El misterio de las intoxicaciones en una escuela de Chiapas: 72 ni?os hospitalizados y una droga que no aparece
Decenas de menores fueron intoxicados con una ¡°sustancia desconocida¡±. Las autoridades no tienen respuestas sobre qu¨¦ les ocurri¨® a los adolescentes, mientras crece el miedo entre las familias
A las 17.30 del viernes 7 de octubre, una ni?a mareada cay¨® al suelo y esa fue la alarma. Despu¨¦s otro pidi¨® ayuda. Le siguieron decenas. Adolescentes que no pod¨ªan respirar, les dol¨ªa el pecho, vomitaban, se desmayaban. Empezaron a llorar y gritar, quedaron tirados en el piso y los pasillos. Nadie en Bochil, en los Altos de Chiapas, olvida la escena de p¨¢nico en la escuela Juana de Asbaje. El caos super¨® a un peque?o colegio p¨²blico sin protocolos sobre qu¨¦ hacer cuando un centenar de ni?os han sido intoxicados, de repente y al mismo tiempo, con una sustancia desconocida. La mayor¨ªa de ellos, 72, tuvieron que ser hospitalizados. Casi una semana despu¨¦s, 11 siguen ingresados y uno de ellos, en estado grave, acaba de salir del coma. Todo alrededor es bruma y paranoia. No hay rastro de coca¨ªna ni de otros estupefacientes en las pruebas de la Fiscal¨ªa, que reconoce no tener idea de lo que ocurri¨® ese d¨ªa en el pueblo. Este caso y otros tres en Tapachula en los ¨²ltimos d¨ªas han puesto el foco en la imparable entrada de droga en los centros escolares de M¨¦xico.
Por fuera no parece una escuela. Un murete amarillo y una puerta met¨¢lica entreabierta dan paso a un recinto ahora vac¨ªo. La secundaria tiene inscritos a 452 estudiantes, entre los 11 y 15 a?os, que no regresan desde el viernes. Los pupitres se han quedado alineados con pegatinas de colores, las inasistencias siguen colgadas en la puerta y en un pizarr¨®n todav¨ªa se lee: ¡°Reto: evitar el consumo de sustancias t¨®xicas¡±. Dentro el silencio es raro. Lo rompe en una habitaci¨®n con visillos y llena de trofeos antiguos un director estresado. Gregorio Wenso Vel¨¢zquez recopila la informaci¨®n que le ha pedido la Fiscal¨ªa y que debe entregar en unas horas. No tiene tiempo, dice, puede ser sancionado. ¡°Es un caso muy desesperante¡±, concede.
?Qu¨¦ intoxic¨® a 100 adolescentes de un peque?o municipio rural y mand¨® a 72 al hospital? ?Qui¨¦n lo entr¨® y c¨®mo lo distribuy¨® en unos minutos en el patio de un colegio? Y, todo el rato, ?por qu¨¦ en menores, por qu¨¦ tan r¨¢pido, por qu¨¦? La falta total de respuestas por parte de las autoridades ha dejado espacio para las teor¨ªas, que oscilan entre un reto viral de las redes sociales hasta una acci¨®n organizada que pretend¨ªa acabar con la vida de los menores.
Ese d¨ªa Alan, de 13 a?os, lleg¨® con tiempo a Juana de Asbaje, dej¨® su mochila y se puso a esperar a sus compa?eros hasta las 14.00 que empezaban las clases. Dio cinco materias que no recuerda y educaci¨®n f¨ªsica. A las 17.20 son¨® la chicharra que marcaba los 20 minutos de recreo y sali¨® al patio. Todos los maestros y la direcci¨®n estaban en ese momento reunidos en una misma sala. Dicen que as¨ª lo hacen muchas veces para aprovechar el tiempo. En ese corto margen de descanso fue cuando se cree que se distribuy¨® la sustancia en las botellas de agua de los adolescentes.
Alan comi¨®, jug¨® en la cancha y entr¨® a su sal¨®n a beber agua. ¡°A los 10 minutos mi cabeza me empez¨® a doler, me empec¨¦ a marear¡±, cuenta unos d¨ªas despu¨¦s acompa?ado de su padre, ¡°y de ah¨ª fue mi brazo y ya no lo pod¨ªa mover, me preocup¨¦ y mi coraz¨®n se empez¨® a alterar¡±. ¡°Interrumpimos la reuni¨®n en cuanto nos avisaron de la primera ni?a e inmediatamente auxiliamos¡±, dice el subdirector del centro, Bartolo S¨¢nchez. ¡°Pero fue una, despu¨¦s otra, despu¨¦s otra. De manera instant¨¢nea. No pas¨® m¨¢s de cinco minutos de que se extendi¨® en casi todos los salones. Tuvimos que llamar a protecci¨®n civil para que nos auxiliaran a llevarlos a la cl¨ªnica¡±, apunta el profesor. La mayor¨ªa de las afectadas, 51, eran ni?as.
El viernes, Iliana, de 14 a?os, solo hab¨ªa tomado unas Sabritas hasta que empez¨® a ver a sus compa?eras caerse. ¡°Vi que empezaban a desmayarse, a vomitar, a jalarse el cabello¡±, dice mientras tose y se apoya en su madre. En mitad del caos tom¨® tres tragos de agua. Empez¨® a vomitar ya de camino a la farmacia: ¡°No sent¨ªa mis pies. Me hormigueaba mi boca¡±. Lleg¨® a la cl¨ªnica rural del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y se desmay¨®. Estuvo toda la noche ingresada.
Uno de sus compa?eros, Darwin Gael, tambi¨¦n de 14 a?os, sinti¨® los efectos ya en su casa. Tuvo que ser trasladado de urgencia al IMSS de la capital, Tuxtla Guti¨¦rrez, y ser intubado. El pron¨®stico sigue siendo delicado. En ese mismo hospital est¨¢ Diana, de 12 a?os. Su padre Ismael P¨¦rez espera este mi¨¦rcoles noticias de la ni?a. Lleva d¨ªas sin poder dormir. Dice que desde el viernes, que la estudiante tom¨® agua mientras ayudaba a una compa?era, ha tenido mareos, delirios y convulsiones. ¡°No me han dicho qu¨¦ tiene, le van a hacer m¨¢s estudios¡±, cuenta P¨¦rez agotado frente a la verja hospitalaria, ¡°no hemos tenido apoyo de nadie: ni de los maestros ni del Gobierno¡±.
La intoxicaci¨®n ha despertado la indignaci¨®n en el pueblo. Tras una junta en la escuela, en la que uno de los padres trat¨® de agredir a un maestro, las familias han decidido organizarse para exigir explicaciones. Han presentado 30 denuncias por el delito de da?os a la salud en la Fiscal¨ªa. Esperan a que los ni?os que siguen ingresados se recuperen para seguir protestando. De momento han conseguido que la Fiscal¨ªa Estatal se traslade a Bochil a tomar muestras y declaraciones a los menores. Estas entrevistas con los adolescentes se han convertido en la esperanza de las autoridades para desentra?ar un caso sobre el que casi una semana despu¨¦s no saben nada. No hay l¨ªnea de investigaci¨®n oficial, tampoco pistas de qu¨¦ intoxic¨® a los j¨®venes.
El Ministerio P¨²blico ha realizado 61 pruebas toxicol¨®gicas con muestras de orina. Todas han salido negativas a coca¨ªna, opi¨¢ceos, cannabis, metanfetamina y anfetamina. Tambi¨¦n han resultado negativos los an¨¢lisis de 35 botes de agua que se llevaron del colegio. Sin embargo, en tres pruebas realizadas a adolescentes en laboratorios particulares s¨ª se identific¨® la coca¨ªna. El fiscal de Chiapas, Olaf G¨®mez, ha afirmado este mi¨¦rcoles que van a solicitar un peritaje de la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica para ¡°resolver la controversia¡±.
Juan Antonio Hern¨¢ndez afirma que cuando fue a recoger a su hijo Alan, tirado en la cancha de deporte, vio un polvo blanco en la tapa de su botella, as¨ª que cuando salieron del centro de salud fueron directos a un laboratorio. A la hora sali¨® positivo a esta droga. ¡°Yo no quiero contradecir al Gobierno. Lo ¨²nico que quiero es que me digan si no fue coca¨ªna qu¨¦ fue, porque hubo una sobredosis y el pueblo est¨¢ muy indignado¡±, apunta.
Tanto grupos de padres como de maestros creen que fueron los propios alumnos de la escuela quienes introdujeron droga en el recinto. Nadie da nombres, pero el viernes en la madrugada, el director reconoci¨® que ten¨ªa identificados a cuatro menores como posibles responsables. Ya no ha vuelto a se?alarlo: ¡°La investigaci¨®n est¨¢ en manos de la Fiscal¨ªa¡±. ¡°Son los mismos compa?eritos de la escuela quienes lo hicieron, pero hay que saber qui¨¦nes les est¨¢n distribuyendo eso a ellos¡±, apunta Antonio Hern¨¢ndez, que afirma que la situaci¨®n de narcotr¨¢fico se ha recrudecido en la zona.
Bochil, de poco m¨¢s de 30.000 habitantes, es una cabecera municipal situada en la regi¨®n de los Altos de Chiapas, a dos horas de la capital en un Estado tradicionalmente tranquilo y ajeno a los problemas de violencia y crimen organizado del resto del pa¨ªs. Sin embargo, en los ¨²ltimos meses se ha disparado el n¨²mero de denuncias por narcomenudeo en la regi¨®n y esta misma semana 300 militares tuvieron que ser desplazados de urgencia al Estado por un estallido de violencia.
El fiscal estatal ha negado una y otra vez que los adolescentes fueran intoxicados con ¡°sustancias psicoactivas¡±: ¡°No ha sido por consumo de drogas¡±. ?Entonces por qu¨¦? ¡°Hay que esperar m¨¢s pruebas y los resultados de la secretar¨ªa de Salud¡±, ha esquivado G¨®mez. El titular de Salud de Chiapas, Jos¨¦ Manuel Cruz Castellanos, ha dicho que los ¡°cultivos¡± llevan unos d¨ªas y ha pasado la pelota al representante del IMSS, quien no ha podido explicar de qu¨¦ test se esperan resultados.
Mientras tanto las intoxicaciones masivas se acumulan: cuando se repet¨ªan las pruebas en Bochil sonaban de nuevo las ambulancias en Tapachula, de camino a la Escuela Federal 1 por segunda vez en menos de un mes. En solo 18 d¨ªas, 116 ni?os, entre 12 y 14 a?os, de Chiapas han sido hospitalizados por ingerir sustancias t¨®xicas dentro de los centros escolares. Son m¨¢s de seis al d¨ªa. La escuela Juana de Asbaje ni siquiera se plantea poder regresar a las clases: ¡°Necesitamos resolver esto primero¡±.
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