Estados Unidos triplica la recompensa por la captura del narcotraficante Ismael ¡®El Mayo¡¯ Zambada

Estados Unidos ha triplicado este mi¨¦rcoles la recompensa que ofrece por el l¨ªder del cartel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada. En un comunicado del Departamento de Estado, el Gobierno estadounidense ha anunciado que aumenta de cinco a 15 millones de d¨®lares el valor de la informaci¨®n que pueda llevar al arresto del narcotraficante. El incremento responde, dicen, al estatus de liderazgo que tiene Zambada dentro de la organizaci¨®n. El anuncio de la recompensa se complementa con el de la inclusi¨®n de ocho colaboradores de El Mayo en la lista negra del Departamento del Tesoro estadounidense.

Zambada tiene una condici¨®n rara dentro del mundo de los narcos: nunca ha pisado la c¨¢rcel. Con 73 a?os, el l¨ªder supremo del cartel de Sinaloa, el compadre de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, jam¨¢s ha sido detenido. El Gobierno de EE UU busca ahora que eso cambie. Est¨¢ colocado como el segundo delincuente m¨¢s buscado de la DEA; el primero, por 20 millones de d¨®lares, es Rafael Caro Quintero, exl¨ªder del cartel de Guadalajara y con el que la agencia de narc¨®ticos estadounidense tiene un asunto personal pendiente tras la tortura y asesinato de su agente Enrique Kiki Camarena.

Este mi¨¦rcoles, EE UU ha a?adido en la Ley de Designaci¨®n de Capos de Narc¨®ticos Extranjeros, conocida como Ley Kingpin, a Sergio Valenzuela como el jefe de plaza del c¨¢rtel de Sinaloa en Nogales (Sonora). Desde all¨ª, ¡°supervisa el env¨ªo de toneladas de fentanilo y otras drogas a Estados Unidos¡±, recalca el Departamento del Tesoro, y brinda apoyo financiero y tecnol¨®gico a El Mayo. Adem¨¢s, se han incluido a Leonardo Pineda, mano derecha de Valenzuela, y a seis lugartenientes del cartel de Sinaloa que le reportan a ¨¦l. Estas identificaciones tratan de cerrar el cerco sobre El Mayo.

Los rumores apuntan a que este viejo narcotraficante vive recluido en las monta?as del norte de M¨¦xico, que apenas baja a la ciudad. En una entrevista con Julio Scherer, director del semanario Proceso, en 2010, el capo le cont¨® que por entonces ten¨ªa una esposa, cinco mujeres, 15 nietos y un bisnieto. ¡°Ellas, las seis, est¨¢n aqu¨ª, en los ranchos, hijas del monte, como yo. El monte es mi casa, mi familia, mi protecci¨®n, mi tierra¡±.

Ha visto a todos sus socios caer: los de Tijuana, los Arellano F¨¦lix, muertos o en prisi¨®n; el de Ju¨¢rez, Amado Carrillo Fuentes, El se?or de los cielos, fallecido durante una cirug¨ªa est¨¦tica, el de Sinaloa, El Chapo, su compadre, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos. El truco de El Mayo, que a diferencia de Guzm¨¢n Loera quien trat¨® incluso de grabar una pel¨ªcula sobre su vida, ha sido huir siempre de los focos. En aquella entrevista, Scherer le pregunt¨® si tem¨ªa que un d¨ªa lo detuviesen. ¡°Tengo p¨¢nico de que me encierren¡±, respondi¨®. ¡°?Lo atrapar¨¢n?¡±, cuestion¨® el veterano periodista. ¡°En cualquier momento¡±, dijo El Mayo, ¡°o nunca¡±.

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