¡®Escocia no es un banco¡¯, un anti-biopic punk para re¨ªrse de la derrota ¡®made in¡¯ Jalisco
La pel¨ªcula, un falso documental cargado de acidez sobre una banda de m¨²sica marginal que hac¨ªa ¡®playback¡¯, ha sido premiada en su estreno en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara
El a?o en que muri¨® Elvis Presley en Memphis, el punk estall¨® en Londres. Era 1977 y el mundo estaba cambiando. Los antiguos ¨ªdolos de la industria musical se hund¨ªan mientras el p¨²blico joven reclamaba la mugre y la furia que esas viejas figuras edulcoradas ya no pod¨ªan ofrecer. La muerte de aquel chico que una vez revolucion¨® la historia del rock and roll fue el s¨ªmbolo del final de una ¨¦poca y el nacimiento de otra. 45 a?os despu¨¦s y a muchos kil¨®metros de distancia, Jalisco ha vuelto a vivir ese choque de realidades. El 37¡ã Festival Internacional de Cine de Guadalajara se inaugur¨® con Elvis, un biopic cargado de artificios sobre la vida excesiva del rey del rock que ha dirigido Baz Luhrmann. Unos d¨ªas despu¨¦s, el mismo evento ha presenciado el estreno de Escocia no es un banco (Ataque sensacional, 2022), un falso documental sobre una banda de playback que solo son¨® en los circuitos m¨¢s marginales y underground: una s¨¢tira ¨¢cida; una apolog¨ªa del fracaso; un anti-biopic punk para re¨ªrse de todo que ha ganado este s¨¢bado el premio ¡®Hecho en Jalisco¡¯ que otorga el festival.
Cristian Maevan es un punk cuarent¨®n que vive en Guadalajara. Nunca ha podido superar haber tocado en Los Nuevos Maevans, un grupo que fue medio conocido veinte a?os atr¨¢s. El documental empieza con entrevistas a falsos expertos en m¨²sica que hablan sobre la importancia de Los Nuevos Maevans y viejos fans de la banda que recuerdan sus conciertos. Aunque parece un argumento de nicho, es una historia universal: el paso del tiempo y la imposibilidad de quedarse a vivir en el pasado.
Cristian pasa los d¨ªas entre manifestaciones, huelgas y conciertos. Vive en un edificio a medio construir con otros punks. Aunque habla de una forma de vida colectiva, en resistencia al capitalismo, la realidad es que no tiene un peso en el bolsillo. Es una caricatura de lo que un d¨ªa fue. As¨ª que decide contactar a sus antiguos compa?eros de banda para dar un ¨²ltimo concierto con Los Nuevos Maevans, aunque ellos no le hacen mucho caso. En el camino, sufrir¨¢ un descenso a los abismos tremendamente c¨®mico. Una desgracia tras otra con un punto de parodia surrealista: pedir un pr¨¦stamo en un banco para pagar un disco de reuni¨®n, acudir a un mitin del PRI en b¨²squeda de fondos...
¡°Al principio es una s¨¢tira, iba hacia all¨¢, hacer una s¨¢tira de pel¨ªculas tipo Elvis, pero luego ya se va destruyendo todo¡±, explica Carlos Matsuo, uno de los directores de la cinta. Sentado a su lado, en la cafeter¨ªa de la Cineteca de Guadalajara, est¨¢ el otro realizador, Cristian Franco. Matsuo tiene experiencia en el cine, para Franco es la primera vez. ?l se dedica a las artes visuales: ¡°La idea de abordar la cuesti¨®n de la est¨¦tica hardcore viene de un proyecto antiguo. Los Nuevos Maevans era una banda de hardcore que hac¨ªa playback, hac¨ªamos pura m¨ªmica, no sab¨ªamos tocar. Carlos quer¨ªa hacer un documental sobre m¨²sica, yo estaba haciendo performance, y decidimos juntarnos¡±.
A veces, ellos mismos parecen v¨ªctimas de su propia parodia. Franco creo una discogr¨¢fica falsa para Los Nuevos Maevans. Para darle un aspecto cre¨ªble a la p¨¢gina web, se invent¨® una veintena de bandas. Escocia no es un banco era el nombre de una de ellas.
El rodaje sigui¨® esa misma l¨ªnea. Apenas hab¨ªa guion, la mayor¨ªa de la pel¨ªcula era una improvisaci¨®n. Dicen que tuvieron problemas porque se estrope¨® la c¨¢mara que usaban para grabar. La financiaci¨®n fue casi nula y todo el trabajo fue hecho en la m¨¢s absoluta precariedad, hasta el punto de que despu¨¦s de los viajes para rodar fuera de Guadalajara volv¨ªan con los bolsillos vac¨ªos. Terminaron el montaje un mes antes del festival, pero ni siquiera sab¨ªan si iban a poder presentar el filme: no ten¨ªan dinero para adaptarla al formato que exige la organizaci¨®n.
Los Nuevos Maevans existieron de forma intermitente desde 2002. Escocia no es un banco fue una forma de cerrar el proyecto. ¡°Era un conflicto creativo, c¨®mo le hac¨ªamos para que no se convirtiera en el documental de una banda que hac¨ªa playback, sino c¨®mo hacer que la pel¨ªcula te volviera a tomar el pelo con la misma naturaleza con que la agrupaci¨®n lo hac¨ªa en la performance¡±. Decidieron prescindir de actores, actuar ellos mismos, liar a amigos y otros artistas para que participaran. ¡°Fue muy accidentado y divertido, muy complejo. De repente analizamos el material y dijimos ¡®estamos haciendo una mierda, ?para d¨®nde va esto, qu¨¦ hacemos?¡¯, pero al final estamos contentos¡±, dice Franco.
A mitad de la pel¨ªcula, la historia se vuelve ca¨®tica, parece que no tiene rumbo, mientras las desgracias se acumulan en la vida del protagonista. ¡°Hubo un momento en que reflexionamos y pensamos esto lo tenemos que destruir, no tiene que tener ning¨²n encanto¡±, sintetiza Franco. ¡°Eso fue lo que m¨¢s disfrut¨¦ trabajando, tener la libertad de poder destruir el proyecto, cambiar totalmente el rumbo, va para ac¨¢ y luego para otro lado¡±, a?ade Matsuo. El ¨²nico requisito era hacer una pel¨ªcula sobre el fracaso m¨¢s absoluto y contra la nostalgia. Una performance para la gran pantalla. En Jalisco el punk no ha muerto, solo le ha encontrado el gusto a la derrota.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.