Un empresario demanda en Miami a Google y YouTube por permitir la reproducci¨®n de 3.000 pel¨ªculas mexicanas pirateadas
Carlos Vasallo, due?o de los derechos de m¨¢s de 3.000 filmes mexicanos, busca modificar la ley que regula los contenidos en las plataformas digitales
El empresario espa?ol Carlos Vasallo se ha sumergido en la batalla m¨¢s dif¨ªcil. Due?o de m¨¢s de 3.000 pel¨ªculas mexicanas, ha abierto un frente legal contra Google y YouTube ¡ªpropiedad de la primera¡ª por reproducir sus t¨ªtulos sin pagar derechos de autor. Despu¨¦s de seis a?os de intentos por resolver el conflicto con la empresa, Vasallo present¨® hace tres semanas la demanda en un tribunal en Miami. ¡°He hecho todo lo que pod¨ªa para no tener que llegar a juicio¡±, dice, pero ha seguido adelante para evitar que los gigantes tecnol¨®gicos de Estados Unidos ¡°se queden con todo¡±. El empresario busca ahora incitar el debate para modificar la ley que regula los contenidos en las plataformas digitales para que se respeten los derechos de autor.
Vasallo es un empresario exitoso. Presidente y CEO de la cadena Am¨¦rica CV Network, tiene cientos de empleados en las oficinas repartidas por varios pa¨ªses, y es propietario de cinco casinos en la Riviera Maya y una constructora en Espa?a. Lleg¨® a M¨¦xico a principios de los 70, y desde entonces ha acumulado los derechos de la mitad del cine nacional. ¡°Yo no tengo pel¨ªculas mexicanas, tengo la historia del cine mexicano¡±, dice en entrevista con EL PA?S. Maclovia, La ley del monte, El d¨ªa del compadre o Maten a Chinto el violento son algunos de los t¨ªtulos de su extensa colecci¨®n. Una biblioteca de m¨¢s de 3.000 pel¨ªculas que se encuentra ahora en el ojo de la disputa legal.
La batalla de Vasallo con Google y YouTube comenz¨® hace seis a?os, cuando el empresario not¨® que la plataforma de videos no solo permit¨ªa que los usuarios subieran sus pel¨ªculas pirateadas, sino que adem¨¢s le pon¨ªan publicidad al contenido. En octubre de 2014, contrat¨® un buffet de abogados de Nueva York para abrir la conversaci¨®n con el gigante estadounidense. La lucha se pronosticaba dif¨ªcil, la compa?¨ªa estaba protegida por la Ley de Derechos de Autor de la Era Digital, conocida como Millenium, aprobada en 1998. Bajo esta legislaci¨®n, la pol¨ªtica de YouTube es retirar los videos que encuentren violatorios a los derechos de autor y cancelar la cuenta despu¨¦s de que la infracci¨®n se repita tres veces. Un mecanismo que, seg¨²n el empresario, fue dise?ado cuando estas plataformas no comercializaban con el producto.
La primera vez que se sentaron a la mesa, la compa?¨ªa estadounidense le ofreci¨® subir de forma oficial todas sus pel¨ªculas a la plataforma para compararse ¡°como un negativo¡± con las pirateadas y as¨ª poder eliminar autom¨¢ticamente las falsas. Pero ese acuerdo implicaba dejar atr¨¢s todas las violaciones a los derechos de autor que su biblioteca ya hab¨ªa sufrido. ¡°Les ped¨ª un contrato, pero ellos dec¨ªan ¡®del pasado, pasado¡¯, y yo dije ¡®no estoy de acuerdo, quiero que hagamos un acuerdo monetario por los 300 millones de reproducciones ilegales que hubo antes de esto¡±, cuenta. Tras varios intentos de negociaci¨®n, Vasallo contrat¨® a un equipo que monitoreara si 700 t¨ªtulos de su colecci¨®n aparec¨ªan ilegalmente en la plataforma.
La idea era notificar a Google cuando encontraran una pel¨ªcula pirateada y que YouTube la eliminara. ¡°En seis a?os, he bajado m¨¢s de 3.500 canales, y le hemos dado 10.000 notificaciones¡±. El mecanismo, sin embargo, no funcionaba. Cada vez que se quitaba un contenido, se volv¨ªa a subir al rato, y cada vez que se eliminaba una cuenta, se volv¨ªa a abrir con otro nombre, asegura. ¡°Les hablo y les digo: ¡®Esta mec¨¢nica no funciona¡¯. Y no me hacen ni caso¡±. Seis a?os despu¨¦s de la primera conversaci¨®n con la compa?¨ªa de EE UU y sin una soluci¨®n a la vista, decidi¨® preparar una demanda ¡°para que dejen de pasar las pel¨ªculas y cuantifiquen el da?o¡±. La legislaci¨®n establece que la primera violaci¨®n a los derechos de autor recibe una sanci¨®n de 30.000 d¨®lares. La segunda, es considerada como maliciosa, y se pena con 150.000 d¨®lares. Este peri¨®dico consult¨® a Google sobre el tema y la empresa refiri¨® que no tiene comentarios ¡°sobre este asunto¡±, seg¨²n una portavoz.
Google intenta por lo general evitar los tribunales con acuerdos, y Vasallo entiende el desaf¨ªo que implica llevar a juicio a un gigante. ¡°Estoy consiente de que es una lucha desigual, pero tambi¨¦n estoy totalmente convencido que siendo peque?ito en proporci¨®n, es mi obligaci¨®n defender lo m¨ªo. Yo hago la lucha¡±, dice. Su esfuerzo, adem¨¢s, tiene la intenci¨®n de ir m¨¢s all¨¢. ¡°Es un asunto que puede modificar la protecci¨®n para el intercambio de archivos, hay que discutir la normativa, como est¨¢ pasando en Europa ahora mismo. Tratar¨¦ de luchar en Washington para que me oigan¡±, concluye.
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