Tras la pista de ¡®El Mencho¡¯: la partida de ajedrez contra la mafia m¨¢s poderosa de M¨¦xico
El l¨ªder del Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n es el criminal m¨¢s buscado en M¨¦xico y EE UU. Pese a la pol¨ªtica de contenci¨®n del Gobierno, la estrategia para cazarlo es una sucesi¨®n de ataques y venganzas
La ¨²ltima vez que detuvieron a un familiar de El Mencho, dos marines fueron secuestrados en venganza y se desat¨® un cerco militar, con tanques y helic¨®pteros, que convirti¨® uno de los barrios m¨¢s exclusivos de Guadalajara en una zona de guerra. Este martes, tras el arresto del hermano del capo, Antonio Oseguera, alias Tony Montana, las autoridades de Jalisco, Colima y Michoac¨¢n decretaron la ¡°alerta m¨¢xima¡± con un refuerzo de militares y polic¨ªas vigilando casi cada esquina. Finalmente, la cosa no pas¨® de alg¨²n coche quemado. Pero el extremo celo en la respuesta de las autoridades es una prueba m¨¢s del nivel al que ha escaldado el conflicto entre el Estado y la mafia m¨¢s poderosa de M¨¦xico.
El Mencho, jefe del Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n, es el objetivo n¨²mero uno, no solamente de las autoridades mexicanas. El Departamento de Justicia ofrece hasta 10 millones de d¨®lares por pistas que ayuden a atrapar al criminal m¨¢s buscado por EE UU desde hace dos a?os. Pese a que tantos focos se concentran sobre la misma persona, la cacer¨ªa de Nemesio Oseguera, su nombre civil, a lo que m¨¢s se parece es a una partida de ajedrez bajo la l¨®gica del ojo por ojo entre ambos bandos. Una sucesi¨®n sin fin de ataques y venganzas.
Todav¨ªa en 2015, cuando comenzaba ya a instalarse en el imaginario global del crimen organizado como el heredero de la figura casi m¨ªtica de El Chapo, la muerte de uno de sus hombres a manos del Ej¨¦rcito fue respondida con una emboscada a un convoy militar y 15 agentes asesinados. La detenci¨®n de varios de los supuestos sicarios implicados tuvo como r¨¦plica narcobloqueos por todo Jalisco y un helic¨®ptero militar derribado con bazuca. Tres a?os despu¨¦s, el primer arresto de la mujer de Oseguera, cerebro financiero de la mafia, fue le¨ªda como la respuesta al intento de atentado contra un exfiscal del Estado. Y la segunda detenci¨®n de La jefa, el a?o pasado, deriv¨® en los dos marinos secuestrados. Tambi¨¦n el arresto esta semana de su hermano ha sido interpretado como la respuesta a la desaparici¨®n de un coronel a manos del cartel.
Alejandro Hope, experto en seguridad, entiende que no hay elementos para dar por hecho que la detenci¨®n de Antonio Oseguera est¨¦ relacionada con el secuestro del coronel Jos¨¦ Isidro Grimaldo, llevada a cabo por el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n el pasado 10 de diciembre. Para el analista, las fuerzas de seguridad preparaban el operativo para detener al hermano del capo desde mucho antes del secuestro del coronel. ¡°Puede haber coincidencias temporales o puede que el secuestro del militar le haya inyectado m¨¢s urgencia al asunto¡±. Hope descarta adem¨¢s que haya sido un movimiento para negociar con el CJNG la liberaci¨®n de su mando militar. No se sabe con certeza qu¨¦ cargo ni qu¨¦ importancia ten¨ªa el rol que cumpl¨ªa Tony Montana en la estructura de la organizaci¨®n delictiva. ¡°Lo que s¨ª podemos decir es que esto no cambia la ecuaci¨®n para el CJNG¡±, a?ade.
M¨¢s all¨¢ de los golpes medi¨¢ticos, la reciente filtraci¨®n de millones de correos de la c¨²pula militar mexicana ¡ªGuacamaya Leaks¡ª demostr¨® el intenso trabajo de inteligencia de la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional (Sedena). El hackeo dej¨® al descubierto, por ejemplo, el seguimiento preciso de uno de los tent¨¢culos de CJNG, con presencia ya en pr¨¢cticamente todos los rincones del pa¨ªs, en el peque?o estado de Aguascalientes. La operaci¨®n secreta no cuaj¨®. M¨¢s bien acab¨® en uno de los mayores fiascos del Ej¨¦rcito este a?o con el intento fallido de detener a un importante capo. El ataque a la mafia deriv¨®, una vez m¨¢s, en Jalisco y Guanajuato incendiados por el crimen.
El foco, en los grandes capos
¡°?Cu¨¢nta Inteligencia hace el Ej¨¦rcito?¡±, se pregunta Guillermo Vald¨¦s, responsable del viejo CNI en el sexenio de Felipe Calder¨®n (2006-2012). ¡°Por lo que hemos visto en el operativo de esta semana, limpio y efectivo, y en los documentos de Guacamaya Leaks, tienen bastante Inteligencia, pero no la usan. Estas detenciones espor¨¢dicas no rompen la pol¨ªtica de abrazos y no balazos¡±. Pese a la consolidaci¨®n de la militarizaci¨®n impuesta por L¨®pez Obrador con la creaci¨®n de la Guardia Nacional y el despliegue masivo del Ej¨¦rcito en las calles, la estrategia del Gobierno est¨¢ m¨¢s centrada en la contenci¨®n que en el ataque hacia las mafias del crimen organizado. Las cifras de la violencia, sin embargo, apenas dan un respiro.
El investigador del CIDE Carlos Flores, especialista en seguridad y que ha estudiado a fondo el CJNG, se?ala que la estrategia del Gobierno ¡°adolece de la sinergia adecuada¡± con otros ¨®rganos como por ejemplo la Unidad de Inteligencia Financiera o la propia Fiscal¨ªa, para poder procesar estas bandas por crimen organizado. ¡°Deben enfocarse en redes y no en individuos¡±, dice. La diferencia que distingue Flores entre el accionar de L¨®pez Obrador hacia el narcotr¨¢fico en relaci¨®n con otras Administraciones es principalmente ret¨®rica, y quiz¨¢s un poco menos ofensiva. ¡°Hay menos acciones, pero cuando las hay, son del mismo corte¡±, comenta. El enfoque no ha cambiado, insiste, porque ¡°permanece una tendencia a darle continuidad a la estrategia ¡®kingpin¡±, comenta en relaci¨®n con la pr¨¢ctica de perseguir a las cabecillas criminales.
La estrategia de descabezar a los carteles arrestando a sus jefes tuvo especial relevancia durante el gobierno de Enrique Pe?a Nieto (2012-2018). Unos movimientos que, en gran medida, abrieron el camino a la emergencia de El Mencho y su CJNG hasta la cumbre de un mapa criminal muy atomizado. Para Guillermo Vald¨¦s, que lider¨® el servicio de Inteligencia durante el sexenio anterior, que a su vez dio comienzo a la pol¨ªtica militarizada conocida como guerra contra las drogas, ¡°no hay una estrategia general de desarticulaci¨®n de las organizaciones criminales. Tan solo detenciones eventuales de grandes capos¡±.
El ahora analista pone como ejemplo el dispositivo que en su d¨ªa logr¨® reducir casi al momio a los Zetas: ¡°Primero nos centramos en las c¨¦lulas operativas, los sicarios, los jefes regionales, los contadores, los operadores financieros. Fuimos socavando la organizaci¨®n por abajo para debilitarlos. Y ya con el cascar¨®n m¨¢s vac¨ªo pudimos atrapar a los cabecillas¡±. Vald¨¦s reconoce, en todo caso, una diferencia con aquella ¨¦poca: ¡°Es cierto que este grupo es mucho m¨¢s agresivo contra el Estado. Sinaloa, por ejemplo, apenas practicaba los atentados. Eran c¨®digos distintos¡±.
De toda la estela de ataques a polic¨ªas, militares, pol¨ªticos y jueces perpetrados por la mafia de El Mencho, seguramente el de mayor impacto haya sido el intento de asesinato hace dos a?os del jefe de la polic¨ªa de Ciudad de M¨¦xico, Omar Harfuch. M¨¢s de 20 sicarios le descerrajaron 414 balazos con fusiles de asalto en medio de una emboscada en una de las zonas m¨¢s exclusivas de la capital.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.