuestra responsabilidad como referentes para los m¨¢s peque?os¡±.

Para ayudar a que en estas pr¨®ximas fiestas los hogares colaboren para acabar con el desperdicio alimentario, la responsable de Cultura de Sostenibilidad de Ecodes ofrece algunos consejos para poner en pr¨¢ctica en los pr¨®ximos d¨ªas y mantener de manera continuada durante el resto del a?o:

1. Prepara un men¨² semanal con tus hijos basado en verduras y frutas de proximidad y de temporada.
2. Planifica la compra en funci¨®n de los alimentos que se necesiten para el men¨² y siempre bajo criterios sostenibles. Pod¨¦is hacer la lista de la compra entre todos.
3. En el supermercado ens¨¦?ales que no se dejen tentar por las ofertas, que es importante comprar solo lo que necesitamos.
4. De vuelta a casa, organiza tu frigor¨ªfico y cu¨¦ntales c¨®mo hacerlo: yogures y quesos en el estante superior; en la parte central, alimentos cocinados; carnes, aves o pescados en los estantes inferiores; abajo, en los cajones, verduras y hortalizas; y en la puerta productos que no necesitan mucho fr¨ªo para conservarse.
5. Mu¨¦strales d¨®nde est¨¢ el termostato de la nevera que tiene que estar a +5?¡ãC. y el del congelador a -18?¡ãC. Temperaturas m¨¢s fr¨ªas, adem¨¢s de ser in¨²tiles para conservar bien los alimentos, incrementan el consumo de energ¨ªa: un 5% m¨¢s de consumo por cada grado de menos.
6. Ens¨¦?ales la diferencia entre fecha de consumo preferente y fecha de caducidad. Cuando llega la fecha de caducidad, no podemos comer ese producto. Pero una vez expira la fecha de consumo preferente, los alimentos se pueden comer (aunque ya no se pueden comercializar).
7. Cocina con ellos y prepara las raciones adecuadas.
8. Con las sobras, practica la cocina de aprovechamiento. Descubre con tus hijos c¨®mo aprovechar los restos de alimentos, con vuestra creatividad o apoy¨¢ndote en las recetas de aprovechamiento que encontrar¨¦is en internet.

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