Las cuotas de g¨¦nero tienen raz¨®n
De Paulina Flores al colectivo Opini¨®n 51 pasando por Daniela Tarazona, premio Sor Juana, las mujeres toman la palabra. La llamada discriminaci¨®n positiva no es m¨¢s que reparaci¨®n hist¨®rica
Las cuotas de g¨¦nero tienen sentido por dos razones. Una: a¨²n son necesarias. Dos: funcionan. El pr¨®ximo a?o la Feria del Libro de Guadalajara celebrar¨¢ los 30 del Premio Sor Juana In¨¦s de la Cruz, instaurado en 1993 para distinguir la mejor novela de la temporada escrita por una mujer. Lo que naci¨® para compensar una pesada inercia ¡ªsolo hay 6 escritoras entre los 32 galardonados con el gran premio FIL de Lenguas Romances y la mitad de ellas lo han ganado en los ¨²ltimos cinco a?os¨D se ha convertido en un ver...
Las cuotas de g¨¦nero tienen sentido por dos razones. Una: a¨²n son necesarias. Dos: funcionan. El pr¨®ximo a?o la Feria del Libro de Guadalajara celebrar¨¢ los 30 del Premio Sor Juana In¨¦s de la Cruz, instaurado en 1993 para distinguir la mejor novela de la temporada escrita por una mujer. Lo que naci¨® para compensar una pesada inercia ¡ªsolo hay 6 escritoras entre los 32 galardonados con el gran premio FIL de Lenguas Romances y la mitad de ellas lo han ganado en los ¨²ltimos cinco a?os¨D se ha convertido en un verdadero canon de la literatura reciente. Los amantes de la historia de la literatura encontrar¨¢n en su palmar¨¦s una galaxia de nombres imprescindibles. Los amantes de la literatura a secas, una lista de grandes novelas. Hoy es imposible redactar una bibliograf¨ªa seria sin consultarla.
A esa lista se ha incorporado este curso Isla partida, de Daniela Tarazona, que este mi¨¦rcoles recibi¨® su diploma en el gigantesco auditorio Juan Rulfo. La novela, publicada por Almad¨ªa, es una fulgurante mezcla de relato esquizofr¨¦nico y libro de duelo, una inmersi¨®n en la mente con la ambig¨¹edad de un poema y la precisi¨®n de un encefalograma. Cuerpo, casa y lenguaje son demolidos y vueltos a construir en cada p¨¢gina. Heredera de Clarice Lispector pero con voz propia, Tarazona consigue mantener la fascinaci¨®n en la lectura sin recurrir a trucos f¨¢ciles, desplegando un relato sin argumento que buscar superar la vieja dicotom¨ªa entre fondo y forma.
El humanismo necesit¨® tres siglos de literatura para ¡°renunciar a Dios¡±. El problema es que no renunci¨® ¡°a la misoginia¡±, dijo Sabina Berman
Veinticuatro horas antes de recibir el premio, Almad¨ªa brind¨® con mezcal por su premiada en el stand que comparte con la editorial Era. Pocos metros m¨¢s all¨¢, dentro del programa Latinoam¨¦rica Viva, la escritora chilena Paulina Flores anunciaba que en 2023 publicar¨¢ su primer libro de poemas: Recordar las cosas buenas. Lo hizo durante un coloquio con la brasile?a Nara Vidal y la colombiana Laura Ortiz en el que la autora de ?Qu¨¦ verg¨¹enza!, uno de los grandes libros de cuentos de las letras actuales en espa?ol, record¨® que su b¨²squeda de referencias en la historia de la literatura se pareci¨® durante demasiado tiempo a algo que describi¨® con una imagen: ¡°Era como ir por un pasillo y no ver a los lados m¨¢s que puros retratos de hombres. Y pensar: ?Qu¨¦ sola estoy!¡±. Entonces aparecieron Flannery O¡¯Connor, Carson McCullers y, sobre todo, Alice Munro. ¡°Con historias oscuras y perversas y llenas de personajes ego¨ªstas con los que me identificaba. Tal vez porque soy una p¨¦sima persona¡±, a?adi¨® con iron¨ªa.
Minutos despu¨¦s, otro conversatorio trataba de responder a esta pregunta: ¡°?Son solo una moda las mujeres en el arte?¡±. Lo organizaba el colectivo Opini¨®n 51, fundado hace un a?o en M¨¦xico por un grupo de pensadoras y periodistas cuando se dieron cuenta que solo una de cada diez columnas de los peri¨®dicos estaba firmada por una mujer. La charla cerr¨® la jornada y fue uno de esos momentos el¨¦ctricos -cada FIL tiene los suyos- en los que el auditorio se rinde de admiraci¨®n ante el humor, el rigor y la elocuencia de quienes ocupan el estrado. En este caso: la dramaturga Sabina Berman, la publicista Ana Mar¨ªa Olabuenaga y la exdirectora del Fondo de Cultura Econ¨®mica y de Conaculta y actual responsable de la feria del libro de Monterrey, Consuelo S¨¢izar.
¡°El relato de la realidad no es la realidad sino solo aquello que tiene importancia¡±, dijo Berman. ¡°Y lo que tiene importancia es lo que puede cambiar el propio relato. Durante siglos las mujeres no pod¨ªan cambiar el relato y por eso no importaban¡±. De ah¨ª la revoluci¨®n a la que estamos asistiendo, algo que no hab¨ªa sucedido desde el humanismo renacentista, apunt¨®. Un humanismo que necesit¨® tres siglos de literatura para ¡°renunciar a Dios¡±. El problema es que no renunci¨® ¡°a la misoginia¡±. Olabuenaga, entre tanto, reivindic¨® la idea de moda: ¡°Las mujeres en el arte siempre han estado ah¨ª, desde el principio. ?Moda? La moda es un lenguaje y puesto que es un lenguaje, hagamos que nos lean¡±.
¡°?Votar¨ªamos a una mujer por ser mujer aunque no estemos de acuerdo con su proyecto pol¨ªtico?¡±, pregunt¨® Consuelo S¨¢izar
Por su parte S¨¢izar dedic¨® su intervenci¨®n a relatar la genuina emoci¨®n que sinti¨® este s¨¢bado durante el discurso de Mircea Cartarescu en la ceremonia inaugural de la FIL. Es uno de sus autores de referencia y su defensa de la poes¨ªa ¡°en los espantosos desfiladeros de lo virtual¡± le lleg¨® al alma. Tanto que, relat¨®, tuvo la necesidad de tomar de la mano a su esposa, sentada a su lado. Fue m¨¢s tarde cuando, con cierta congoja, se dio cuenta de que el autor rumano hab¨ªa citado a media docena de escritores pero a ninguna mujer. ?No repar¨® en la laguna? ?Nadie le avis¨®? S¨¢izar compar¨® ese discurso con el pronunciado un a?o antes en el mismo estrado por Diamela Eltit. Aquel d¨ªa, la novelista chilena llam¨® a ¡°desbiologizar la literatura¡± y critic¨® que la literatura sin adjetivos fuera la de los hombres porque la de sus colegas era siempre ¡°literatura de mujeres¡±.
Al punto, S¨¢izar lanz¨® preguntas que, dijo, las mujeres se hacen mucho en privado pero rara vez en p¨²blico: ¡°?Por qui¨¦n me inclino? ?Por las escritoras que exigen que se las lea por su calidad o por los escritores que dicen leer sin pensar en el g¨¦nero?¡±. Poco despu¨¦s, cuando un espectador pregunt¨® si M¨¦xico estaba listo para elegir a una mujer en las presidenciales de 2024, ella lanz¨® otra pregunta: ¡°?Votar¨ªamos a una mujer por ser mujer aunque no estemos de acuerdo con su proyecto pol¨ªtico?¡±. El debate segu¨ªa abierto, pero la FIL cerraba.
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