Gustavo Ampugnani, director de Greenpeace M¨¦xico: ¡°El Gobierno asocia las renovables a las empresas m¨¢s gandallas¡±

Gustavo Ampugnani (Ramos Mej¨ªa, 48 a?os) es el rostro de Greenpeace en un pa¨ªs que ha tomado un desv¨ªo en la lucha ambientalista. Una semana antes de la Cumbre del Clima en Glasgow, la organizaci¨®n que dirige despleg¨® una manta cerca de la refiner¨ªa de Dos Bocas, uno de los proyectos emblema del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, con el mensaje: ¡°Ya est¨¢ aqu¨ª la crisis clim¨¢tica¡±. La ONG tambi¨¦n ha llevado a los tribunales algunas de las pol¨ªticas energ¨¦ticas del Gobierno mexicano. La contundencia de estas acciones contrasta con la postura cautelosa de Ampugnani sobre la iniciativa de reforma constitucional que busca fortalecer a la Comisi¨®n Federal de Electricidad (CFE) y margina a las centrales renovables privadas. En entrevista con EL PA?S, este antrop¨®logo argentino formado en M¨¦xico critica tanto los intereses empresariales detr¨¢s de los grandes proyectos renovables como la visi¨®n energ¨¦tica imperante en el Gobierno, que califica de ¡°premoderna¡±.

Pregunta. ?Greenpeace llamar¨ªa a votar en contra de la reforma energ¨¦tica tal como est¨¢ planteada?

Respuesta. Nosotros no tenemos una posici¨®n en blanco y negro. En la reforma vemos aspectos positivos y aspectos que nos preocupan. En lo positivo, este esp¨ªritu de que el Estado fortalezca su rector¨ªa sobre los recursos naturales est¨¢ bien. Creemos tambi¨¦n que debe haber un orden distinto en el mercado el¨¦ctrico mexicano. Compartimos parte de la lectura del Gobierno federal sobre las renovables.

P. ?En qu¨¦ sentido la comparten?

R. El sector de las renovables ha sido despreciado por cada Administraci¨®n desde fines de los a?os 90. Despu¨¦s de la reforma de 2013, ha seguido siendo despreciado por la CFE pero hay un grupo de empresas que lo ve atractivo. No creemos que tengan una preocupaci¨®n genuina por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Es un negocio m¨¢s que les ayuda a abatir ciertos costos y presentarse como responsables con el medioambiente, pero su core business sigue apost¨¢ndole a la agricultura intensiva de grandes dimensiones con pesticidas, y a los grandes proyectos gaseros. Esto hace que en la lectura del Gobierno actual las renovables est¨¦n asociadas a las grandes empresas m¨¢s gandallas. Ha sido muy negativo porque las ha estigmatizado y all¨ª tenemos una gran discusi¨®n para diferenciar entre tirios y troyanos.

P. Pero sin el sector privado M¨¦xico no hubiera tenido un crecimiento tan fuerte de las renovables.

R. Siendo precisos, la CFE s¨ª ha invertido en energ¨ªas renovables, ya sea geot¨¦rmica o e¨®lica. Los primeros proyectos e¨®licos son de la CFE. Actualmente, est¨¢ construyendo un parque solar que seg¨²n promocionan va a ser el m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina. Inversi¨®n hay; solo que no es suficiente y que probablemente es menor que la que ha hecho el sector privado. Y tampoco llega a compensar toda la inversi¨®n en combustibles f¨®siles. Escuchas declaraciones de la secretaria de Energ¨ªa [Roc¨ªo Nahle] que son poco estimulantes. Siguen viendo las renovables como algo intermitente, que no es confiable, y creo que esto t¨¦cnicamente est¨¢ ya m¨¢s que superado.

P. ?Qu¨¦ les gustar¨ªa ver en la reforma?

R. Nosotros queremos ver un Estado que estimule las renovables en la matriz y que le d¨¦ prioridad a la generaci¨®n distribuida. Hasta donde nosotros sabemos la generaci¨®n distribuida para arreglos solares de hasta 0,5 MW no va a estar cancelada por la iniciativa de reforma. El tema es que esto no es expl¨ªcito en el texto. Por eso hago aqu¨ª este llamado a los legisladores para que cuando revisen la iniciativa o la legislaci¨®n secundaria esto se haga expl¨ªcito. Tenemos ciertas cr¨ªticas a los proyectos de energ¨ªa solar a gran escala. Son en beneficio de las mismas empresas, no tanto de la sociedad en general. Queremos ver las renovables no solo en los grandes consumidores de energ¨ªa, sino tambi¨¦n en los peque?os. El tema es que est¨¢ tan polarizada la discusi¨®n que es pr¨¢cticamente imposible llamar a la sensatez.

P. ?La iniciativa va a detener el crecimiento de las renovables?

R. Los cambios van a generar una falta de incentivo y, lejos de estimular la inversi¨®n del sector privado en las renovables, la van a asustar. De todos modos, creo que debemos esperar. Es una batalla discursiva. Yo ser¨ªa m¨¢s cauteloso y esperar¨ªa a ver c¨®mo queda la reforma y las leyes secundarias. M¨¦xico, a trav¨¦s de la CFE, va a tener que hacer una alianza con el sector privado que tiene sus activos en el sector. Probablemente, va a haber una negociaci¨®n del precio de compra de energ¨ªa que esta Administraci¨®n califica de ¡°leonino¡±, un incremento en el pago del uso de la red¡­

P. Greenpeace se ha amparado contra algunas pol¨ªticas de este Gobierno. ?Se plantean acciones judiciales contra la reforma si se aprueba o contra alguna de sus leyes secundarias?

R. Una cosa es ampararse contra ciertas modificaciones de pol¨ªticas, otra es hacerlo con una modificaci¨®n constitucional. No estamos pensando en explorar esa v¨ªa. Estamos hablando de otro contexto. El presidente tiene todo el derecho de querer modificar una ley, est¨¦ yo de acuerdo m¨¢s o menos. El llamado es para los legisladores. All¨ª es donde creemos que tienen que dar lugar a las preocupaciones de Greenpeace y otras organizaciones ambientalistas.

P. ?Tiene este Gobierno una pol¨ªtica medioambiental?

R. Vemos cosas que son muy aplaudibles y cosas que nos dejan preocupados. Est¨¢ muy bien la declaraci¨®n de zonas de emergencia ambiental a lo largo del eje neovolc¨¢nico, que haya iniciativas para atajar los problemas de la contaminaci¨®n t¨®xica. Vemos bien los esfuerzos de delimitar el uso de pesticidas como el glifosato en la agricultura¡­ El peso de la pol¨ªtica ambiental de este Gobierno no se diferencia en mucho de lo que ha sido en los gobiernos anteriores, no es una prioridad. El presupuesto de la Secretar¨ªa de Medio Ambiente se ha venido reduciendo. Creo que este a?o incrementa un poco pero no es suficiente para recuperar lo que ten¨ªa hace cuatro, cinco a?os.

P. ?Es el programa Sembrando Vida del Gobierno una buena iniciativa de combate al cambio clim¨¢tico?

R. No es un programa de combate al cambio clim¨¢tico. Es un programa de bienestar, para dar oportunidades de trabajo a una parte importante de la poblaci¨®n rural. No hay un objetivo de cambio clim¨¢tico. Para serlo tendr¨ªa que tener metas de absorci¨®n de di¨®xido de carbono y decir c¨®mo se va a monitorear, verificar y reportar. Eso no existe.

P. ?C¨®mo va M¨¦xico en sus compromisos dentro de los Acuerdos de Par¨ªs? Un juez ha suspendido sus compromisos de reducci¨®n de emisiones tras un amparo presentado por Greenpeace.

R. M¨¦xico present¨® en diciembre del a?o pasado las mismas metas que present¨® en 2015 y a esto se le suma que la metodolog¨ªa para establecer la l¨ªnea base fue modificada. Cuando investigamos los compromisos, vimos que eso abr¨ªa una brecha para poder emitir al menos 14 millones de toneladas m¨¢s de gases de efecto invernadero. Eso equivale a lo que emite todo el sector cementero. Quiz¨¢s no es mucho, pero en vez de aumentar la ambici¨®n del pa¨ªs lo que se hace es lo contrario, voluntaria o involuntariamente.

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