M¨¢s de 2.000 migrantes protestan en la Comar de Tapachula por la saturaci¨®n y los plazos de espera
Las personas, la mayor¨ªa de origen haitiano, reclaman en la Comisi¨®n Mexicana de Ayuda a Refugiados estar cansadas por la espera y la incertidumbre ante el futuro de las pol¨ªticas estadounidenses
La desesperaci¨®n y el hartazgo ha llevado a unos 2.000 migrantes de distintas nacionalidades a ingresar por la fuerza en las instalaciones de la Comisi¨®n Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en Tapachula, Chiapas, en la frontera con Guatemala. Muchas de esas personas llevan semanas esperando para poder recibir una identificaci¨®n provisional que les permita estar en el pa¨ªs sin ser detenidos por las autoridades. Los migrantes, la mayor¨ªa de ellos de origen haitiano, saltaron muros y derribaron vallas para protestar por la demora en las oficinas de la ciudad, que est¨¢n saturadas. All¨ª se atiende el 65% de las solicitudes que se registran en M¨¦xico. Eso, unido a las pol¨ªticas restrictivas del Gobierno de Estados Unidos, que ha decidido continuar con el t¨ªtulo 42 y que amenaza con extender esta forma de expulsi¨®n r¨¢pida a otras nacionalidades, como los haitianos, ha creado el caldo de cultivo que ha terminado con la paciencia de quienes permanecen a la espera en la ciudad chiapaneca.
El coordinador general de la Comar en M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel Ram¨ªrez, asegura estar sorprendido por el aluvi¨®n de gente y cree que se debe a varios factores. Para empezar, el pasado 27 de diciembre, el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechaz¨® la derogaci¨®n del T¨ªtulo 42, una medida utilizada por Trump que se ha ido prolongando hasta convertirse, contra su voluntad, en una de las pol¨ªticas clave para frenar la inmigraci¨®n de la Administraci¨®n de Joe Biden, el actual presidente del pa¨ªs. La excusa inicial era evitar la expansi¨®n del coronavirus en un momento en el que se cerraron las fronteras del mundo entero. Ahora, lejos de reducirse, Estados Unidos amenaza con extender la medida a otras nacionalidades.
¡°Muchos haitianos est¨¢n temerosos de que se les aplique el t¨ªtulo 42, y por eso sienten desesperaci¨®n y angustia al estar en una situaci¨®n tan precaria como la suya, sin informaci¨®n certera sobre lo que va a suceder en el futuro¡±, comenta Ram¨ªrez. Tambi¨¦n se impuso una raz¨®n m¨¢s para los retrasos de las dos ¨²ltimas semanas en la atenci¨®n de las solicitudes: ¡°Nuestros trabajadores all¨ª ten¨ªan la necesidad imperiosa de descansar, as¨ª que estas dos ¨²ltimas semanas ha habido vacaciones para parte del personal de registro, ralentizando todo el proceso¡±.
Tambi¨¦n hay un problema de desinformaci¨®n, que lleva a que la Comar se utilice para obtener un documento que permita permanecer en el pa¨ªs durante el tiempo que se tarda en cruzar a Estados Unidos, el destino final deseado de la mayor¨ªa de las personas. ¡°Los coyotes que les traen hasta aqu¨ª manipulan la informaci¨®n, les dicen que si solicitan aqu¨ª asilo van a poder viajar hacia el norte sin problema, lo que es falso¡±, dice Ram¨ªrez. Eso quita espacio y tiempo para las personas que realmente requieren ayuda. ¡°Pero todos est¨¢n viviendo una situaci¨®n ca¨®tica, de mucha incertidumbre, y es dif¨ªcil saber qu¨¦ hacer¡±.
Ram¨ªrez asegura que est¨¢n atendiendo a 5.000 personas al d¨ªa en Tapachula desde el lunes, y que a partir de los altercados del martes la situaci¨®n est¨¢ m¨¢s controlada. ¡°Estamos en coordinaci¨®n con la polic¨ªa para mantener el orden y poder controlar la fila de atenci¨®n¡±, explica. Este a?o han solicitado la condici¨®n de refugiado 118.478 personas. La mayor¨ªa de extranjeros que entran al pa¨ªs buscando mejor oportunidades, aqu¨ª o en el vecino del norte, vienen de Honduras (31.086), Cuba (18.087), Hait¨ª (17.068) y Venezuela (14.823). Y el lugar que m¨¢s solicitudes atiende, por un amplio margen, es la ciudad de Tapachula, una peque?a ciudad de Chiapas a menos de 10 kil¨®metros de Guatemala. All¨ª se gestionaron el pasado a?o 76.239 procesos para la concesi¨®n del estatus de refugiado, frente a los 17.364 que tuvo que administrar Ciudad de M¨¦xico, la siguiente ciudad con m¨¢s volumen.
Las diferentes oficinas de la Comisi¨®n Mexicana de Ayuda a Refugiados, que est¨¢n repartidas por la geograf¨ªa nacional, son espacios de trabajo en los que funcionarios saturados de trabajo hacen preguntas al solicitante para determinar si, por sus circunstancias en el pa¨ªs de origen, merece o no el estatus de refugiado. Pero all¨ª no dan alimentos ni cobijas para el fr¨ªo de la noche, y tampoco tienen un lugar en el que hospedar a los migrantes durante su proceso. Sin embargo, como si se tratase de un secreto a voces que se transmite entre los reci¨¦n llegados, todos empiezan su andadura en M¨¦xico en uno de estos centros. Se ponen en la fila o en las calles colindantes y esperan, sentados sobre la banqueta, sin apenas comida ni ropa para cambiarse, la ayuda de unas autoridades que nunca llegan. Las que s¨ª acuden al rescate son las organizaciones civiles, que se dedican a informar, proporcionar comida y bebida y buscar refugio a estas personas durante su estancia en el pa¨ªs.
En una entrevista con este peri¨®dico realizada hace dos meses, el presidente internacional de M¨¦dicos Sin Fronteras, Christos Christou, hablaba del peligro de saturaci¨®n de los migrantes, de que, si las cosas siguen as¨ª y no reciben alternativas viables para seguir su camino, la frustraci¨®n puede acabar estallando, como sucedi¨® este martes en Tapachula. ¡°Todav¨ªa recuerdo cuando estaba en Grecia, trabajando en la crisis de migrantes que hubo all¨ª hace unos a?os, y recuerdo vivamente que todo lo que hac¨ªan para desincentivar el viaje al final del d¨ªa no funciona, la gente est¨¢ desesperada y escoge rutas m¨¢s peligrosas que pueden llevarles a la muerte¡±, contaba Christou.
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