Por qu¨¦ no hay que castigar a los ni?os sin cuento antes de irse a la cama

El momento de irse a la cama en muchos hogares suele ser una prueba de fuego para las familias. A los ni?os les cuesta acostarse, se hacen los remolones, tardan en lavarse los dientes. Y los adultos no ven el momento de disfrutar de un rato de paz sin ellos. Es a esa ¨²ltima hora del d¨ªa cuando se suele sacrificar la lectura del cuento antes de dormirse. En ocasiones, los adultos so...

El momento de irse a la cama en muchos hogares suele ser una prueba de fuego para las familias. A los ni?os les cuesta acostarse, se hacen los remolones, tardan en lavarse los dientes. Y los adultos no ven el momento de disfrutar de un rato de paz sin ellos. Es a esa ¨²ltima hora del d¨ªa cuando se suele sacrificar la lectura del cuento antes de dormirse. En ocasiones, los adultos son sinceros y admiten que est¨¢n cansados, pero, en otras, se disfraza de castigo al ver que los menores no concilian el sue?o. Pero esa es una reprimenda sin fundamento porque no conlleva una ense?anza.

¡°No tiene relaci¨®n la acci¨®n con la consecuencia¡±, asegura Arantxa Arroyo, maestra de disciplina positiva en Magea Escuela Activa y docente en la Universidad de Educaci¨®n de Burgos. Seg¨²n explica, la lectura antes de irse a la cama es una actividad que relaja a los menores, pero tambi¨¦n es ¨²til para poder hablar de todo lo que ha sucedido durante el d¨ªa. Y, sobre todo, incide la experta, es tiempo de calidad que los padres pasan junto a sus hijos. ¡°Castigar sin cuento es quitar una oportunidad de sanar las desconexiones que se han podido dar durante el d¨ªa. De reencontrarse en un ambiente seguro¡±, prosigue Arroyo. Porque, como puntualiza la docente, esta lectura tiene algo de ritual ancestral: ¡°De cuando se contaban historias alrededor de una hoguera y todos escuchaban con atenci¨®n¡±.

Un acto ceremonial que los ni?os esperan con muchas ganas para finalizar el d¨ªa. ¡°Es como elaborar pan. Est¨¢s aguardando a que se cueza, a que salga del horno, mientras huele mucho y te est¨¢ alimentando antes de comerlo¡±, explica como met¨¢fora Pep Bruno, narrador, escritor y autor del libro informativo Contar (A buen paso, 2019). Un cuento antes de dormir no solo alimenta ese tiempo en familia, sino que tambi¨¦n es parte fundamental para el crecimiento de los menores. ¡°Est¨¢ demostrado que los ni?os a los que se les lee tempranamente por la noche mejoran claramente el desarrollo posterior tanto del lenguaje como de la lectoescritura¡±, explica la neuropediatra Mar¨ªa Jos¨¦ Mas, autora del libro El cerebro en su laberinto: los trastornos del neurodesarrollo (Next Door Publisher, 2020). ¡°Que un adulto le lea a un ni?o que todav¨ªa no sabe leer por la noche, o en cualquier momento, le ayuda a tener mejor desempe?o escolar y a adquirir un mejor vocabulario y uso del lenguaje¡±.

El art¨ªculo Relaci¨®n entre la edad de inicio y la frecuencia de la lectura y el desarrollo temprano del lenguaje y la alfabetizaci¨®n en beb¨¦s y ni?os peque?os, publicado en 2012 por el Center for Early Literacy Learning (CELL), adscrito a la Oficina de Programas de Educaci¨®n Especial del Departamento de Educaci¨®n de Estados Unidos, analiza varias investigaciones relacionadas con la lectura temprana, y afirma que ¡°cuanto m¨¢s se les lee cuentos a los ni?os menores de un a?o, mejores son sus habilidades ling¨¹¨ªsticas y de alfabetizaci¨®n¡±. ¡°Dejar sin cuento antes de acostarse es hurtarle al ni?o una parte esencial de su crecimiento¡±, a?ade Bruno. Y m¨¢s en la actualidad, se?ala, donde los menores est¨¢n expuestos a m¨¢s est¨ªmulos visuales. Para este experto, la ficci¨®n del cuento consigue que los ni?os ampl¨ªen su campo de imaginaci¨®n, mientras que la ficci¨®n de las pantallas coloniza y acota: ¡°Si t¨² has visto el logo de McDonald¡¯s y te lo han vinculado con una emoci¨®n, es imposible que te hablen de ello y no lo veas en tu cabeza. Lo tienes ah¨ª porque est¨¢ colonizado. Sin embargo, la ficci¨®n del cuento, la emoci¨®n, la generan los propios ni?os¡±.

Evaluar los errores

Pero, ?qu¨¦ pueden hacer los padres para no llegar tan cansados al momento del cuento y no tener que castigar a sus hijos sin ¨¦l? Arroyo explica que lo esencial es evaluar qu¨¦ error se repite todos los d¨ªas para llegar a ese punto. ¡°Si una jornada se nos ha ido de la mano y hemos castigado, lo mejor es recapacitar y reparar pidiendo disculpas. Y si es un problema que se enquista, hay que evaluar qu¨¦ est¨¢ pasando a nivel estructural¡±, incide. Puede, seg¨²n explica, que antes de irse a la cama haya una hiperestimulaci¨®n, lo que se arregla bajando las luces o los sonidos, o que haya habido un cambio en los horarios, pero lo importante, ¡°es verbalizar el problema, escuchar al ni?o y hacerlo de otra manera diferente para que no acabe siendo un conflicto diario¡±. Por su parte, la neuropediatra Mar¨ªa Jos¨¦ Mas a?ade que es esencial establecer una rutina clara de sue?o y que si los padres y madres ven que el menor se va a enfadar, intentar distraerlo porque lo peor es acostarse enfadado.

El cuento no es algo con lo que se deber¨ªa jugar como premio o castigo. Para Arroyo es esencial guardar esos ¨²ltimos minutos del d¨ªa para tener un momento de calma, de conexi¨®n, de compartir. ¡°Pero tambi¨¦n es la mejor forma de entrar en el mundo de los sue?os¡±, sostiene Bruno. Para este narrador, cuando un adulto le lee un cuento a un ni?o, ambos se sit¨²an al mismo nivel: ¡°Est¨¢n jugando a imaginar y est¨¢n compartiendo un momento m¨¢gico¡±. Y esa, para Bruno, es la mejor forma para los ni?os de conciliar el sue?o, porque sus padres est¨¢n presentes, acompa?¨¢ndoles y compartiendo ese viaje.

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