El asesinato del defensor yaqui Luis Urbano exhibe de nuevo el peligro de la lucha por el agua en Sonora
Este crimen se suma a la desaparici¨®n hace apenas dos semanas del l¨ªder de la comunidad Tom¨¢s Rojo. Ambos estaban implicados en la defensa ambiental frente a Gobiernos federales y estatales
El crimen ha sacudido de nuevo a la golpeada tribu yaqui. El defensor ambiental Luis Urbano ha sido asesinado esta semana en el centro de Ciudad Obreg¨®n, en Sonora. Hace menos de dos semanas desapareci¨® Tom¨¢s Rojo, uno de los l¨ªderes hist¨®ricos de la comunidad, cuando sal¨ªa a pasear por la ma?ana en V¨ªcam, cerca de Cajeme. Todav¨ªa no hay rastro de ¨¦l. Ambos activistas estaban implicados en la defensa del agua y el territorio frente al crimen organizado y las autoridades federales y estatales. Estas agresiones son una prueba m¨¢s de la dif¨ªcil situaci¨®n que atraviesa esta tribu, conocida por su larga lucha para proteger el r¨ªo Yaqui y sus tierras.
Urbano fue asesinado a tiros este martes cuando sal¨ªa de sacar dinero en un cajero. El activista, de 36 a?os, se encargaba de acompa?ar a las autoridades tradicionales yaquis. Definido como un joven trabajador, siempre de buen humor y muy querido por su comunidad, Urbano se convirti¨® poco a poco en un interlocutor de las demandas y peticiones de la tribu, centradas en la defensa identitaria y medioambiental. En 2015, Urbano particip¨® en una caravana nacional por la defensa del agua y el territorio. Ante cientos de personas en el Deportivo de Xochimilco, en Ciudad de M¨¦xico, evidenci¨® los riesgos que supon¨ªa para su comunidad la cada vez m¨¢s cruenta lucha por el agua: ¡°Lo que vi en este recorrido es que nos siguen pisoteando, maltratando. Miles estamos a punto de caer en la marginaci¨®n y la pobreza se agudizar¨¢ por las reformas estructurales¡±.
El a?o pasado, el defensor ambiental particip¨® en el documental Laberinto Yo¡¯eme sobre la resistencia del pueblo yaqui ante el desv¨ªo de agua y el avance del crimen organizado en su territorio. Sergi Pedro Ros, director de la cinta y amigo de Urbano y de Rojo, identifica estos dos cr¨ªmenes como una muestra de la permisividad que hay hacia la violencia que sufre la tribu yaqui con total impunidad. ¡°Lejos de detenerse, esa violencia est¨¢ aumentado. Y es grav¨ªsimo¡±, se?ala Pedro Ros a EL PA?S.
El cineasta recuerda que Luis Urbano estaba muy preocupado por la desaparici¨®n de Tom¨¢s Rojo. Los dos activistas eran coet¨¢neos y ambos han sido ¡°desactivados¡± al mismo tiempo. ¡°El mensaje parece que va dirigido para todos, pero no solo de la tribu yaqui, sino para todos los defensores ambientales de M¨¦xico¡±, se?ala. El director desconoce la motivaci¨®n o relaci¨®n entre los dos cr¨ªmenes, pero s¨ª cree que estaban atentando contra ellos por ser lo que eran: yaquis. ¡°Porque son due?os de sus tierras, son ind¨ªgenas en Sonora y eso parece que no se puede tolerar¡±, apunta.
En los ocho pueblos yaqui viven alrededor de 40.000 habitantes. La mayor¨ªa, 12.000, reside en V¨ªcam. Todos se abastecen de un sistema de tres presas que nutre el r¨ªo Yaqui. La pelea por el agua viene de lejos y la intensidad ha ido variando con los a?os. En 1940, cuando solo hab¨ªa una presa, La Angostura, el presidente L¨¢zaro C¨¢rdenas concesion¨® la mitad del agua a los yaquis. Con el paso del tiempo se construyeron dos m¨¢s, El Novillo y La Oviachic.
La ampliaci¨®n de la infraestructura h¨ªdrica no ha mejorado la perspectiva de la comunidad. ¡°Por la corrupci¨®n, se han emitido m¨¢s derechos de agua de los que tiene capacidad de soportar la cuenca. Incluso, muchas de esas concesiones no se usan, sino que sirven para especular y luego adquirir derechos de uso de suelo para hacer fraccionamientos habitacionales o cosas as¨ª¡±, explic¨® a EL PA?S el l¨ªder yaqui Mario Luna.
Estas ¨²ltimas semanas la presi¨®n hacia la comunidad ha escalado. Al asesinato de Agust¨ªn El Roque V¨¢ldez, hijo de un hist¨®rico l¨ªder yaqui de Loma de Guam¨²chil, a principios de mayo le sigui¨® la desaparici¨®n de Tom¨¢s Rojo y despu¨¦s el asesinato de Urbano. L¨ªder consolidado y vocero de la comunidad, Rojo fue perseguido pol¨ªticamente durante el sexenio del exgobernador Guillermo Padr¨¦s (2009-2015), cuando ocurri¨® la llamada guerra por el agua en Sonora.
Esta lucha se agudiz¨® por la construcci¨®n del acueducto Independencia, preparada para llevar millones de litros c¨²bicos del r¨ªo Yaqui a Hermosillo, la capital del Estado. Los yaquis protestaban porque esta sobreexplotaci¨®n de los recursos no garantizaba el agua para sus pueblos. Los dejaba sedientos en mitad del desierto. El choque con el Gobierno panista llev¨® a Rojo a esconderse y a Mario Luna incluso a la c¨¢rcel. Aunque en 2013 la Suprema Corte de Justicia pidi¨® paralizar la obra y orden¨® que hab¨ªa que consultar sobre ella a la tribu yaqui, la construcci¨®n sigui¨® y el acueducto a d¨ªa de hoy ya est¨¢ funcionando.
Mientras contin¨²a la b¨²squeda de Rojo, su familia ha emitido un comunicado que exhibe la dura situaci¨®n que atraviesa la comunidad: ¡°Exigimos que pare la violencia al interior de la tribu yaqui y en el Estado de Sonora. Nuestra Naci¨®n Yaqui est¨¢ bajo asedio y es debido a intereses pol¨ªticos que se pretenden coartar nuestros derechos y opacar nuestra lucha ancestral en la defensa de nuestro territorio, nuestra agua y nuestros recursos naturales¡±.
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