M¨¦xico busca una v¨ªa alternativa para gravar a las grandes plataformas digitales
Morena plantea un impuesto del 7% a las tarifas de los servicios de ¡®streaming¡¯ como Netflix, mientras el debate en otros pa¨ªses se centra en una tasa sobre los ingresos de las multinacionales
Morena ha abierto un nuevo camino dentro de la campa?a global que trata de encontrar maneras para fiscalizar a las grandes multinacionales digitales. El grupo parlamentario del partido en el poder, con mayor¨ªa en ambas c¨¢maras, present¨® esta semana una iniciativa para establecer un nuevo impuesto del 7% sobre las tarifas de los servicios de streaming como Netflix o Apple TV. A falta del recorrido hasta su aprobaci¨®n final y en v¨ªsperas de las elecciones de junio -las sesiones en el congreso cierran a finales de este mes- que podr¨ªan cambiar el equilibrio de fuerzas en el parlamento, la iniciativa supone una novedad con respecto a la l¨ªnea seguida por la mayor¨ªa de pa¨ªses, impulsada por la OCDE, que se centra en gravar los ingresos de las plataformas a trav¨¦s de la conocida como tasa Google.
La particularidad mexicana es doble. Adem¨¢s de poner el foco en las ventas de las empresas a trav¨¦s de un nuevo impuesto sobre el consumo, deja fuera a los servicios digitales que tengan una prolongaci¨®n f¨ªsica, como la distribuci¨®n o el transporte. Es decir, Amazon o Uber no entrar¨ªan en el saco de la nueva ley. No es en todo caso el primer movimiento de M¨¦xico para estrechar el cerco fiscal a las grandes plataformas. En junio del a?o pasado entr¨® en vigor una nueva normativa que obligaba a las empresas digitales extranjeras al pago del IVA por sus servicios.
¡°La medida del IVA es razonable porque equiparaba la carga fiscal con las empresas nacionales¡±, apunta Rodolfo de la Torre, investigador del Centro de Estudios Espinosa Yglesias. Pero considera que este nuevo impuesto puede chocar con los tratados internacionales, en particular con el nuevo tratado de libre comercio (TLCAN), que exige un trato igual para las empresas extranjeros o nacionales. ¡°Existe el riesgo de entender que existe una discriminaci¨®n por nacionalidad porque incluso si la empresa se estableciera con domicilio fiscal en M¨¦xico, seguir¨ªa consider¨¢ndose extranjera para la iniciativa presentada por Morena si sus inversores no son mexicanos¡±, a?ade de la Torre.
El domicilio fiscal es el gran caballo de batalla en la campa?a para garantizar una tributaci¨®n equitativa para las grandes plataformas, que operan en pa¨ªses donde muchas veces no tienen apenas presencia corporativa. La iniciativa mexicana incluso penaliza que las multinacionales no tengan siquiera una oficina. ¡°En caso de que quien provea el servicio no cuente con domicilio o establecimiento permanente en territorio nacional, la tasa del impuesto ser¨¢ del 15%¡±, reza el proyecto legislativo.
Otra justificaci¨®n de la iniciativa mexicana es que ¡°se montan en las redes p¨²blicas de telecomunicaciones de los operadores de telefon¨ªa e internet pero no invierten en su instalaci¨®n y despliegue¡±. Para de la Torre, este argumento no es correcto porque ¡°las redes de telecomunicaciones son privadas. Lo que hay de fondo es una necesidad muy fuerte de elevar la recaudaci¨®n¡±. M¨¦xico es el pa¨ªs con la recaudaci¨®n m¨¢s baja de la OCDE y tambi¨¦n menor que la mayor¨ªa de pa¨ªses latinoamericanos.
Una reforma fiscal en el horizonte
Las recomendaciones de organismos internacionales han sido una constante en los ¨²ltimos a?os. Desde crear un impuesto sobre las herencias hasta aumentar el gravamen a la propiedad inmobiliaria o implantar una tasa verde. Pese a su te¨®rica batalla contra la desigualdad, L¨®pez Obrador se ha mostrado reacio durante el inicio del sexenio a abrir el mel¨®n fiscal. Pero desde Hacienda ya se han dado las primeras se?ales de que el a?o que viene se pondr¨¢n manos a la obra. Bombear recursos p¨²blicos para estrechar el abismo mexicano de la desigualdad y la pobreza pasa necesariamente por apretar el acelerador fiscal.
Otra de las cr¨ªticas a la iniciativa presentada esta semana por Morena es la duda sobre su equidad, al tratarse de un impuesto sobre el consumo, y que por tanto se repercutir¨¢ como una tabla rasa en todos los consumidores sin importar su nivel de renta. ¡°No es un buen mecanismo porque el sistema no es progresivo. En vez de gravar los beneficios, se ha optado por la v¨ªa m¨¢s f¨¢cil para no enfrentarse al poder de las plataformas¡±, apunta Ivan Benumea, coordinador de temas fiscales del instituto Fundar.
En paralelo, contin¨²an las negociaciones en el seno de la OCDE para que vea la luz un gravamen sobre los ingresos, la llamada tasa Google global. El organismo acept¨® en 2017 el encargo del G20 de reformar las reglas de fiscalidad internacional ante un mundo en el que los datos se han convertido en la nueva materia prima y en el que las tecnol¨®gicas establecen sus sedes principales en pa¨ªses de fiscalidad laxa. La OCDE se fij¨® el objetivo de tener listo un impuesto digital universal para 2020. Sus previsiones, sin embargo, no se han cumplido. A la complejidad de encontrar un equilibrio que pusiera de acuerdo a m¨¢s de 130 Estados, se a?adieron el a?o pasado el estallido de la pandemia y la decisi¨®n de la Administraci¨®n estadounidense de Donald Trump de descolgarse de las negociaciones.
Con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca parece que los nubarrones se van despejando. EE UU es el pa¨ªs donde tienen sede las principales compa?¨ªas tecnol¨®gicas, y un acuerdo que no contara con su presencia no tendr¨ªa sentido. La nueva Administraci¨®n dem¨®crata ya se ha mostrado m¨¢s propensa a que las negociaciones sobre la reforma tributaria internacional avancen, tal y como dej¨® caer en marzo la nueva secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, en una reuni¨®n del G20.
¡°La agenda ha estado parada hasta que EE UU ha dado muestras de volver a interesarse¡±, apunta el analista Carlos Brown. ¡°Es el camino largo pero el m¨¢s importante para poder combatir la elusi¨®n fiscal. La iniciativa de M¨¦xico, de gravar el consumo, es el camino m¨¢s r¨¢pido pero ser¨¢ clave que esta medida sea reforzada con una reforma m¨¢s ambiciosa¡±.
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