No al Permanece en M¨¦xico
El pa¨ªs no debe aceptar nuevamente que quienes soliciten asilo en Estados Unidos esperen sus procesos en nuestro territorio
El Gobierno mexicano no ha fijado una postura clara con respecto a la reciente decisi¨®n de la Corte Suprema de Estados Unidos, que obliga al gobierno de Biden a reinstalar el programa de Permanece en M¨¦xico, puesto en marcha en 2018 por el gobierno de Trump e identificado por las organizaciones pro-migrantes como una de las decisiones m¨¢s violatorias a los derechos humanos de las personas en movilidad. Tanto la Canciller¨ªa como el Presidente L¨®pez Obrador, han mencionado que es una decisi¨®n unilateral del vecino pa¨ªs del norte y que no afecta la pol¨ªtica migratoria mexicana. Sin embargo, su implementaci¨®n no podr¨ªa darse sin nuestro apoyo.
M¨¦xico no debe aceptar nuevamente que quienes soliciten asilo en Estados Unidos esperen sus procesos en nuestro territorio. Entre 2018 y 2020, m¨¢s de 70 mil migrantesestuvieron varados en seis puntos de la frontera en condiciones insalubres y seg¨²n Human Right Watch cerca del 80% sufrieron alg¨²n tipo de abuso. Los tiempos de espera fueron prolongados y se viol¨® el debido proceso de muchos de ellos. Aunado al hecho de que solo el 5% de las solicitudes fueron otorgadas, algunos migrantes se quedaronen M¨¦xico, otros regresaron al peligro del que hu¨ªan en sus pa¨ªses de origen y algunos m¨¢s cruzaron hacia Estados Unidos de manera ilegal con alg¨²n pollero o grupo criminal.
La reinstalaci¨®n del programa Permanece en M¨¦xico podr¨ªa resultar incluso peor que en los tiempos de Trump. Adem¨¢s de ser contrario al derecho internacional humanitario, hoy se suman nuevos focos rojos que empeoran el escenario. Existe un aumento en el flujo migratorio, particularmente de menores no acompa?ados y de n¨²cleos familiares. Seg¨²n datos de Aduanas y Protecci¨®n Fronteriza (CBP), de octubre de 2020 a julio de 2021, el n¨²mero de detenidos ascendi¨® a poco m¨¢s de un mill¨®n y medio, superando por mucho las cifras del gobierno republicano.
A este panorama adverso, debemos sumar el aumento del 72.99% en las deportaciones v¨ªa T¨ªtulo 42, respecto de las realizadas durante el periodo de Trump. Con el pretexto de la pandemia, esta pol¨ªtica retorna a cientos de migrantes centroamericanos diariamente a M¨¦xico, a trav¨¦s de 5 puntos de recepci¨®n: Ciudad Ju¨¢rez, Tijuana, Nogales y,recientemente, Tapachula y Villahermosa. Tambi¨¦n afecta elreciente anuncio de la figura de deportaci¨®n expedita; el incremento en el abuso hacia migrantes por parte de grupos del crimen organizado; la prevaleciente impunidad en materia de tr¨¢fico de personas y las condiciones de saturaci¨®n e inseguridad en la frontera.
La orden de reinstalar Permanece en M¨¦xico se encuentra a¨²n en apelaci¨®n. Ante la falta de claridad de la Corte respecto a la supuesta violaci¨®n que el Departamento de Seguridad cometi¨® al cancelar el programa, la administraci¨®n de Biden debe presentar argumentos jur¨ªdicos s¨®lidos. Sin embargo, mientras contin¨²a el proceso, existe la obligaci¨®n de reinstalarlo inmediatamente. Esto requiere negociar temas sensibles con el gobierno mexicano, situaci¨®n que sienta un precedente y desaf¨ªa el principio del no intromisi¨®n de la Corte en asuntos de otro pa¨ªs, p¨¦simo augurio para el resultado final de la apelaci¨®n.
Que quede claro, M¨¦xico tiene la ¨²ltima palabra en este asunto. Esperemos que la decisi¨®n que tome en los siguientes d¨ªas, est¨¦ a la altura del discurso humanista del gobierno. Nuestro pa¨ªs cuenta con una larga tradici¨®n de asilo y refugio, lo que ha quedado refrendado con el reciente ofrecimiento de protecci¨®n a las personas que abandonaron Afganist¨¢n para salvar sus vidas. En congruencia con esta visi¨®n humanitaria y en ejercicio de nuestra soberan¨ªa, debemos decir no a la reinstalaci¨®n del programa de Permanece en M¨¦xico, reivindicando el car¨¢cter independiente del Estado mexicano, en este tema que afectalos derechos fundamentales de miles de solicitantes de asilo de Centroam¨¦rica y que complica a¨²n m¨¢s la situaci¨®n en la frontera norte de nuestro pa¨ªs.
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