¡°Tiene grasa, pero te la avientas por el sabor¡±: tres comidas callejeras mexicanas entre las 50 peores del mundo
La web Taste Atlas otorga al taco de tripa, la torta cubana y la torta de tamal 3,5 estrellas de cinco en su ¨²ltima valoraci¨®n
Giovanni Aguilar entrega a una clienta una torta de chilaquiles reci¨¦n hecha. ¡°No es nada nuevo que la comida mexicana puede hacer da?o por la grasa que tiene, pero el sabor te dice que te la tienes que aventar¡±, cuenta Aguilar con un tono extrovertido. El vendedor de comida reacciona de ese modo a la clasificaci¨®n realizada por la web gastron¨®mica Taste Atlas, que ha posicionado a tres comidas callejeras mexicanas entre las peores del mundo.
Las tripas (en el puesto 17) y la torta cubana (puesto 14) han conseguido una posici¨®n m¨¢s favorable que la torta de...
Giovanni Aguilar entrega a una clienta una torta de chilaquiles reci¨¦n hecha. ¡°No es nada nuevo que la comida mexicana puede hacer da?o por la grasa que tiene, pero el sabor te dice que te la tienes que aventar¡±, cuenta Aguilar con un tono extrovertido. El vendedor de comida reacciona de ese modo a la clasificaci¨®n realizada por la web gastron¨®mica Taste Atlas, que ha posicionado a tres comidas callejeras mexicanas entre las peores del mundo.
Las tripas (en el puesto 17) y la torta cubana (puesto 14) han conseguido una posici¨®n m¨¢s favorable que la torta de tamal (puesto 13), aunque los tres platillos comparten la misma puntuaci¨®n: 3,5 sobre las cinco estrellas en las que la web valora a las mejores comidas. Pese a ello, se mantienen casi un punto por encima de la peor considerada, el ¡°kuzu kelle¡±, un plato turco preparado con la cabeza de la oveja horneada.
En Ciudad de M¨¦xico, la lista parece no tener efecto. El puesto de Aguilar es peque?o y est¨¢ situado en la Avenida de la Reforma. Al d¨ªa, cuenta, puede llegar a vender hasta 100 tortas de tamal, a los que cabr¨ªa sumar los tamales vendidos por separado y aquellas tortas con diferentes rellenos. ¡°Es un platillo muy pr¨¢ctico, con una de estas aguantas todo el d¨ªa¡±, cuenta el vendedor de comida ambulante.
Aguilar no atiende a este tipo de clasificaciones. Asegura que las cr¨ªticas a estas comidas se debe a que ¡°no conocen¡± lo que es vivir en M¨¦xico. ¡°Muchas veces influye la costumbre, hay diferencias incluso entre los mexicanos del sur y los del norte, que no comen picante. Los del sur son puro pozole [otra de las referencias t¨ªpicas de la comida mexicana]. La ventaja de Ciudad de M¨¦xico es que mezcla los dos¡±, se?ala el comerciante.
El puesto est¨¢ rodeado de clientes, y no paran de llegar para pedir, adem¨¢s de tortas, otros platos como los chilaquiles, una comida compuesta por tortillas cortadas y fritas (o tostadas) y por salsa de chile. Aguilar cuenta que la dieta ha cambiado mucho. ¡°Ahora piden m¨¢s s¨¢ndwiches, m¨¢s chilaquiles y menos tortas de tamal, pero cuando llega el fr¨ªo... se antoja m¨¢s el tamal¡±, se?ala el vendedor, que considera que la funci¨®n ese platillo es que llene el est¨®mago.
El tamal que prepara Aguilar lleva harina de ma¨ªz, manteca vegetal y, seg¨²n el tipo, sal o az¨²car. Un plato sencillo, lo que tilda de una especie de ¡°pan al vapor¡±. El vendedor deja al gusto del cliente el condimentado: ¡°Hay quien quiere que le ponga crema o salsa, cada tiene un gusto. ?Quieres frijoles? Adelante, ac¨¢batelo, no hay que desperdiciar, hermanito¡±.
El vendedor prepara un caf¨¦ que trae en un barril naranja. Considera que, a d¨ªa de hoy, toda la comida hace da?o. ¡°Hace mucho tiempo todo era mejor, m¨¢s casero. No hay nada como lo del rancho, pero tiene su precio¡±, concluye Aguilar mientras devuelve unas monedas a la clienta.
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