Kelly Clements: ¡°Los campamentos no son la soluci¨®n para quienes necesitan protecci¨®n internacional¡±

La Alta Comisionada Adjunta de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), Kelly Clements, llevaba casi dos a?os sin pisar M¨¦xico y se ha encontrado con un pa¨ªs desbordado por las solicitudes de asilo que este a?o se espera que alcancen niveles r¨¦cord y que trabaja a contrarreloj para poder procesar a quienes llegan en busca de protecci¨®n. Con su visita al pa¨ªs, que ha incluido paradas en Tapachula, en la frontera sur; Guanajuato, Ciudad de M¨¦xico y Ciudad Ju¨¢rez, fronteriza con Estados Unidos, ha concluido este s¨¢bado una gira por la que tambi¨¦n ha viajado a Honduras y Guatemala. A lo largo de estos d¨ªas, ha conocido la situaci¨®n de algunos del cerca del mill¨®n de centroamericanos que su organizaci¨®n estima que han sido desplazados por la fuerza en la regi¨®n.

¡°En general, en M¨¦xico, hemos visto mejoras, oportunidades pero tambi¨¦n hay desaf¨ªos hacia adelante¡±, ha dicho Clements en una entrevista con EL PA?S en la que ha abogado por una soluci¨®n regional al problema y ha pedido a la comunidad internacional que garantice el derecho de asilo a estas personas. ¡°No le den la espalda a esta regi¨®n. Es una regi¨®n con enormes necesidades, pero que tambi¨¦n ofrece muchas oportunidades. Si lo hacemos en colaboraci¨®n, con una perspectiva regional realmente podemos marcar la diferencia en la vida de la gente¡±, ha dicho.

Pregunta. ?Qu¨¦ ha visto en este viaje?

Respuesta. Tengo que decir que empec¨¦ la gira en Honduras de manera intencional por ser uno de los promotores del desplazamiento forzado en la regi¨®n y una de las nacionalidades que m¨¢s vienen a M¨¦xico o se paran en Guatemala en busca de asilo. Es un pa¨ªs que ha enfrentado una serie de desaf¨ªos, incluidos los dos huracanes de noviembre pasado, Eta e Iota, que destruyeron medio mill¨®n de hect¨¢reas y dejaron a numerosos desplazados sin forma de subsistencia.

Por supuesto, la regi¨®n est¨¢ enfrentando una pandemia como el resto de pa¨ªses del mundo. Y los factores que generan el desplazamiento no han cambiado en gran medida: la inseguridad, la influencia de las pandillas por el control territorial, el reclutamiento forzoso, las extorsiones o las cuestiones relacionadas con el narcotr¨¢fico en otras zonas de la regi¨®n. Por ejemplo, hemos tenido una conversaci¨®n desgarradora con una madre de cuatro ni?os que perdi¨® sus piernas hace diez a?os tratando de llegar al norte, regres¨® a Honduras y ten¨ªa tanta presi¨®n de los narcotraficantes para que hiciera de mula que emprendi¨® el peligroso camino a M¨¦xico con su esposo e hijos de nuevo. Nosotros la encontramos en Tapachula y es algo emblem¨¢tico. Es gente que est¨¢ buscando sobrevivir, poner a sus ni?os en la escuela y reconstruir sus vidas. Pero en el origen hay causas poderosas por las que huyen de la violencia y la persecuci¨®n. Otra cosa importante que he visto respecto a mi ¨²ltima visita y que me preocupa es el aumento de la violencia de g¨¦nero y sexual. Por ejemplo, los feminicidios han incrementado en El Salvador y Honduras. Hay un aumento en los ataques a mujeres, adolescentes y ni?as y tambi¨¦n a hombres y ni?os ahora. Las estad¨ªsticas que hemos visto de nuestro equipo en Tapachula y los testimonios que hemos escuchado son muy crudos. Ya no es solo un problema de mujeres. Tambi¨¦n lo est¨¢n sufriendo hombres y ni?os y por miembros de la comunidad LGBTI.

Lo que nuestros equipos han tratado de hacer aqu¨ª en el ¨²ltimo par de a?os, en colaboraci¨®n con el Gobierno mexicano es incrementar la capacidad de COMAR (la Comisi¨®n Mexicana de Ayuda a Refugiados) porque M¨¦xico es cada vez m¨¢s un pa¨ªs de destino y no solo de tr¨¢nsito. Y eso ha significado un repunte en las solicitudes de asilo. En 2020, con la pandemia la situaci¨®n estuvo tranquila, pero las solicitudes est¨¢n subiendo. Creo que nos dijeron que en abril tuvieron unas 6500 solicitudes de asilo, un gran salto respecto al a?o pasado. En 2019 hubo cifras r¨¦cord y esperamos ver algo similar si no m¨¢s en 2021. Lo que m¨¢s me sorprende es c¨®mo nuestras contrapartes y socios se han quedado durante la pandemia y han hecho su trabajo. Han seguido viendo el asilo como un servicio esencial que puede salvar vidas.

P. Se prev¨¦ que las solicitudes de asilo en M¨¦xico alcancen las 80.000 para finales de a?o, una cifra r¨¦cord. ?Cree que el pa¨ªs est¨¢ preparado para esto?

R. Est¨¢ trabajando a tope para esto, dir¨ªa en lenguaje coloquial. Creo que necesitan nuestro apoyo, el de la comunidad internacional. Pero no hay otra opci¨®n. La gente que huye de zonas en riesgo no tiene otra opci¨®n. Hay comunidades que siguen estando ocupadas por las pandillas y otras formas de violencia y amenazas y obviamente M¨¦xico est¨¢ cumpliendo con su responsabilidad compartida. Pero mientras incrementa su capacidad de asilo, necesita la ayuda de la comunidad internacional. Estamos hablando con otros pa¨ªses, incluyendo Espa?a, Canad¨¢ y Estados Unidos, para que aumenten con el apoyo que pueden proveer, no solo en t¨¦rminos econ¨®micos pero tambi¨¦n para apoyar a individuos que necesiten protecci¨®n internacional a trav¨¦s de reasentamientos u otras medidas humanitarias.

Espa?a acaba de anunciar que celebrar¨¢ un evento solidario el 10 de junio paralelamente a la cumbre de alto nivel del SICA [Sistema de la Integraci¨®n Centroamericana]. Ser¨¢ una oportunidad importante para, de nuevo, ofrecer apoyo adicional a M¨¦xico y otros pa¨ªses en su intento por proteger la vida de mucha gente que est¨¢ huyendo.

P. Estados Unidos ha insistido en que combatir la corrupci¨®n y la impunidad en Am¨¦rica Central es fundamental para atacar las causas de la migraci¨®n. Pero solo unos d¨ªas despu¨¦s de que el enviado de Joe Biden visitara la regi¨®n, el Congreso de Guatemala rechaz¨® juramentar a la presidenta de la Corte Constitucional, conocida por su lucha anticorrupci¨®n, y en El Salvador Nayib Bukele contin¨²a llevando el pa¨ªs en una direcci¨®n autoritaria. ?Usted cree que estas acciones tienen un efecto en la migraci¨®n?

R. Nosotros estamos de acuerdo con el enfoque estadounidense y con la aproximaci¨®n de esta administraci¨®n de Estados Unidos de no atajar solo las necesidades humanitarias en la regi¨®n, aunque definitivamente est¨¢n ayudando a poner el foco en esas preocupaciones despu¨¦s de los huracanes y las necesidades que han surgido de vivienda, inseguridad alimentaria y de ese tipo. Pero, como usted menciona, tambi¨¦n est¨¢ la gobernabilidad y el estado de derecho. Hay muchos factores que provocan el movimiento de personas y, si no los haces frente a todos en su conjunto, va a ser dif¨ªcil tener ¨¦xito en la estabilizaci¨®n [de los pa¨ªses], lo que permitir¨ªa a la gente quedarse en sus comunidades de manera segura, conseguir una forma de sustento, llevar a sus hijos a la escuela... Es algo que debemos tener en cuenta a la hora de trabajar con esos pa¨ªses.

Ahora, por ejemplo, estamos trabajando muy de cerca con el Gobierno de El Salvador en temas relacionados con el desplazamiento interno. A finales de 2019 aprobaron una ley importante relacionada con eso. Nos gustar¨ªa, por supuesto, ver que despu¨¦s se establecen los marcos legales que permitan implementar los servicios que requieren las personas que son desplazadas de sus casas dentro de El Salvador. Es algo a lo que el Gobierno se ha comprometido. Tenemos fuertes v¨ªnculos de debate y colaboraci¨®n con ellos y por supuesto la gobernanza es uno de los componentes de esas conversaciones.

En Guatemala, la situaci¨®n es diferente. Es pa¨ªs de origen, en el sentido de que tiene desplazamiento por parte de algunas comunidades, pero tambi¨¦n es un pa¨ªs de tr¨¢nsito y cada vez m¨¢s de recepci¨®n de asilados. De hecho, el ¨²ltimo a?o se registr¨® un aumento del 88% en el n¨²mero de solicitudes de asilo. En Ciudad de Guatemala hablamos con una familia de El Salvador que hab¨ªa recibido el estatus de refugiada hace un par de meses. Los dos miembros de la familia con los que hablamos ya estaban trabajando y gan¨¢ndose la vida y su hijo estaba en la escuela.

Pero sin una estrategia que contemple no solo las protecciones humanitarias inmediatas y de ayuda, sino el desarrollo en general, con las razones subyacentes que hacen que la gente se vaya ¡ªque, como acabamos de hablar son cuestiones complicadas, como la pobreza, las cuestiones clim¨¢ticas, la persecuci¨®n, la inseguridad... ¡ª; todas son parte de una ecuaci¨®n y, si no lidias con todas ellas, no vas a ver una manera sostenible de estabilizar la regi¨®n.

P. En la frontera norte de M¨¦xico, miles de migrantes han sido expulsados de manera expr¨¦s por EE UU y muchos de ellos se han quedado varados en peligrosas ciudades fronterizas. En Reynosa, cientos de migrantes sobreviven en un campamento, con miedo a ser secuestrados o extorsionados por los c¨¢rteles, a 90 kil¨®metros de Matamoros, donde Biden desmantel¨® hace poco m¨¢s de dos meses otro campamento. ?Qu¨¦ deber¨ªan hacer M¨¦xico y EE UU para acabar con eso de una vez?

R. S¨ª, los campamentos no son la soluci¨®n. Como dice, no son ¨¢reas seguras en las que identificar qui¨¦nes necesitan seguridad internacional y se pone a la gente en peligro sin necesidad. Por supuesto, al principio de esta administraci¨®n aplaudimos el compromiso para acabar con los Protocolos de Protecci¨®n de Migrantes y ayudamos a poner en marcha, con la ayuda de EE UU y M¨¦xico, una manera para atender esos casos, muchos de los cuales estaban ah¨ª, en zonas fronterizas esperando.

Hace unas semanas estuve en San Diego y estuvimos viendo en el otro lado, el estadounidense, c¨®mo los est¨¢n procesando. Hemos visto un enorme progreso en cuanto al n¨²mero de personas registradas y que han pasado. Creo que estamos en unas 17.000 y ha sido un proceso muy ordenado para identificar y procesar a quienes necesitan protecci¨®n internacional. Es algo en lo que estamos colaborando de cerca con M¨¦xico y Estados Unidos.

Ese es el tipo de modelo que deber¨ªamos usar en los esfuerzos que Estados Unidos est¨¢ tratando de poner en su sistema de asilo para poder analizar los casos que requieren de protecci¨®n internacional y para poder tener acceso a la frontera de EE UU y a territorio estadounidense. Definitivamente es algo que ver¨ªamos con buenos ojos y sabemos que est¨¢n tomando los pasos necesarios para ello. Y obviamente, hasta entonces, no recomendar¨ªamos que la gente pase tiempo en la frontera esperando, sino que sean parte de un proceso y un sistema formal por el que podamos escuchar sus casos y encargarnos de ellos de forma que se protejan sus vidas y hacer lo que sea mejor para sus intereses y los de la seguridad en la regi¨®n.

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