Eduardo Guerrero: ¡°El narco mexicano no est¨¢ debilitado, est¨¢ m¨¢s fuerte que nunca¡±
El analista de seguridad explica la crisis de violencia que atraviesa M¨¦xico despu¨¦s de los recientes ataques m¨²ltiples del crimen organizado en cinco Estados del pa¨ªs
En menos de una semana, el narco mexicano incendi¨® cinco Estados del pa¨ªs. Coches y autobuses en llamas para bloquear carreteras, tiendas cubiertas de plomo en nombre del cartel Jalisco, negocios atacados con c¨®cteles molotov con empleados dentro, clientes de una pizzer¨ªa acribillados a balazos a sus puertas, ciudades completas atemorizadas porque el terror de la violencia tocaba de nuevo su tierra. Mientras el Gobierno del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador trataba de calmar a la ciudadan¨ªa alegando que lo sucedido no era m¨¢s que una respuesta de un narco ¡°debilitado¡± por sus pol¨ªticas, crecieron las sospechas de que algo as¨ª pod¨ªa volver a suceder en cualquier sitio. Cuatro d¨ªas despu¨¦s de la declaraci¨®n de las autoridades, el narco en Colima repiti¨® los ataques. Y algunos expertos dudaron de la explicaci¨®n oficial.
El analista de seguridad y director de Lantia, una de las consultoras m¨¢s importantes en temas de violencia, Eduardo Guerrero, coincide en que los ataques coordinados del crimen organizado son una respuesta del combate del Gobierno a la delincuencia. Tambi¨¦n, la consecuencia macabra de un mapa criminal pulverizado por cientos de organizaciones m¨¢s peque?as con la capacidad de sembrar el caos en cualquier rinc¨®n. Pero matiza: ¡°El narco no est¨¢ debilitado. Est¨¢ m¨¢s fuerte que nunca¡±.
Pregunta. ?Hay alguna explicaci¨®n de por qu¨¦ el crimen organizado se ha levantado de esa forma contra la poblaci¨®n?
Respuesta. Las reacciones que hemos tenido en la coyuntura actual tienen dos resortes. El primero es que ha habido una ola de detenciones de alto perfil, tanto de c¨¢rteles con poder nacional [cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n y Sinaloa], como de c¨¦lulas locales que est¨¢n generando problemas graves al interior de estas organizaciones, por temas de nuevos liderazgos. Y, por otro lado, hay un fen¨®meno de escisiones, sobre todo al interior del cartel Jalisco, en Michoac¨¢n y el centro del pa¨ªs. Parece que las c¨¦lulas que comanda no est¨¢n obedeciendo las ¨®rdenes de la c¨²pula. Y para Jalisco es muy importante mantener la disciplina y castigar la desobediencia.
Sobre el primer punto, ellos saben muy bien que este tipo de ataques generan mucho miedo en la poblaci¨®n y presionan para crear inconformidad hacia sus gobernantes, que van desde el alcalde, al gobernador, hasta el propio presidente. Lo hacen con dolo de generarle da?o a la popularidad de las autoridades p¨²blicas. Lo que hemos visto estos d¨ªas ha desvelado el tipo de estrategia del Gobierno que anuncia los ¡°abrazos, no balazos¡±. Por lo que vemos, esto no significa que no hayan tocado a los grupos criminales, sino que no quiere confrontaciones directas que deriven en matanzas, con ejecuciones extrajudiciales masivas. Pero el Gobierno s¨ª est¨¢ muy activo en el tema de las detenciones, tambi¨¦n ha influido la presi¨®n del Gobierno de Estados Unidos, enf¨¢tico en debilitar a Jalisco y Sinaloa, a quienes culpa del tr¨¢fico de fentanilo que ha matado a miles en su pa¨ªs.
P. ?Qu¨¦ tiene de novedoso lo que observamos hoy con lo que ha sucedido a?os antes, con gobiernos anteriores?
R. El narco mexicano, sobre todo el del norte del pa¨ªs y centro, es un narco que siempre reacciona de manera muy violenta cuando se siente amenazado. Lo hemos visto anteriormente. La novedad es que fueron acciones simult¨¢neas en varias ciudades importantes, eso te revela una buena capacidad de coordinaci¨®n al interior de las organizaciones y el af¨¢n de exhibir su fuerza para presionar al Gobierno contra los arrestos delictivos.
La gran diferencia con lo que suced¨ªa con Felipe Calder¨®n [de 2006 a 2012], es que cuando se hac¨ªan entonces detenciones de alto perfil, las tasas de homicidios se disparaban y en esa regi¨®n hab¨ªa much¨ªsimos muertos durante semanas. Ahora estamos viendo una tendencia a la baja, es completamente diferente. No puedes culpar al Gobierno de detenciones que generan violencia local, porque en 24 Estados las cifras van hacia abajo, incluidos Jalisco, Baja California y Chihuahua.
Pese a que las detenciones han dado buenos resultados, hay otro fen¨®meno preocupante que se ha vuelto una opci¨®n para bajar la violencia, pero que tiene efectos perversos. Y es procurar que haya monopolios criminales en algunos municipios o Estados. Por ejemplo, en Durango hay una hegemon¨ªa de poder del cartel de Sinaloa y los delitos son bajos, casi no hay homicidios ni robos, pero s¨ª el cobro de cuotas, extorsi¨®n. Lo mismo sucede en Sinaloa, donde vimos adem¨¢s que con gran descaro el cartel intervino en la elecci¨®n del ¨²ltimo gobernador.
Se hace un trabajo coordinado de las autoridades para pactar con determinados grupos y evitar sus luchas, as¨ª de manera gradual se expande el poder de un solo grupo. En Lantia ten¨ªamos una lista de candidatos a alcalde en las ¨²ltimas elecciones con presuntos v¨ªnculos criminales, eran entre 30 y 40 candidatos. La mitad ganaron la elecci¨®n y ahora son alcaldes. Los capos ganan las elecciones y eso ha provocado la construcci¨®n de monopolios del crimen locales que pacifican la zona, pero pervierten la democracia y la operaci¨®n de las agencias de seguridad. Las intromisiones del narco han quedado impunes, no tenemos noticias de que haya persecuci¨®n o investigaci¨®n. Ni siquiera en un caso tan c¨ªnico como el de Sinaloa.
P. Lo que hemos visto en Ciudad Ju¨¢rez, es que grupos no tan grandes tienen la suficiente capacidad de fuego como para sitiar una ciudad, ?ha aumentado el poder de las bandas locales?
R. La pol¨ªtica del Gobierno de no confrontaci¨®n directa propici¨® el repliegue del Ej¨¦rcito en ciertas zonas rurales y suburbanas. En estas regiones se ha expandido la presencia de organizaciones que ya exist¨ªan y adem¨¢s el surgimiento de nuevas c¨¦lulas. Al inicio de la administraci¨®n cont¨¢bamos 250 c¨¦lulas locales y ahora tenemos 350 registros. Y estas c¨¦lulas tienen una capacidad de fuego impresionante, por ejemplo La Empresa, que aterroriza gente en el Estado de M¨¦xico y Guerrero, atent¨® contra una alcaldesa de Pilcaya con fusiles Barret de calibre 50. Un arma car¨ªsima y dif¨ªcil de conseguir y parece que ellos las tienen por decenas. Como este grupo hay muchos m¨¢s. Esta expansi¨®n de la presencia criminal es muy alarmante porque va aparejada a un tema de control territorial, al menos de car¨¢cter intermitente, sobre todo en horarios nocturnos. Se adue?an de tramos carreteros, y tambi¨¦n intensifican un trabajo de cobro de cuota en corredores industriales y comerciales. En el caso de Ju¨¢rez, Los Mexicles [los que provocaron la violencia reciente] es una pandilla con muchos a?os de historia, que es binacional, muchos son estadounidenses y mexicanos, apoyados por el cartel de Sinaloa que ahora trae una pelea con La L¨ªnea. Tienen una gran capacidad para generar disturbios y gobiernan varias prisiones.
P. ?Qu¨¦ papel juegan los dos grandes c¨¢rteles de la droga, el de Jalisco y el de Sinaloa en el mapa criminal actual?
R. Los c¨¢rteles deben irse concibiendo cada vez m¨¢s como coaliciones de c¨¦lulas criminales. M¨¢s que la idea que tenemos de que son organizaciones muy jerarquizadas, con mando central, cada vez m¨¢s hay un fen¨®meno de descentralizaci¨®n y son grandes coaliciones. Yo apostar¨ªa a que, de los disturbios que vimos estos d¨ªas, la gran mayor¨ªa de ellos fueron intstru¨ªdos o contaron con la avenencia de uno de los dos grandes c¨¢rteles, porque aglutinan a la gran mayor¨ªa de las c¨¦lulas locales.
El mercado criminal mexicano tiene un car¨¢cter oligop¨®lico, donde las grandes c¨¦lulas absorben a las peque?as y las peque?as buscan la manera de independizarse. Y en ese forcejeo constante, los grandes c¨¢rteles cooptan una cantidad de c¨¦lulas y otras tienen ¨¦xito en la independencia, como Los Viagras, Los Zetas Vieja Escuela o el cartel de Caborca.
A¨²n as¨ª, considero que ha habido una consolidaci¨®n en la presencia de ambas organizaciones. El cartel de Sinaloa y Jalisco est¨¢n en todos los Estados del pa¨ªs y en los negocios criminales m¨¢s rentables, tanto narcotr¨¢fico como extorsi¨®n. Han entrado a nuevos mercados, como el robo en transporte de mercanc¨ªas, camiones o ferrocarril y en el del gas. El robo de combustible ha vuelto a subir en Estados como Puebla o Hidalgo.
P. Y con los eventos recientes, ?cu¨¢l cree que es el mensaje de fondo que los criminales est¨¢n enviando al Gobierno y a la sociedad?
R. El mensaje no solo es al Gobierno federal sino a los estatales. Es que r¨¢pidamente pueden enrarecerles el ambiente social, pueden generar muchos disturbios que provoquen descontento y miedo en la poblaci¨®n. Y que adem¨¢s lo pueden hacer de manera simult¨¢nea, lo cual desconcierta y desorienta a las autoridades. Esto, de manera generalizada, puede tener un impacto en las tasas de aprobaci¨®n de alcaldes, gobernadores o del mismo presidente, si se generalizara un ambiente de conflictividad e inestabilidad en el pa¨ªs.
P. ?Se ha hablado de narcoterrorismo, ?qu¨¦ riesgos implica ese debate?
R. Es un tema complejo porque comprende muchas connotaciones legales, tanto a nivel nacional como internacional. De hecho, el Congreso de Estados Unidos ha amenazado en repetidas ocasiones al Gobierno mexicano de clasificar a las organizaciones criminales mexicanas como terroristas y eso traer¨ªa implicaciones de largo alcance para el pa¨ªs que incluso podr¨ªan afectar las relaciones comerciales entre M¨¦xico y Estados Unidos.
Estoy completamente de acuerdo con que lo que hemos visto son t¨¢cticas terroristas, y que se ejercen adem¨¢s con sus brazos armados de sicarios con car¨¢cter militar. Por eso necesitamos a una Guardia mejor armada, militarizada, que enfrente a estos grupos que pueden cometer estos actos de barbarie en cualquier momento.
P. El Gobierno ha explicado que los ¨²ltimos ataques son la respuesta desesperada de un ¡°narco debilitado¡±, ?est¨¢ de acuerdo?
R. El narco mexicano no est¨¢ debilitado, est¨¢ m¨¢s fuerte que nunca. De hecho, las dos organizaciones criminales m¨¢s grandes, el cartel Jalisco y el de Sinaloa, est¨¢n m¨¢s que consolidadas. M¨¢s bien, las reacciones lo que reflejan es una irritaci¨®n por parte de los mandos criminales pero, sobre todo, una advertencia al Gobierno de que si contin¨²a una pol¨ªtica de arrestos sistem¨¢tica hacia mandos criminales de alto perfil, ellos tienen la capacidad de crear caos, en cualquier parte del pa¨ªs, especialmente en las zonas rurales y suburbanas de M¨¦xico.
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