¡°Me da miedo todo esto¡±: as¨ª intentaron ocultar el feminicidio de Ariadna L¨®pez
EL PA?S accede a los mensajes que se env¨ªan Rautel ¡®N¡¯ y Vanessa ¡®N¡¯ los d¨ªas posteriores al crimen y que muestran c¨®mo trataron de crear una versi¨®n de los hechos que los ayudara a evadir la justicia
Los dos detenidos por el feminicidio de Ariadna Fernanda L¨®pez, de 27 a?os, intentaron ocultar la muerte de la joven. As¨ª demuestran las conversaciones que mantuvieron por tel¨¦fono y a cuyos registros ha tenido acceso EL PA?S. Muchos de los mensajes que se mandaron tras arrojar el cuerpo en una carretera cercana a Tepoztl¨¢n, en el Estado de Morelos, ya hab¨ªan sido borrados cuando los tel¨¦fonos llegaron a manos de la Polic¨ªa. Pero las autoridades fueron capaces de recuperar algunos de los wasaps que se enviaron los acusados. ¡°Me da miedo todo esto¡±, le comenta Rautel a su novia el 2 de noviembre, dos d¨ªas despu¨¦s de la muerte, cuando las amigas de Ariadna les comunicaron que denunciar¨ªan la desaparici¨®n. ¡°Est¨¢ bien que cooperemos, pero con cuidado en los detalles¡±, dice el hombre, que fue vinculado a proceso por el feminicidio el martes. El an¨¢lisis telef¨®nico deja ver c¨®mo los acusados intentaron crear una versi¨®n de los hechos que les sirviera para evadir la justicia.
La ¨²ltima vez que se vio con vida a Ariadna L¨®pez fue la noche del 30 de octubre. La joven asisti¨® al restaurante Fisher¡¯s de la colonia Condesa, en la capital mexicana, para encontrarse con Vanessa, Rautel y otras personas. Despu¨¦s de pasar alrededor de una hora all¨ª, abord¨® una camioneta junto al grupo y se fueron a la vivienda del acusado, en la calle Campeche al 175, a unas 10 cuadras del restaurante. A todos se los ve bajar de la camioneta en el estacionamiento del edificio y entrar al departamento. Media hora despu¨¦s, el resto de los amigos se retiran de la casa, dejando adentro a la pareja y a Ariadna. Al otro d¨ªa, sobre las 10.27 de la ma?ana, se ve llegar al chofer personal de Rautel al sitio y retirarse unos minutos despu¨¦s. Ese mismo 31 de octubre, media hora despu¨¦s, se ve al presunto feminicida cargar por el edificio el cuerpo con rigor mortis ¡ªde acuerdo a lo se?alado por un perito¡ª hasta subirlo de vuelta a la camioneta. Las ¨²ltimas im¨¢genes muestran a Rautel dejar el sitio y dirigirse a Tepoztl¨¢n, donde luego aparece tirado el cad¨¢ver.
Las historias compartidas por la v¨ªctima en Instagram aquella noche se?alaron que quienes vieron por ¨²ltima vez a la muchacha son ellos. Por eso, el entorno de Ariadna comienza a agobiar a la pareja con preguntas. En privado, los acusados empiezan entonces a formular una versi¨®n falsa de lo sucedido. De acuerdo al tel¨¦fono analizado por la Polic¨ªa, el Iphone que utilizaba Vanessa, se registra una comunicaci¨®n constante los d¨ªas siguientes al crimen con un n¨²mero que usaba Rautel, y a quien hab¨ªa agendado bajo el mote de Pu?e.
El cad¨¢ver al borde de la carretera fue hallado el 1 de noviembre por unos ciclistas, pero no fue reconocido por su familia hasta un d¨ªa despu¨¦s. El 2 de noviembre, con el cuerpo de Ariadna en la morgue, sus presuntos feminicidas coordinaban una versi¨®n en la que aseguraban que la joven se hab¨ªa ido la noche del 30 de octubre de su casa, y eval¨²an si conviene decir si la v¨ªctima tom¨® un taxi o un Uber.
¡°Ya me mand¨® msj [mensaje] otro de sus amigos¡±, le dice ella a ¨¦l, sobre las 17.13 horas. ¡°Creo que el que sabe un poco m¨¢s es Ernesto, o sea cosas como a qu¨¦ hora se fue y en qu¨¦, o sea Uber o taxi. Que si les puedo compartir esa info¡±, agrega. ¡°Es que van a ir a meter denuncia. Y necesitan lo m¨¢s de detalles que puedan¡±, insiste. ¡°Amorcito, me da miedo todo esto¡±, le responde finalmente ¨¦l. ¡°Pero amor, no es nuestra culpa. Ni va a ser contra ti¡±, le dice ella, ¡°simplemente para saber por d¨®nde buscar¡±. Ante esos wasaps, Rautel dice: ¡°Pues estaremos de por medio¡±. ¡°S¨ª, pero pues ya saben que fui la ¨²ltima que la vio¡±, se?ala ella.
Lo siguiente que muestran los mensajes es que Vanessa decide hacer y decir todo lo que le indique su novio. ¡°?Qu¨¦ hago?¡±, le pregunta ella. ¡°No, est¨¢ bien que cooperemos pero con cuidado en los detalles¡±, le responde ¨¦l. ¡°Lo que me mandes de informaci¨®n es lo que les mandar¨¦¡±, dice Vanessa. Rautel le manda entonces un mensaje con la versi¨®n de los hechos que tiene que difundir: ¡°Nos fuimos del Fisher¡¯s como a las 6.30... ven¨ªa Ernesto, Anita, Jos¨¦, Pu?e, yo y Ari. Estuvimos como en mi casa hasta las nueve, todos se fueron [...] Debi¨® de pedir su Uber como a esas horas, nueve de la noche. Pero nadie confirma que se haya subido al taxi¡±.
Vanessa le comenta a su pareja en los mensajes que los amigos de Ariadna la hacen sentir mal. Uno de ellos, que lleva adelante la b¨²squeda de la joven, le pidi¨® que solicitara a la seguridad del edificio los v¨ªdeos de las c¨¢maras. Ella le responde que no se va a ver nada, porque los equipos no captan la imagen hasta la acera. Esta solicitud desata incertidumbre en la pareja, que especula cu¨¢nto tiempo duran las grabaciones de las c¨¢maras de seguridad antes de eliminarse autom¨¢ticamente. Rautel asegura que solo duran un d¨ªa. Se equivocaba, la Polic¨ªa consigui¨® las im¨¢genes y su contundencia fue clave el martes para mantenerlo en prisi¨®n.
La acusada, que borr¨® adem¨¢s todas las fotograf¨ªas que tom¨® esa noche con su tel¨¦fono, conversa en esos d¨ªas con una persona registrada bajo la sigla AHS, supuestamente una amiga de Ariadna. Le env¨ªa a ella una foto de c¨®mo iba vestida la v¨ªctima la noche de la desaparici¨®n, para que puedan buscarla con su vestimenta. Sobre lo sucedido, le comenta: ¡±Todos iban tomados, pero Rautel no, entonces ¨¦l debe saber m¨¢s, a qu¨¦ hora se fue y en qu¨¦ se fue, solo estoy esperando que me pasen su contacto para hablar con ¨¦l¡±.
Las preguntas que le hacen el entorno de Ariadna a Vanessa comienzan a acorralarla tanto que tropieza en varias ocasiones y se contradice sobre las horas y el hecho de que se haya ido en un taxi. En una llamada con las amigas, a la que ha tenido acceso este peri¨®dico, Vanessa se desdice sobre el Uber, asegura que Ariadna no quer¨ªa volver a su casa porque estaba peleada con su compa?era de piso, que quiz¨¢s se fue caminando, y dice que seguramente no responde los mensajes porque se qued¨® sin bater¨ªa. En otros mensajes que envi¨® quiso sembrar la idea de que podr¨ªa tratarse de un suicidio. ¡°Estaba muy triste¡±, dice, ¡°?no crees que fuera capaz de ella misma hacerse algo?¡±. Adem¨¢s, intenta justificar sus lagunas diciendo que estaban alcoholizados: ¡°Todos est¨¢bamos ped¨ªsimos¡±.
El 3 de noviembre, la pareja acuerda ir al velatorio de Ariadna, donde Rautel habla ante las c¨¢maras y da la versi¨®n falsa de los hechos que luego las autoridades desmienten. Esa noche, Vanessa le escribe a su novio para decirle que necesitan ¡°un v¨ªdeo o algo¡± que demuestre que ella sali¨® viva del edificio, ¡°ya que de puras palabras no servir¨¢ de nada¡±. Preparan entonces un borrador con una publicaci¨®n para hacer en redes sociales, que acompa?ar¨¢n con fotos de los tres juntos.
La ¨²ltima conversaci¨®n tiene fecha del 4 de noviembre. Rautel le avisa que se encuentra con ¡°Balckie¡±. Tras ello ya no vuelven a hablar, al menos no con esas l¨ªneas telef¨®nicas. Vanessa fue detenida dos d¨ªas despu¨¦s, el 6 de noviembre, en el municipio de Ecatepec, en el Estado de M¨¦xico. Rautel se entreg¨® a las autoridades en Nuevo Le¨®n el lunes, despu¨¦s de que la Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico los acusara de ser responsables de la muerte de Ariadna, quien seg¨²n una segunda necropsia falleci¨® por un ¡°trauma m¨²ltiple¡±. Ambos fueron vinculados a proceso por el feminicidio y permanecen en prisi¨®n.
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