Los nuevos gobernadores de la oposici¨®n desactivan el frente contra L¨®pez Obrador
La llamada Alianza Federalista pierde fuelle con el recambio en plazas clave como Nuevo Le¨®n o Chihuahua, que optan por una menor confrontaci¨®n y la negociaci¨®n individual
En septiembre del a?o pasado, un grupo de gobernadores solt¨® amarras con el gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. La ruptura de la mesa de negociaci¨®n federal (Conago), tras casi dos d¨¦cadas funcionando como bisagra entre el poder central y estatal, escenific¨® el nacimiento de un frente com¨²n de gobernadores opositores. En medio del clima de aturdimiento entre la direcciones de los partidos y aprovechando la coyuntura de la pandemia y el viejo caballo de batalla de la financiaci¨®n estatal, la llamada alianza federalista -un ramillete de 10 gobernadores de todo el espectro ideol¨®gico- se convirti¨® en el polo de oposici¨®n mas activo y firme del sexenio.
Pasadas las elecciones de junio y con los nuevos mandatarios territoriales ya en el cargo, el escenario ha cambiado. No solo Morena se ha hecho con algunas plazas integrantes del pacto, Michoac¨¢n o Colima, como parte de su expansi¨®n territorial. Los recambios en puestos fuertes para la oposici¨®n han virado de estrategia, reduciendo la intensidad de la confrontaci¨®n y prefiriendo la negociaci¨®n individual al frente com¨²n dise?ado por la Alianza Federalista (AF).
La tensi¨®n con el gobierno central alcanz¨® incluso a una materia tan sensible y, en principio de consenso, como la seguridad p¨²blica. Uno de los puntales de la AF, el gobernador de Chihuahua, el panista Javier Corral, lleg¨® a retirarse de la mesa de coordinaci¨®n estatal. La fractura entre la polic¨ªa del Estado y la Guardia Nacional se di¨® en un momento de alta tensi¨®n por el conflicto del agua, que dej¨® al menos dos muertos y decenas de heridos entre productores locales que tomaron por la fuerza varias presas anta la falta de agua. La nueva gobernadora, la tambi¨¦n panista Maru campos, firm¨® la paz el mes pasado con la secretar¨ªa de Gobernaci¨®n. La nueva sinton¨ªa deriv¨® tambi¨¦n en otro acuerdo reciente por el que el Estado recibi¨® ayudas directas al campo y a la educaci¨®n.
El recambio en Chihuahua, una de las plazas tradicionales del PAN, estuvo rodeado de pol¨¦mica por un duro enfrentamiento intestino que incluy¨® denuncias de corrupci¨®n del ya exgobernador contra su compa?era. Ya en el poder, Campos ha marcado distancias con su antecesor, empezando por el frente com¨²n liderado por Corral. ¡°Estamos encontrando f¨®rmulas m¨¢s cordiales en nuestra relaci¨®n con el Gobierno federal. La AF tendr¨ªa que buscar mecanismos de consenso para no convertir esa plataforma en una lucha personalista¡±, apunta C¨¦sar Gustavo J¨¢uregui, secretario general del Gobierno de Chihuahua.
Desde la plataforma hablan de una ¡°pausa de reconfiguraci¨®n¡±. Desde antes de las elecciones de junio, no han convocado ninguna reuni¨®n y afirman que est¨¢n esperando ¡°a que se asienten los nuevos gobernadores para definir la agenda y ver qu¨¦ tienen en com¨²n y qu¨¦ no¡±. Una las prioridades de la AF hab¨ªa sido la renegociaci¨®n del pacto fiscal, una demanda hist¨®rica entre los gobernadores de los Estados norte?os, con una mayor presencia en la plataforma. La zona m¨¢s industrializada del pa¨ªs considera injusta la distribuci¨®n de los ingresos fiscales que hace el Estado federal, basada en el principio de solidaridad y reparto entre los estados ricos y pobres.
En plena pandemia, los gobernadores intentaron colocar en la agenda el tema. La AF amenaz¨® incluso con demandar al Estado central por los recortes a las transferencias y exigi¨® una reuni¨®n con el secretario de Hacienda para proponerle un plan alternativo. Uno de los m¨¢s activos en aquella campa?a fue Jaime Rodr¨ªguez, el Bronco, entonces gobernador de Nuevo Le¨®n. El relevo en el coraz¨®n industrial del pa¨ªs tambi¨¦n enfri¨® los ¨¢nimos. El tono de confrontaci¨®n con el Gobierno central, que marc¨® en ocasiones la campa?a de Samuel Garc¨ªa, el ganador por Movimiento Ciudadano, ha bajado considerablemente tras la toma de posesi¨®n.
¡°No se puede pelear con el presidente nada m¨¢s porque s¨ª. Ahora tenemos una relaci¨®n institucional¡±, apuntan fuentes de su equipo, que confirman tambi¨¦n que no han recibido ninguna convocatoria o acercamiento por parte de la AF. Lejos del frente com¨²n, Garc¨ªa y su equipo se han prodigado, en cambio, en ¡°buscar reuniones de cabildeo directo¡±. Como la reciente visita a Palacio Nacional, rodeada de un tono conciliador y colaborativo, o pasarelas de cooperaci¨®n individuales con la secretar¨ªa de Hacienda para negociar subidas en las participaciones y buscar v¨ªas de financiaci¨®n para los proyectos de infraestructura del nuevo Gobierno de Nuevo Le¨®n, una de sus medidas estrella.
El ocaso de la AF tambi¨¦n supone el debilitamiento de sus principales valedores, sobre todo del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, una vez que Corral ha ca¨ªdo no solo del cargo en Chihuahua sino que parece tambi¨¦n desahuciado por su propio partido, el PAN. El acad¨¦mico e investigador del Colmex Sergio Aguayo, lo explica as¨ª: ¡°Estamos en una etapa de transici¨®n hacia nuevos liderazgos. Hace dos a?os parec¨ªa que Corral y Alfaro pod¨ªan ser una alternativa. Pero no ha funcionado¡±.
Aguayo subraya tambi¨¦n la particularidad de los liderazgos territoriales. ¡°No se deben tanto a las siglas que los postularon sino a sus propios intereses. El mapa del M¨¦xico del siglo XXI est¨¢ caracterizada por la fragmentaci¨®n. La oposici¨®n sigue buscando espacios ante un Morena cada vez m¨¢s dividido en sus lealtades. Todos parecen estar acumulando fuerzas mientras observan como evoluciona el poder de L¨®pez Obrador¡±.
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