Depresi¨®n posparto: el dolor silencioso que sufren muchas madres
La sociedad espera que seas inmensamente feliz despu¨¦s de un parto y no siempre es as¨ª. Sentirte triste, no es algo que elijas, es algo que te sucede y muchas no lo cuentan por temor
Siempre se dice que cuando nace un beb¨¦, nace una madre. Obviamente, todas las maternidades son diferentes, incluso en la misma mujer. Algunas asumen su nuevo rol con tranquilidad, otras con m¨¢s o menos estr¨¦s, el caso es que todo sea dentro de lo normal. El problema es cuando el nacimiento de un beb¨¦ trae consigo una depresi¨®n posparto, mucho m¨¢s habitual de lo que uno imagina.
De los t...
Siempre se dice que cuando nace un beb¨¦, nace una madre. Obviamente, todas las maternidades son diferentes, incluso en la misma mujer. Algunas asumen su nuevo rol con tranquilidad, otras con m¨¢s o menos estr¨¦s, el caso es que todo sea dentro de lo normal. El problema es cuando el nacimiento de un beb¨¦ trae consigo una depresi¨®n posparto, mucho m¨¢s habitual de lo que uno imagina.
De los tres hijos que tengo la sufr¨ª con la primera y con el tercero. Con la primera viv¨ª un infierno porque no sab¨ªa qu¨¦ me pasaba, con el tercero s¨ª, lo identifiqu¨¦ y por eso sal¨ª de ah¨ª antes porque busqu¨¦ enseguida ayuda. Me hubiera encantado saber, la primera vez, que esos pensamientos tan negativos y desesperados, no eran propios de la maternidad ni normales, aunque s¨ª comunes. Hubiera agradecido una ayuda profesional desde el primer instante y por eso, por mi experiencia, quiero explicar qu¨¦ se puede llegar a sentir y, sobre todo, qu¨¦ se puede hacer.
En mi caso la depresi¨®n vino motivada por algo muy fisiol¨®gico: mi hija y yo fuimos separadas porque antes de nacer aspir¨® por la nariz meconio, lo que la llev¨® a nacer por una ces¨¢rea de urgencia y en parada cardiorrespiratoria. Obviamente, no nos fuimos de forma id¨ªlica a compartir nuestras primeras horas a una habitaci¨®n, sino que ella se fue a la UCI y yo a una habitaci¨®n donde miraba sin poder evitar llorar, una cuna vac¨ªa. La incertidumbre de si saldr¨ªa adelante o no tampoco ayud¨® demasiado, ni tampoco los pediatras que no me daban muchas esperanzas. No tuve apoyo psicol¨®gico, solo much¨ªsima soledad y angustia. Adem¨¢s, fui madre sola, lo cual hizo que me sintiera todav¨ªa m¨¢s desamparada.
Finalmente, mi hija sali¨® adelante y nos dieron el alta una semana m¨¢s tarde y comenzamos lo que yo cre¨ª que ser¨ªa un idilio. Pero no. Al margen de las noches sin dormir que son algo muy l¨®gico en un reci¨¦n nacido que se despierta cada dos por tres para comer, sobre mi mente ven¨ªan pensamientos que yo no pod¨ªa creer. Eran tan potentes que llegu¨¦ a pensar que me estaba volviendo loca, pero no, eran una consecuencia muy primaria de una larga separaci¨®n de la d¨ªada mam¨¢-beb¨¦ en las primeras horas. La parte raqu¨ªdea de mi cerebro, la m¨¢s primitiva, interpretaba que mi hija hab¨ªa muerto y algo no estaba funcionando correctamente.
Me hab¨ªa esforzado minuciosamente en todos detalles de su llegada: ropita, habitaci¨®n, cuna, cochecito¡.y no hab¨ªa le¨ªdo nada sobre la salud mental materna. ¡°De la misma manera que el m¨¦dico de cabecera est¨¢ como principal experto en advertir se?ales de otras enfermedades, la matrona es el primer nivel de contenci¨®n ante la salud mental de la madre¡±, explica Sara Ca?amero, matrona. Supongo que si la matrona que vigil¨® los primeros d¨ªas de mi hija me hubiera preguntado acerca de c¨®mo me sent¨ªa en lugar de echarme la bronca porque estaba durmiendo en la cama con mi hija, ambas hubi¨¦ramos ganado bastante. No la culpo, la salud mental materna ha avanzado much¨ªsimo en los ¨²ltimos a?os y hace 11 a?os no hab¨ªa la misma informaci¨®n que hay ahora.
Bel¨¦n Marinone, la primera baby planner de Espa?a, lo explica as¨ª: ¡°Sent¨ªa desolaci¨®n por tener que enfrentarme a la maternidad sin saber c¨®mo hacerlo. Por supuesto que ten¨ªa mi ginec¨®loga y estaba muy bien atendida. Tambi¨¦n estaba mi hermana, mi madre y alguna amiga que ya hab¨ªa tenido beb¨¦s, pero lo que yo necesitaba era algo m¨¢s. Ellas pod¨ªan ayudarme, darme alg¨²n consejo o explicarme palabras desconocidas, pero yo sent¨ªa que deseaba hacer mi propio camino y no seguir las decisiones de las dem¨¢s¡±.
Como todas, al final tuve que buscar mi camino y eso hice. Y llegu¨¦ a mi salvaci¨®n que fue El Parto es Nuestro donde pude encontrar todo el asesoramiento que estaba buscando. Empec¨¦ a leer la importancia sobre la no separaci¨®n del beb¨¦ y la madre, lo que afecta que no exista el piel con piel. Empec¨¦ a darme cuenta de lo milim¨¦tricamente minuciosa que es la naturaleza para que todo marche bien y c¨®mo, en nombre de la ciencia, interferimos en tantas cosas. Por ejemplo, los partos medicalizados. Yo no defiendo los partos en casa por mi miedo y esto es muy libre, pero s¨ª abogo por partos m¨¢s humanizados, por casa de partos que nada tienen que ver con partos en casa, son partos dentro del ala del hospital, de hecho, abogo porque no existan los nidos porque es un error que el beb¨¦ est¨¦ separado de su madre y tambi¨¦n pasa factura al cerebro de la madre.
Defiendo que se preste m¨¢s atenci¨®n a la salud mental materna porque, si bien la maternidad siempre ha sido cansada, tambi¨¦n es verdad que nunca hemos estado tan solas como en estas sociedades tan avanzadas. Que sea una prioridad dentro de las especialidades de las ginec¨®logas, atender los signos que alerten de una depresi¨®n posparto porque ni son f¨¢ciles de llevar ni son sencillas de ver siempre.
La sociedad espera que seas inmensamente feliz despu¨¦s de un parto y no siempre es as¨ª. Sentirte triste no es algo que elijas, es algo que te sucede y muchas no lo cuentan por temor a no ser entendidas, por temor a sentirse juzgadas.
En mi tercer parto sufr¨ª una aton¨ªa uterina (primera causa de muerte posnatal) que me dej¨® el miedo en el cuerpo y diez d¨ªas despu¨¦s de dar a luz tuve una septicemia. Dos veces la muerte rond¨¢ndote tan cerca te deja huella. Adem¨¢s, y gracias a este ¡°maravilloso¡± sistema de baja maternal (rid¨ªcula) que tenemos las aut¨®nomas, no descans¨¦ ni una vez recuperada del susto. Y claro, el cerebro se da cuenta, t¨² no duermes, te sientes culpable, infeliz, sientes que tienes un beb¨¦ precioso, pero que te sientes una mierda porque no lo puedes disfrutar.
Creo que es vital que demos m¨¢s voz a la salud mental perinatal porque la madre tiene que estar en forma para poder satisfacer bien al reci¨¦n nacido. Que las mujeres puedan acceder a ayuda psicol¨®gica sin tener que esperar a que sea demasiado tarde.
La baja por maternidad, escasa, una asignatura pendiente en Espa?a
Pr¨¢cticamente, todo el colectivo profesional que se dedica a la salud mental perinatal est¨¢ de acuerdo en que la baja maternal, hoy por hoy establecida en 16 semanas, es insuficiente para la madre, no digamos para el beb¨¦. El problema es que aqu¨ª se choca con los intereses entre el empresario y la salud mental de esa d¨ªada que es mam¨¢-beb¨¦. ¡°La conciliaci¨®n laboral es m¨¢s f¨¢cil en posiciones m¨¢s flexibles y aut¨®nomas¡±, explica Mar¨ªa Jes¨²s S¨¢nchez, jefa de operaciones de Sales Hunters y muy acostumbrada a trabajar con mujeres.
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