Ni?os con alta demanda: menores acelerados y absorbentes que requieren atenci¨®n permanente
Este rasgo temperamental o de la personalidad no es una enfermedad ni un trastorno. Se trata de peque?os que toleran mal la frustraci¨®n, son propensos a las rabietas y exigen una constante y activa presencia de los padres
Pablo Mart¨ªn es el padre de Elena. Ella tiene tres a?os y, desde bien beb¨¦, sus padres ten¨ªan la sensaci¨®n de que era ¡°m¨¢s agitada de lo normal¡±. Pero ?qu¨¦ es normal o no? Cuenta Mart¨ªn que la ni?a ten¨ªa reflujo y que, con dos meses, acudieron a la pediatra. Fue la doctora la que les lanz¨® dos palabras con las que llevan conviviendo estos a?os: alta demanda. ¡°La ni?a ten¨ªa mucha, mucha necesidad de est¨ªmulo, de movimiento, de que estuvi¨¦ramos all¨ª. Nosotros pens¨¢bamos que ten¨ªa un problema g¨¢strico y ...
Pablo Mart¨ªn es el padre de Elena. Ella tiene tres a?os y, desde bien beb¨¦, sus padres ten¨ªan la sensaci¨®n de que era ¡°m¨¢s agitada de lo normal¡±. Pero ?qu¨¦ es normal o no? Cuenta Mart¨ªn que la ni?a ten¨ªa reflujo y que, con dos meses, acudieron a la pediatra. Fue la doctora la que les lanz¨® dos palabras con las que llevan conviviendo estos a?os: alta demanda. ¡°La ni?a ten¨ªa mucha, mucha necesidad de est¨ªmulo, de movimiento, de que estuvi¨¦ramos all¨ª. Nosotros pens¨¢bamos que ten¨ªa un problema g¨¢strico y no entendimos lo de alta demanda¡±, explica el padre.
Cuando Elena era beb¨¦ nunca aguant¨® un rato tranquila mirando al techo, las estrellitas o los colgantes del parquecito. Necesitaba (y sigue necesitando) contacto f¨ªsico permanente, as¨ª como atenci¨®n constante. Le pasa en el parque (nada de madre o padre charlando m¨¢s o menos tranquilamente con otros) y tambi¨¦n en casa (nada de leer y la ni?a jugando al lado). ¡°La exigencia de nuestra presencia es muy alta. La transici¨®n entre los estados emocionales m¨¢s abrupta, y si por ejemplo vamos un momento al lavabo o a preparar la cena, ella lo pasa realmente mal, no es que se enfade, es que parece que se desmonta¡±, cuenta Mart¨ªn. Elena tiene una intensidad emocional fuera de lo com¨²n, se muestra hipersensible y requiere cambios constantes en los juegos y din¨¢micas para no ponerse nerviosa.
La alta demanda no es una enfermedad ni un trastorno que se deba tratar. Es un rasgo de la personalidad. Anna Company es la fundadora de la comunidad solidaria Alta Demanda y coach de familias. Detalla que este t¨¦rmino se le atribuye a aquellos beb¨¦s y ni?os que reaccionan de una forma m¨¢s exaltada, intensa y absorbente de lo normal: ¡°Una de las caracter¨ªsticas es la intensidad emocional, que produce muchas veces sobreestimulaci¨®n, poca tolerancia a la frustraci¨®n y puede derivar en arrebatos emocionales o rabietas de los cuales dif¨ªcilmente consiguen salir por s¨ª mismos, es decir, necesitan el apoyo del adulto para calmarse¡±. Por otro lado, seg¨²n explica, esta intensidad emocional repercute tambi¨¦n en su afectividad y empat¨ªa, y hace que tengan un car¨¢cter generalmente amoroso, cari?oso hacia las personas y los animales.
¡°Si tienes a tu beb¨¦ en brazos y no se calma con nada, y tiene siempre los ojos grandes y abiertos, se mueve continuamente, no quiere perder el contacto contigo ni un solo segundo, duerme poco o muy poco, siempre tiene hambre y llora, llora y llora... Entonces, llegas a plantearte: ?ser¨¢ esto la alta demanda?¡±, explica Company. En detalle, este rasgo de personalidad engloba caracter¨ªsticas como la hipersensibilidad, ser insaciable, intenso, absorbente, demandante e imprevisible.
Cuidado con las etiquetas
La pediatra Roc¨ªo Ben¨ªtez Fuentes, experta en pediatr¨ªa integral y emocional, relata que los padres deben ser muy cuidadosos a la hora de catalogar a sus hijos porque los sobrenombres pueden acompa?arles toda su vida. ¡°Por otro lado, creo que estas etiquetas nos pueden ayudar mucho a la hora de reconocer, es decir, de volver a conocer a alguien o incluso a uno mismo. Para hacerlo tenemos que observar y hacernos preguntas¡±, a?ade. Ben¨ªtez considera que cuando los expertos nombran a las familias el rasgo de alta demanda, en ocasiones, se valida una crianza que en cierto modo sienten como diferente, exigente e incluso muy cansada. ¡°Cuando nos validan y nos reconocen podemos sentirnos comprendidos. Es liberador que nos digan que tenemos raz¨®n, que lo que estamos atravesando tiene sus dificultades y que nosotros no somos culpables¡±, reconoce Pablo Mart¨ªn.
La alta demanda no tiene nada que ver con el modo en el que los progenitores cr¨ªan a sus hijos. Cuenta Mart¨ªn que algunas personas le comentan que est¨¢n malcriando a Elena: ¡°Como estamos todo el rato con ella y permanentemente pendientes de responder a sus demandas, puede parecer que somos nosotros quienes estamos d¨¢ndole demasiada atenci¨®n. Y no, no es una cuesti¨®n de malcriar, es un nivel de exigencia y un temperamento que solicita mucha intensidad, tanta que, cuanto menos, es dif¨ªcil de gestionar¡±. Company a?ade que para estos ni?os con los que cuesta lidiar el m¨¦todo de crianza que mejor funciona es el que se basa en el apego: ¡°En ¨¦l, se engloban conceptos como un buen v¨ªnculo entre padres e hijos, cercan¨ªa, seguridad y conexi¨®n. Y justo el doctor Williams Sears [psic¨®logo estadounidense que acu?¨® el t¨¦rmino de alta demanda, tras ver las reacciones emocionales excesivas de su cuarta hija y entender que con ella no funcionaba ni el autoritarismo ni la permisividad] defend¨ªa este tipo de crianza y explicaba que el amor es lo que mejor funciona con estos peque?os¡±.
La pediatra Ben¨ªtez a?ade que por lo que m¨¢s se distingue la crianza de menores con alta demanda es porque los ni?os y beb¨¦s requieren una mayor inversi¨®n de tiempo y atenci¨®n: ¡°Adem¨¢s de nuestra presencia, necesitan atenci¨®n plena¡±. Es decir, no basta con la simple presencia, precisan que se est¨¦ ah¨ª conscientemente: ¡°En cuerpo y alma¡±. Y adem¨¢s, no solo durante el d¨ªa, sino como m¨ªnimo en sus primeros a?os, tambi¨¦n durante la noche. Seg¨²n la m¨¦dica, el sue?o puede ser un caballo de batalla porque suelen tener dificultades y requerimientos especiales para dormir: ¡°Muchos despertares, sue?o inquieto y, en general, descansan menos horas¡±.
¡°Su alimentaci¨®n tambi¨¦n puede requerir desaf¨ªos¡±, prosigue la experta. ¡°Por ejemplo, son lactantes que hacen tomas m¨¢s largas y frecuentes o ni?os muy selectivos a la hora de comer o con gran ansiedad por ciertos alimentos¡±. Tambi¨¦n pueden ser intensos en el aspecto motor y verbal: ¡°Dejando poco espacio al silencio y el reposo¡±. Sus demandas las viven como necesidades, y la satisfacci¨®n de estas las interpretan como gestos de amor. Ben¨ªtez incide en que sostener la hiperexigencia durante casi 24 horas los 365 d¨ªas del a?o puede ser agotador. Por este motivo es importante la labor de concienciaci¨®n, aceptaci¨®n y aprendizaje de las madres y padres: ¡°Conocer la alta demanda puede transformar la forma en la que las familias ven a su hijo: pasa de ser un ni?o tirano, desafiante y retador, a ser un menor que pide y pide sin saber muchas veces lo que verdaderamente quiere y necesita¡±.
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