M¨¦xico eleva la apuesta por los militares
L¨®pez Obrador deja el futuro de la operaci¨®n policial en manos del Ej¨¦rcito, apuntalando la estrategia de sus antecesores. El pa¨ªs ha registrado m¨¢s de 30.000 asesinatos al a?o en el ¨²ltimo lustro
Cambian presidentes y gobiernos, pero la violencia contin¨²a en M¨¦xico, una tragedia de fin incierto que deja miles de asesinatos cada a?o, m¨¢s de 30.000 anuales desde 2017. Esta semana, el pa¨ªs ha vivido dos ejemplos escalofriantes, narcobloqueos y ataques en Ciudad Ju¨¢rez, Jalisco y Guanajuato. Frente a ello, la clase pol¨ªtica apenas propone ideas nuevas. Las ¨²ltimas tres administraciones, incluyendo la actual, han tratado de atajar el problema con grandes despliegues y operativos militares. Casi 16 a?os despu¨¦s, la ¨²nica victoria que puede celebrar el Gobierno es una sutil tendencia a la estabilizaci¨®n. Por lo menos, la curva de crecimiento de los asesinatos se aplana.
El Ej¨¦rcito aparece como la ¨²nica soluci¨®n posible, para el presente y tambi¨¦n para el futuro. El presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ha anunciado esta semana su intenci¨®n de cambiar la estructura de mando de la Guardia Nacional, corporaci¨®n surgida a inicios de su mandato. Si cumple su prop¨®sito, la Guardia dejar¨¢ de depender de la Secretar¨ªa de Seguridad y Protecci¨®n Ciudadana y pasar¨¢ a formar parte del organigrama de la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional. As¨ª, los militares controlar¨ªan de forma permanente el esfuerzo colosal de prevenir delitos en un pa¨ªs de 126 millones de habitantes.
Desde su advenimiento en 2019, la misi¨®n de la Guardia Nacional ha sido sustituir a la Polic¨ªa Federal, creada durante el primer Gobierno del cambio, encabezado por Vicente Fox (2000 - 2006), despu¨¦s de 71 a?os de dominio del PRI en el pa¨ªs. Durante la ¨²ltima campa?a presidencial, L¨®pez Obrador critic¨® duramente a la federal, un nido de corrupci¨®n, a su entender, que no tendr¨ªa cabida en su Gobierno. ¡°Hay mucha descomposici¨®n en los cuerpos policiales. Se cre¨® la Polic¨ªa Federal para garantizar la seguridad p¨²blica, para que no intervinieran ni el Ej¨¦rcito ni la Marina. Pero no se ha consolidado¡±, dijo el futuro mandatario en noviembre de 2018, ya vencedor en las elecciones, un mes antes de jurar el cargo.
Nacida civil, ahora se discute el futuro org¨¢nico de la Guardia Nacional y, por tanto, el peso de las Fuerzas Armadas en el Estado. La adscripci¨®n de la corporaci¨®n importa, principalmente por tres motivos. Uno, el poder creciente de las Fuerzas Armadas en la vida p¨²blica del pa¨ªs, dos, las dudas sobre las ventajas y beneficios de emplear a militares de polic¨ªas, y tres, la sospecha de que una Guardia Nacional dependiente del Ej¨¦rcito adoptar¨ªa la opacidad caracter¨ªstica del mundo castrense. Pese a lo anterior, L¨®pez Obrador se ha mostrado firme sobre su decisi¨®n, abonando a la idea que transmiti¨® hace casi cuatro a?os, cuando anunci¨® su creaci¨®n: ¡°La pol¨ªtica siempre es optar entre inconvenientes¡±.
De los tres, quiz¨¢ el m¨¢s inminente, por sus consecuencias, es el segundo, los presuntos beneficios del uso de soldados y oficiales en tareas de seguridad p¨²blica. Pese a lo que pueda parecer, diferentes estudios publicados estos a?os en M¨¦xico se?alan que la presencia de militares en las calles ha sido en realidad perjudicial para el pa¨ªs. En Las violencias: en busca de la pol¨ªtica p¨²blica detr¨¢s de las guerra contra las drogas, los acad¨¦micos Laura Atuesta y Alejandro Madrazo se?alan, por ejemplo, que el n¨²mero de homicidios a nivel municipal se incrementa por la existencia de enfrentamientos entre fuerzas p¨²blicas y presuntos delincuentes. Sobre todo, dicen, si las fuerzas p¨²blicas est¨¢n compuestas de militares.
Ante la evidencia, la respuesta parece simple: y si no se usa a los soldados, entonces ?qu¨¦? Si los militares vuelven a los cuarteles, como defendi¨® L¨®pez Obrador antes de llegar al Gobierno, ?qui¨¦n se encarga de la seguridad? La r¨¦plica suele apuntar al fortalecimiento de las polic¨ªas municipales y estatales y el mantenimiento de la Guardia Nacional en jerarqu¨ªas civiles, como ocurre en Espa?a con la Guardia Civil. All¨¢, la corporaci¨®n, de esp¨ªritu h¨ªbrido entre lo civil y lo militar, depende del Ministerio del Interior y no del de Defensa. Pero lo cierto es que ahora mismo, M¨¦xico parece no tener m¨¢s opciones.
Los alegatos a favor de las Fuerzas Armadas que ha ensayado L¨®pez Obrador estos a?os aluden a su presunto car¨¢cter incorruptible. Para el mandatario, generales y almirantes son ajenos al fraude, el desv¨ªo de recursos o el enriquecimiento il¨ªcito. De ah¨ª que haya puesto en sus manos obras paradigm¨¢ticas del sexenio, caso del nuevo aeropuerto de Ciudad de M¨¦xico, construido sobre una antigua base a¨¦rea, o tramos del tren maya, adem¨¢s de mecanismos b¨¢sicos del Estado, como el servicio de aduanas.
Poco han importado los se?alamientos de corrupci¨®n por contrataciones irregulares al interior de la Secretar¨ªa de la Defensa, desvelados por EL PA?S entre otros medios, en los ¨²ltimos a?os. En julio de 2020, este diario inform¨®, por ejemplo, de que el Ej¨¦rcito hab¨ªa desviado en a?os anteriores casi 15 millones de d¨®lares para comprar armamento a una empresa fantasma. Un mes m¨¢s tarde, la acusaci¨®n contra la dependencia se?alaba el supuesto uso de 11 empresas fantasma en la modernizaci¨®n de las aduanas.
Las denuncias anteriores apuntan a presuntas corruptelas ocurridas en los a?os de Enrique Pe?a Nieto en la presidencia (2012 - 2018), argumento que L¨®pez Obrador ha colocado en el n¨²cleo de su defensa hacia las Fuerzas Armadas. ¡°Ya no es como antes¡±, suele decir el mandatario frente a cualquier tipo de cr¨ªtica al desempe?o del Gobierno. As¨ª, aunque los militares patrullen las calles como en a?os de Felipe Calder¨®n (2006-2012) o el mismo Pe?a Nieto, ahora es distinto porque, bajo su mando, la orden es que se respeten los derechos humanos.
Esta semana, en entrevista con este medio, el acad¨¦mico Ernesto L¨®pez Portillo, coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana de la Universidad Iberoamericana, mostraba su inquietud ante el cambio en la Guardia Nacional. ¡°Nos coloca en un escenario inquietante. ?Hacia d¨®nde va L¨®pez Obrador? ?Qu¨¦ quiere? ?En qu¨¦ r¨¦gimen y sistema pol¨ªtico piensa?¡±, dec¨ªa. ¡°No hay semana que pase sin que les otorgue mas recursos e influencia a los militares, ?en qu¨¦ est¨¢ pensando? La noticia desaf¨ªa abiertamente al r¨¦gimen constitucional y burla su propio acuerdo¡±, a?ad¨ªa. La pelota est¨¢ en el tejado del Gobierno, que ha hipotecado sus ¨²ltimos dos a?os a una estrategia que, de momento, no ha funcionado.
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