Dejemos de reventar la conversaci¨®n p¨²blica
Es tiempo de convocar al di¨¢logo e insistir en que es posible a pesar de las estridencias
Y entonces me difamaron desde Palacio Nacional.
A m¨ª y a un grupo de personas que, sin deberla ni temerla, terminamos metidos en un mismo saco de teor¨ªas de conspiraci¨®n junto con cuentas falsas, troles y usurpadores de identidad.
Desde Palacio Nacional, frente a la mirada complaciente del presidente de la Rep¨²blica, Ana Elizabeth Garc¨ªa Vilchis, vocera del fr¨ªvolo ejercicio semanal de intimidaci¨®n que se llama Qui¨¦n es qui¨¦n en las mentiras, dictamin¨® que los ah¨ª exhibidos integramos una red de conspiraci¨®n bajo el paraguas de ¡°tridenteideas¡± con el ¡°fin golpista¡± de dinamitar al Gobierno de L¨®pez Obrador. Que si se hab¨ªan retuiteado notas falsas sobre Gas Bienestar, que si se hab¨ªan creado cuentas falsas para orquestar ataques, que si todos compart¨ªamos en nuestras biograf¨ªas de Twitter un mismo correo electr¨®nico, que si la manga del muerto.
En d¨ªas pasados nos difamaron desde Palacio Nacional.
Por dem¨¢s est¨¢ decir que ni yo ni la mayor¨ªa de los se?alados formamos parte de red golpista alguna (de las cuentas ap¨®crifas que usurparon nuestra identidad no puedo decir nada porque no s¨¦ qui¨¦nes son ni de d¨®nde vienen y me sigo deslindando categ¨®ricamente de ellas). Lo que s¨ª afirmo con orgullo es que hace unos tres a?os, un par de socios y yo decidimos crear una empresa (que paga impuestos y da empleo) para ofrecer servicios de consultor¨ªa, aceleraci¨®n y capacitaci¨®n. Y que en ese proceso hemos invitado a personas de muy diferentes ¨¢mbitos y puntos de vista a dar conferencias o talleres, algunas de las cuales tienen en sus biograf¨ªas de Twitter un correo de contacto para su posible contrataci¨®n.
?Suena ?o?o?
Lo es. Lamento no tener nada m¨¢s jugoso que ofrecerles.
Es m¨¢s, suena a que le apostamos a emprender en M¨¦xico. ?Vaya pecado!
Pero en d¨ªas pasados decidieron difamarnos desde Palacio Nacional.
Resulta que cuentas tuiteras muy diversas, la mayor¨ªa brutalmente agresivas contra el Gobierno de L¨®pez Obrador y la 4T, usurparon el correo de contacto para publicarlo en sus biograf¨ªas de Twitter. Paso siguiente: desde la conferencia ma?anera de Palacio Nacional se nos acus¨® a todos de formar parte de una red golpista en contra de este Gobierno. A todos, sin distingo. Y a m¨ª, en particular, de ser una especie de articuladora de la misma. ?Alguna vez me llamaron para preguntar si era cierto? ?Para contrastar fuentes? No, solo acusaron. Porque desde el ejercicio de intimidaci¨®n que es el Qui¨¦n es qui¨¦n en las mentiras hay revancha, no metodolog¨ªa.
Ya conocemos lo que sigue despu¨¦s de un se?alamiento as¨ª, por m¨¢s rid¨ªculo que sea. Hordas en redes sociales que agreden y violentan. Y agreden y violentan y agreden y violentan y agreden y violentan. Adem¨¢s, acosos f¨ªsicos porque desde Palacio se sugiri¨® al respetable un ¡°investiguen ustedes mismos¡±.
Nos cay¨® una lluvia de mierda para intimidar y silenciar.
?Ahora qu¨¦ hacemos?
?A qui¨¦n beneficia seguir reventando la posibilidad de una conversaci¨®n p¨²blica como sucede diario desde todos los extremos del espectro pol¨ªtico?
Como soy optimista, o la edad me lo permite, creo que todav¨ªa estamos a tiempo de imaginar espacios para superar la polarizaci¨®n o para ir m¨¢s all¨¢ de ella. No espero una disculpa p¨²blica ni una reivindicaci¨®n desde Palacio Nacional. Nunca suceder¨¢ porque la revancha no reconoce errores, sino que se alimenta de la adrenalina de los efectos de la intimidaci¨®n. Es m¨¢s, se crece en ella.
Entonces, ?qu¨¦ hacemos?
Me parece que (todav¨ªa) es tiempo de convocar a otro di¨¢logo p¨²blico y a insistir en que es posible a pesar de las estridencias. Pensar en sentarnos a dialogar, quienes as¨ª lo deseamos, para tender puentes, para visibilizar a los muchos y las muchas que se sienten excluidas de los jaloneos ideol¨®gicos. Celebrar la moderaci¨®n activa como un espacio de convergencia.
Cosa de pensarle y de convocar.
Las lluvias de mierda, como las que hemos vivido tantos, solo cancelan cualquier escenario de interlocuci¨®n. Y salvo que algunos le est¨¦n apostando a un pa¨ªs de soliloquios confrontados, m¨¢s nos vale encontrar caminos de conversaci¨®n.
O que el ¨²ltimo apague la luz.
PD. Agradezco las much¨ªsimas muestras de cari?o y solidaridad tras lo sucedido la semana pasada. Lo ¨²nico bueno de las lluvias de mierda es que se ven opacadas por torrentes de vibras amorosas.
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