M¨¦xico inicia la vuelta a la normalidad m¨¢s confusa
El pa¨ªs ha evitado im¨¢genes de saturaci¨®n hospitalaria como en otros pa¨ªses, pero inicia el regreso a las actividades esenciales en el pico m¨¢s alto y con un exceso de optimismo oficial que genera pol¨¦mica
El mensaje m¨¢s sensato para la vuelta a la normalidad en M¨¦xico, parad¨®jicamente, es qu¨¦date en casa. En ese sencillo pero agotador gesto de salir a la calle lo menos posible se refugiar¨¢n todav¨ªa muchos ciudadanos ante la incertidumbre de los datos con los que el Gobierno ha sorprendido en las ¨²ltimas fechas. Resulta que el n¨²mero de muertes que lamentaban cada d¨ªa no era solo el de las ¨²ltimas 24 horas, sino otras muchas ocurridas d¨ªas y meses antes cuyo registro se hab¨ªa atascado. ?Qui¨¦n puede afirmar entonces que los 151 fallecimientos de hoy no ser¨¢n en realidad 300 cuando se disponga de los datos completos? Y de esa duda, emerge una certeza: nadie sabe con rigor si la famosa curva pand¨¦mica est¨¢ aplanada o no, si los contagios y las muertes est¨¢n creciendo y en qu¨¦ medida. ¡°Solamente teniendo los datos en tiempo real se puede hablar de aplanamiento de la curva¡±, asegura el infect¨®logo de la Universidad de Guadalajara H¨¦ctor Ra¨²l P¨¦rez G¨®mez. Las pruebas para detectar el coronavirus pueden tardar entre 24 y 72 horas, si hay que esperar m¨¢s de un mes algo no funciona correctamente.
Con 9.930 muertes acumuladas y casi 17.000 casos nuevos en los ¨²ltimos 14 d¨ªas, M¨¦xico habla ya, sin embargo, de normalidad y dise?a la estrategia para reanudar la vida econ¨®mica, laboral, escolar y social, mientras muestra un mapa te?ido de rojo, el color del m¨¢ximo riesgo, para que el personal no se conf¨ªe. ¡°Lo hacemos deliberadamente, no queremos que en esta primera etapa del confinamiento los criterios sean muy permisivos, para que el proceso no sea demasiado acelerado¡±, dijo el viernes el subsecretario de Salud, el hombre que comanda la lucha contra la pandemia, Hugo L¨®pez-Gatell.
A pesar de todo, si se toma esta fecha como el ecuador de la pandemia (en unos Estados la cosa pinta a¨²n de color de hormiga, pero en otros, pocos, el horizonte se va aclarando), si lo esperable es que todo empiece a ir mejor, quiz¨¢ M¨¦xico concluya esta crisis con unas cifras tolerables si el criterio es la comparaci¨®n con otros pa¨ªses. Buena parte de sus hospitales tienen a¨²n margen para atender a los enfermos cr¨ªticos o para derivarlos a otros de la misma zona. Las camas para los casos cr¨ªticos est¨¢n ocupadas al 36% en la Rep¨²blica; en la Baja California al 70% y en la Ciudad de M¨¦xico al 54%. ¡°El factor tiempo ha sido definitivo en Am¨¦rica Latina, que ya ve¨ªa venir desde Europa la pandemia y tuvo tiempo para prepararse. Creo que el programa de expansi¨®n hospitalaria emprendido en M¨¦xico ha sido tambi¨¦n una buena estrategia por parte del Gobierno¡±, a?ade P¨¦rez G¨®mez, que fue jefe de los hospitales civiles de la capital de Jalisco.
La informaci¨®n al ciudadano es un terreno en el que el Gobierno ha tratado de imponerse. ¡°Han saturado la comunicaci¨®n, llevan el control de la agenda para bien o para mal¡±, dice Sebasti¨¢n Garrido, analista de datos y profesor asociado del Centros de Investigaci¨®n y Docencia Econ¨®micas (CIDE), un organismo p¨²blico dependiente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa. A la conferencia matutina se suma el informe diario sobre coronavirus cada tarde, y entre horas, otras ruedas de prensa m¨¢s que se transmiten por varios canales. Ah¨ª est¨¢n todas esas gr¨¢ficas que sirven a la prensa y a los analistas, pero que quiz¨¢ todo el mundo no comprende. Estrategia Nixon: satura a los medios de comunicaci¨®n y se perder¨¢n en la madeja. Las conferencias vespertinas impartidas por el doctor L¨®pez-Gatell, gran comunicador, se extienden cada d¨ªa con una cortina de informaci¨®n repetida que apenas deja lugar a los periodistas para abundar en lo crucial. ¡°Son las ocho en punto. Ma?ana seguimos¡±. Y ah¨ª se quedan varias manos alzadas que esperaban su turno.
M¨¦xico puede ser el ¨²nico pa¨ªs del mundo que ha iniciado la desescalada cuando a¨²n la curva no ha alcanzado su m¨¢ximo, como dijo este domingo el representante de la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud en M¨¦xico, Cristian Morales: ¡°Seguimos avanzando hacia la cima de la curva¡±. Y L¨®pez Gatell enfatiz¨®: ¡°Hoy no se acaba la epidemia. El peligro persiste en toda la Rep¨²blica¡±. Entonces, ?por qu¨¦ est¨¢n ya con las medidas de desconfinamiento? Quiz¨¢ de aqu¨ª a unas semanas no se distinga un rebrote de la pandemia de su curso original.
El pa¨ªs amaneci¨® a esta pandemia con el aplauso de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y pasados m¨¢s de tres meses el idilio perdura. La OMS incluso ha postulado al subsecretario Gatell, reputado epidemi¨®logo, para formar parte del grupo de expertos del Reglamento Sanitario Internacional y ayer mismo concedieron un premio al pa¨ªs por sus medidas antitabaquismo. Los responsables de la organizaci¨®n en M¨¦xico alabaron la velocidad en cerrar las escuelas cuando el pa¨ªs norteamericano contaba un centenar de fallecidos, algo que solo ocurri¨® en Espa?a con 1.000 y en Italia con 2.000, por ejemplo. M¨¦xico fue pionero en tener una prueba de detecci¨®n para el coronavirus, b¨¢sico para disminuir la velocidad de dispersi¨®n de la pandemia. Y ha colaborado con la OMS en la preparaci¨®n de otros pa¨ªses del entorno. A todo ello hay que a?adir el celo demostrado por algunos Estados en esta lucha, que les est¨¢ librando de dram¨¢ticos episodios vividos en otros pa¨ªses.
Para avanzar en el desconfinamiento, M¨¦xico ha puesto en marcha un sem¨¢foro de cuatro colores que determinar¨¢ la intensidad de la pandemia en cada Estado atendiendo a cuatro criterios: el n¨²mero de muertes y de contagios, las hospitalizaciones y la saturaci¨®n de las camas para enfermos cr¨ªticos de covid-19. Los dos primeros par¨¢metros son hoy de dif¨ªcil medici¨®n puesto que llevan rezago. El n¨²mero de fallecidos cada d¨ªa puede incorporar muertes de meses atr¨¢s, por no hablar de muchos ciudadanos que mueren en sus casas sin una prueba fehaciente. Tampoco el comportamiento diario de los contagios es fiable, porque se mide seg¨²n fecha de inicio de s¨ªntomas, pero ?cu¨¢ntas personas tienen ahora mismo inicio de s¨ªntomas y no han acudido a un m¨¦dico? El propio subsecretario de Salud reconoce que es dif¨ªcil tener un n¨²mero de contagios certero, entre otras cosas porque a los pacientes leves se les pide que se queden en casa hasta que sus s¨ªntomas evolucionen. En alguna ocasi¨®n ha dicho que la cifra total de contagios podr¨ªa ser ocho veces mayor de la que se registra.
Si hay un mandato de la OMS que M¨¦xico ha desatendido con ganas es la necesidad de hacer pruebas masivas a la poblaci¨®n para vigilar la marcha del virus. ¡°Si queremos partir del n¨²mero de contagios para ir transitando a la vida normal habr¨ªa que hacer muchas m¨¢s pruebas para contar con informaci¨®n oportuna y desagregada a nivel municipal y regional¡±, dice el analista Sebasti¨¢n Garrido.
¡°Las pruebas no solo son de utilidad para conocer el n¨²mero de casos, tambi¨¦n para cortar cadenas de transmisi¨®n. El modelo centinela que se ha usado [unos 400 centros de control repartidos por todo el pa¨ªs] es ¨®ptimo para un monitoreo m¨¢s general y cuando la intensidad de la pandemia va decayendo, para evitar rebrotes, pero se ha aplicado de forma prematura. El centinela solo eval¨²a al 10% de los enfermos leves y al 100% de los que requieren hospitalizaci¨®n¡±, explica el infect¨®logo P¨¦rez G¨®mez.
De este modo, el n¨²mero de contagios sigue siendo uno de los grandes agujeros en la informaci¨®n federal. ¡°En la conferencia del 22 de mayo se dijo que hab¨ªa m¨¢s 30.000 casos positivos cuyas pruebas se hab¨ªan efectuado en laboratorios privados, lo que en aquella fecha podr¨ªa representar hasta el 50% de los casos confirmados, pero no se introdujeron en el c¨®mputo oficial¡±, a?ade Garrido. Este mismo viernes, L¨®pez-Gatell mencion¨® los an¨¢lisis en los laboratorios privados, que arrojan un 27% de positivos, algo menos que los p¨²blicos, puesto que ¡°algunas personas que pasan la prueba en estos centros es por inquietud¡±, es decir, sin atender a s¨ªntomas previos. ¡°A lo largo de la epidemia se har¨¢n m¨¢s y m¨¢s y m¨¢s pruebas. No debe haber l¨ªmite cuando haya un caso de covid-19¡±, dijo el subsecretario el viernes. Pero eso no corregir¨¢ lo que no se ve pero est¨¢ contagiando. El epidemi¨®logo est¨¢ convencido de que el testeo masivo no tiene una utilidad inmediata contra la enfermedad.
El caso de las pruebas a la poblaci¨®n es uno de los asuntos m¨¢s correosos a lo largo de esta pandemia, que ha tra¨ªdo de cabeza a los medios de comunicaci¨®n y a la poblaci¨®n. ?Cu¨¢ntas pruebas se hac¨ªan, a qui¨¦nes, qui¨¦n las efectuaba? Pocos ciudadanos podr¨ªan hoy contestar a esto. Al principio se habl¨® de unas 35.000, que se ampliar¨ªan a 70.000, pero la informaci¨®n al respecto sufre cortocircuitos cada tanto. ¡°Lo importante no es el n¨²mero de casos, la clave es el punto de inflexi¨®n de la curva epid¨¦mica¡±, declar¨® L¨®pez-Gatell a este peri¨®dico el 25 de marzo. Pero ocurre que el n¨²mero de casos es el que determina la curva de inflexi¨®n.
La ausencia de datos sobre el n¨²mero real de contagios ha jugado una ¨²ltima mala pasada al Gobierno: si se divide el n¨²mero de muertes entre los infectados conocidos, la letalidad sale muy alta en M¨¦xico y lo sit¨²a en el s¨¦ptimo pa¨ªs del mundo, con un 11% de afectados fallecidos. Esta cifra baja al 5,6% (de mortalidad total) si se toma como denominador la poblaci¨®n, los 127 millones.
As¨ª pues, descartada una informaci¨®n rigurosa sobre contagios existentes, incluso casos activos (conocidos en los ¨²ltimos 14 d¨ªas), quedan dos criterios s¨®lidos para manejar los colores de sem¨¢foro ante la desescalada: el registro hospitalario y la saturaci¨®n de sus camas. En un primer momento, a estos cuatro par¨¢metros se sum¨® la densidad de la poblaci¨®n y su morbilidad, es decir, la incidencia de la obesidad, de la diabetes y otros factores de riesgo asociados.
Una caracter¨ªstica que ha guiado la gesti¨®n de esta crisis en M¨¦xico ha sido quiz¨¢ la inflexibilidad para variar determinadas pol¨ªticas a medida que surg¨ªan nuevas evidencias en otros pa¨ªses o tras investigaciones en institutos de prestigio internacional. Cuando el Gobierno de L¨®pez Obrador fue acusado de cierto desorden, quiz¨¢ opacidad en el n¨²mero de contagios y quiz¨¢ de muertos en varios medios internacionales que hab¨ªan interpretado los datos disponibles, se dijo que hab¨ªa un complot orquestado. Desde el inicio se mantuvo abierto el espacio a¨¦reo, porque no se consider¨® una medida eficaz para impedir la pandemia, por ejemplo. ¡°M¨¦xico es un pa¨ªs tur¨ªstico, con capitales cosmopolitas. Limitar los viajes desde las zonas de epicentro de los contagios podr¨ªa haber sido una buena decisi¨®n¡±, dice el infect¨®logo P¨¦rez G¨®mez.
El uso de las mascarillas, como en todas partes, ha sido err¨¢tico como pocos. La OMS y el Gobierno mexicano se mostraron muy contrarios al inicio de la pandemia. Hoy es obligatoria en medio mundo, incluido en M¨¦xico. ¡°Solo sirve para quienes est¨¢n enfermos¡±, dijeron al principio. ?Pero cu¨¢ntos lo est¨¢n y no lo saben? Los asintom¨¢ticos se revelaron pronto como una clave en los contagios masivos. A¨²n hoy lo son.
Desde un principio, se supo que el caballo de batalla en M¨¦xico ser¨ªa embridar la velocidad de la pandemia para que los afectados fueran llegando de a poquito a un sistema de salud debilitado desde hace d¨¦cadas. Pronto se habl¨® de la necesidad de ventiladores mec¨¢nicos, que se fueron adquiriendo no sin esc¨¢ndalo: una de las ventas implicaba al hijo de Manuel Barlett, director de la empresa p¨²blica de electricidad y una figura controvertida, rodeado de denuncias y negocios opacos. ¡°Uno de los ejemplos de la descoordinada respuesta a esta pandemia por parte del Gobierno federal ha sido la tard¨ªa compra de ventiladores¡±, sostiene la abogada Sof¨ªa Charvel, abogada especialista en Salud P¨²blica del Instituto Tecnol¨®gico Aut¨®nomo de M¨¦xico (ITAM). ¡°Creo que hubiera sido oportuno que el Consejo de Salubridad se hubiera convocado antes de lo que se hizo para favorecer una respuesta m¨¢s coordinada. Eso, a mi modo de ver, habr¨ªa permitido una capacitaci¨®n del personal m¨¦dico con anterioridad o la compra temprana de ventiladores mec¨¢nicos, porque esperar hasta abril significa que los mercados est¨¢n agotados y los precios son m¨¢s caros¡±. Y cuando se supone que ya hab¨ªa ventiladores, los ciudadanos conocieron, por boca de algunos facultativos expertos, que lo que faltaban eran m¨¦dicos capacitados para su manejo.
Pese a todo, el panorama hospitalario presenta cierto sosiego, aunque no falten las cr¨ªticas de los familiares y del personal sanitario. Y eso es quiz¨¢ el mayor logro gubernamental. De poco habr¨ªa servido conocer los n¨²meros si se llega a los hospitales para morir a sus puertas sin atenci¨®n alguna.
Pero la econom¨ªa y la pol¨ªtica est¨¢n siendo malas consejeras en esta pandemia. Desde el inicio, los gobernantes contaban con un retroceso econ¨®mico, especialmente grave en un pa¨ªs con la mitad de sus 127 millones de habitantes sumida en la pobreza, una circunstancia que les ha atenazado a la hora de emprender medidas m¨¢s restrictivas. En la Ciudad de M¨¦xico, la m¨¢s densamente poblada y m¨¢s afectada, los negocios se negaron a cerrar cuanto el Gobierno as¨ª lo decret¨®, de tal forma que la polic¨ªa tuvo que cortar al p¨²blico las calles m¨¢s comerciales. Muerto el perro se acab¨® la rabia. Pero todo eran artima?as para no imponer nada por la v¨ªa derecho que asiste a los gobiernos. Muchos comercios no han cerrado en toda la pandemia; lo mismo ha ocurrido con algunas empresas, donde se ha visto entrar al coronavirus y salir en f¨¦retro sin que cesara la actividad laboral. ?Sanciones? Se desconocen.
El presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha repetido machaconamente ( y con ¨¦l los subalternos) uno de sus esl¨®ganes favoritos: ¡°Nada por la fuerza, todo por la raz¨®n y el derecho¡±, como dando a entender que gobernar, es decir, imponer medidas y hacerlas cumplir no estuviera ajustado a derecho. ¡°Hay dos medidas democr¨¢ticas en M¨¦xico para limitar los derechos de los ciudadanos, la suspensi¨®n de garant¨ªas y con una declaraci¨®n del Consejo de Salubridad. De esa forma se puede impedir el acceso a ciertos lugares o decretar el uso obligado del cubrebocas, por ejemplo¡±, explica Sof¨ªa Charvel. Sin embargo, dice, ¡°algunos Ayuntamientos se ha impuesto un rid¨ªculo toque de queda de 10 de la noche a cinco de la ma?ana, quiz¨¢ para que la gente no fuera de fiesta, cuando el municipio no tiene facultad para ello¡±. Otros cayeron en el absurdo de dictar sanciones en zonas muy pobres y no han faltado municipios en los que el calabozo fue el destino de quien no atend¨ªa a razones. ¡°En Sonora, por ejemplo hab¨ªa una medida un poco loca, que imped¨ªa cargar gasolina cuando la gente quisiera¡ y si hay una urgencia, qu¨¦?¡±.
Respecto a la pol¨ªtica, el presidente se ha resistido a aceptar que una pandemia de consecuencias tr¨¢gicas se ha cruzado en el camino de su mandato. Que la crisis requiere medidas econ¨®micas que muchos le reclaman para salvar el tejido productivo y poner vendas donde ya hay heridas. A una madre que pierde a un hijo, a un muchacho que pierde a su hermana poco le importa el Tren Maya o la refiner¨ªa del presidente. Cierto es que un gobernante ha de pensar tambi¨¦n en el bienestar futuro, pero lo primero es lo primero. Sin embargo, ah¨ª est¨¢ ya M¨¦xico en su desescalada, cuando los contagios dan miedo en algunas zonas, con el presidente anunciando una gira por todo el pa¨ªs, para dar banderazo de salida a sus proyectos emblem¨¢ticos. Eso s¨ª es un retorno a la normalidad cuando a¨²n no se ha acabado la pesadilla.
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