Nadie contradice al presidente en el ¨²ltimo tramo del Tren Maya
La fuerte indemnizaci¨®n econ¨®mica para los ejidatarios y los proyectos de mitigaci¨®n ambiental acallan las cr¨ªticas sobre el impacto de la construcci¨®n a su paso por la selva de Calakmul, el pulm¨®n de M¨¦xico
Blanquinegras y peque?ujas, las peas graznan desde lo alto para avisar a la selva de que alguien est¨¢ entrando. Amanece en la reserva de Balam-ku, en Campeche, y el sol va descubriendo las ruinas, escondidas por las piedras y las matas de los ¨¢rboles. Los guardias forestales las se?alan como las antiguas construcciones de los mayas, no est¨¢n registradas por el INAH y no tienen nombre: solo ellos saben que est¨¢n ah¨ª. En una de ellas se desprende el olor a or¨ªn y guano por la hendidura que hace de puerta, creen que en su fondo oscuro duerme un jaguar durante las horas del d¨ªa. Esta es la tierra del tramo 7 del Tren Maya, el que completa y cierra la gran obra de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador por la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n, al sureste del pa¨ªs. En los pr¨®ximos meses, las v¨ªas ferroviarias van a rajar este bosque, el ¨²ltimo basti¨®n de selva de Norteam¨¦rica, conocido como el pulm¨®n de M¨¦xico; pero nadie aqu¨ª contradice la idea estrella del presidente. Cansados de que lleguen desde los despachos de la capital a decidir qu¨¦ es lo mejor para ellos, la mayor¨ªa de los due?os de estos terrenos ha encontrado en el tren un sin¨®nimo de progreso.
De los 1.500 kil¨®metros que va a recorrer el tren, el ¨²ltimo tramo, que une Bacalar con el aeropuerto de Chetumal y cruza la pen¨ªnsula hasta Esc¨¢rcega, es uno de los m¨¢s fr¨¢giles. El trazado atraviesa 250 kil¨®metros, la mayor¨ªa de selva, de los que 17 est¨¢n dentro de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, un ¨¢rea protegida de forma internacional.
La deforestaci¨®n ya es la gran amenaza de la selva maya, que se extiende tambi¨¦n por Belice y Guatemala. La tala ilegal de madera y la ampliaci¨®n de las fronteras agr¨ªcolas y ganaderas roban cada a?o miles de hect¨¢reas al bosque. El bi¨®logo Gerardo Ceballos calcula, por ejemplo, que en los pr¨®ximos 15 a?os la reserva de Balam-ku, que linda con Calakmul, puede perder hasta la mitad de su territorio, 250.000 hect¨¢reas, al ritmo de deforestaci¨®n actual. La p¨¦rdida forestal ataca la supervivencia de las especies; algunas de ellas, como el jaguar, el tapir o el pecar¨ª de labios blancos est¨¢n en peligro de extinci¨®n.
En esta situaci¨®n de cristal irrumpe el Tren Maya. La declaraci¨®n de impacto ambiental del tramo 7, elaborada por expertos contratados por el Gobierno, reconoce al menos 25 impactos negativos en este espacio, los tres m¨¢s graves por la deforestaci¨®n que tendr¨¢ lugar para ¡°preparar el sitio¡±. El Ejecutivo admite que el uso de maquinaria pesada va a afectar de forma severa a animales protegidos y que tambi¨¦n se va a fragmentar su h¨¢bitat.
En ese mismo documento se precisa que 1.163 hect¨¢reas van a ser afectadas. La mayor¨ªa son tierras ejidales cuyos due?os han recibido fuertes indemnizaciones econ¨®micas por ceder sus terrenos. El pago, unido a los numerosos subsidios gubernamentales que recibe la poblaci¨®n en esta zona, una de las m¨¢s pobres del pa¨ªs, le ha granjeado al Tren Maya y al presidente un apoyo abrumador.
L¨®pez Obrador ha anunciado proyectos de mitigaci¨®n ambiental que buscan recuperar y repoblar, en otros lugares, los ¨¢rboles que han sido arrancados para construir el tren. Adem¨¢s de la promesa de ampliar otras reservas y crear pasos para la fauna, infraestructura necesaria para la regi¨®n y miles de empleos.
Sin embargo, para el reconocido bi¨®logo Rodrigo Medell¨ªn el tren ¡°es la puntilla¡± que faltaba para masacrar uno de los ¨²ltimos bosques tropicales del pa¨ªs. Para Gerardo Ceballos, que preside la Alianza Nacional para la Conservaci¨®n del Jaguar y ha estado asesorando al Gobierno en la construcci¨®n de los pasos de fauna, la amenaza a la selva es grave con o sin tren, pero mantiene el optimismo: ¡°Todav¨ªa tenemos una ventana de oportunidad para salvarla, se est¨¢ cerrando, pero todav¨ªa la tenemos¡±.
El ejido de King Kong
Hace 36 a?os que Harnolo Ortega ¡ªconductor de tr¨¢iler, veracruzano, alias King Kong¡ª conduc¨ªa por la carretera que va pegada a la selva de Calakmul. Justo antes de un puente, un holand¨¦s tuvo un accidente y se par¨® a auxiliarlo. Mir¨® alrededor, le gust¨®. Dos d¨¦cadas despu¨¦s consigui¨® formar parte del ejido Plan de San Luis, traslad¨® a la familia y mont¨® un restaurancito al borde de la calzada para camioneros como ¨¦l. All¨ª todav¨ªa sirve caf¨¦ y huevos con chorizo.
El cambio a esa tierra f¨¦rtil no fue c¨®mo ¨¦l ten¨ªa previsto: sin saberlo los terrenos que compr¨® estaban ya dentro de la reserva, por lo que en la mayor¨ªa de sus hect¨¢reas no se pod¨ªa desarrollar ninguna actividad, no pudo poner un potrero ni tener borregos. S¨ª se qued¨® con un peque?o terreno para el restaurante, para una milpa y para su ¨²ltimo sue?o: construir una casa tur¨ªstica a los pies de la selva.
Este octubre, de ese proyecto solo est¨¢n los cimientos. ¡°Con cada poquito que guardamos, avanzamos, pero no hemos conseguido mucho m¨¢s en todos estos a?os¡±, explica Victoria Castellanos, su esposa. Solo ellos dos viven en el ejido. Nunca aparecieron los otros 140 ejidatarios. ¡°?Para qu¨¦? Si ten¨ªamos el pastel enfrente pero no pod¨ªamos agarrar nada. Estas tierras nunca nos dieron beneficios, no pudimos tumbar ni un ¨¢rbol¡±, dice Ortega.
La llegada del Tren Maya ha sido para ellos lo m¨¢s parecido a la suerte. El Gobierno compr¨® las 15.750 hect¨¢reas de Plan de San Luis, no solo los tramos por donde iban a pasar las v¨ªas, sino todas las parcelas. Dejaron 80 hect¨¢reas de n¨²cleo urbano, donde vive la pareja. No tienen idea de qu¨¦ van a construir all¨ª los militares, tampoco les interesa.
Seg¨²n los datos p¨²blicos del proyecto, la Secretar¨ªa de Defensa tiene previsto edificar all¨ª ¡°instalaciones para alojar al personal que se encuentra en tr¨¢nsito en la regi¨®n del sureste¡± debido a la ¡°saturaci¨®n de las instalaciones actuales de alojamiento provisional¡± y tambi¨¦n ¡°para reducir los sobrecostos en traslado y alimentaci¨®n¡±. El coste de la construcci¨®n para las arcas p¨²blicas va a ser de 1.000 millones de pesos (unos 50 millones de d¨®lares). Adem¨¢s, seg¨²n se desvel¨® en los papeles secretos de la Sedena a los que ha tenido acceso EL PA?S en el ejido de Plan San Luis est¨¢ prevista la construcci¨®n de varios ¡°eco-hoteles¡±.
Harnoldo y Victoria prefieren no decir cu¨¢nto dinero exacto han recibido, pero aseguran que es m¨¢s de lo que jam¨¢s so?aron. Cuentan que hace un par de d¨ªas dos hombres se acercaron a ellos, les hablaron del impacto que el tren iba a tener en la selva y les pidieron que se opusieran. ¡°Yo les pregunt¨¦: ¡®?Ustedes de d¨®nde son?¡¯. ¡®De la Ciudad de M¨¦xico, se?or¡¯. Eran de Nezahualc¨®yotl¡±, dice y se r¨ªe, ¡°desde all¨ª nos quieren decir a nosotros qu¨¦ tenemos que hacer. Nosotros nos sentimos beneficiados¡±.
La resistencia de Xpujil
Un par de kil¨®metros antes de entrar a la selva de Balam-ku hay un gigante cartel rojo. Anuncia un nuevo ejido, reci¨¦n creado, el nombre no sorprende a los locales: localidad Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Una silueta del presidente y una cita que le atribuyen (¡±Quiero que todo sea bello en armon¨ªa con la naturaleza¡±) completan la estampa. El apoyo al mandatario es f¨¦rreo en esta regi¨®n del pa¨ªs. Al preguntar el por qu¨¦, ?ngel Coj, comisario ejidal de Centenario, no duda: ¡°El presidente es sencillo y est¨¢ comprometido con la naturaleza¡±. Cuenta que en su ejido ¡°no hubo trabas¡± para aceptar el tren. Esta localidad ganadera va a tener incluso una estaci¨®n. Los representantes del Gobierno les aseguraron los pasos de fauna y un hospital, dice. Su hijo peque?o, Angelito, de 12 a?os, escucha la conversaci¨®n y apunta entusiasmado: quiz¨¢s tambi¨¦n llegue una universidad, ¨¦l quiere ser fot¨®grafo y arque¨®logo.
Esa es la visi¨®n m¨¢s compartida en la regi¨®n. En Campeche, el 42,1% de la poblaci¨®n vive en una situaci¨®n de pobreza, seg¨²n la Coneval, y es el octavo Estado del pa¨ªs con m¨¢s grado de marginaci¨®n, seg¨²n la Conapo. En el municipio de Calakmul, por ejemplo, la cifra se multiplica todav¨ªa m¨¢s: el 75% de sus habitantes son pobres y para el 94% su fuente de percepci¨®n monetaria principal son los apoyos que provienen de los programas de Gobierno. Ese es el marco en el que llegan los miles de pesos del tren y la promesa de trabajos y de muchos turistas.
La indemnizaci¨®n a los ejidos m¨¢s reticentes a ceder la tierra ha sido generosa; a otras comunidades, sobre todo las m¨¢s pobres, ha llegado a ser de 18 pesos (menos de un d¨®lar) por hect¨¢rea. En el ejido de Conhuas, en el que el 80% de los propietarios se dedica a la apicultura, tardaron m¨¢s en negociar, no ten¨ªan tanta urgencia. Jos¨¦ Alberto Becerril, un ejidatario que est¨¢ promoviendo convertir Conhuas en santuario mundial de abejas, explica que la discusi¨®n era por el monto de la indemnizaci¨®n, pero que ¡°nunca hubo una intenci¨®n de negarse al tren¡±.
Hasta el momento solo el ejido de Xpujil se ha negado a llegar a un acuerdo. Su postura es fuerte, tanto que el presidente ya ha amagado en su ma?anera con no terminar de cerrar el tramo: ¡°Si no nos dejan, se queda el tren hasta Xpujil y no hay tren de Xpujil a Chetumal, nada m¨¢s que se va a saber qui¨¦nes fueron los responsables de detener esta obra. ?As¨ª de claro!¡±, amenaz¨® L¨®pez Obrador. Luis Hern¨¢ndez, gu¨ªa tur¨ªstico de Calakmul, explica que gran parte de la negativa se debe a que la zona tiene un grave problema de agua. Si apenas sale de las regaderas, ?c¨®mo van a hacer si llegan, como ha prometido el presidente, tres millones de turistas? Adem¨¢s dudan de si ese turismo va a dejar beneficios en la comunidad o solamente en los grandes hoteles y empresas operadas por inversores extranjeros. Es de las pocas posturas cr¨ªticas.
Aar¨®n Siller, director de la oficina sureste de Cemda (Centro Mexicano de Derecho Ambiental), afirma que la protesta ha sido ¡°diezmada¡±: ¡°A trav¨¦s de los subsidios y a trav¨¦s del miedo y la violencia del Estado. El proyecto ha tenido distintas configuraciones del trazo, se ha movido por inviabilidad y por protesta social, no hubo estudios previos, todo est¨¢ siendo improvisado. Tambi¨¦n ha habido casos de violencia hacia las autoridades ejidales. O est¨¢n comprados o tienen miedo¡±. Cemda ha promovido dos amparos judiciales sobre el tramo 7, que se encuentran en el Tribunal Primero de Distrito de Yucat¨¢n, por falta de consentimiento ¡ªafirma que la consulta que hicieron en las comunidades es inv¨¢lida porque no se explic¨® realmente lo que era el proyecto¡ª y por fragmentaci¨®n del h¨¢bitat.
El presidente tiene un margen de dos a?os para terminar su obra. Un plazo que aprieta cada d¨ªa. El bi¨®logo Rodrigo Medell¨ªn pide ponerlo en perspectiva: ¡°Yo he invitado al presidente a que haga el Tren Maya exclusivamente de Palenque hasta Canc¨²n, que termine bien los tramos 1, 2, 3 y 4. Que al resto los deje en paz y ¨¦l ya va a tener su tren. Porque no le va a alcanzar el tiempo¡±, y a?ade, ¡°que no deforeste, que no persista en su inter¨¦s de abrir la selva¡±.
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