Cumplea?os infantiles: ?Qu¨¦ bueno es tener a mano una madre alfa para organizar una fiesta de 100 personas!
La celebraci¨®n de los 7 a?os de mi hija Carlota y dos amigos m¨¢s ha sido una carrera de fondo de organizaci¨®n, consenso y centenares de mensajes de WhatsApp. Contar con alguien que lo tenga todo claro es esencial
Mi hija naci¨® un 22 de junio, lo que significa, en t¨¦rminos escolares, que su cumplea?os coincide con los ¨²ltimos coletazos del curso. Esto suele conllevar que su fiesta se haga casi siempre de forma conjunta, vamos, que comparta la celebraci¨®n con m¨¢s ni?os de la clase, singularidad que a su padre y a m¨ª nos parece maravillosa. Adem¨¢s este a?o era especial, ya que debido a la pandemia, Carlota, que ha cumplido siete a?os, no hab¨ªa podido celebrar con sus amigos su fiesta los dos ¨²ltimos a?os. Y hemos dado la campanada.
Todo comenz¨® el pasado mes de marzo ¡ªs¨ª, marzo¡ª, cuando la madre de un compa?ero de mi hija lanzaba una convocatoria por WhatsApp que dec¨ªa: Supercumple 25 de junio. Faltaban tres meses. Ana, que as¨ª se llama esta madre y es estupenda, convocaba a los compa?eros de su hijo, incluida Carlota, a la fiesta del a?o. Con la invitaci¨®n en la mano y tras mucho discernir al respecto, decidimos que Carlota tambi¨¦n celebrara su cumple. Las fechas nos dejaban poca opci¨®n y, adem¨¢s, el hijo de Ana y mi hija se llevan muy bien. Hablamos con ella, y al final decidimos compartir la celebraci¨®n. Otra ni?a, un poco m¨¢s mayor, tambi¨¦n uni¨® la suya a ese d¨ªa. En total, tres eran los anfitriones para tan esperado evento.
Organizar un cumplea?os de tres ni?os conlleva que cada uno invite a sus amigos y que cada ni?o venga con sus padres y hermanos, por lo que la suma de personas era considerable. Ana, la organizadora, ya ten¨ªa dos grupos de WhatsApp, de mayores y de peque?os. Y cre¨® otro, que compart¨ªamos las tres madres, llamado 25 de junio, en el que pod¨ªamos ir tomando conciencia de todo lo que era necesario. Samu, el padre de Carlota, se unir¨ªa a este debate unas semanas despu¨¦s.
La organizaci¨®n
?Qu¨¦ necesitamos? ?Comida, bebida, aperitivos, platos, vasos, cubiertos? ?Cu¨¢nto compramos? ?Qui¨¦n se encarga de qu¨¦? Ana lo ten¨ªa todo superorganizado. En primer lugar, ella quer¨ªa que para su hijo la fiesta fuera una sorpresa, por lo que nadie pod¨ªa contar nada de lo que all¨ª estaba sucediendo. Segundo, quer¨ªa que los ni?os no tuvieran regalo conjunto, ¡°porque lo m¨¢s importante es la experiencia¡±. De esta manera, los tres anfitriones elegir¨ªan una camiseta de su color favorito y all¨ª los asistentes podr¨ªan firmarlas. Y, tercero, y no menos relevante, que hubiera muchos globos de agua. ?Por qu¨¦? Porque la fiesta se iba a celebrar en un parque y el 25 de junio es verano. La diversi¨®n estaba asegurada.
Ana, o la madre alfa, como la llamo yo con todo el cari?o del mundo y agradecimiento, lo ten¨ªa todo m¨¢s que estructurado. No era la primera vez que se met¨ªa en este jard¨ªn. Ella se encargar¨ªa de la comida, de comprar las camisetas, de recibir los Bizum de 10 euros de los asistentes y de toda la liturgia, globos y ?photocall? S¨ª, un photocall de dinosaurios, en honor al grupo de padres y ni?os que Ana disfruta desde hace a?os. Nuestra familia se encargar¨ªa de comprar los aperitivos, el relleno de las pi?atas y de recoger la tarta, un palmer¨®n de chocolate de unos 30 cent¨ªmetros de di¨¢metro.
Durante las primeras semanas, los mensajes de WhatsApp ca¨ªan con goteo. Surg¨ªan ideas y se comentaban. De repente se nos ocurri¨® que tal vez un animador ser¨ªa una buena idea. Votamos, hubo consenso. Lo ten¨ªamos. Ana lo contrat¨®. Pero, seg¨²n se fue acercando la fecha, la emoci¨®n hac¨ªa que los mensajes fueran cada vez m¨¢s numerosos. Normal. Sabiendo ya el n¨²mero de asistentes, unos 100, entre padres y ni?os, las cantidades parec¨ªan claras: hab¨ªa que comprar mucho de todo. Y luego estaba la log¨ªstica. Es incre¨ªble la cantidad de mesas, sillas y neveras que puede haber en una casa. Aqu¨ª el padre de Carlota fue fundamental, parece que siempre tiene el coche preparado para salir de camping en cualquier momento.
El D¨ªa D
A las 09.30 del d¨ªa D se daba el pistoletazo de salida al cumple del a?o. Tras recoger la tarta y comprar los ¨²ltimos aperitivos, llegamos al parque. Ana, claro, ya estaba all¨ª. El lugar elegido era simplemente perfecto, equidistante de una fuente de agua, un castillo con toboganes y columpios¡ y un ba?o p¨²blico, el cual contaba, adem¨¢s, con un sistema de desinfecci¨®n propia que realizaba en minuto y medio. Cuando llegamos, ya estaban los globos hinchados, la guirnalda del Happy Birthday perfectamente alineada y el sitio acotado para evitar a los intrusos. En ese parque, ese d¨ªa, era la jornada oficial cumplea?era: unas ocho celebraciones llegu¨¦ a contar. Ayudamos con lo que pudimos. Camino al coche arriba, camino al coche abajo.
Sobre el mediod¨ªa, Ana empez¨® a sacar comida, hecha por ella misma. Claro, estaba muy rica. El men¨² era inmenso: tortillas, empanadillas, nuggets de pollo, croquetas, hamburguesas¡. De todo. Acompa?ado de agua para los m¨¢s peque?os, y cerveza y tinto de verano para los mayores. Y comenz¨® la fiesta.
En resumen, los ni?os acabaron empapados, algunos padres tambi¨¦n; la m¨²sica no par¨® de sonar; todos bailamos con las animadoras, dos chiquillas hipersimp¨¢ticas; los peque?os disfrutaron de las pi?atas ¡ªhechas a mano por Ana, por cierto¡ª y los padres pudimos charlar y disfrutar de un rato juntos¡ Nueve horas de evento perfecto, que no hubiera sido posible sin nuestra madre alfa. Espero que algo se nos haya quedado de esta capacidad para organizar eventos. Para repetir.
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