La participaci¨®n concentra la batalla por la consulta para la revocaci¨®n de mandato

A una semana de la consulta ciudadana para dirimir el futuro de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, el resultado a favor de la continuidad del mandatario parece m¨¢s que descontado en M¨¦xico. La pregunta en el aire, la pugna entre la oposici¨®n y el oficialismo, est¨¢ centrada en las cifras de participaci¨®n, el verdadero caballo de batalla el pr¨®ximo 10 abril, para poder capitalizar pol¨ªticamente los resultados, bien como un pinchazo o como un espaldarazo al presidente durante estos tres a?os de ejercicio.

El car¨¢cter vinculante del plebiscito tambi¨¦n parece lejos, toda vez que la ley impone un umbral del 40%, un list¨®n alto incluso para una cita electoral convencional. M¨¢s a¨²n con la estrategia de la oposici¨®n de promover activamente la desmovilizaci¨®n ante la cita. Las previsiones de participaci¨®n que manejan desde Morena son una horquilla amplia. Desde el 25% entre los m¨¢s optimistas al 10% entre los m¨¢s cautelosos. Caer por debajo de ese suelo lo considerar¨ªan un toque de atenci¨®n.

La oposici¨®n ha considerado desde el comienzo la iniciativa, propuesta por el propio presidente, como una promesa de campa?a cumplida, una jugada a mediada para L¨®pez Obrador, un acto de propaganda y exhibici¨®n de m¨²sculo en un momento, adem¨¢s, en que sus ¨ªndices de aprobaci¨®n han vuelto a crecer a cotas de principios del sexenio. Seg¨²n una encuesta de SIMO realizada recientemente para EL PA?S, la popularidad del mandatario sigue rondando el 60%. Una ampl¨ªsima mayor¨ªa, un 74%, est¨¢ de acuerdo adem¨¢s con que L¨®pez Obrador agote su mandato y rechaza que deje su cargo antes de las elecciones de 2024.

El propio presidente critic¨® la postura abstencionista de la oposici¨®n anunciada ya en verano del a?o pasado por la organizaci¨®n civil y empresarial S¨ª por M¨¦xico, art¨ªfice de la in¨¦dita coalici¨®n opositora entre PAN, PRI y PRD. El ¨²ltimo en pronunciarse ha sido el l¨ªder panista Ricardo Anaya, que esta semana hablaba expresamente de ¡°hacer el vac¨ªo¡± a la consulta de L¨®pez Obrador.

El 10% como suelo fijado por parte del entorno de Morena es una estimaci¨®n, teniendo en cuenta la referencia de las m¨¢s de 11 millones de firmas presentadas ante al Instituto Nacional Electoral (INE) como requisito legal previo a activar la consulta. ¡°Si quedamos por debajo de esa cifra, dif¨ªcilmente podr¨ªamos estar orgullosos¡±, apunta Antonio Attolini, miembro de la organizaci¨®n civil que promueve la consulta y exfuncionario del Gobierno morenista.

Los plebiscitos han sido una de las herramientas favoritas de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. ¡°Vamos a preguntarle a los mexicanos¡±, ha repetido el presidente para temas tan diversos como la construcci¨®n dos trenes, una refiner¨ªa, la viabilidad de 10 programas sociales o la marcha atr¨¢s de un nuevo aeropuerto. Todos ellos fueron en todo caso consultas informales, organizadas por fuera del paraguas de la ley.

La consulta del 1 de agosto para abrir una posible investigaci¨®n a los expresidentes mexicanos fue la primera realizada al amparo de la legislaci¨®n, fruto de una reforma constitucional lanzada por el Ejecutivo. La cita del 10 de abril ser¨¢ la segunda ocasi¨®n en que se pone en marcha una consulta vinculante con el umbral del 40% del censo, lo que equivale a unos 37,5 millones de votantes. El precedente del a?o pasado apenas alcanz¨® el 8%.

Desde la organizaci¨®n promotora justifican su prudencia con las previsiones de participaci¨®n, apuntando al INE casi como el verdadero rival a batir. La convocatoria y organizaci¨®n de la revocaci¨®n de mandato fue ya el escenario de una escalada in¨¦dita de la tensi¨®n en el enfrentamiento de largo recorrido entre Gobierno y las autoridades electorales. El choque llev¨® a activar incluso los resortes de los grandes poderes del pa¨ªs. Incluida una denuncia penal ante la Fiscal¨ªa por parte de Morena y dos fallos casi consecutivos de la Suprema Corte y el Tribunal Electoral. Los tribunales entraron en escena para corregir una primera decisi¨®n del INE que aplazaba la consulta para la revocaci¨®n de mandato por falta de presupuesto.

Finalmente, el ¨®rgano electoral desplegar¨¢ en torno a 60.000 casillas por el territorio nacional. Lo que representa casi una tercera parte de las disponibles en las ¨²ltimas elecciones parlamentarias del a?o pasado. En aquellos comicios, la participaci¨®n super¨® el 50%, una cifra por encima de la media. El entorno de Morena tambi¨¦n apunta como escollo a la r¨ªgida veda electoral impuesta por el INE, que impide a los funcionarios gubernamentales, los impulsores en ¨²ltima instancia de la iniciativa, a lanzar cualquier tipo de mensaje que pueda ser considerado de campa?a.

Los requisitos legales establecen que para que el resultado sea vinculante ha de registrarse una participaci¨®n de, al menos, el 40% del padr¨®n electoral. Un umbral muy alto, comparado con la participaci¨®n, por ejemplo, de las ¨²ltimas elecciones intermedias que, con un 50%, fue de las m¨¢s altas de la historia reciente de M¨¦xico.

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