El encarcelamiento de Lozoya complica las investigaciones sobre Pe?a Nieto y Videgaray
El cambio de estrategia de la Fiscal¨ªa pone en peligro el acuerdo con el exdirector de Pemex destinado a encontrar pruebas s¨®lidas contra el expresidente y su mano derecha


¡°Esta fiscal¨ªa est¨¢ lista para acusarlo¡±. La frase del fiscal Manuel Granados encarna el giro radical que ha tomado el caso de Emilio Lozoya. Durante casi un a?o y medio la estrategia fue mantener la mano tendida hacia el exdirector de Pemex, convertido en una especie de testigo colaborador protegido, en busca de pruebas s¨®lidas para incriminar a lo m¨¢s alto del ¨²ltimo Gobierno priista. El pacto salt¨® por los aires este mi¨¦rcoles en la primera visita en persona de Lozoya ante el juez del Reclusorio Norte. La Fiscal¨ªa considera ahora poco menos que el acusado les ha estado mareando todo este tiempo para dilatar lo m¨¢s posible su entrada a la c¨¢rcel.
La estrategia ha virado de la contemporizaci¨®n al ataque y la decisi¨®n del juez de aplicar la presi¨®n preventiva mientras dure el proceso tendr¨¢ repercusiones m¨¢s all¨¢ de Lozoya. Entre rejas, su margen para encontrar nuevas pruebas se ve mucho m¨¢s limitado, complicando as¨ª la viabilidad de las investigaciones en curso sobre Pe?a Nieto y la otra decena de pol¨ªticos a los que el exjefe de la petrolera estatal ha se?alado en el marco de su acuerdo con la fiscal¨ªa.
Desde el comienzo del caso, en agosto del a?o pasado, Lozoya lanz¨® una tormenta de acusaciones, que incluyen a tres expresidentes, dos candidatos presidenciales y 11 legisladores. Las m¨¢s detalladas se concretaron en el expresidente Enrique Pe?a Nieto y su mano derecha, el exsecretario de Estado Luis Videgaray, acusados de orquestar y planificar una red de sobornos de al menos 10 millones de d¨®lares repartidos entre la campa?a electoral del PRI en 2012 y los pagos a legisladores de la oposici¨®n para aprobar la reforma energ¨¦tica del a?o siguiente.
El presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador confirm¨® en mayo del a?o pasado los intentos de la Fiscal¨ªa por sentar a Videgaray ante un juez. Hasta dos veces la FGR ha presentado ya ordenes de detenci¨®n contra el que fuera canciller, secretario de Hacienda y jefe de campa?a en 2012. En ambas ocasiones, un juez penal del reclusorio Norte, el mismo que acaba de encerrar a Lozoya, devolvi¨® el caso a la Fiscal¨ªa ante las inconsistencias de la solicitud.
Sobre Pe?a Nieto tambi¨¦n ronda la diana de la Justicia. Seg¨²n un informe filtrado en noviembre del a?o pasado, la FGR estaba perfilando acusar al expresidente de cohecho, traici¨®n a la patria y delito electoral por su papel central en el caso Odebrecht, una megatrama de corrupci¨®n que ya ha hecho tambalear a la clase pol¨ªtica de varios pa¨ªses latinoamericanos.
La ofensiva de la Fiscal¨ªa
El fin de la paciencia de la Fiscal¨ªa ¡ªla investigaci¨®n de las acusaciones vertidas por Lozoya se ha extendido casi a?o y medio, m¨¢s del doble del plazo legal¡ª ha coincidido con la publicaci¨®n de unas pol¨¦micas fotos del exdirector de Pemex cenando con amigos en un restaurante de lujo en Ciudad de M¨¦xico. La falta de pruebas s¨®lidas para amarrar una acusaci¨®n contra Pe?a y Videgaray junto con al clamor por la impunidad que destilaban las fotos de un pol¨ªtico ya imputado por delitos graves de corrupci¨®n, desemboc¨® en el giro de la FGR.
¡°Ha contado con el tiempo suficiente y nunca ha demostrado la actitud de someterse al proceso¡±, remarc¨® durante la audiencia Granados, el fiscal que ya ha logrado encarcelar al exgobernador de Veracruz Javier Duarte y a la exsecretaria de Estado Rosario Robles, dos pesos pesados del PRI. Fuentes jur¨ªdicas cercanas al caso se?alan que todo apunta a que Lozoya acabar¨¢ perdiendo definitivamente sus beneficios como testigo colaborador y ser¨¢ tambi¨¦n sentenciado convirti¨¦ndose as¨ª en el personaje de m¨¢s altura al que alcance la causa.
Conscientes de la ofensiva de la Fiscal¨ªa, sus abogados intentaron durante la audiencia jugar todas las cartas posibles. Enfatizar su colaboraci¨®n durante todo el proceso, sugerir que la nueva medida cautelar se limitase al arresto domiciliario y ofrecer incluso las escrituras de dos inmuebles a nombre de su cliente, por valor de m¨¢s siete millones de d¨®lares, como garant¨ªa para la reparaci¨®n del da?o, otro de los puntos d¨¦biles del acuerdo sobre los que m¨¢s carg¨® el fiscal: ¡°En todo este tiempo no ha habido ni un ofrecimiento por su parte m¨¢s all¨¢ de la intenci¨®n de obstaculizar el procedimiento tratando que esta Fiscal¨ªa no lo acuse¡±.
El llamado criterio de oportunidad, la figura a la que trata de acogerse Lozoya para salvarse acusando a los de m¨¢s arriba, parece cada vez m¨¢s lejos. Aunque todav¨ªa hay algo de margen. El juez, quien en ¨²ltima instancia tiene la potestad de decidir si concede o no la prerrogativa, tiene de plazo hasta la apertura del juicio oral. De momento, en la audiencia del mi¨¦rcoles acept¨® dar un mes m¨¢s para seguir investigando y una vez cerrada esa fase a¨²n quedar¨¢ todav¨ªa otra etapa intermedia para fijar las pruebas antes de la apertura del juicio.
El juez subray¨® que, de hecho, la puerta del pacto entre las partes sigue abierta pese al encarcelamiento de Lozoya, al que tambi¨¦n inform¨® que garantizar¨¢ su protecci¨®n. En el penal Reclusorio Norte est¨¢n encerrados otros presos con relaci¨®n directa en la causa, como el exgobernador Duarte; el abogado de Pe?a Nieto, Juan Collado, o el senador Jorge Lavalle, hasta ahora el ¨²nico procesado por el caso Odebrecht en M¨¦xico.
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