Los recortes en Igualdad marcan la visita de L¨®pez Obrador a Colima, el Estado m¨¢s feminicida
El Instituto de la Mujer ha sufrido una reducci¨®n de 151 millones de pesos y el Gobierno ha dado marcha atr¨¢s en su intenci¨®n de limar el presupuesto para combatir la violencia de g¨¦nero
Colima, el peque?o Estado que este viernes visita el presidente mexicano, tiene estad¨ªsticas b¨¦licas. Y en las guerras las mujeres siempre llevan una raci¨®n extra. Presenta la tasa m¨¢s alta de feminicidios de todo M¨¦xico y tambi¨¦n la de homicidios dolosos, 9,6 por cada 100.000 mujeres, cuando la media nacional es de 1,9. La violencia familiar est¨¢ disparada en 217 casos frente a los 67 de media. Hay muy pocas estad¨ªsticas relacionadas con la violencia de g¨¦nero en las que este Estado de unos 800.000 habitantes no alcance uno de los puestos m¨¢s tristes de la tabla. Solo al oc¨¦ano que lo ba?a se le puede decir Pac¨ªfico. Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador cierra aqu¨ª su gira por los Estados m¨¢s violentos de M¨¦xico, precedido por los recortes en Igualdad y protecci¨®n a las mujeres que ha decretado y que han levantado ampollas en los ¨²ltimos d¨ªas. La visita a Colima reflejar¨¢ por fuerza una perspectiva de g¨¦nero.
La inseguridad se ha traducido en cifras de feminicidios que no han dejado de crecer desde 2016, a la par que la violencia generalizada que se respira en un Estado abrazado por dos territorios carcomidos por el crimen organizado, Jalisco y Michoac¨¢n. Ambas violencias est¨¢n engarzadas, pero si la que se da en el seno de la pareja o expareja est¨¢ marcada por el patriarcado tradicional, la que tiene como v¨ªctimas a las mujeres relacionadas con el narco lleva tambi¨¦n el sello de una hombr¨ªa aprendida entre las balas: el 70% de los cad¨¢veres de mujeres son exhibidos en la v¨ªa p¨²blica. ¡°Estos cr¨ªmenes tienen una crueldad ejemplarizante, muestran el poder masculino, venganzas entre grupos, tratan de dar al hombre, al adversario, donde m¨¢s le duele. Mucha de esta violencia feminicida tiene un antecedente en el maltrato familiar, sexual, en las desapariciones¡±, lamenta Carmen Garc¨ªa, del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.
La sociedad colimense ha ido asumiendo estos cr¨ªmenes con el trauma propio de quien ha sido azotado muchas veces. No quieren verlos, quiz¨¢ ya no los ven. O los justifican con los consabidos argumentos: algo habr¨ªa cuando la han matado. ¡°Sientes una impotencia terrible, es como hablarle a la pared, tanto si miras a las Administraciones como a la sociedad¡±, asegura Sara Cernas Verduzco, directora del Instituto de la Mujer de Manzanillo, el municipio m¨¢s poblado de los 10 que integran el Estado y el que sufre la mayor violencia de todos. De la indolencia social y en todos los niveles de Gobierno se queja tambi¨¦n Carmen Garc¨ªa: ¡°La sociedad lo permite, est¨¢ retra¨ªda, encerrada¡±. Pero ambas feministas se?alan el miedo como causa probable de esa ausencia social.
Manzanillo tiene un enorme puerto por donde entra y sale mercanc¨ªa de muchos pa¨ªses, tambi¨¦n la droga y otras transacciones ilegales que comprometen la seguridad de las mujeres. El im¨¢n portuario atrae a cientos de familias migrantes, sobre todo de Oaxaca, Guerrero, Michoac¨¢n. ¡°El 80% de las que se acercan al Instituto de la Mujer a denunciar violencia extrema son de fuera. Deduzco que tienen menos normalizada la violencia que las v¨ªctimas de aqu¨ª¡±, razona Sara Cernas. En Manzanillo cuentan ya 17 muertas este primer semestre y esperan todav¨ªa el prometido Centro de Justicia, igual que el que tiene la capital, donde se integran todas las instituciones jur¨ªdicas para que las mujeres no tengan que desplazarse de un lado a otro cuando denuncian. ¡°Lo necesitamos con urgencia¡±, dice Cernas.
En Colima gobierna el PRI, pero es probable que en esta visita del presidente L¨®pez Obrador, de Morena, se dejen de lado las discrepancias pol¨ªticas y se repita la misma cordialidad y ¨¢nimo de cooperaci¨®n que se han dado en Guanajuato y Jalisco esta semana. A pesar de ello, la directora estatal del Instituto de la Mujer, Mariana Mart¨ªnez, echa en falta una ¡°mayor coordinaci¨®n y seguimiento¡± por parte del Gobierno federal. ¡°Pedimos que se decretara la alerta de g¨¦nero en 2014, pero no lleg¨® hasta 2017. La Fiscal¨ªa ha recibido por ese concepto partidas presupuestarias, pero el Gobierno estatal no, salvo este a?o, que han prometido entregarlo, pero a¨²n no ha llegado¡±, dice.
Esta misma semana, las feministas lanzaron la alerta de que el Gobierno federal recortaba en un 33%, unos 37 millones de pesos (1,6 millones de d¨®lares), el presupuesto destinado a combatir la violencia machista. Varias horas y cr¨ªticas despu¨¦s, Gobernaci¨®n daba marcha atr¨¢s. ¡°No se pueden recortar estas partidas, son la piedra angular para erradicar la violencia de g¨¦nero¡±, critica Mart¨ªnez. Colima, sin embargo, no era de los Estados afectados en ese caso. ¡°Ning¨²n Estado deber¨ªa sufrir esos recortes, deber¨ªamos distribuirlo entre todos¡±, a?ade. Pero el Gobierno ha metido la tijera en el presupuesto del Instituto Nacional de las Mujeres, que ha perdido 151 millones de pesos (6,7 millones de d¨®lares).
Sin embargo, el combate a una violencia tan sistem¨¢tica como la de Colima, cuyas cifras no paran de crecer, no puede depender solo del Gobierno federal. En el lado de la autocr¨ªtica, Mart¨ªnez se?ala la seguridad de las patrullas policiales estatales, que no siempre protegen a las v¨ªctimas adecuadamente. ¡°Ni ha habido patrullas suficientes ni estaban sensibilizadas con su tarea. En ocasiones acud¨ªan a la casa de las v¨ªctimas pero no entraban, ni revisaban que todo fuera bien¡±, asegura. Tan es as¨ª, que ahora est¨¢n incorporando un c¨®digo QR en cada una de esas casas para que la polic¨ªa pase un lector y demuestre que ha cumplido con su tarea de protecci¨®n. Tambi¨¦n menciona los botones de auxilio para estas mujeres en su domicilio, medidas que a¨²n no se han completado. ¡°Desgraciadamente hemos tenido muchos casos de mujeres que denuncian y que las han acabado matando. Tenemos una deuda con la seguridad¡±, admite. Y reconoce que el Centro de Justicia de Manzanillo lleva retraso.
Fabiola Morales fue asesinada por su expareja el 4 de marzo y el culpable sigue huido. Su orden de protecci¨®n lleg¨® tarde, dicen las feministas que han seguido el caso. La investigaci¨®n de los feminicidios es un agujero en todo el pa¨ªs. En Colima tambi¨¦n. El protocolo para investigar estos cr¨ªmenes con perspectiva de g¨¦nero est¨¢ solo sobre el papel, si se miran las estad¨ªsticas. Prueba de ello son los pocos casos que se consideran feminicidios, 6 entre enero y mayo frente a 38 homicidios dolosos en el mismo periodo. El a?o pasado se contaron 77 homicidios frente a 10 feminicidios. De todas formas, eso influir¨ªa en la sentencia, pero los como los agresores huyen, los cr¨ªmenes quedan impunes. En 2019, el 97% de los agresores estaban pr¨®fugos, seg¨²n el Observatorio.
La violencia del narco y de otros grupos organizados confunde la clasificaci¨®n de las v¨ªctimas mortales que aparecen en la calle. Un d¨ªa es un juez y su esposa asesinados frente a sus hijas, otro son polic¨ªas despedazados y muchas son mujeres asesinadas que la estad¨ªstica no siempre sabe d¨®nde colocar. Carmen Garc¨ªa s¨ª: bajo el ep¨ªgrafe de violencia de g¨¦nero. ¡°Es un desaf¨ªo saber por qu¨¦ muchas mujeres acaban relacionadas con el narco, con el crimen organizado y, finalmente, asesinadas, pero sabemos que en muchos casos son las parejas de los criminales, que las mandan a cobrar drogas, por ejemplo, que se convierten en adictas. No es en absoluto un espacio exento de violencia patriarcal, al rev¨¦s, se da con m¨¢s fuerza, por eso hay tanto ¨ªndice de mujeres asesinadas en esos ¨¢mbitos. Muchas no han llegado ah¨ª por voluntad expresa, son novias, amantes, hermanas, madres y en ocasiones han sido forzadas a entrar en ese mundo¡±, explica Garc¨ªa, que tambi¨¦n es vicecoordinadora nacional de Am¨¦rica Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres.
L¨®pez Obrador cierra su visita a los Estados m¨¢s violentos en un peque?o rinc¨®n que algunos colimenses dicen que es el secreto mejor guardado de M¨¦xico, ni Canc¨²n, ni Acapulco. Puede ser, pero la inseguridad que soportan los ciudadanos nubla todo lo dem¨¢s. En los ¨²ltimos tiempos, Colima se ha sumado a esa lista de territorios temidos, donde las balas siembran cad¨¢veres por las calles. La situaci¨®n que viven las mujeres requiere una mirada espec¨ªfica, si bien el presidente tiende a mezclar todas las violencias en una sola o a invisibilizar las denuncias de las maltratadas diciendo que en su mayor¨ªa son falsas. O a declarar que una buena tasa de empleo reducir¨ªa visiblemente la violencia. No la de las mujeres. Pa¨ªses con pleno empleo tambi¨¦n la sufren. Como en las fiscal¨ªas y los tribunales, Colima tambi¨¦n necesita una mirada de g¨¦nero en la pol¨ªtica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.