Los err¨¢ticos an¨¢lisis de la pandemia en M¨¦xico desgastan la imagen de un Gobierno que se resiste a la autocr¨ªtica
La imagen del subsecretario L¨®pez-Gatell, cuyo estilo y solvencia gozaron de la confianza ciudadana en un primer momento, se enfrenta a un deterioro que se alarga tanto como la pandemia
El coronavirus tambi¨¦n est¨¢ golpeando la imagen del Gobierno mexicano. La aprobaci¨®n de la gesti¨®n de L¨®pez Obrador roza el 70%, pero m¨¢s de la mitad de los ciudadanos (56%) cree que este asunto se le escapa de las manos a la Administraci¨®n Federal, seg¨²n una encuesta que public¨® este diario. Prueba de ello es la imagen del subsecretario de Salud, Hugo L¨®pez-Gatell, cuyo estilo profesoral y su solvencia cient¨ªfica gozaro...
El coronavirus tambi¨¦n est¨¢ golpeando la imagen del Gobierno mexicano. La aprobaci¨®n de la gesti¨®n de L¨®pez Obrador roza el 70%, pero m¨¢s de la mitad de los ciudadanos (56%) cree que este asunto se le escapa de las manos a la Administraci¨®n Federal, seg¨²n una encuesta que public¨® este diario. Prueba de ello es la imagen del subsecretario de Salud, Hugo L¨®pez-Gatell, cuyo estilo profesoral y su solvencia cient¨ªfica gozaron de la confianza de la ciudadan¨ªa en un primer momento para enfrentarse paulatinamente a un deterioro que se alarga tanto como la pandemia. El desgaste no es solo atribuible al paso del tiempo, sin embargo, tambi¨¦n a los mensajes fallidos que han ido minando la paciencia de la poblaci¨®n. El funcionario, que a principios de marzo disputaba la fama nacional al mism¨ªsimo presidente del Gobierno, languidece ahora en su imagen p¨²blica.
Cuatro meses despu¨¦s, la poblaci¨®n de Ciudad de M¨¦xico sabe que tendr¨¢ que lamentar tres veces m¨¢s muertes de las que se actualizan en la rueda de prensa diaria; que a pesar de iniciarse el desconfinamiento a principios de junio la recomendaci¨®n machacona sigue siendo que todo el mundo permanezca en casa, da igual el color que tenga el sem¨¢foro, rojo o naranja; que las predicciones de descenso o final de la pandemia se han ido retrasando cada vez que llegaba la fecha y los contagios segu¨ªan activos y bien activos; que a pesar de proteger la econom¨ªa informal con la que malviven millones de ciudadanos y los negocios estables, se pide a la gente que salga a la calle lo menos posible; que donde dije cubrebocas no, ahora digo s¨ª y que no hay forma de medir la curva epid¨¦mica con datos que no son frescos, sino acumulados de d¨ªas y meses anteriores.
Las 29.189 v¨ªctimas mortales de la covid-19 registradas hasta ahora se basan exclusivamente en datos proporcionados por pruebas diagn¨®sticas positivas, ejecutadas en gran medida en los hospitales. ¡°Pero sabemos que hay gente que llega tarde a los hospitales, que se mueren incluso en el coche, en sus casas sin que se les tome una muestra de laboratorio¡±, reconoce el subsecretario. De hecho, la mayor¨ªa de las muertes registradas en la base de datos oficial de abril y mayo se produjeron sin acceso a intubaci¨®n o unidades de cuidado intensivo, lo cual ya sugiere falta de paso por los canales predefinidos. La capital de M¨¦xico llorar¨¢ tres veces m¨¢s muertes que las oficiales, como ha terminado por reconocer este jueves en una entrevista al Washington Post. ¡°Y eso ocurrir¨¢ en todo el pa¨ªs¡±, ha a?adido despu¨¦s. ¡°Sab¨ªamos que esto iba a pasar¡±, dice L¨®pez-Gatell. Pero hubo que esperar a que los medios de comunicaci¨®n que ve¨ªan cada d¨ªa la realidad en las calles, hicieran sus cuentas, muy bien encaminadas, como se demuestra ahora, porque calcularon exactamente lo mismo y presentaron su metodolog¨ªa. El mismo d¨ªa, EL PA?S, New York Times y Wall Street Journal sacaron sendas informaciones que cuestionaban el proceder de las autoridades, el subsecretario lanz¨® duras cr¨ªticas a los medios. ¡°Viven en una realidad paralela¡±, ha insistido este jueves L¨®pez Gatell. Quiz¨¢ no tanto.
Las condiciones de salud de la poblaci¨®n mexicana y su pobreza, a las que ahora se atribuye el elevado n¨²mero de muertes por covid-19 que emerger¨¢ en unos d¨ªas, como ha anunciado el propio Gobierno, eran las mismas en febrero, en marzo y en mayo, cuando todav¨ªa el presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, presum¨ªa sin fronteras de unas cifras de afectados que sorprend¨ªan a propios y ajenos, precisamente porque se conoc¨ªa la realidad social de este pa¨ªs y su precario sistema de salud. ¡°Estamos cerca del punto medio de la curva epid¨¦mica, en el descenso de la curva podr¨ªamos tener, m¨¢s o menos, otras 2.000 o 3.000 [muertes], unas 6.000¡å, declar¨® L¨®pez-Gatell el 5 de mayo. Hoy no se sabe a¨²n en qu¨¦ kil¨®metro de la curva est¨¢ el pa¨ªs y ya se rozan las 30.000.
El 28 de mayo, cambi¨® la estimaci¨®n: calcul¨® que la enfermedad acabar¨ªa con la vida de unas 25.000 o 30.000 personas. Estamos empezando julio y cada d¨ªa recuerdan que ¡°la epidemia sigue activa¡±. Y tanto: en los ¨²ltimos 14 d¨ªas se han detectado 25.565 nuevos contagiados. Dijo que M¨¦xico hab¨ªa alcanzado la meseta de la enfermedad, pero luego result¨® que no pod¨ªa demostrarse puesto que las cifras que se daban a diario de muertes no correspond¨ªan a las ¨²ltimas 24 horas sino a d¨ªas y meses precedentes. Por tanto, se calculaba a ciegas. Dijo que era una meseta, despu¨¦s una cordillera, y ahora es una ¡°loma larga¡±. No hay forma estad¨ªstica de medir el ¡°pico¡± porque si el ritmo de contagios cambia conforme se modifica el comportamiento de los m¨¢s de 120 millones de mexicanos el resultado es que hay muchos ¡°picos¡± que solo se identifican en la bajada: cuando quedan atr¨¢s. No hay forma de predecir, solo de seguir el ritmo de la epidemia. A¨²n as¨ª, hace apenas una semana L¨®pez-Gatell se atrev¨ªa a declarar el fin del brote en la Ciudad de M¨¦xico, cuando pocos d¨ªas antes las cifras no paraban de crecer en el pa¨ªs. Desde el Gobierno de Claudia Sheinbaum, por el contrario, se ha tratado la evoluci¨®n de la pandemia con m¨¢xima cautela y advirtiendo una y otra vez que la situaci¨®n sigue siendo delicada. Las estimaciones de la Administraci¨®n de Ciudad de M¨¦xico, no obstante, se han ido cumpliendo y han permitido que no se rebasara la capacidad hospitalaria como ha ocurrido en otros lugares del mundo: se lleg¨® a un 78% de ocupaci¨®n y esta semana hab¨ªa descendido al 56%.
La forma m¨¢s rigurosa de medir la incidencia y hacer pron¨®sticos es tomar muestras a la poblaci¨®n con un sistema cient¨ªfico, pero ese chequeo de casos ha sido siempre rechazado por ¡°in¨²til¡± en el Gobierno. Ahora, en cambio, se habla de una encuesta bien dise?ada ¡°por parte del Instituto Nacional de Salud y Nutrici¨®n¡± para hacer pruebas serol¨®gicas y ver, finalmente, los da?os reales que ha causado la epidemia en M¨¦xico. ?No habr¨ªa sido m¨¢s ¨²til haberlas hecho antes para determinar cu¨¢ntos infectados hab¨ªa y d¨®nde estaban y haber contribuido con ello a paliar la enfermedad? ¡°No se puede medir, no es ¨²til intentar identificar todos los casos¡±, repiti¨® este jueves L¨®pez-Gatell. ¡°Lo importante es que no haya personas que mueren por falta de atenci¨®n¡±, ha dicho. Y es cierto que los hospitales tienen un margen superior al 30% de camas para enfermos graves, pero de nuevo se rebelan los datos desconocidos: ?cu¨¢ntas camas habr¨ªan hecho falta si esos fallecidos, tres veces m¨¢s que los que se cifran, hubieran llegado al hospital?
La ceremonia de la confusi¨®n sigui¨® con las medidas presentadas por el Gobierno para devolver paulatinamente al pa¨ªs a la vida normal, cuando el presidente ya ve¨ªa ¡°la luz al final del t¨²nel¡±, hace algo m¨¢s de un mes. El sem¨¢foro indicaba que todo el mapa segu¨ªa rojo, ¡°m¨¢ximo riesgo¡±. De hecho, en la mayor¨ªa de los municipios que llegaron a calificarse como ¡°de la esperanza¡± no exist¨ªan siquiera pruebas diagn¨®sticas para ratificar la ausencia de virus. A¨²n as¨ª, la ciudadan¨ªa fue saliendo del letargo, abriendo negocios, buscando la calle. Todav¨ªa no se ve la luz, casi ni el t¨²nel. El 30 de mayo empezaba la desescalada, pero hubo que recordar que los d¨ªas de la ¡°sana distancia¡± todav¨ªa no se pod¨ªan extinguir. El tono de los mensajes gubernamentales se mantiene as¨ª tambi¨¦n en la confusi¨®n no s¨®lo para las cifras sino tambi¨¦n en lo que respecta a las directrices para la poblaci¨®n.
El serpenteo en la prevenci¨®n alcanz¨® a uno de los s¨ªmbolos contra el virus: a comienzos de la epidemia el cubrebocas no serv¨ªa m¨¢s que para el enfermo, dec¨ªa el Gobierno con el aplauso de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) en M¨¦xico. El 27 de abril ¡°era de poca o nula¡± eficacia; el 29 de abril serv¨ªa para disminuir la transmisi¨®n, sobre todo para quien tiene el virus, haciendo de ¡°barrera¡±. El 25 de mayo, la mascarilla ya era ¡°una medida auxiliar para reducir la propagaci¨®n¡±.
El recuento de afectados y muertes por la pandemia no se ha contado con rigor en ning¨²n pa¨ªs. Y la danza del cubrebocas se ha bailado en todo el mundo. Lo que s¨ª distingue unos territorios de otros es la autocr¨ªtica. El presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez, ha asegurado hace unos d¨ªas que a la vista de lo acontecido, es ¡°evidente que Espa?a lleg¨® tarde al sistema de alerta¡±; en Suecia, tras admitir errores en su singular estrategia (no muy distinta a la mexicana) una comisi¨®n independiente estudiar¨¢ la gesti¨®n del Gobierno contra la epidemia debido al elevado n¨²mero de ancianos fallecidos, entre otras razones. Y no son pocos los Gobiernos que han ido virando sus estrategias a medida que la crisis entregaba nuevas y dram¨¢ticas pistas, por ejemplo incrementando el n¨²mero de pruebas efectuadas a la poblaci¨®n.
M¨¦xico decret¨® el confinamiento y el cierre de las empresas temprano, pero fue voluntario, autoconfinamiento y autocierre. ¡°Lo hicimos con 12 casos, los dem¨¢s lo hicieron m¨¢s tarde¡±, ha dicho L¨®pez-Gatell. ¡°Solo se puede mitigar¡±, insiste. En su ¨²ltima conferencia, el subsecretario enchuf¨® el ventilador y las culpas volaron en todas las direcciones y ¨¦pocas: desde el jarabe de ma¨ªz hasta el mandato de L¨®pez Portillo. Para los que tengan 40 a?os o menos, fue un presidente que gobern¨® de 1976 a 1982. La pobreza, que seg¨²n pron¨®sticos de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y El Caribe (CEPAL) para 2020 podr¨ªa alcanzar al 48,9% de la poblaci¨®n en el peor de los escenarios, la mala alimentaci¨®n a base de refrescos azucarados y comidas procesadas, la sal, el tabaquismo, la obesidad, la hipertensi¨®n, los huracanes y los terremotos, las cuencas h¨ªdricas contaminadas y el h¨ªgado graso; por no hablar de un sistema de salud deteriorado. Y qu¨¦ decir de la corrupci¨®n. En esas circunstancias ha recibido M¨¦xico a la covid-19, ha explicado L¨®pez-Gatell este jueves, en un tono que por momentos parec¨ªa el de aquel que ha decidido tirar la toalla o bien librarse de culpas. ¡°Esto no se ech¨® a perder el primero de diciembre de 2018¡±, se justific¨®.
De todo ello se deriva para el subsecretario que la estrategia de ¡°disminuir la velocidad de crecimiento de la epidemia¡± era la estrategia l¨®gica, casi la ¨²nica disponible. Esta aproximaci¨®n, conocida en epidemiolog¨ªa como ¡°mitigaci¨®n¡±, asume un ritmo de contagio determinado pero inferior al normal del virus. La estrategia tiene sentido epidemiol¨®gico siempre que la severidad de la enfermedad aparejada a la epidemia sea menor que la implicada en la estrategia alternativa: la supresi¨®n completa de la transmisi¨®n. ¡°Desgraciadamente, es muy poco lo que se puede hacer a menos que se pague un coste elevad¨ªsimo si se cierra el pa¨ªs o se paraliza¡±. ?Aislarnos? ¡°No s¨¦ qu¨¦ sociedad ven los que ped¨ªan eso. Quiz¨¢ miran a Europa¡±, critic¨® el subsecretario, sin abandonar en ning¨²n momento su talante sosegado. ¡°Los dem¨¢s lo hicieron m¨¢s tarde, nosotros cuando era apropiado¡±. M¨¦xico ya supera en muertes a Espa?a, se acerca a Italia (oficiales y diagnosticadas, pero las ¨²ltimas estimaciones de exceso de mortalidad en ambos pa¨ªses sugieren que tambi¨¦n en las sospechosas), y el Banco Mundial espera una ca¨ªda del PIB del 7,5% para 2020. Ambas cifras vienen con un apellido: por ahora.
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