La historia propia de Guadalupe Rivera Mar¨ªn
La abogada, acad¨¦mica y pol¨ªtica, hija de Diego Rivera y Lupe Mar¨ªn, ha fallecido este domingo a los 98 a?os
Guadalupe Rivera Mar¨ªn naci¨® en una casa habitada por gigantes. Su padre fue el enorme muralista mexicano Diego Rivera y su madre, la escritora y modelo Lupe Mar¨ªn, una mujer descarada, talentosa e hipn¨®tica. Ella ¡°no estaba preparada¡± para el nacimiento de su primera hija, cont¨® Rivera Mar¨ªn en el libro Un r¨ªo, dos Riveras, ¡°bien por ignorancia o bien por ego¨ªsmo¡±. ?l la cargaba en su regazo ¡°cuando no hab¨ªa nadie en casa¡±: ¡°La ventaja fue que desde tan tierna edad me relacion¨¦ con el color y el espacio; las desventajas fueron las ca¨ªdas que sufr¨ª cuando el pintor se olvidaba de su encargo¡±. Rivera Mar¨ªn podr¨ªa haber seguido un camino que parec¨ªa ya marcado para ella, pero hizo el suyo y entr¨® en la vida intelectual, cultural y pol¨ªtica de M¨¦xico con una historia propia. Abogada, legisladora y catedr¨¢tica, Rivera Mar¨ªn falleci¨® este domingo a los 98 a?os.
Las redes sociales se han llenado este lunes de mensajes de condolencia para la familia de Rivera Mar¨ªn, que tiene dos hijos y varios nietos. La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, Lucina Jim¨¦nez, lament¨® la muerte de una mujer ¡°adelantada a su tiempo¡±. La senadora de Morena Ifigenia Mart¨ªnez se ha despedido de una ¡°incansable promotora cultural¡±. El exgobernador de Morelos Graco Ram¨ªrez, del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica, lament¨® en un tuit la muerte una mujer ¡°creativa y talentosa¡±. La diplom¨¢tica Luz Elena Ba?os la describi¨® como una ¡°defensora de los derechos plenos de las mujeres y luchadora social comprometida con un mejor pa¨ªs¡±. El secretario de Educaci¨®n, Esteban Moctezuma, record¨® que su ¡°querida amiga¡± era ¡°la ¨²ltima persona viva retratada en los murales¡± de la Secretar¨ªa de Educaci¨®n P¨²blica.
Una peque?a Rivera Mar¨ªn aparece retratada en Uni¨®n del campesino, el obrero y el soldado, uno de los murales pintados por su padre entre 1922 y 1928 en ese edificio. En Un r¨ªo, dos Riveras, el libro en el que la abogada repasa la biograf¨ªa de su padre y da testimonio de su relaci¨®n con ¨¦l, recuerda una an¨¦cdota que ocurri¨® cuando ella entr¨® en la escuela primaria. En 1936, sus nuevos maestros le preguntaron a la ni?a el nombre y la profesi¨®n de su padre. Ella respondi¨® que Diego Rivera y que pintor, y agreg¨®: ¡°Pintor, pero no de paredes sino de cuadros¡±. Los maestros lanzaron una carcajada y la ni?a se ech¨® a llorar, avergonzada. ¡°No sab¨ªa que todos sab¨ªan qui¨¦n era Diego Rivera¡±, escribi¨® en el libro, publicado en 1989.
Rivera Mar¨ªn hab¨ªa nacido en 1924 en Ciudad de M¨¦xico en una casa con muebles de ¡°estilo popular mexicano¡± entre libros de arte, arqueolog¨ªa e historia. A los seis meses, solo pesaba dos kilos y medio y el m¨¦dico le hab¨ªa dicho a su madre que morir¨ªa. Pero pasaba por su casa el escritor Alejandro Sux y se ofreci¨® a ayudar. El narrador pidi¨® arroz remojado en agua hervida y algod¨®n para humectar los labios de la ni?a durante horas. ¡°Con sus recetas y consejos volv¨ª a vivir¡±, cont¨® Rivera Mar¨ªn.
De su padre, que la llamaba Pico, recordaba las meriendas en el caf¨¦ El Oriental, a un costado de la plaza Santo Domingo, en el Centro Hist¨®rico de la capital. Tambi¨¦n las reuniones de comunistas, donde aprendi¨® a decir que de grande quer¨ªa ¡°matar puritos burgueses¡± y donde aprendi¨® a cantar el himno socialista italiano Bandiera rossa. De su madre, hered¨® el gusto por la cocina. ¡°Aquellos tamales de elote rellenos de queso y rajas de chile poblano que eran una delicia¡±, escribi¨®. Ella misma es recordada como ¡°una gran cocinera¡±. De adulta escribi¨® tres recetarios y fund¨® un festival gastron¨®mico en honor a las recetas de su madre.
Mientras vivieron todos en la misma casa, ella y su hermana Ruth ¡°tuvieron la oportunidad de tratar a extranjeros formidables que ven¨ªa de Estados Unidos y Europa¡±, cuenta por tel¨¦fono a EL PA?S la periodista Elena Poniatowska, que escribi¨® una novela inspirada en Lupe Mar¨ªn, Dos veces ¨²nica (Seix Barral, 2015). ¡°Diego Rivera y Lupe Mar¨ªn supieron darle a sus dos hijas una carrera, que trabajaran y se valieran por ellas mismas¡±, contin¨²a Poniatowska, que se?ala que las vidas de ambas fueron ¡°apasionantes¡±. Guadalupe estudi¨® Abogac¨ªa y su hermana Ruth, Arquitectura (Ruth se convirti¨® en la primera mujer en ingresar a la Escuela Superior de Ingenier¨ªa y Arquitectura del Instituto Polit¨¦cnico Nacional y muri¨® en 1969). ¡°Lupe pudo vivir de los laureles de sus padres, sobre todo de la fama de su padre, y quiso hacer su propia vida¡±, a?ade la periodista.
Rivera Mar¨ªn estudi¨® Administraci¨®n P¨²blica en la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM) e hizo, despu¨¦s, un doctorado en Derecho. Ejerci¨® la abogac¨ªa por d¨¦cadas y tambi¨¦n fue catedr¨¢tica en la Facultad de Derecho de la UNAM. La abogada Leticia Bonifaz, que fue su alumna, la record¨® este lunes en Twitter como una ¡°maestra exigente y comprometida¡±. Fue, adem¨¢s, diputada, senadora y delegada en Ciudad de M¨¦xico y miembro del Partido Revolucionario Institucional. Entre 1989 y 1998, dirigi¨® el Instituto Nacional de Estudios Hist¨®ricos de las Revoluciones de M¨¦xico y en 2000 cre¨® la Fundaci¨®n Diego Rivera para conservar la obra del muralista.
Aunque Rivera Mar¨ªn recordaba ¡°horas y horas¡± junto a su padre, tambi¨¦n hab¨ªa descrito el ¡°abandono¡± que sinti¨® tras la separaci¨®n de sus padres, cuando ella ten¨ªa cinco a?os. ¡°Vivimos en familia hasta 1929, cuando Diego se cas¨® con Frida Kahlo y Lupe con Jorge Cuesta (...) Los recuerdos de mi infancia eran chispazos en el fondo oscuro del abandono, del miedo, del temor¡±, escribi¨® en Un r¨ªo, dos Riveras. El libro, dijo ella misma, ¡°se interrumpe de manera abrupta¡± en ese momento por la distancia: ¡°Al separarnos fui otra, otro fue mi padre, otra fue la vida. Las nuestras fueron, a partir de entonces, dos vidas paralelas. Cada uno en la orilla de enfrente del mismo r¨ªo; cada quien en su propia ribera¡±.
?Por qu¨¦ entonces dedic¨® parte de su vida a conservar el legado art¨ªstico de su padre? Leticia Vall¨ªn, colaboradora de Rivera Mar¨ªn durante m¨¢s de 20 a?os en la Fundaci¨®n Diego Rivera, lo explica as¨ª: ¡°Ella hizo su camino, incluso en la pol¨ªtica. Comentaba que muchas veces hab¨ªa encuentros calientes y posturas muy firmes. Sin embargo, siempre qued¨® claro que el trabajo de Diego Rivera fue un trabajo bueno para todos, para la historia y para M¨¦xico¡±. Vall¨ªn asegura a EL PA?S que Rivera Mar¨ªn quer¨ªa que ¡°el muralismo llegue a las c¨¢rceles, a los ni?os, a las comunidades ind¨ªgenas, a las mujeres¡±. ¡°Y se logr¨®¡±, afirma. Tras su muerte este domingo, sus dos hijos continuar¨¢n su labor desde la fundaci¨®n.
Vall¨ªn la recuerda como ¡°una mujer reservada¡±, una ¡°excelente madre y abuela¡±, una ¡°gran cocinera¡± y ¡°sumamente divertida¡±. La define como ¡°una mujer redonda y respetuosa¡± que fue ¡°totalmente aut¨¦ntica¡± y ¡°rebelde¡±: ¡°Ella era capaz de lograr cada meta. Metas que no ten¨ªan que ver con el perfil o la educaci¨®n que recibi¨® de su pap¨¢ y su mam¨¢, que ya eran figuras muy particulares y especiales¡±. ¡°Ser hija de Diego Rivera supongo que no est¨¢ nada f¨¢cil. ?l tiene un lugar en la historia y en el espacio, y ella ten¨ªa que hacer aut¨¦nticamente su historia en su momento¡±. Vall¨ªn espera que tras su muerte se le d¨¦ ¡°un lugar importante¡± como una mujer ¡°que trabaj¨® dentro de la educaci¨®n, la cultura y el arte¡±.
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