Asalto al tren de mercanc¨ªas: las p¨¦rdidas que la delincuencia genera a la industria y agricultura mexicanas
Los robos en carretera y en ferrocarril de productos naturales o industrializados suponen un mordisco a la riqueza del pa¨ªs de alrededor del 5% del PIB
Uno de los individuos manejaba el cami¨®n y el que iba de copiloto sosten¨ªa la pistola para que Ignacio estuviera quietecito en el camarote del veh¨ªculo. Amanec¨ªa en Michoac¨¢n y el transportista apenas hab¨ªa llenado el dep¨®sito de di¨¦sel cuando le agarraron por el cuello y le inmovilizaron los brazos: las 30 toneladas de costales de az¨²car ahora seguir¨ªan otra ruta. Unos kil¨®metros m¨¢s all¨¢ le bajaron del tr¨¢iler y le trasladaron en un coche hasta un motel donde permaneci¨® secuestrado unas horas. El az¨²car no lleg¨® a su destino y la aventura del pobre camionero no hab¨ªa hecho m¨¢s que empezar, como se ver¨¢.
Igualito que en el antiguo oeste, otro d¨ªa y en otro lugar del mapa, un hombre montado a caballo sigue la marcha del tren de mercanc¨ªas, se encarama y le echa el freno. Empieza el robo. ?De qu¨¦? De todo. Alimentos procesados o reci¨¦n recolectados, lo que m¨¢s, un 27%; le siguen los materiales de construcci¨®n, los productos automotrices y de refacci¨®n, los electrodom¨¦sticos, y el restante 62% es todo lo que se pueda imaginar y se transporte por tierra mar y aire, desde hidrocarburos, hasta calzado o medicamentos. Nadie que produzca o transporte puede estar tranquilo en M¨¦xico: entre enero y mayo de este a?o se contabilizaron 6.107 robos de mercanc¨ªas, un 22,16% menos que en el mismo periodo de 2019. No hay por qu¨¦ echar las campanas al vuelo, el coronavirus ha frenado la producci¨®n y est¨¢ detr¨¢s de esa disminuci¨®n. Pero no solo, tambi¨¦n han tenido que ver las nuevas medidas de seguridad. ¡°Es un fen¨®meno tan com¨²n que cuando calculamos los costes de producci¨®n ya tenemos descontado el robo¡±, dice Alfonso Cebreros, vicepresidente del Consejo Nacional Agropecuario.
La pobreza tiene mucho que ver con esta actividad delictiva. Hace a?os se atravesaban en las v¨ªas del ferrocarril mujeres, hombres y ni?os y lo obligaban a parar, desfondaban el vag¨®n y el grano ca¨ªa como por un embudo: ma¨ªz, frijol, arroz. Cada uno se llevaba lo que pod¨ªa. ¡°Pero no era solo para su consumo, tambi¨¦n lo vend¨ªan a menor precio¡±, sigue Cebreros. ¡°Ahora son grupos m¨¢s organizados. Incluso corrieron a un subsecretario de Agricultura porque en una conferencia le preguntaron qui¨¦nes ten¨ªan la mejor log¨ªstica agropecuaria y contest¨® que los narcotraficantes. Y era verdad¡±, se r¨ªe por tel¨¦fono Cebreros.
¡°Yo mismo rob¨¦ tomates cuando era chico¡±, reconoce Serapio Vargas, un agricultor de Sinaloa, el granero de M¨¦xico. ¡°Es el robo fam¨¦lico, el que se produce en la mera parcela, para comer. El que se da en el transporte ya es delincuencia organizada¡±, afirma. Despu¨¦s matiza: ¡°Organizada y desorganizada¡±. Cuando algunos grupos criminales han sido debelados por las fuerzas policiales, muchos sicarios quedan vagando por los pueblos y tienen armas, ¡°es f¨¢cil que se atraviesen en el camino y se hagan con la mercanc¨ªa. Y no solo lo hacen para vender, los sicarios tambi¨¦n son el pueblo y a veces act¨²an as¨ª porque no tienen m¨¢s oportunidades en la vida. Y han perdido la capacidad de trabajar¡¡±.
El caso es que tanto agricultores como transportistas se ven obligados a suscribir seguros para no perder sus ganancias. ¡°En caso de atraco recuperamos si no el valor comercial s¨ª el coste de la producci¨®n¡±. Los agricultores que pueden aseguran todo lo que comercializan. ¡°Nos roban en la parcela, en las bodegas de pesado alteran las b¨¢sculas y siempre sale m¨¢s humedad de la que hay; a eso tenemos que a?adir los seguros¡¡±, dice Serapio Vargas. ?l es productor y tiene su centro de acopio. ¡°De unos 140 camiones nos roban unos cinco, alrededor de 350 toneladas¡±. Al seguro hay que a?adir el propio flete. Un trayecto de Sinaloa a M¨¦xico, por ejemplo, saldr¨ªa a 1.200 pesos por tonelada. A veces los agricultores y los propios centros de acopio, para que salga m¨¢s econ¨®mico, contratan camiones que ya depositaron su carga y hacen el viaje de regreso vac¨ªos. En ese caso, el viaje podr¨ªa bajar a 700 pesos la tonelada. ¡°Pero esos camiones no se pueden asegurar porque el transportista est¨¢ actuando al margen del due?o del cami¨®n, y corres el riesgo de perderlo todo¡±, dice Vargas.
Para evitar estos autorrobos, los empresarios han colocado c¨¢maras de seguridad en algunos de sus veh¨ªculos de carga. Delito, vigilancia y m¨¢s delito, como una espiral incesante. ¡°La ley nos hace responsables de la p¨¦rdida total o parcial, as¨ª que si el cliente quiere que le respondamos tiene que declarar el valor de lo que se transporta y pagar un seguro o lo pagamos nosotros y lo sumamos al coste del flete¡±, afirma Refugio Mu?oz, presidente de la Comisi¨®n de Seguridad y Prevenci¨®n del Delito de la Confederaci¨®n de C¨¢maras Industriales de M¨¦xico (Concamin). ¡°Es muy dif¨ªcil cuantificar, pero un estudio con datos de 2017 nos indic¨® que aquel a?o los robos por carretera supon¨ªan un 5,5% del PIB. No solo contabilizaba p¨¦rdidas al transportista, sino al pa¨ªs¡±. El M¨¦xico que roba a los mexicanos.
Alrededor del 80% de las mercanc¨ªas viajan en M¨¦xico por carretera en grandes tr¨¢ileres, muchos de doble remolque para aminorar costes. El resto sube al ferrocarril, que tiene dos l¨ªneas, una del centro al norte y otra hacia el sur. Es m¨¢s f¨¢cil atracar un tren, porque su trayecto siempre es el mismo y sus paradas est¨¢n fijadas. Los delincuentes conocen las curvas donde deben reducir la velocidad, que en su mejor momento no supera los 100 kil¨®metros por hora. ¡°En motocicleta, a caballo, en coche; suben al tren y cierran los angulares, el freno pues. No hay tren seguro, ni siquiera en marcha. Otras veces bloquean las v¨ªas con madera¡±, se queja el presidente del Consejo Nacional Agropecuario, Bosco de la Vega. ¡°En el primer trimestre, el ferrocarril sufri¨® 2.184 robos de grano, 769 de ellos con violencia, cuando te enca?onan y se llevan la mercanc¨ªa; y 1.415 por vandalismo, en la estaci¨®n abren compuertas y se llevan lo que pueden. Estos son da?os parciales, pero espantosos¡±, a?ade. Por carretera los delincuentes tienen otros m¨¦todos. Es m¨¢s dif¨ªcil bloquearles, de modo que los atracadores esperan que paren a repostar o a pagar el peaje, y M¨¦xico est¨¢ lleno de casetas de pago. El 83% de estos asaltos son con violencia, seg¨²n De la Vega, y da una cifra: hasta el 30 de abril se han reportado 2.853 robos.
M¨¦xico ocupa el und¨¦cimo lugar del mundo en el movimiento de mercanc¨ªas por ferrocarril, una red que opera el sector privado desde hace 24 a?os. A la cabeza est¨¢n Estados Unidos, Rusia y China. Trabajan de forma sin¨¦rgica con el transporte por carretera y con las navieras y el director general de la Asociaci¨®n Mexicana de Ferrocarriles, Iker de Luisa, afirma rotundo: ¡°El 99,9% de la carga que transportamos no sufre ning¨²n problema, somos un caso de ¨¦xito a nivel mundial¡±. Los datos de la asociaci¨®n indican que la delincuencia est¨¢ bajando, desde los 941 atracos de ¨²ltimo trimestre de 2019 a los 769 de enero a marzo de este a?o. No tienen nada que ver con los datos que reporta el Consejo Nacional Agropecuario, mucho m¨¢s altos, y son solo para el grano. ¡°Con pandemia y todo, esto es una tendencia a la baja¡±, se?ala De Luisa. Aunque el director general reconoce que hay ¡°muchos puntos complicados en algunos valles de condiciones geogr¨¢ficas complicadas, microrregiones donde los grupos atracan tanto por carretera como al ferrocarril¡±, y admite que el grano es el principal segmento de robo en peso, otros productos tienen m¨¢s valor intr¨ªnseco.
¡°Hay una compa?¨ªa de ferrocarril que ha dejado de operar en Tamaulipas harta de tantos asaltos¡±, afirma Serapio Vargas, que tambi¨¦n es vicepresidente del Sistema Producto Ma¨ªz de la regi¨®n norte. ¡°Y eso lo sabe todo el mundo en ese Estado, desde los centros de acopio a los agricultores¡±, afirma. Preguntado por ello, De Luisa prefiere no hablar de una de sus empresas asociadas. Solo dice: ¡°En zonas de mucha violencia hay d¨¦ficit de trabajo¡±. Jalisco, Sonora y Guanajuato son los tres Estados m¨¢s afectados en lo que va de a?o. De Luisa defiende los millones de d¨®lares invertidos en modernizar la red y los mecanismos de carga y descarga portuarios, que sit¨²an a M¨¦xico en un buen puesto mundial. Y tambi¨¦n agradece las medidas que se han ido tomando para combatir la inseguridad.
Gracias al trabajo de las empresas con los distintos poderes estatales se ha conseguido que estos delitos sean considerados graves y caigan en el fuero federal, ¡°de tal forma que tienen prisi¨®n preventiva oficiosa, entre otras medidas¡±, empieza Refugio Mu?oz. De nada serv¨ªa que los veh¨ªculos llevaran GPS y otras tecnolog¨ªas que ayudaban a su protecci¨®n, porque los asaltantes manejan inhibidores de se?al, pero ¡°ahora la posesi¨®n de esos aparatos es ilegal¡±, contin¨²a el responsable de Seguridad de la Concamin.
Desde marzo de 2019, trabajan con el Gobierno en la identificaci¨®n de los corredores m¨¢s peligrosos, por ejemplo, M¨¦xico-Puebla-Veracruz o M¨¦xico-Quer¨¦tero-Guanajuato-Michoac¨¢n y se han instalado Centros de Reacci¨®n Inmediata desde donde se monitorea la ubicaci¨®n de las patrullas policiales m¨¢s cercanas y su intervenci¨®n desde el momento en que se denuncia un robo. ¡°Esto nos garantiza que acudan al lugar del suceso, que antes a veces iban en sentido contrario¡±, dice con sorna Mu?oz. ¡°Pero del coste de todos esos dispositivos en las patrullas nos hemos hecho cargo nosotros¡±. ¡°En algunos pueblos se ha puesto arcos para impedir que pasen a vender camiones de cierta altura robados¡±, a?ade Gloria Cervera, directora de la C¨¢mara Nacional de Ma¨ªz, uno de los productos m¨¢s afectados porque se almacena bien y es casi imposible descubrir su procedencia. ¡°En algunas zonas m¨¢s conflictivas, los camiones entran acompa?ados de patrullas, o se juntan varios transportistas en convoy y se buscan los horarios m¨¢s seguros¡±, dice el presidente de Canacar, la C¨¢mara Nacional de Autotransporte de Carga.
Tambi¨¦n los trayectos del ferrocarril cuentan ahora con alguna vigilancia que se quiere aumentar en estas pr¨®ximas semanas. ¡°No es un cheque en blanco al Gobierno, con quien trabajamos, tambi¨¦n nos ha costado mucho esfuerzo a nosotros. Con estas acciones hemos podido recuperar algunas unidades robadas¡±, a?ade Refugio Mu?oz.
A Ignacio Garc¨ªa, el camionero que fue asaltado en Michoac¨¢n hace justo dos a?os, le cost¨® mucho m¨¢s. Al disgusto de haber perdido su cami¨®n, verse secuestrado en aquel motel de carretera y con amenazas a su familia si abr¨ªa la boca, se sum¨® la espiral kafkiana de enfrentarse a una Administraci¨®n corrupta. Los asaltantes tuvieron un accidente con el trailer cargado de az¨²car y la familia de Ignacio acudi¨® a la llamada de la polic¨ªa para identificar a los que iban dentro, uno herido leve y el otro trasladado al hospital. Ninguno era el hijo que buscaba el se?or Garc¨ªa, por tanto se trataba de un robo, pero los delincuentes siguieron su camino, y el que ingres¨® en el hospital sali¨® como si nada. A Ignacio lo dejaron en una autopista con unos pocos pesos para tomar un autob¨²s y alguien le prest¨® un celular para llamar a casa. ¡°Cuando fui a denunciarlo para recuperar el cami¨®n¡±, relata por tel¨¦fono el transportista, de 34 a?os, ¡°me recomendaron que dijera que hab¨ªa sido robado, pero no que lo hab¨ªamos encontrado accidentado en la carretera para que no pasara a instancia federal. Despu¨¦s ellos hicieron como que lo hab¨ªan encontrado. Pero como el seguro no cubr¨ªa robos, nadie se hizo cargo¡±.
Aquel cami¨®n era el sue?o de Ignacio, quer¨ªa poner un negocio de transporte. Y ¨¦l se sent¨® frente al volante un tiempo para pagar el veh¨ªculo m¨¢s r¨¢pido. Por fortuna, el padre le aconsej¨® que estudiara y hoy es profesor de Educaci¨®n F¨ªsica. ¡°Creo que ya me dedicar¨¦ solo a esto, lo del cami¨®n se acab¨® por ahora¡±. Dos a?os despu¨¦s, el veh¨ªculo que compr¨® de segunda mano en Estados Unidos por 9.000 d¨®lares a¨²n no est¨¢ reparado. ¡°He sido una doble v¨ªctima, de los asaltantes y de la Administraci¨®n. Fue muy cansado recuperarlo¡±. Ahora su padre se har¨¢ cargo de los transportes, pero no habr¨¢ mercanc¨ªas del gusto de los criminales en el remolque. ?Qu¨¦ llevar¨¦is ahora? ¡°Esti¨¦rcol¡±.
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