Nuevo Le¨®n bombardea las nubes para frenar un incendio en la sierra de Santiago

Un avi¨®n King Air cargado de yoduro de plata est¨¢ intentando provocar lo que todos anhelan en Nuevo Le¨®n desde hace 21 d¨ªas: un poco de lluvia. La sequ¨ªa que azota al Estado est¨¢ haciendo m¨¢s dif¨ªcil la lucha contra el incendio que devora la sierra de Santiago, una joya natural llena de cascadas, ca?ones y bosques de pinos y encinos. Por ello, las autoridades han recurrido a la estimulaci¨®n artificial de la precipitaci¨®n. Al caer la tarde de este jueves, la aeronave del Ej¨¦rcito mexicano roci¨® durante una hora 100 litros de esa sustancia para tratar de lograr la ca¨ªda de agua. Seg¨²n el director del proyecto de bombardeo de nubes, Alejandro Trueba, ha sido un ¨¦xito: ¡°No hab¨ªa condiciones hoy, no hab¨ªa manera. Las nubes estaban muy planas. Y sin embargo respondieron al reactivo. Fue excelente¡±.

Desde hace d¨ªas, el gobernador del Estado, Samuel Garc¨ªa, hab¨ªa anunciado que utilizar¨ªan esta t¨¢ctica para intentar contener el incendio. ¡°Para nosotros era una presi¨®n pol¨ªtica y medi¨¢tica grande¡±, cuenta Trueba. La pr¨¢ctica, que se hab¨ªa abandonado durante a?os en M¨¦xico, consiste en verter yoduro de plata sobre las nubes, ya que ayuda a convertir en l¨ªquido el vapor de agua. El ingeniero asegura que hoy, a pesar de que las condiciones no eran favorables, el reactivo funcion¨®. ¡°Se comenzaron a ennegrecer en se?al de que est¨¢ creciendo la gota de agua dentro de la nube y despu¨¦s empez¨® a juntarse un poco de volumen. Con el proceso se genera un centro de baja presi¨®n que absorbe la humedad adyacente y afortunadamente llovi¨®, hubo precipitaciones importantes¡±, cuenta.

Enrique Guadarrama, coordinador de prensa de Protecci¨®n Civil del Estado, cuenta que el pron¨®stico anunciaba nubosidad para el d¨ªa de hoy. La humedad abri¨® ¡°una ventana¡± de oportunidad para combatir el incendio y, con la ayuda de m¨¢s de 650 brigadistas y voluntarios de la comunidad, se logr¨® controlar en un 90% y evitar que las llamas avanzasen. Aunque todav¨ªa no se ha evaluado el grado de severidad del incendio -que ha quemado 4.700 hect¨¢reas-, la afectaci¨®n al arbolado es m¨ªnima, seg¨²n Guadarrama. Lugare?os cuentan que un turista que estaba haciendo ca?onismo en la zona se lesion¨® y tuvo que pasar la noche cerca de una cascada. Esa persona habr¨ªa hecho una fogata y las brasas ocasionaron despu¨¦s el incendio por las altas temperaturas, cuenta el funcionario. Una carpeta de investigaci¨®n tratar¨¢ de determinar si esa fue o no la causa.

Mientras tanto, Guadarrama y Trueba parece esperanzados en que el incendio se lograr¨¢ contener pronto en su totalidad. Para el ingeniero, una suerte de se?or de la lluvia, el programa que ha estado implementando el Gobierno de M¨¦xico desde el a?o pasado est¨¢ siendo determinante en el control de incendios como el de la sierra de Santiago. Seg¨²n la Comisi¨®n Nacional de las Zonas ?ridas (Conaza), la t¨¦cnica ha logrado aumentar las precipitaciones en una media cercana al 40% desde que se implement¨®.

Sin embargo, los cient¨ªficos han cuestionado la verdadera eficacia de esa pr¨¢ctica y han alertado que podr¨ªa tener efectos no deseados. Por ejemplo, el sembrado de las nubes podr¨ªa llevar a mayores precipitaciones en unas zonas en detrimento de otras, algo que ha llevado incluso a manifestaciones por parte de agricultores. ¡°La clave es cu¨¢nto, d¨®nde y en qu¨¦ momento sembrar las nubes, y eso es lo que no se puede determinar con exactitud¡±, dijo el a?o pasado a EL PA?S el investigador del Centro de Ciencias de la Atm¨®sfera de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico Fernando Garc¨ªa.

Sea como sea, lo que es cierto es que el Gobierno de M¨¦xico est¨¢ apostando fuerte por esta t¨¦cnica con una inversi¨®n de 35 millones de pesos solo el a?o pasado. Tras d¨ªas como el de hoy en Nuevo Le¨®n, parece que seguir¨¢n haci¨¦ndolo.

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