L¨®pez Obrador asesta su primer gran golpe al crimen organizado con la detenci¨®n de El Marro
La captura del l¨ªder del cartel de Guanajuato supone la continuaci¨®n de la pol¨ªtica de descabezamiento de c¨¢rteles que comenzaron los Gobiernos anteriores
M¨¦xico ha capturado a uno de los criminales m¨¢s buscados del Gobierno de L¨®pez Obrador. Jos¨¦ Antonio Y¨¦pez, El Marro, l¨ªder del cartel Santa Rosa de Lima, se ha convertido en el primer gran capo detenido durante el Gobierno de Morena y con ¨¦l, el Ejecutivo contin¨²a con la estrategia de descabezamiento de los carteles que hab¨ªan comenzado Gobiernos anteriores. La ca¨ªda del criminal, en un operativo conjunto entre las fuerzas federales y estatales de Guanajuato (en el centro del pa¨ªs), ha supuesto un golpe sobre la mesa al discurso gubernamental, que durante dos a?os hab¨ªa prometido terminar con una guerra entre las instituciones y las bandas criminales, un nuevo giro al conocido eslogan del presidente: ¡°Abrazos y no balazos¡±.
La captura del criminal m¨¢s buscado del pa¨ªs en una regi¨®n tradicionalmente segura, que se ha convertido desde 2018 en una de las m¨¢s violentas de M¨¦xico con m¨¢s de 10.000 homicidios, parec¨ªa una prioridad de L¨®pez Obrador que no terminaba de ejecutarse. En marzo de 2019, la operaci¨®n Golpe de tim¨®n pon¨ªa el foco de la estrategia de seguridad en un Estado nuevo, lejos de los grandes bastiones del narcotr¨¢fico del norte, y tambi¨¦n desvelaba el nombre de un nuevo capo del crimen. El Marro hasta ese momento solo era conocido en su pueblo. Desde aquel operativo, y con tres intentos m¨¢s, ninguna autoridad hab¨ªa conseguido frenarlo.
La lucha del Gobierno mexicano contra el robo de combustible, una de las consignas de L¨®pez Obrador desde que lleg¨® al poder en 2018, ten¨ªa el rostro de Jos¨¦ Antonio Y¨¦pez. Un hombre bajito, con perilla de candado y aires de narco de siempre. Seg¨²n la informaci¨®n oficial, el cartel que encabezaba El Marro se hab¨ªa alimentado de la corrupci¨®n y la impunidad de la zona para conseguir monopolizar el robo de gasolina en una regi¨®n sembrada de oleoductos y con una de las refiner¨ªas m¨¢s importantes del pa¨ªs, la de Salamanca. Su captura supon¨ªa un doble mensaje: el combate efectivo al huachicol (hurto de combustible) y al crimen organizado.
Aunque El Marro hab¨ªa declarado p¨²blicamente ¡ªen unos v¨ªdeos de YouTube que circularon en cada tel¨¦fono de los vecinos de Guanajuato¡ª una guerra contra el cartel m¨¢s poderoso de M¨¦xico, seg¨²n la DEA, el de Jalisco Nueva Generaci¨®n, que hab¨ªa amenazado con controlar el crimen en la zona, el Gobierno no lo se?al¨® como enemigo p¨²blico hasta principios del a?o siguiente. Los homicidios se triplicaron, la guerra en Guanajuato hab¨ªa comenzado. Pero en enero de 2019, Jos¨¦ Antonio Y¨¦pez El Marro firmaba la amenaza que puso fin a su historia. Una bomba casera en una camioneta frente a uno de los s¨ªmbolos del Gobierno, la refiner¨ªa de Salamanca.
Durante ese a?o y medio, la presencia militar y policial en Guanajuato configuraba sus calles como un frente de batalla. Cada nuevo operativo que el Gobierno emprend¨ªa contra alg¨²n eslab¨®n de los de Santa Rosa de Lima, terminaba con veh¨ªculos y comercios incendiados y tiroteos. Adem¨¢s, la guerra intestina contra los de Jalisco sembr¨® de cad¨¢veres el corredor industrial del Estado. Los municipios de Celaya, Irapuato y Salamanca, conservan estos d¨ªas las cicatrices de dos a?os de la batalla, con orificios de balas de alto calibre y ruinas incendiadas de casas, restaurantes y comercios.
La detenci¨®n de El Marro, cuentan algunos expertos de seguridad como Alejandro Hope, no necesariamente vaticina que la inseguridad en la entidad vaya a disminuir, al menos en el corto plazo. Pues la estrategia de capturar a los l¨ªderes criminales en a?os anteriores ha supuesto en otras regiones el incremento de la violencia tras la fragmentaci¨®n de estas bandas, como sucedi¨® en Sinaloa. Estos d¨ªas en Guanajuato tras la ca¨ªda del capo, los vecinos esperan lo peor. El Cartel Jalisco contin¨²a con su expansi¨®n en todo el pa¨ªs y ahora tendr¨¢ un motivo m¨¢s para intentar controlar esta plaza contra los herederos de Santa Rosa.
La captura del capo lanza, no obstante, un mensaje importante contra la impunidad con la que operan estas bandas. ¡°El Gobierno ya no est¨¢ secuestrado, no est¨¢ al servicio de un grupo, no est¨¢ al servicio de la delincuencia de cuello blanco ni al servicio de la delincuencia organizada¡±, se?al¨® L¨®pez Obrador el domingo. Aunque es necesario conocer todav¨ªa c¨®mo ser¨¢ el proceso judicial contra Y¨¦pez, el primer gran capo detenido durante esta Administraci¨®n.
En M¨¦xico, despu¨¦s de 14 a?os de guerra contra el narco, solo se han emitido dos sentencias por crimen organizado. El pa¨ªs, aunque ha apresado a jefes de carteles, no ha sido un ejemplo de justicia y de combate a la impunidad que sirva de impedimento para las organizaciones criminales. Ha sido a trav¨¦s de Estados Unidos y sus tribunales donde se ha llegado a enjuiciar a criminales de la talla de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n. Las capturas anunciadas como grandes logros por gobiernos anteriores terminaban en liberaci¨®n por errores jur¨ªdicos o por falta de garant¨ªas de sus procesos, como fue el escandaloso caso de Rafael Caro Quintero, liberado en 2013 por un defecto de forma y ahora en paradero desconocido.
El Gobierno de L¨®pez Obrador tiene la oportunidad, con la detenci¨®n de El Marro, de demostrar tambi¨¦n su combate a la corrupci¨®n, otro de sus emblemas, en las instancias de procuraci¨®n de justicia. Y que otros grandes capos todav¨ªa en libertad, como el l¨ªder del Cartel Jalisco, Nemesio Oseguera, alias, El Mencho, sepan a qu¨¦ atenerse.
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