Cosas que no sabes de los padres de los amigos de tus hijos y deber¨ªas conocer
Los actos sociales de tus reto?os obligan muchas veces a relacionarse con los progenitores de sus compa?eros de clase o de la urbanizaci¨®n. De su nombre a temas de conversaci¨®n vetados, informaci¨®n clave para estar preparado ante esos encuentros
Mucha gente critica las redes sociales porque las consideran interacciones a medio gas, casi hologramas de amistad. Y, sin embargo, puedes llevar m¨¢s de 10 a?os charlando con alguien (o simplemente ley¨¦ndole) y saber mucho m¨¢s de su vida que de tu propia familia, aunque no sepas ni la cara que tiene ni el nombre que se esconde detr¨¢s de ese dibujo de anime que sale en su perfil.
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Mucha gente critica las redes sociales porque las consideran interacciones a medio gas, casi hologramas de amistad. Y, sin embargo, puedes llevar m¨¢s de 10 a?os charlando con alguien (o simplemente ley¨¦ndole) y saber mucho m¨¢s de su vida que de tu propia familia, aunque no sepas ni la cara que tiene ni el nombre que se esconde detr¨¢s de ese dibujo de anime que sale en su perfil.
Pues en la crianza a todo padre le llega un descubrimiento parecido. Y es que un d¨ªa a tu hijo lo invitan a jugar a casa de un amigo (o se autoinvita ¨¦l con todo el morro y te asaltan a la salida del cole los dos cr¨ªos insistiendo mucho), y entonces se produce esa conversaci¨®n que abre la puerta al misterio que emocionar¨ªa a ?ker Jim¨¦nez.
T¨² le preguntas al adulto responsable de la parte contraria que si le va bien la visita de tu hijo, te ofreces a acompa?arlos (a veces por gusto y a veces por quedar bien, pero pensando en el tiempo extra que ganas si te dicen que no hace falta) y, acto seguido, intentas saber la direcci¨®n exacta para irlo a buscar despu¨¦s. Y en ese mismo instante te das cuenta de que no solo no sabes d¨®nde viven, sino que quiz¨¢ no tienes ni el m¨®vil de ese padre¡ y al buscarlo en la agenda descubres que de hecho no lo encuentras porque no te sabes ni el nombre.
Casi cualquier progenitor ha perdido durante un tiempo su identidad individual para convertirse en El Padre de X o La Madre de Y, y eso es algo que se acepta con resignaci¨®n¡ hasta que pasan los meses, va subiendo el grado de amistad y entonces ya da verg¨¹enza preguntar cosas obvias.
Por lo tanto, yo siempre intento ponerme al d¨ªa desde el inicio de la interacci¨®n escolar de los ni?os, preguntando directamente (aunque a veces uso el comod¨ªn de preguntar a los compa?eros de clase o a otros adultos) o escuchando con atenci¨®n y extrapolando informaci¨®n para completar un perfil m¨ªnimo de los padres de los amigos de mis hijos.
Aunque suene a tonter¨ªa, todos hemos pasado por esto, y creo necesario por lo menos recopilar cu¨¢les son los datos necesarios a conocer en estos cinco puntos:
- Nombre y apellidos. A alguien con quien mantendr¨¢s cordialidad o amistad durante un par de a?os por lo menos hay que poderle llamar por su nombre. Y asegurarse primero de que ese nombre es el correcto. Le puedes preguntar a la pareja o a la profesora o a alguna madre de las que se enteran de todo, pero si no, mira su perfil de WhatsApp (si es que tiene foto y la foto es de su cara y no de un amanecer o de un mojito). En ¨²ltima instancia, se puede consultar directamente la tarjeta en su buz¨®n cuando vayas a buscar a tu hijo a su casa.
- El tel¨¦fono. Quiz¨¢ lo habr¨¢s deducido del grupo de WhatsApp de clase despu¨¦s de unas horas de jugar al ?Qui¨¦n es qui¨¦n? digital. Pero quiz¨¢s es de esas personas que se escaquea de los chats y de los regalos de grupo y tendr¨¢s que preguntar directamente o pedir su contacto a la pareja (si es que hay pareja). Si hay dos adultos en la foto, quiz¨¢ tendremos el contacto de uno de los dos, pero para evitar que el otro se pase el d¨ªa reenviando cu¨¢l intermediario, consigue fichar todos los n¨²meros. Porque si te dejan su criatura a tu cargo o t¨² les dejas la tuya y hay que ponerse en contacto, cuantos m¨¢s tel¨¦fonos tengas mejor. Pedir el del portero o el de la vecina ya es pasarse, pero oye, si te lo dan¡.
- ?D¨®nde viven? Esto es vital para sopesar si la invitaci¨®n a su casa es buena idea o es m¨¢s c¨®modo apechugar con que venga su hijo a tu casa y ya lo recoger¨¢n ellos.
- ?A qu¨¦ se dedican? Puedes interesarte por el oficio de tus nuevos amigos adultos por dos motivos principales. El primero es por networking, por si te pueden asesorar en algo o hacer descuento. Esto no deber¨ªa condicionar una amistad (aunque si hay padres que eligen colegios solo para que sus hijos crezcan bien relacionados, tambi¨¦n los hay que criban mucho con qui¨¦n se relacionan ellos, para obtener alg¨²n beneficio), pero siempre est¨¢ bien crear sinergias, que dicen en LinkedIn, y ayudarse mutuamente, si es posible. En segundo lugar, esta informaci¨®n es necesaria para no meter la pata. Imag¨ªnate desahogarte maldiciendo a un gremio (desde taxistas hasta inspectores de Hacienda) y que resulte que ellos o alguien de su familia ejerzan esa profesi¨®n y se produzca una tensi¨®n innecesaria.
- Historial de traumas y temas a no tocar. Quiz¨¢ ni t¨² ni yo tengamos una mochila llena de secretos, traumas y revelaciones sorprendentes, pero por estad¨ªstica, en los a?os de escolarizaci¨®n en los que nos socializaremos con otros adultos es muy posible que coincidamos en momentos dif¨ªciles para ellos, que a lo mejor no habr¨¢n comunicado p¨²blicamente. Y es algo que se debe tener en cuenta (para ayudar o para dejar un poco de espacio y no agobiar): divorcios, despidos, adicciones, enfermedades, problemas econ¨®micos, peleas con la familia, pruebas de paternidad inesperadas¡ Situaciones que les van a cambiar la vida y cuanto antes te enteres t¨², m¨¢s te ayudar¨¢ a entender a esa persona y sus circunstancias y, sobre todo, a no meter la pata.
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