Alberto Capella: ¡°La violencia en M¨¦xico solo se resolver¨¢ con un pacto nacional sin partidismo¡±
El experto en seguridad, jefe policial en tres de los Estados m¨¢s calientes del pa¨ªs, opina que el desgaste del Ej¨¦rcito supondr¨¢ ¡°pr¨¢cticamente un desastre¡±
Hijo de un comerciante de cortinas y persianas, Alberto Capella (Tijuana, 51 a?os) ayud¨® en el negocio familiar cuando era joven. Los siguientes pasos en su vida los describe as¨ª: ¡°Soy abogado de empresa, convertido en activista social y luego en jefe policiaco¡±. En efecto, ha sido responsable de la polic¨ªa en Tijuana, Morelos y Quintana Roo, un curr¨ªculo que le aporta una voz autorizada en todo lo que tiene que ver con la seguridad y la delincuencia. En la actualidad, asesora, junto a otros perfiles semejantes, a empresas que quieren radicarse en M¨¦xico eludiendo los problemas que acechan a este pa¨ªs. Los conoce bien, por eso aboga por una polic¨ªa local reforzada en sus recursos y dignificada, ajena a los avatares pol¨ªticos. Cree que solo un pacto pol¨ªtico puede sacar al pa¨ªs del pozo de violencia en el que est¨¢ inmerso. Sus cuentas, ¡°bien analizadas¡±, le indican que al t¨¦rmino del sexenio los homicidios ser¨¢n un 75% m¨¢s que en tiempos de Calder¨®n. Esto, dice, no lo va a solucionar un presidente, sino la voluntad de todos para sacar la inseguridad de la pelea pol¨ªtica.
Pregunta. ?Para qu¨¦ sirve que el Ej¨¦rcito combata en las calles la seguridad ciudadana?
Respuesta. La decisi¨®n, en 2018, de eliminar la polic¨ªa federal y crear la Guardia Nacional estuvo motivada m¨¢s por el golpeteo pol¨ªtico partidista que por un an¨¢lisis t¨¦cnico de la criminalidad. Los intereses partidistas no han permitido que las pol¨ªticas p¨²blicas de los ¨²ltimos tres sexenios se hayan consolidado y trascendido a los gobiernos. El fen¨®meno delictivo es econ¨®micamente mil veces m¨¢s poderoso que hace 20 a?os. Estamos tratando de concentrar todo el poder en una instituci¨®n que deber¨ªa ser la ¨²ltima esperanza. Y su nivel de desgaste [del Ej¨¦rcito] en un periodo muy corto es de una velocidad impresionante. Es muy peligroso que el Ej¨¦rcito y la Marina transiten por ese desgaste, ser¨ªa ya pr¨¢cticamente un desastre.
P. ?Adem¨¢s de fortalecer a las polic¨ªas locales no habr¨ªa que depurarlas antes? Se ve cada caso¡ Maltrato en los separos, corrupci¨®n callejera, persecuciones que conducen a la muerte.
R. Cuando llegas a gobernar a la polic¨ªa tienes que entender que es un animal salvaje, tienes que ir con mucha prudencia e inteligencia para saber c¨®mo utilizar el l¨¢tigo y la caricia. En Quintana Roo hay 5.500 polic¨ªas, cuando llegu¨¦ el 90% no hab¨ªa pasado por la academia, eran compadres del alcalde, del jefe anterior. Tienes que llegar y ver qui¨¦nes califican: no deber¨ªan estar la mitad de ellos, pero no puedes descuidar la calle. Mi estrategia fue la m¨¢s s¨®lida en la historia de Quintana Roo. Dejamos al 92% de los polic¨ªas con capacitaci¨®n.
P. ?Cu¨¢ndo hubo una estrategia acertada de seguridad en M¨¦xico?
R. La gran tragedia nacional tiene que ver con el secuestro de la seguridad por la pol¨ªtica partidista. Ha habido modas de car¨¢cter institucional en los ¨²ltimos 20 a?os. La creaci¨®n de la polic¨ªa federal cuando Zedillo. Calder¨®n catapult¨® cuatro veces m¨¢s la capacidad cuantitativa de la polic¨ªa con un esquema de orden militar. Hizo cosas correctas, divisiones en la polic¨ªa federal dependiendo de las necesidades: investigaci¨®n, inteligencia, narc¨®ticos, polic¨ªa cibern¨¦tica y se fortaleci¨® a las polic¨ªas locales. Con Pe?a nieto se sataniz¨®, justificadamente o no, a Genaro Garc¨ªa Luna, y desapareci¨® la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica, que pas¨® a Gobernaci¨®n. Se sujet¨® de nuevo a un tema de car¨¢cter partidista.
P. Pero las cifras de violencia son siempre parecidas. ?Los modelos fallan o el partidismo no deja consolidarse a los que funcionan?
R. Lo segundo. Los que est¨¢n ahora en la oposici¨®n quieren que el gobierno fracase y le pegan al tema de seguridad. El Gobierno actual tambi¨¦n hizo una oposici¨®n f¨¦rrea contra la militarizaci¨®n. Es un juego perverso. Pero esa visi¨®n de que nada mejora puede ser general, pero no particular: en Tijuana, por ejemplo gracias al fortalecimiento municipal, de 900 homicidios baj¨® a 400. Un ¨¦xito que se ech¨® a perder con el cambio de gobierno. Solo se puede resolver esto si existe un pacto nacional donde el tema partidista se aparte. Tienen que entrar expertos, como se hizo con la econom¨ªa en los Ochenta.
P. ?Hay mimbres para atisbar siquiera un pacto nacional?
R. No, el pa¨ªs est¨¢ m¨¢s polarizado que nunca, le apostaron a la divisi¨®n para mantener el poder. Tampoco los anteriores lo hicieron bien, probablemente sembraron el resultado que estamos viendo ahorita, que tiene que ver con la desigualdad social. Creo que estamos en el escenario m¨¢s complicado en la historia moderna del pa¨ªs. Hay zonas ya impenetrables por las instituciones en Guerrero, Michoac¨¢n, Colima, Jalisco, en Sinaloa el narcotr¨¢fico pr¨¢cticamente est¨¢ socializado, mandan los narcos, son los que hacen justicia y aplican la ley.
P. Paz social y corrupci¨®n pueden ser vasos comunicantes. ?Hasta d¨®nde la connivencia de ciertos gobernadores con el crimen puede servir para mitigar los homicidios?
R. Hay tres grandes actitudes que pueden asumir los gobernadores con la seguridad p¨²blica. Una, ser parte del problema, acordar con ellos y todos en paz. Es un grave error, la renuncia del Estado a cumplir su responsabilidad solo acrecienta el poder¨ªo del monstruo. La segunda es no meterse con ellos ni para bien, ni para mal, decir que es un tema federal y hacerse todos tarugos. Y la tercera es entrarle al problema. Hay ejercicios muy interesantes en esto.
P. En Morelos han asesinado a dos diputadas en seis meses por el mismo curul en el Congreso estatal. La polic¨ªa maneja la hip¨®tesis de un crimen del mismo partido donde est¨¢ implicada una familia muy conocida.
R. Morelos lo conozco perfectamente porque fui secretario de seguridad cinco a?os. Ahora hay un gobernador [el exfutbolista Cuauht¨¦moc Blanco] que adem¨¢s de hacer gala de una enorme ineptitud y estupidez, porque es un personaje que no piensa, es uno de los m¨¢s corruptos que he conocido en mi vida, y con una enorme ligereza para recibir dinero de qui¨¦n sea. Son evidentes las posibilidades de que ¨¦l haya ordenado el homicidio del delincuente Raymundo Castro, asesinado en la c¨¢rcel de Atlacholoaya. Por lo investigado, todo lleva a un homicidio de Estado.
P. ?Si todo parece tan obvio con la diputada asesinada, Gabriela Mar¨ªn, por qu¨¦ no hay detenciones?
R. El fiscal est¨¢ peleado con el de Seguridad, aunque en p¨²blico se lleven bien, se dan con todo por debajo de la mesa. Tambi¨¦n hay trampas, porque el voto de la asesinada era muy importante para un juicio pol¨ªtico al gobernador, entonces el beneficiario [de la muerte de Mar¨ªn] no es el que llegar¨ªa despu¨¦s de ella al curul, sino el gobernador en turno, porque desmantela a los legisladores que estaban en contra de ¨¦l.
P. Falta coordinaci¨®n con la justicia, dice. ?Se necesita tambi¨¦n un pacto de Estado para eso?
R. No. Hay un error que han cometido los tres ¨²ltimos presidentes: se autoendosaron los homicidios en sus sexenios. En el de ahora habr¨¢ un 75% m¨¢s homicidios que en el de Calder¨®n y un 33 % m¨¢s que con Pe?a Nieto, tenemos las cifras bien analizadas. Pero los presidentes no se pueden autoendosar eso. En esencia, la responsabilidad de los homicidios es del fuero com¨²n, de los 32 gobernadores y luego del presidente. Mientras no entiendan eso, van a tener a 32 gobernadores lav¨¢ndose las manos. Si Guanajuato est¨¢ ardiendo hay que pedir responsabilidades al gobernador, por ejemplo.
P. Eso lo hace mucho el presidente.
R. S¨ª, con los que no son de su partido. ?Por qu¨¦ no lo hace en Baja California? Con los tuyos deber¨ªas ser un poquito m¨¢s agresivo, ?no?
P. ?Qui¨¦n es el responsable, finalmente?
R. Quien gobierna este pa¨ªs debe entender que el problema de seguridad p¨²blica no se va a resolver de forma unipersonal, sino articulando esfuerzos sociales e institucionales y amalgamando al poder judicial y legislativo para que transiten en la misma direcci¨®n. Adem¨¢s, esto no se resuelve en seis a?os, sino con un pacto y una estrategia que trascienda los gobiernos, con un sector social bien consolidado que permita un seguimiento a las pol¨ªticas p¨²blicas y sin desviar el proceso por razones de partidismo. Hay que fortalecer las polic¨ªas locales y dignificarlas. Un polic¨ªa en la calle es hoy un ciudadano de tercera categor¨ªa.
P. O un se?or que te la juega con una mordida.
R. Porque se siente de tercera categor¨ªa. Y hay tambi¨¦n que prevenir la violencia generando posibilidades para las clases m¨¢s desfavorecidas, si no siempre habr¨¢ un caldo de cultivo para el crimen.
P. Eso tambi¨¦n lo repite el presidente.
R. Pero en estos cuatro a?os no ha mejorado la calidad de vida de la gente, les ha proporcionado una catarsis emocional, a qui¨¦n echarle la culpa de sus tragedias personales.
P. La Fiscal¨ªa de Zacatecas inform¨® de que el narco recluta cada vez a ni?os m¨¢s j¨®venes para matar.
R. Esos victimarios fueron antes v¨ªctimas de un escenario social, institucional, caracterizado por una enorme desigualdad, entre otras cosas porque los empresarios no quieren pagar impuestos, exprimen a la clase trabajadora como esclavos. Si a quien ha tenido un desarrollo sano en una familia pudiente le dices que hay un grupo de secuestradores no te pide que no los arrestes, sino que los mates.
P. Cuando hay un sector, empresarial o de otra ¨ªndole, que no quiere detenidos, sino asesinados, la pregunta es hasta d¨®nde la sociedad tiene la culpa de tanta violencia.
R. Es tambi¨¦n por desesperaci¨®n ante escenarios muy dram¨¢ticos, cuando ves a secuestradores mutilando a una ni?a, o violando a ni?os lo primero que piensas es eso. He visto im¨¢genes como para volverse loco, se las mandan a los pap¨¢s, hay que tener muchos principios para no volverse loco. Pero la soluci¨®n no es exterminar.
P. ?La legalizaci¨®n de las drogas no ser¨ªa una buena herramienta?
R. En mayo me reun¨ª con una delegaci¨®n de Quintana Roo con mandos policiales de los tres niveles de gobierno en Las Vegas, donde han legalizado hace cuatro o cinco a?os la marihuana. No les ha dado resultado, al contrario, ha catapultado el mercado negro, que ha crecido cuatro veces porque los dispensarios son m¨¢s caros. Legalizar manda un mensaje social de que no pasa nada y crece exponencialmente el consumo. Y los grupos en conflicto han crecido y desarrollado otros negocios como la prostituci¨®n, la trata de personas. Los homicidios no han bajado entre pandillas. En cada esquina de Las Vegas, en Nueva York, huele a marihuana.
P. ?No es mejor oler marihuana que p¨®lvora?
R. Pero el incrementar el consumo implica que hay una necesidad del consumidor de tener m¨¢s efectivo y van a buscar il¨ªcitos si no tienen capacidad adquisitiva para alimentar ese vicio. Otro dato que no publican all¨¢ es que las muertes por sobredosis en Nevada han crecido cuatro veces, se dan cuenta de que se equivocaron.
P. El alcohol es legal y no hay un crecimiento del consumo.
R. Con la marihuana es m¨¢s complejo, el alcohol puedes decir cerveza contra ginebra o contra vodka, hay grados. En las muertes por el alcohol, aparte de la ingesta, que son bajas, tiene que ver con manejar ebrios. Hay adem¨¢s programas de concientizaci¨®n y eso ha bajado el consumo.
P. Pues lo mismo se puede hacer con la marihuana, concienciaci¨®n. Tambi¨¦n con la marihuana hay consumidores m¨¢s leves y m¨¢s abusivos, como con el alcohol.
R. La diferencia con la marihuana, dicen los expertos, es que se camina hacia otras drogas, y no vas a legalizar el fentanilo, por ejemplo.
P. Ahora es asesor de empresas en cuestiones de seguridad. ?Qu¨¦ les preocupa a las empresas en M¨¦xico?
R. Las principales preocupaciones de las empresas orientales y estadounidenses es la integridad de sus ejecutivos en el extranjero, despu¨¦s la certidumbre de que sus productos podr¨¢n transitar sin riesgos hasta donde tienen que llegar, y por ¨²ltimo, las extorsiones del crimen.
P. ?No podr¨ªa estar ganado M¨¦xico m¨¢s inversiones extranjeras?
R. Estoy de acuerdo. Invertir en M¨¦xico es un 10% o un 15% m¨¢s caro por la violencia, no solo por extorsiones. Hay que contratar guardias de seguridad, c¨¢maras, un abogado que cuide los escenarios.
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