La vacunaci¨®n cae en la recta final del a?o: M¨¦xico por detr¨¢s de Argentina y Brasil
Solo cuatro de cada diez mexicanos tienen el esquema completo. La meta del Gobierno de vacunar al 70% de la poblaci¨®n para octubre se complica
¡°Queremos terminar la vacunaci¨®n para el mes de octubre¡±. Eso fue lo que dijo Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador en el minuto 30 de su conferencia matutina del pasado 18 de mayo, hace ahora cinco meses. ¡°Mucho antes de que empiece el invierno¡±, a?adi¨®: ¡°ese es el plan¡±. A 12 d¨ªas del cierre de mes, parece claro que ¡°el plan¡± no se va a cumplir.
¡°Terminar la vacunaci¨®n¡± deber¨ªa referirse al objetivo declarado por la Pol¨ªtica Rectora de la Vacunaci¨®n Contra covid-19: la inmunizaci¨®n del 70% del total de la poblaci¨®n mexicana, o lo que es aproximadamente lo mismo: del 95% de la poblaci¨®n mayor de 16 a?os. A d¨ªa de hoy, apenas 4 de cada 10 mexicanos dispone de su pauta completa. Ni siquiera sumando al 13% que ya tiene una dosis parece factible cerrar el mes con las cifras marcadas.
En aquel 18 de mayo, ese 70% parec¨ªa alcanzable: por aquel entonces, en M¨¦xico hab¨ªa 20 dosis administradas por cada 100 habitantes. En niveles similares y evoluciones casi paralelas estaban Argentina, Brasil, Costa Rica o El Salvador. Pero mientras el ritmo mexicano se ralentiz¨® paulatinamente, todos aquellos pa¨ªses despegaron para formar hoy un grupo que ya ha alcanzado a los Estados Unidos en su grado de inmunizaci¨®n. M¨¦xico, por su parte, se ha quedado estancado en un ritmo similar al colombiano, de manera que incluso Per¨² (un pa¨ªs de menor ingreso y que pasa por turbulencias pol¨ªticas) ha logrado pasar de largo a ambos.
Agosto fue el verdadero punto de inflexi¨®n para la implementaci¨®n mexicana. Despu¨¦s de tocar techo en meses anteriores, demostrando que el sistema de salud ten¨ªa capacidad para administrar hasta 6 millones de dosis en una sola semana, el volumen manejado emprendi¨® un descenso ininterrumpido sin fondo a la vista.
Escepticismo, disponibilidad o log¨ªstica
Los discursos antivacunas, habitual chivo expiatorio, no parece que est¨¦ jugando un papel determinante, al menos por ahora: seg¨²n las ¨²ltimas encuestas disponibles, a finales de junio un 87% de los adultos mexicanos estaba dispuesto a vacunarse, una de las tasas m¨¢s altas del continente. El nivel se hab¨ªa mantenido ah¨ª desde principios de a?o. Este 12-15% de esc¨¦pticos dibuja un techo a¨²n muy lejano a la evoluci¨®n actual.
Donde s¨ª parece haber un l¨ªmite m¨¢s duro es en la disponibilidad de dosis. La previsi¨®n de mayo de L¨®pez Obrador se basaba, seg¨²n sus propias palabras, en la llegada de vacunas. Para tener a un 70% de la poblaci¨®n inmunizada se necesitan no menos de 175 millones de viales, siendo que la pr¨¢ctica totalidad de las adquiridas por M¨¦xico son vacunas de doble dosis. Pero ya a finales de agosto el canciller Marcelo Ebrard anticipaba que para principios de octubre habr¨ªa 120 millones de dosis disponibles en el pa¨ªs, como de hecho sucedi¨® seg¨²n los datos que recopila quincenalmente Alejandro Cano en el Taller de Datos de la revista Nexos. La recepci¨®n de 50 o 60 millones extra en solo un mes ser¨ªa algo ins¨®lito, que ni siquiera tuvo lugar durante julio, el mejor mes en disponibilidad de toda la serie.
Las fuentes de Sinovac y Pfizer, que han protagonizado las entregas m¨¢s actualizadas no s¨®lo en M¨¦xico sino en casi todo el mundo, ya est¨¢n pr¨¢cticamente agotadas si se mide en porcentaje de entregas sobre comprometidas a principios de a?o. El mecanismo Covax priorizar¨¢, seg¨²n su l¨®gica de funcionamiento, a naciones de menor ingreso o con grados de contagio m¨¢s elevados. Y por donaciones o pr¨¦stamos de EE UU ya se han recibido 7,5 millones de viales. Los or¨ªgenes con m¨¢s potencial est¨¢n en la farmac¨¦utica china CanSino, la rusa Gamaleya (que produce Sputnik V) y la alianza entre AstraZeneca y Oxford.
Dentro de esta ¨²ltima, M¨¦xico tiene una contribuci¨®n decisiva: m¨¢s de 27 millones de las vacunas recibidas por el pa¨ªs fueron envasadas dentro de sus fronteras, un proceso que empez¨® en mayo tras una activaci¨®n mas ardua y demorada de lo esperado inicialmente, pero que pese a todo le habr¨ªa evitado al pa¨ªs una incidencia a¨²n menor de la vacunaci¨®n.
Con la farmac¨¦utica rusa el problema fue a¨²n m¨¢s acusado: Gamaleya pareci¨® verse desbordada por la demanda despu¨¦s de los resultados positivos que present¨® en febrero en la revista The Lancet. El problema ha venido con las segundas dosis para M¨¦xico, Argentina y otros pa¨ªses que protagonizaron esta ola de peticiones: incluso en la capital, donde la disponibilidad se presupone mayor, se ha tenido que organizar una fila r¨ªgida por farmac¨¦utica de origen para poder completar pautas.
Anticipando alta disponibilidad, L¨®pez Obrador anunci¨® en aquella misma ma?anera de mayo que ¡°se est¨¢n conformando m¨¢s brigadas, se van a instalar m¨¢s centros de vacunaci¨®n para poder cumplir con este prop¨®sito de terminar en octubre¡±. Pero, llegados al se?alado mes, la realidad es que los problemas log¨ªsticos m¨¢s rese?ables han tenido que ver con esa administraci¨®n de segundas dosis. Mientras tanto, el hueco entre dosis disponibles y administradas se ha ido abriendo, sugiriendo que hay un potencial de inmunizaci¨®n por ejecutar en el pa¨ªs: uno que alcanzaba los 27 millones de dosis a principios de octubre. Las ineficiencias estructurales y la inequidad embebida en el sistema de salud mexicano pueden ayudar a explicar esa brecha. Pero ni siquiera cerr¨¢ndola por completo se habr¨ªa cumplido con el objetivo del 70% de la poblaci¨®n inmunizada.
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