Las autodefensas de Guerrero, de nuevo en el ojo del hurac¨¢n
La reciente captura de uno de los l¨ªderes del grupo ilustra su decadencia y abre cantidad de interrogantes sobre el futuro de la seguridad en Guerrero
La polic¨ªa del Estado de Puebla detuvo hace unos d¨ªas a uno de los autoproclamados l¨ªderes autodefensas de Guerrero, Deivi Barrientos, en una carretera de la regi¨®n. Lejos de casa y de la est¨¦tica humilde y rural que suelen presentar los polic¨ªas comunitarios, Barrientos conduc¨ªa en su detenci¨®n un coche de lujo, portaba un arma calibre .380, cartuchos, y guardaba, seg¨²n los agentes, decenas de bolsas llenas de metanfetamina. Su detenci¨®n pone de nuevo en la mira a las autodefensas de aquel Estado y, en particular, a la Uni¨®n de Pueblos Originarios del Estado de Guerrero (UPOEG), se?alada desde hace a?os de v¨ªnculos con el crimen.
Barrientos es el ¨²ltimo de los comandantes de la UPOEG en caer en las manos de la justicia. En junio del a?o pasado, las autoridades detuvieron a Jes¨²s Calleja, l¨ªder del grupo en el sur de la regi¨®n de la Costa Chica, adem¨¢s de otros siete polic¨ªas comunitarios. Calleja y su grupo hab¨ªan retenido el mes anterior dos camionetas de la Armada. En agosto, cay¨® el fundador y l¨ªder hist¨®rico del grupo, Bruno Pl¨¢cido, por un caso de robo. Horas despu¨¦s fue liberado. En septiembre, la Marina detuvo a otro de los l¨ªderes de la Uni¨®n en la Costa Chica, Jos¨¦ Manuel Lorenzo, alias El Chato. Los agentes aprehendieron tambi¨¦n a su segundo¡
Barrientos es uno de los viejos comandantes de la UPOEG que particip¨® en una de las escisiones del grupo en a?os pasados. Junto a Salvador Alan¨ªs, Barrientos fund¨® el Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), que a mediados de la d¨¦cada anterior tuvo una fuerte presencia en Ocotito y Tierra Colorada, algo m¨¢s al sur. La vida del FUSDEG, pr¨¢cticamente desaparecido, es una historia de sangre fuego. El Frente nunca acab¨® de asentarse y sus a?os se cuentan por las masacres que protagonizaron sus propias facciones, como aquella de mediados de 2015, en Xolapa, al norte de Acapulco, que acab¨® con 16 muertos. Alan¨ªs y Barrientos tambi¨¦n discutieron. El primero acab¨® por mudarse a la sierra.
UPOEG y FUSDEG son parte de la generaci¨®n de grupos de autodefensas que surgieron a finales del sexenio de Felipe Calder¨®n (2006-2012) y principios del de Enrique Pe?a Nieto (2012-2018), en plena ofensiva te¨®rica del Gobierno contra el crimen. Como en el caso de Michoac¨¢n, los grupos de autodefensas de Guerrero surgieron como respuesta a la violencia que sufr¨ªa el Estado, ante el empuje de grupos criminales. En el caso de Guerrero, la UPOEG surgi¨® en la sierra de la regi¨®n de la Costa Grande, en Ayutla, como una escisi¨®n de una vieja polic¨ªa comunitaria, la CRAC-PC, nacida en la d¨¦cada de 1990.
Desde el inicio de la presente administraci¨®n en Guerrero, encabezada por Evelyn Salgado, de Morena, los choques entre la autoridad estatal y los grupos de autodefensas han sido constantes. No es que antes las relaciones fueran buenas, en gobiernos del PRI o del PRD. A diferencia de lo que ocurr¨ªa con la CRAC, las autoridades estatales nunca han mirado con buenos ojos a la Uni¨®n, que desde el principio defendi¨® una l¨®gica de confrontaci¨®n con el crimen organizado, diferente de los postulados de la CRAC-PC. La actual fiscal¨ªa del Estado ha puesto en la mira al grupo como nunca antes.
Compa?eros y simpatizantes de la UPOEG suelen salir a las calles a protestar por las detenciones del grupo, bloqueando calles y carreteras. Una forma de presionar a las autoridades para lograr la liberaci¨®n de los detenidos. En el caso de Barrientos, al menos medio centenar de pobladores de la comunidad de El Ocotito, a mitad camino entre Chilpancingo y Acapulco, bloquearon este fin de semana la carretera federal que une la capital con el puerto, en protesta por la detenci¨®n. Vistas las circunstancias de la detenci¨®n, ninguna autoridad de El Ocotito se atrevi¨® a vincular el bloqueo carretero con la detenci¨®n del l¨ªder comunitario.
El Gobierno estatal, tambi¨¦n en manos de Morena, se?ala igualmente a la UPOEG de funcionar en realidad como un grupo criminal cualquiera. En septiembre, el entonces subsecretario de Seguridad federal, Ricardo Mej¨ªa, recogi¨® las detenciones de Calleja y el Chato en uno de sus informes, se?alando que el grupo ¡°somete a la poblaci¨®n y realiza actividades como narcomenudeo, extorsi¨®n y ajuste de cuentas¡±.
En su informe, Mej¨ªa se?alaba que la UPOEG guerreaba con otro grupo criminal, de nombre Los Rusos, motivo por el que hab¨ªa instalado retenes en la carretera que sale de Acapulco hacia el sur, recorriendo toda la Costa Chica. Mej¨ªa explic¨® que durante el operativo para detener a El Chato, que dur¨® tres d¨ªas, las autoridades decomisaron decenas de armas largas, granadas, lanzagranadas, as¨ª como veh¨ªculos y equipo t¨¢ctico.
Tambi¨¦n la Secretar¨ªa de la Defensa (Sedena) considera que la UPOEG no es una polic¨ªa comunitaria cl¨¢sica, como la CRAC. En un documento divulgado el a?o pasado, gracias al hackeo del grupo de piratas inform¨¢ticos Guacamaya, la secretar¨ªa calificaba al grupo de ¡°pseudo comunitarios¡± y apuntaba a dos de sus comandantes como integrantes de grupos criminales, dos distintos de El Chato, Calleja o Deivi Barrientos. Se trata de Pedro Santos Cruz y Eusebio Severiano.
Mientras que Severiano muri¨® asesinado a mediados del a?o pasado en Acapulco, Santos Cruz, alias Pino, sigue al frente de su zona de influencia, algo m¨¢s al norte que la que manejaba el primero, las dos en la salida sur de Acapulco. En su documento sobre UPOEG, la Sedena se?ala, a diferencia de lo que plante¨® Ricardo Mej¨ªa en su informe, que Los Rusos trabajan -o trabajaban- con Pino y Severiano. Seg¨²n el documento, esos comandantes de la UPOEG proveen o prove¨ªan casas de seguridad y protecci¨®n a Los Rusos a cambio de dinero.
En Guerrero, amigos y colegas del dirigente social desaparecido Vicente Su¨¢stegui acusan igualmente al Comandante Pino de estar detr¨¢s de su desaparici¨®n, ya hace m¨¢s de un a?o. As¨ª lo ha expresado varias veces el hermano de Su¨¢stegui, dirigente del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota, Cecop.
Toda esta situaci¨®n de acoso a presuntos l¨ªderes corruptos de la UPOEG choca con las declaraciones de su l¨ªder fundador, Bruno Pl¨¢cido, hace un par de semanas. El 8 de febrero, Pl¨¢cido, ya en libertad, se?alaba que este a?o finalmente el Gobierno estatal va a ¡°credencializar a la polic¨ªa comunitaria de la UPOEG, para depurar y transparentar el sistema¡±. Pl¨¢cido, que ha reconocido que la UPOEG est¨¢ infiltrada, como cualquier otro cuerpo de polic¨ªa, nunca ha acusado p¨²blica y directamente a ninguno de sus comandantes de v¨ªnculos con el crimen.
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