Cuando L¨®pez Obrador hace pol¨ªtica y gobierna
Las legislativas de 2021 solo incrementaron la tensi¨®n con un Gobierno federal que margin¨® a los gobernadores de las decisiones trascendentales
La primera alternancia de la democracia mexicana encall¨® en una muralla de gobernadores pri¨ªstas. Los dos Ejecutivos surgidos del PAN (2000-2012) no edificaron una hegemon¨ªa que impusiera nuevas reglas a mandatarios locales que no por nada entonces fueron llamados virreyes. As¨ª paviment¨® el PRI su retorno a la presidencia en 2012, desde los presupuestos estatales. Sin escatimar todo tipo de rudezas Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador sorte¨® esa trampa, pero pasadas las elecciones intermedias ha comenzado a forjar alianzas que muestran que el beligerante presidente mexicano es tambi¨¦n un elaborado pol¨ªtico.
En octubre de 2020 la prensa dio cuenta de un titular que pertenec¨ªa al siglo pasado. ¡°Gana el PRI carro completo¡± es una frase que trae malos ecos a los mexicanos. Pero publicada en la actualidad, la noticia surgida de las elecciones locales de ese mes en Coahuila e Hidalgo resultaba sorprendente porque el derrotado era Morena, el partido del avasallante L¨®pez Obrador. Sorprendente para la opini¨®n p¨²blica, pero no para AMLO, que interpret¨® esos resultados como la confirmaci¨®n de que los gobernadores opositores desv¨ªan el presupuesto p¨²blico para influir en los votantes. La a?eja desconfianza del mandatario en sus pares estatales solo creci¨®.
Para entonces, L¨®pez Obrador ya hab¨ªa establecido su estilo personal de (mal)tratar a los gobernadores que no eran de su movimiento, en 2019 solo uno de cada cinco mandatarios estatales eran morenistas. Otra vez un presidente ten¨ªa en contra a la gran mayor¨ªa de los gobernadores pero a Andr¨¦s Manuel no lo iban a capturar. Si para dejarlo claro ten¨ªa que humillarlos, sea. Las visitas del presidente a los estados inauguraron un patr¨®n que romp¨ªa con las viejas formalidades y cortes¨ªas que tales funcionarios sol¨ªan dispensarse en p¨²blico: los abucheos en contra de los virreyes en su propio cotarro fue una novedad con mucho trasfondo.
En el pasado, un presidente reci¨¦n llegado era calado ¨Cpuesto a prueba¨C por sindicatos, empresarios y otros grupos de inter¨¦s. Y desde los a?os noventa incluso por los gobernadores. Pero a partir de 2018 L¨®pez Obrador fue un quebrantahuesos. Desde la ma?anera estableci¨® el acoso y derribo de funcionarios de reguladores aut¨®nomos, periodistas e intelectuales cr¨ªticos y, por supuesto, de militantes de la oposici¨®n, incluidos gobernadores, con quienes cumpli¨® a secas las dispensas formales o legales. Eso desde Palacio Nacional, mientras que sus visitas al territorio opositor se convirtieron en hostiles m¨ªtines donde el que jugaba de local terminaba injuriado.
Las legislativas de 2021, donde adem¨¢s se disputaron la mitad menos una de las gubernaturas del pa¨ªs, solo incrementaron la tensi¨®n con un Gobierno federal que margin¨® a los gobernadores de las decisiones trascendentales, como las del manejo de la pandemia, incluida la vacunaci¨®n contra la covid-19; la Federaci¨®n incluso emprendi¨® acciones legales por graves cargos en contra de uno de los pocos gobernadores, el de Tamaulipas (PAN), que no se qued¨® callado en una visita del hostil L¨®pez Obrador a su Estado.
Pero pasadas las elecciones ¨Cen las que su movimiento gan¨® 12 gubernaturas por lo que ahora tendr¨¢ m¨¢s de la mitad de las 32 entidades federativas¨C han ocurrido cosas que hablan de que el presidente ha iniciado una nueva etapa. No una de un federalista non, como cabr¨ªa esperar de alguien que se dice alumno de la Reforma del siglo XIX. No. Su relaci¨®n con los gobernadores seguir¨¢ marcada por sus ganas de uniformar al pa¨ªs del color de Morena antes que por abrazar la diversidad nacional. Pero s¨ª una donde ha de elegir aliados para que ah¨ª donde no ha podido ganar sean tambi¨¦n incapaces de avanzar aquellos a los que m¨¢s busca desterrar: los prianistas. Por eso hoy ve con buenos ojos a Movimiento Ciudadano y a sus dos gobernadores, el de Jalisco con que el que ha sostenido sonoros diferendos desde 2018, y el de Nuevo Le¨®n, importante entidad que en los comicios de junio pasado fue ganada por el partido naranja.
Ay Jalisco no te rajes
Luego de la elecciones intermedias, L¨®pez Obrador ha tenido ya dos reuniones con el Gobierno de Jalisco. Si eso no fuera ya notable, que en tan breve periodo este presidente se haya sentado con un gobernador de oposici¨®n un par de veces, hay que decir que lo ha hecho en un formato poco visto: no solo se entrevistaron ellos, sino que hubo delegaciones de ambos. Que el presidente se re¨²na con el Ejecutivo de un importante Estado parecer¨ªa un hecho de una rutinaria intrascendencia en otro pa¨ªs o contexto, pero en el M¨¦xico de L¨®pez Obrador supone un acto pol¨ªtico de envergadura.
Los temas ah¨ª tratados a¨²n son generalidades ¨Cproyectos de infraestructura o saneamiento de cuencas que para ser realidad han de encontrar a¨²n espacio en el excel del presupuesto de 2022, que la Federaci¨®n entregar¨¢ a la C¨¢mara de Diputados en septiembre. Pero la lectura pol¨ªtica es que Andr¨¦s Manuel se ha puesto a hacer pol¨ªtica con opositores, de cara a las elecciones de 2024 y con la divisa de que ¨¦l gana si pierden los partidos que han prometido enfrentarlo coaligados en el Congreso de la Uni¨®n.
Enrique Alfaro, el gobernador de Jalisco surgido de Movimiento Ciudadano, es como L¨®pez Obrador: abrasivo con la prensa, brusco de maneras a la hora de lidiar con reclamos de colectivos de mujeres y v¨ªctimas, y presto a los discursos chovinistas. Quiz¨¢ por eso mismo ambos chocan. Y quiz¨¢ eso es lo que los ha reunido. Se pelean en p¨²blico y, ganadores como son del 6 de junio, se entienden en privado. Otros gobernadores quisieran al menos eso.
L¨®pez Obrador respeta (y esa frase no se escribe a menudo) a quienes ¨¦l cree que no utilizan el presupuesto para ganar en elecciones. As¨ª ha trazado una buena relaci¨®n con los actuales gobernadores de Sinaloa, Sonora y Nayarit, que vieron c¨®mo sus estados perdieron en junio la gubernatura, pero no as¨ª con el de Michoac¨¢n, tambi¨¦n derrotado pero al que no ha querido ver a pesar de que se le ha ido a sentar en la puerta de Palacio Nacional en demanda de audiencia.
Pero hoy a Alfaro le reconoce que gan¨® en su Estado ¨Cen Jalisco Movimiento Ciudadano retuvo la capital e importantes municipios, as¨ª como el Congreso local. Mas tambi¨¦n le reconoce que sea un actor que podr¨ªa crecer en la rala baraja opositora en la ruta de la sucesi¨®n presidencial de 2024. Con L¨®pez Obrador, Alfaro ha tenido una relaci¨®n tensa, donde el gobernador no ha escatimado cr¨ªticas al Gobierno federal y en particular a su zar anticovid, a quien ni m¨¢s ni menos esta misma semana al salir de la segunda reuni¨®n con el presidente volvi¨® a zarandear al acusarlo de no ayudar a su Gobierno a vacunar a m¨¢s jaliscienses para protegerlos en plena tercerla ola de la pandemia. Al d¨ªa siguiente, en vez de reprimenda el de Movimiento Ciudadano recibi¨® la noticia de que en cuesti¨®n de horas tendr¨ªa vacunas para aplicarlas en Puerto Vallarta a todos los mayores de 18 a?os. La vociferante relaci¨®n da frutos.
Algo parecido ha ocurrido con Samuel Garc¨ªa, que gan¨® en Nuevo Le¨®n para Movimiento Ciudadano. Durante la campa?a, el presidente utiliz¨® la ma?anera para atacarle, y desde el Gobierno hubo filtraciones de supuestos il¨ªcitos financieros de la familia del regiomontano; pero tras de que triunfara el presidente mismo ha desestimado los se?alamientos y esta semana incluso le ha defendido de la autoridad electoral, que ha acusado al emecista de gastos indebidos. L¨®pez Obrador sabe que si los de MC ganan, la suma de la oposici¨®n pierde y con el caso del neoleon¨¦s incluso hoy busca desacreditar a la autoridad electoral, que es el siguiente objetivo pol¨ªtico del presidente.
En las legislativas pasadas Movimiento Ciudadano renunci¨® a ir en bloque con los otrora tres grandes partidos de M¨¦xico: Acci¨®n Nacional, el Revolucionario Institucional y el de la Revoluci¨®n Democr¨¢tiva. Por esa negativa fue acusado de prestarse no solo a dividir a la oposici¨®n, sino de hacerlo en acuerdo con L¨®pez Obrador. Los del partido naranja negaron ser el esquirol del presidente pero ahora se beneficiar¨¢n de una estrategia gubernamental que ha dejado clara su intenci¨®n de darles un estatuto que regatear¨¢ a los dem¨¢s.
Es una relaci¨®n privilegiada donde el presidente no tiene nada qu¨¦ perder. Ayudar¨¢ a Alfaro a cerrar bien su ejercicio y a Samuel le dar¨¢ apoyo presupuestal para tener un buen arranque de Gobierno. Nadie puede descartar que a cambio Movimiento Ciudadano apoye al presidente en el Congreso, pero ser¨¢ a partir de un nuevo entendimiento, uno forjado por un L¨®pez Obrador que se sienta a revisar proyectos estatales de sus opositores y promete encontrar el presupuesto que ha escatimado a mujeres, cient¨ªficos y hasta enfermos.
En retribuci¨®n l¨®gica, la demandaba de algunos gobernadores para que L¨®pez Obrador aceptara una cirug¨ªa correctiva del pacto fiscal, y donde Jalisco y Nuevo Le¨®n son imprescindibles, quedar¨¢ desinflado. Nobleza obliga. Porque el estridente pol¨ªtico que en cada ma?anera parece al¨¦rgico a negociar ha iniciado una ruta de acuerdos con MC que muestran otra de las caras de Andr¨¦s Manuel. ?l, que tiene un ej¨¦rcito electoral-asistencial incrustado en la secretar¨ªa del Bienestar¨C decide qui¨¦n de los gobernadores se port¨® bien en las elecciones y qui¨¦n no. Y con algunos de ellos ahora establecer¨¢ un canal de comunicaci¨®n y colaboraci¨®n que ser¨¢ la excepci¨®n, no la regla, del intento polarizador del presidente. A Alfaro y a Garc¨ªa no les dar¨¢ tanto como quieren ni como necesitan sus estados, y lo har¨¢ ¨Cotra vez¨C solo en para aquellos proyectos que el presidente, y no los gobernadores, cree que valen la pena.
Porque novedosas como sean estas cortes¨ªas de L¨®pez Obrador para los emecistas, no constituyen actos de gobierno, son calculadas notas de su pauta para seguir construyendo la hegemon¨ªa que los panistas no pudieron ni iniciar y que el priismo vio desmoronarse: el nuevo proyecto pol¨ªtico de M¨¦xico no es federalista, somete a los gobernadores a una voluntad ¨²nica. Es un presidencialismo pri¨ªsta reloaded. Uno donde el jefe de la Rep¨²blica domina que la disciplina se aplicar¨¢, como en el pasado, discrecionalmente. Donde ¨¦l, y no los votantes, definir¨¢n los espacios en los cuales algunos opositores pueden coexistir e incluso tener proyectos. Ha elegido a Movimiento Ciuadadno para anular a las otras oposiciones. Jalisco y Nuevo Le¨®n podr¨ªan ganar de ello. El pa¨ªs, dif¨ªcilmente.
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