El teniente condenado del ¡®caso Ecuandureo¡¯: ¡°Estar cerca del mando le vuelve a uno blanco f¨¢cil¡±
En entrevista con EL PA?S desde prisi¨®n, Omar Guti¨¦rrez de Velasco repasa el asesinato de dos civiles de 2009 y la arbitrariedad de la fiscal¨ªa militar que le mand¨® a la c¨¢rcel
El teniente Omar Guti¨¦rrez de Velasco vive preso desde hace casi 11 a?os. Condenado por ordenar el asesinato de dos civiles en Michoac¨¢n en 2009, ¨¦l, su familia y su abogado insisten en que la mera lectura de las pruebas se?ala un camino distinto al que han tomado los jueces estos a?os. Oficial de informaci¨®n, el militar investig¨® al crimen organizado en m¨¢s de 50 municipios del estado durante el primer bienio de la guerra contra el narco, de 2007 a 2009. En entrevista con EL PA?S desde la c¨¢rcel, dice que no le guarda rencor a la Secretar¨ªa de la Defensa: ¡°En alg¨²n momento estuve bajo el mando de la gente equivocada, pero eso no representa a la instituci¨®n¡±.
En mayo de 2009, ¨¦l y otros militares salieron de su cuartel en Michoac¨¢n bajo el mando del teniente coronel Alejandro Z¨¢rate Nava. Se llevaron a dos civiles previamente secuestrados por orden del jefe militar. Llegaron a un cerro en el municipio en Ecuandureo y, sin m¨¢s, los mataron. Luego Z¨¢rate Nava orden¨® que llamaran a la polic¨ªa y dijeran que hab¨ªa habido un enfrentamiento. Que dos civiles hab¨ªan muerto. La versi¨®n del enfrentamiento subsisti¨® un a?o, luego los militares empezaron a hablar.
El primero en contar la verdad fue el capit¨¢n que hab¨ªa firmado el informe de la versi¨®n del enfrentamiento, Arturo Palomar. Luego hablaros los dem¨¢s. Todos contaron lo que hab¨ªa hecho Z¨¢rate Nava, la presi¨®n para matar a los civiles, el argumento de que esos hombres hab¨ªan participado en el asesinato de un compa?ero del cuartel... A principios de junio de 2010, el fiscal militar plane¨® la detenci¨®n del teniente coronel. Pero luego algo cambi¨®, la acusaci¨®n contra el teniente coronel se esfum¨® y el fiscal se centr¨® en el teniente. Guti¨¦rrez de Velasco ha dedicado mucho tiempo a pensar en aquellas semanas de junio de 2010.
Pregunta. El 28 de mayo de 2010, usted declar¨® que, como oficial de informaci¨®n, s¨ª sabia quienes eran los civiles que luego orden¨® matar Z¨¢rate Nava, ?qu¨¦ hab¨ªa investigado usted en los meses anteriores?
Respuesta. La situaci¨®n era muy ¨¢lgida en el batall¨®n, es decir, muy violenta entre el crimen organizado y el Ej¨¦rcito. Era un¡ O sea, ellos se estaban metiendo con el personal militar y sus familias. Nosotros ya ten¨ªamos varios antecedentes: nos levantaban o nos ejecutaban descaradamente, en la calle. Y nosotros ten¨ªamos que estar al pendiente de eso.
P. ?Hubo un punto de inflexi¨®n que generara en esta situaci¨®n?
R. Desde que yo llegu¨¦ al batall¨®n ya era as¨ª. Yo llegu¨¦ en febrero de 2007 de Tuxpan, Veracruz. Reci¨¦n llegu¨¦ yo y ocurri¨® el caso de cuatro soldados que fueron asesinados por Tinaja de Vargas, cerca de Ecuandureo. Se vinieron dando diferentes eventos, luego hubo uno de unos polic¨ªas a quienes confundieron con soldados y tambi¨¦n los fueron a tirar por ese rumbo. Y luego era ya a quien fuera, cualquiera que pareciera militar pod¨ªa pasarle algo.
El 7 de enero de 2009 desaparecieron a uno de mi grupo de informaci¨®n. Lo levantaron. En febrero desaparecieron a otro de los m¨ªos, ah¨ª mismo en Zamora [sede del cuartel]. Y posteriormente hubo otros eventos. Nosotros ten¨ªamos nuestros objetivos, ¨ªbamos y les golpe¨¢bamos y al sentirse ellos presionados, le soltaban a nuestro personal.
Pero hubo un evento, el 9 de mayo de 2009, en que ejecutaron a un cabo de nuestro batall¨®n, el cabo Zapata. Y ah¨ª es donde aparecen en escena estas dos personas [los civiles asesinados, Rigoberto Ch¨¢vez y Rosendo Romero]. Nosotros los ten¨ªamos registrados como vendedores de droga y cuando empezamos a buscar informaci¨®n sobre la ejecuci¨®n de Zapata, resulta que dos de los participantes hab¨ªan sido ellos, seg¨²n nos dijeron informantes.
Claro, no ten¨ªamos forma de corroborarlo, era informaci¨®n para nuestro uso. Luego pasamos esa informaci¨®n a la comandancia. Lo que ten¨ªa lo entregaba y eso a¨²n se pasaba a la superioridad, en este caso a la 21 Zona Militar y a la 12 Regi¨®n Militar.
P. Una de las cosas que me llaman la atenci¨®n del caso es que nadie dice la verdad hasta mayo de 2010, un a?o despu¨¦s de los asesinatos. Entonces, el capit¨¢n Palomar rompe la mentira. ?Por qu¨¦ ocurri¨® entonces?
R. No s¨¦ exactamente. Pero para cuando eso sucede, la Polic¨ªa Judicial Militar, PJM, [brazo ejecutor de la fiscal¨ªa militar] ya ten¨ªa tiempo en nuestro cuartel, en Zamora. Estaban haciendo averiguaciones y duraron mucho tiempo ah¨ª.
P. En junio de 2010, dos militares le se?alan por primera vez a usted, el subteniente Dick Jim¨¦nez y el soldado Alonso Aguilar. Pero Aguilar dice en una declaraci¨®n posterior que la PJM le presion¨® para incriminarle. La cuesti¨®n es, ?por qu¨¦ querr¨ªa inculparle a usted la PJM?
R. El tema es que el hecho de estar cerca del mando le vuelve a uno blanco f¨¢cil, ?no? Y yo estaba entonces muy cerca del mando como oficial de informaci¨®n.
P. S¨ª, pero al mando no lo tocaron
R. Exacto. Ah¨ª es donde yo ya no entiendo. Nadie entendi¨® que sucedi¨®.
P. ?Y por qu¨¦ usted, por qu¨¦ no otros militares de mayor grado que estuvieron en el cerro aquel d¨ªa, como el capit¨¢n Palomar?
R. Mire, yo creo a modo de especulaci¨®n que a Palomar lo liberaron a cambio de que dijera cosas. Lo agarraron y le dijeron, ¡®sabemos que tu andas involucrado en cosas, ponnos a todos y te dejamos¡¯. Eso es lo que creo que sucedi¨®.
P. Pero Palomar no le acusa a usted de ordenar los asesinatos.
R. No, de hecho ¨¦l se?ala a Z¨¢rate. Cuando a nosotros nos detienen, mi abogada de entonces pregunt¨® que si hab¨ªa orden de detenci¨®n contra Z¨¢rate. Y el juez contest¨® que era una cuesti¨®n de sigilo y que no pod¨ªan revelarlo.
P. S¨ª, pero a ver. Algo pasa entre que Palomar empieza a hablar y se?ala a Z¨¢rate y que el fiscal decide irse contra usted. ?Qu¨¦ pudo ser?
R. Probablemente, en el af¨¢n de hacer algo, dijeron, ¡®pues v¨¢monos con el teniente¡¯.
P. ?Pudo tener que ver con que usted fuera oficial de inteligencia?
R. No tanto por eso, sino por la cercan¨ªa al mando.
P. Visto lo que ocurri¨® ese d¨ªa y vista la facilidad con que Z¨¢rate Nava orden¨® lo que orden¨®, ?usted sabe si entonces pas¨® algo parecido que involucrara a Z¨¢rate Nava o alg¨²n otro jefe?
R. No, que yo sepa no.
P. ?Y alguna situaci¨®n en que se levantaran a civiles al margen de la autoridad civil?
R. No, tampoco.
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