La guerra contra el tamp¨®n en la capital deja a m¨¢s de cinco millones de mujeres sin alternativa
El Gobierno de Ciudad de M¨¦xico proh¨ªbe la venta de tampones con aplicador y otros pl¨¢sticos de un solo uso, como una de las primeras medidas de su agenda ecologista de este a?o
El Gobierno de la Ciudad de M¨¦xico ha equiparado retirar del mercado una bolsa, un popote (pajita) o un tenedor desechable, a prohibir la venta de tampones con aplicador de pl¨¢stico. La medida, que ha sorprendido a las m¨¢s de cinco millones de residentes en la capital, se encuentra amparada en los objetivos ecologistas del Ejecutivo de Claudia Sheinbaum para este a?o y su prohibici¨®n se extiende a muchos de los pl¨¢sticos de un solo uso. La realidad es que sigue habiendo bolsas de pl¨¢stico en los mercados populares, cubiertos, vasos y popotes en los estantes de los grandes supermercados y en plena pandemia esta tendencia a proteger cada producto se ha extendido hasta la boller¨ªa. No obstante, este insumo esencial de higiene femenina ya no se encuentra, o se vende hasta agotar existencias. Y son las mujeres las que asumen de golpe el compromiso ambiental de una ciudad.
Una de las principales marcas de estos productos en M¨¦xico, Saba, ha enviado un comunicado a este diario confirmando la medida: ¡°Respetamos y nos alineamos a las regulaciones de los lugares en los que estamos presentes, por lo que, desde el 1 de enero, hemos retirado nuestros tampones Saba de los puntos de venta en Ciudad de M¨¦xico conforme lo dicta la Ley de prohibici¨®n de pl¨¢sticos de un solo uso. Por el momento, nuestros equipos se encuentran analizando las implicaciones de esta ley en nuestro negocio¡±.
No hay una alternativa viable para ellas. No se ofrecen en muchos establecimientos tampones de algod¨®n con aplicador de cart¨®n, tampoco la versi¨®n sin aplicador. Las compresas (o toallas) siguen ofreci¨¦ndose aunque est¨¦n compuestas y envueltas tambi¨¦n en pl¨¢stico, y desde los pasillos de Gobierno se invita a las afectadas a utilizar la copa menstrual. El uso de este producto no es tan amplio como el de los tampones ni es tan f¨¢cil de conseguir en M¨¦xico si no es por internet y el 56% de la poblaci¨®n no tiene una cuenta bancaria. Adem¨¢s, no cuenta con un registro de la autoridad sanitaria, Cofepris. Por tanto, la medida de retirar uno de lo de los enseres b¨¢sicos de la mujer ha irrumpido en su rutina diaria, sin que con anterioridad se impulsara una medida m¨¢s comprometida con el medio ambiente y con la realidad en la que viven m¨¢s de cinco millones de mujeres.
¡°El Gobierno no asegur¨® la perspectiva de g¨¦nero en la toma de estas decisiones. Las opciones de las menstruantes se ven limitadas con esta medida, no podemos elegir qu¨¦ nos hace sentir m¨¢s c¨®modas y gestionar la menstruaci¨®n como queramos. No se antepone con esto la salud, la dignidad y la autonom¨ªa de la mujer¡±, denuncia la portavoz de la asociaci¨®n Menstruaci¨®n Digna M¨¦xico, Anah¨ª Rodr¨ªguez. Y advierte: ¡°El no tener acceso a estos productos se tiene comprobado que afecta directamente al ausentismo escolar y laboral. Si bien se toman acciones en favor del medio ambiente, no se debe dejar de lado una opci¨®n ecol¨®gica pero asequible para las mujeres¡±.
Las mujeres de la capital han asumido el compromiso ambiental en un pa¨ªs donde su Gobierno federal, liderado por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, impulsa sin miramientos el uso del carb¨®n y desecha las energ¨ªas renovables. En un contexto laboral donde ellas ganan casi un 20% menos que los hombres. Y en una ciudad en la que los nuevos productos m¨¢s ecologistas para la higiene femenina ¡ªcomo la copa menstrual¡ª se topan de frente con una realidad nada alentadora: m¨¢s de 260.000 hogares en la Ciudad de M¨¦xico carecen de agua corriente.
La secretaria de Medio Ambiente de la capital, Mariana Robles, se?al¨® ante la pol¨¦mica que los tampones ¡°no son realmente indispensables¡±. Este diario ha tratado de contactar al organismo, pero hasta la fecha de la publicaci¨®n no ha recibido una respuesta. Lillian Guigue, directora general de regulaci¨®n de impacto y regulaci¨®n ambiental de la Secretar¨ªa de Medio Ambiente de la ciudad, comentaba al Financial Times que ¡°todos tenemos que aportar nuestro granito de arena... Si no hacemos un esfuerzo con los productos que consumimos, estamos destruyendo no solo nuestro futuro, sino el de todas las generaciones posteriores¡±. E inst¨® a las mujeres a ¡°unirse a la causa¡± por el bien del planeta. ¡°No se trata de dejar de tener los productos que necesitamos, se trata de tomar mejores decisiones¡±, resalt¨®.
La diputada federal del partido Movimiento Ciudadano, Martha Tagle, alerta de que la medida deja desamparadas a las mujeres: ¡°Hemos insistido en que se debe generar el acceso de la copa menstrual, pero de momento no cuenta con un registro en la Cofepris. Si no se ha hecho el trabajo de pol¨ªticas p¨²blicas ni la campa?a para alentar su uso, ?c¨®mo va a competir con el resto de productos menstruales que pueden ser contaminantes, pero pertenecen a una industria con gran capacidad de difusi¨®n de la que carece la copa? Muy pocas mujeres la conocen y adem¨¢s el propio uso requiere de mucha m¨¢s informaci¨®n. Eso implica la necesidad de una pol¨ªtica p¨²blica que nadie ha implementado¡±, explica la diputada federal de Movimiento Ciudadano.
Al mismo tiempo en que esta medida entraba en vigor, a principios de este a?o, las asociaciones feministas de la mano de diputadas y senadoras impulsan estos d¨ªas una propuesta para retirar el 16% de IVA a los productos de higiene relacionados con la menstruaci¨®n, adem¨¢s de otras en los Congresos estatales de Ciudad de M¨¦xico y de Michoac¨¢n que buscan su gratuidad, principalmente en las escuelas. La Suprema Corte ha aceptado debatir si es o no constitucional que los tampones o las toallas sanitarias sean menos accesibles al bolsillo de la mitad de la poblaci¨®n. Y mientras el m¨¢ximo ¨®rgano de justicia se prepara para debatir su accesibilidad en el mercado, se decreta directamente como inaccesible en la capital.
Aunque la medida entr¨® en vigor a principios de este a?o, ha sido a finales de enero cuando se ha empezado a notar su desabasto en las principales tiendas y supermercados de la capital. Y las redes sociales est¨¢n agitadas estos d¨ªas: ¡°Oigan, ?no jodan! A las mujeres ni nos preguntaron nada. Nos lo impusieron. Qu¨¦ poca madre. ?Y las toallas sanitarias? ?Y los condones, qu¨¦? ?Son de hojas de bamb¨², acaso?, ?De semillas naturales?¡±, comentaba Laura Alanis desde su cuenta de Twitter. ¡°Dejen de legislar con el privilegio, los tampones son productos de primera necesidad e higiene femenina¡±, a?ad¨ªa por la misma red social Ximena Roche.
En las estanter¨ªas de algunos supermercados de la capital, el espacio para los tampones ha quedado vac¨ªo. En otras, se ofrecen promociones de tres por dos. Consultada por este medio, la multinacional Walmart ¡ªdue?a de gran cantidad de cadenas de supermercados en el pa¨ªs¡ª ha decidido no hacer ning¨²n comentario a este diario, pese a que en sus comercios se est¨¢ dejando de vender tampones, pero s¨ª se siguen vendiendo otros productos desechables, como platos, vasos, cubiertos o bolsitas para el s¨¢ndwich. Adem¨¢s de usar numerosas charolas de unicel envueltas a su vez en bolsas de pl¨¢stico. Ninguna autoridad ni empresa ha explicado todav¨ªa por qu¨¦ esta distinci¨®n entre unos pl¨¢sticos y otros.
Uno de los productos de primera necesidad que afecta a m¨¢s del 50% de la poblaci¨®n se ha retirado silenciosamente sin que una autoridad haya impedido una excepci¨®n, como s¨ª ha sucedido con otros relacionados con la salud, como por ejemplo las jeringas. ¡°Esto pone en evidencia que la pol¨ªtica de nuevo le dice a las mujeres: ¡°Ustedes vean c¨®mo lo resuelven¡±. Eso es lo preocupante, porque parece un asunto de la mujer. Pero no, es un asunto de salud p¨²blica¡±, a?ade Tagle.
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