Karen Martinely, la madre de una adolescente asesinada: ¡°Tengo un coraje, una rabia que se siente hasta los huesos¡±
Renata Martinely, de 13 a?os, fue abusada sexualmente y asesinada en noviembre pasado en Ixtapaluca, Estado de M¨¦xico. Su madre acusa indiferencia por parte de las autoridades
Desde hace m¨¢s de 200 d¨ªas Karen Martinely Reyes no deja de repetir en su cabeza la misma pregunta: ¡°?Por qu¨¦ tanta pinche sa?a?¡±. Su hija, Renata Martinely Luna, de 13 a?os, fue atacada sexualmente y asesinada en noviembre del a?o pasado. El cuerpo de la menor fue encontrado con la cabeza encintada y la pijama puesta en su habitaci¨®n, en el municipio de Ixtapaluca, Estado de M¨¦xico. A casi siete meses de su homicidio, su carpeta de investigaci¨®n est¨¢ en el limbo. Su homicida sigue libre. La menor es una cifra m¨¢s dentro de una estad¨ªstica de terror que cada d¨ªa sigue creciendo a pesar de la pandemia. En 2020 fueron v¨ªctimas de feminicidio 969 mujeres y en los primeros cinco meses de este a?o fueron asesinadas 423 mujeres, lo que supone un incremento de un 7,1% con respecto al mismo periodo del a?o anterior, seg¨²n los datos del Gobierno de L¨®pez Obrador.
El 29 de noviembre del a?o pasado, Martinely Reyes sali¨® muy temprano de su domicilio rumbo a su trabajo. Su hija, Renata, a¨²n se encontraba dormida y prefiri¨® no despertarla, un d¨ªa antes se hab¨ªa desvelado platicando con sus amigos por el celular, as¨ª que se despidi¨® de ella solo con un beso en la mejilla. Ese domingo su jornada laboral estuvo tan pesada que no se percat¨® que su hija no hab¨ªa llamado, pero tampoco se alarm¨® porque era habitual que estuviera en casa de sus abuelos, a unas cuadras de su casa, en la colonia Chocolines. Fue hasta la noche cuando la angustia de su familia se dispar¨® al descubrir que la menor no se hab¨ªa reportado con nadie en todo el d¨ªa. ¡°Lo primero que se me viene a la cabeza es pues me chingaron a mi hija, me la robaron, me la secuestraron¡±, relata Karen.
Al llegar a su casa, ya con la angustia en cada respiro, la mujer de 31 a?os fue encontrando uno a uno los indicios del crimen contra su hija: un espejo roto, el cesto de la ropa sucia en el piso al igual que el m¨®vil de Renata. ¡°En el momento en el que yo me agacho a recoger su celular es cuando mis pap¨¢s jalan las cobijas y es cuando vemos el cuerpo de mi ni?a, a¨²n con su pijama, recostada, pero con la cabeza encintada. Mi pap¨¢ le trata de quitar la cinta de la cabeza para darle respiraci¨®n de boca a boca, pero ya hab¨ªa muerto¡±, detalla.
A casi siete meses del tr¨¢gico hallazgo, el feminicidio de Renata sigue impune. Aunque la investigaci¨®n sigue en curso, las sospechas de Martinely Reyes tienen un rostro conocido: su expareja, quien cinco meses antes del asesinato, en junio de 2020, hab¨ªa intentado grabar a escondidas a la menor mientras se ba?aba. La agresi¨®n contra su hija, cuenta Martinely Reyes, ocurri¨® mientras ella trabajaba en su local de comida y su expareja libraba. Renata descubri¨® el m¨®vil escondido entre las toallas y de inmediato llam¨® a su madre angustiada. Sin salir del estupor, ella regres¨® a su casa, encar¨® a su entonces pareja, que reconoci¨® ante ella sus intenciones de grabar a Renata porque quer¨ªa desquitarse de ella, ¡°pegarle donde m¨¢s le dol¨ªa¡±.
Madre e hija acudieron ante la Agencia Especializada en Violencia Familiar, Sexual y de G¨¦nero a presentar una demanda por acoso sexual contra aquel hombre d¨ªas despu¨¦s de la agresi¨®n. Tambi¨¦n abandonaron el domicilio que compart¨ªan con el supuesto agresor. Ahora, el ¨²nico consuelo que le queda a Karen es saber que desde el primer momento defendi¨® a su hija y siempre crey¨® en sus palabras. ¡°Mi ni?a estaba demasiado dolida con ¨¦l, me dec¨ªa: ¡®c¨®mo es posible mam¨¢ si yo en su momento lo defend¨ªa de cuando peleaban, ?por qu¨¦ defraud¨® mi confianza?, ?por qu¨¦ me hizo esto?¡±, relata la madre.
La demanda por acoso sexual fue insuficiente para proteger la vida de su hija. La autopsia realizada al cuerpo de la menor revel¨® muerte por asfixia. Sin embargo, para Karen fue la negligencia de las autoridades la que caus¨® su tr¨¢gica muerte quienes nunca ratificaron esta agresi¨®n previa y solo lo archivaron como una ¡°acta de hechos¡±. Pero ella lo tiene claro, esa persona era la ¨²nica que conoc¨ªa sus rutinas, la ¨²nica que hab¨ªa intentado hacerle da?o a su hija. ¡°(Mi expareja) era la ¨²nica persona que sab¨ªa que yo ese d¨ªa trabaja, que mi hija se quedaba sola. Tengo un coraje, una rabia por el asesinato de mi hija que siente hasta los huesos¡±, zanja.
La violencia contra las mujeres se ha convertido en un tema espinoso para el Gobierno de L¨®pez Obrador. Desde el blindaje del Palacio Nacional ante la manifestaci¨®n del 8 de marzo hasta la constante minimizaci¨®n del presidente de los problemas que afectan a las mujeres y la impunidad con el que se siguen presentando los feminicidios. Mientras los meses transcurren y el caso de Renata sigue sin avanzar en los tribunales, su madre no ha cesado, junto con otras madres que sufrieron el mismo trance, de clamar por justicia. ¡°Me da tristeza ver como teniendo un presunto culpable las autoridades no hagan nada para detenerlo, ?por qu¨¦ no pueden relacionar una carpeta con otra?, da tristeza ver como para ellos solo son estad¨ªsticas que ven subir como espuma sin darse cuenta de que su pueblo sufre, sufre y mucho¡±, asevera.
Despu¨¦s del asesinato de su hija, Martinely Reyes perdi¨® su empleo y su casa, pero ella solo quiere justicia para su peque?a que cumplir¨ªa 14 a?os la siguiente semana. Estudiante de segundo a?o de secundaria, a Renata le encantaba bailar jazz y su m¨¢ximo anhelo era convertirse en bailarina o veterinaria. ¡°Para m¨ª era mi todo, no tuve m¨¢s hijos, tampoco una pareja en qui¨¦n apoyarme, con ella se me fue mi vida, mi trabajo, mi casa y el d¨ªa de ma?ana que me llegue a pasar algo yo encantada de la vida porque s¨¦ que me voy a reunir con ella¡±, dice Martinely Reyes con el dolor hecho rabia en la voz. En el exterior de su domicilio, la familia Reyes pint¨® un mural en su memoria. En el interior, sigue intacto el altar para recordar su vida. Por encima de todo sobresale una fotograf¨ªa con un mensaje que busca aliviar el dolor: ¡°Hoy tu luz se apag¨® en la tierra para alumbrar desde el cielo... un ¨¢ngel nunca muere¡±.
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