El hackeo a Sedena deja al descubierto la estructura de la inteligencia mexicana
Esquemas de grupos criminales, oficios sobre corruptelas, listas de tel¨¦fonos intervenidos... Los millones de documentos filtrados dibujan el organigrama y las rutinas de los seis centros de fusi¨®n de inteligencia que existen en el pa¨ªs
El hackeo de los servidores de la Secretar¨ªa de la Defensa (Sedena) ha dejado al descubierto la estructura del aparato de inteligencia mexicano. Miles de correos electr¨®nicos filtrados hace dos semanas por el grupo de piratas inform¨¢ticos Guacamaya dibujan el funcionamiento de los seis centros de fusi¨®n de inteligencia del pa¨ªs, los cinco regionales y el central. Los cerfis y el cenfi, como se conocen en el medio, surten de informaci¨®n a las dependencias de seguridad en sus operaciones contra el crimen. La informaci¨®n divulgada permite entender su estructura, capacidades y el intercambio entre ellos.
En los correos, miles de oficios, tarjetas informativas, presentaciones de diapositivas y hojas de c¨¢lculo muestran el monitoreo de los cerfis a las comunicaciones de criminales y autoridades corruptas, adem¨¢s de situaciones de militares desaparecidos o casos de delitos perpetrados contra elementos de la dependencia. Integrados por agentes de todos los cuerpos de seguridad federales, caso del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) o la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica (FGR), adem¨¢s del Ej¨¦rcito y la Armada, los centros regionales de fusi¨®n de inteligencia comparten documentaci¨®n entre ellos y alimentan con sus informes al centro nacional, con sede en Ciudad de M¨¦xico.
Muchos de los reportes se?alan la posible colusi¨®n de grupos criminales con autoridades. De los m¨¢s recientes, enviados en agosto de este a?o, al menos tres se?alan a la Guardia Nacional, uno en San Luis Potos¨ª, otro en Tamaulipas y uno m¨¢s en Tabasco. En este ¨²ltimo caso, por ejemplo, el reporte, elaborado por el cerfi sureste, retrata las andanzas de un grupo de ladrones de combustible. Y dice: ¡°Cuenta con el apoyo de elementos de la Guardia Nacional, quienes posiblemente se ubican a inmediaciones de la caseta de cobro de Acayucan, Veracruz, donde les permiten el paso con las pipas¡±. Por dejarles pasar, los criminales les pagan 200.000 pesos, unos 10.000 d¨®lares.
A cada centro regional le corresponde monitorear al crimen en un pu?ado de Estados. As¨ª, por ejemplo, el cerfi centro, con sede en Iguala, Guerrero, se encarga, adem¨¢s de ese Estado, de Morelos, Quer¨¦taro, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y el Estado de M¨¦xico. En el conglomerado de correos filtrados son constantes las comunicaciones del cerfi centro sobre presuntos integrantes de grupos delictivos de la zona, principalmente La Familia Michoacana. Estos d¨ªas, ese grupo criminal ha sido el centro de atenci¨®n en el pa¨ªs porque uno de sus l¨ªderes, Jose Alfredo Hurtado, alias La Fresa, public¨® un v¨ªdeo se?alando que un grupo contrario, que mat¨® a 20 personas en San Miguel Totolapan, Guerrero, en realidad lo estaba buscando a ¨¦l.
El cerfi noreste, con sede en Apodaca, Nuevo Le¨®n, monitorea ese Estado, adem¨¢s de Tamaulipas, Coahuila, San Luis Potos¨ª y Durango. El cerfi noroeste, con sede en Mazatl¨¢n, Sinaloa, controla ese Estado, adem¨¢s de Chihuahua, Sonora y las dos Baja Californias. El cerfi occidente, con sede en Manzanillo, Colima, se encarga de Jalisco y Michoac¨¢n. Y el cerfi Sureste, con sede en Coatzacoalcos, Veracruz, controla Oaxaca y la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n. En total, la Secretar¨ªa de la Defensa mantiene a 164 militares en estos centros, entre jefes, oficiales y elementos de tropa. En varios casos, son militares quienes dirigen los cerfis. El militar de mayor grado adscrito a los centros de fusi¨®n es un general, que labora en el cenfi de Ciudad de M¨¦xico.
Pese a su relevancia en el combate contra el crimen en M¨¦xico, hasta ahora se sabia poco de los centros de fusi¨®n de inteligencia. En una entrevista con EL PA?S hace unos a?os, Guillermo Vald¨¦s, responsable del viejo CNI en el sexenio de Felipe Calder¨®n (2006-2012), fechaba su nacimiento a finales de 2010, en plena guerra contra el narcotr¨¢fico. Vald¨¦s contaba que el Gobierno de Calder¨®n decidi¨® centrar sus esfuerzos en Los Zetas, grupo criminal que, a diferencia de la mayor¨ªa de sus competidores, basaba su econom¨ªa en la extorsi¨®n, adem¨¢s del narcotr¨¢fico. El primer cerfi naci¨® as¨ª en un punto clave en la geograf¨ªa zeta, Nuevo Le¨®n.
¡°Por ejemplo, ten¨ªamos un mapa del organigrama de Los Zetas¡±, explicaba Vald¨¦s, ¡°entonces dec¨ªas, ¡®sabemos qui¨¦n es el comandante de la regi¨®n de San Luis Potos¨ª, pero nos faltan los jefes de plaza de estas cinco ciudades, pues hay que ir a averiguar, ?no?¡¯. Entonces, ten¨ªamos detenidos a estos tres fulanos que operaban ah¨ª, los interrogabas y hac¨ªas una operaci¨®n, digamos, en Fresnillo, Zacatecas. Llegabas a una casa, la tomabas, el ministerio p¨²blico ten¨ªa que dar fe de todo lo que se hac¨ªa ah¨ª. Se encontraba equipo de c¨®mputo, se reproduc¨ªan los discos duros para llevarse la informaci¨®n al centro de inteligencia, se procesaba y generabas una nueva operaci¨®n para generar m¨¢s informaci¨®n¡±.
Vald¨¦s insist¨ªa en que ese modelo de fusi¨®n de inteligencia, donde todas las dependencias volcaban sus datos en el centro, informaci¨®n que se cruzaba con el monitoreo de comunicaciones y datos que surg¨ªan de nuevos operativos, les permiti¨® descabezar a Los Zetas en San Fernando, Tamaulipas. Un nombre maldito, San Fernando. En los a?os de Calder¨®n, el municipio tamaulipeco qued¨® ligado para siempre a la brutalidad del narco y sus c¨®mplices estatales. Los Zetas mataron all¨ª a decenas de migrantes ante los ojos de la autoridad.
¡°Con toda la inteligencia que se ten¨ªa de Los Zetas de San Fernando, en tres semanas se detuvo al 99% de los operadores de ese crimen, a los que realizaron esa matanza¡±, dec¨ªa, en referencia al asesinato de casi 200 migrantes en 2011 en el municipio, conocida como segunda matanza de San Fernando. ¡°?Por qu¨¦? Porque ya lo ten¨ªas mapeado perfectamente. Sab¨ªamos que eran 11 estacas las que controlaban San Fernando¡±, a?ad¨ªa, en referencia a la unidad operativa del grupo criminal.
Los Zetas cayeron en San Fernando y en otras zonas del noreste, el centro y el sur de M¨¦xico, pero la violencia ha continuado. Los cerfis manejan esquemas, estructuras y monitorean comunicaciones. La cuesti¨®n es si sirve y c¨®mo. No en vano, la desaparici¨®n de Los Zetas no ha mejorado la situaci¨®n de inseguridad en el pa¨ªs.
El caso hidroc¨¢lido
Una investigaci¨®n del cerfi occidente sobre una de las patas del Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG), el caso hidroc¨¢lido, apunta precisamente a la utilidad de la informaci¨®n que generan, acumulan y comparten estos centros sobre los grupos criminales. El caso hidroc¨¢lido parte del seguimiento de un operador de tercer nivel de la organizaci¨®n y desemboca en uno de los mayores fiascos del Ej¨¦rcito este a?o, el intento fallido de detener al l¨ªder del Grupo ?lite del CJNG, Ricardo Rams¨¦s Ruiz, El Doble R, que acab¨® con Jalisco y Guanajuato incendiados por el crimen.
En enero de este a?o, el cerfi occidente empez¨® a indagar sobre un operador del grupo criminal en Aguascalientes, alias Chiquis. El centro de fusi¨®n dio con ¨¦l cuando detuvo a su jefe, capturado entonces en un domicilio propiedad de Chiquis. Intervinieron el tel¨¦fono de Chiquis y poco despu¨¦s se dieron cuenta de que hab¨ªa empezado a trabajar con otro operador del CJNG, alias Lococh¨®n, tercero al mando del Grupo ?lite. Chiquis, seg¨²n el cerfi, era parte del c¨ªrculo de confianza de Lococh¨®n.
Seg¨²n el cerfi, que elabor¨® tres documentos de powerpoint sobre el caso, Lococh¨®n es, o era hasta hace un par de meses, el encargado del traslado de combustible robado del grupo en Guanajuato, Michoac¨¢n, Chiapas, Tabasco, Veracruz y Jalisco. ?l y su jefe, El Chanwis, n¨²mero dos del Grupo ?lite ¡°tienen al menos a 20 personas armadas en Ixtlahuac¨¢n, donde pasan la mayor parte del tiempo¡±, dicen los documentos, en referencia a un municipio del ¨¢rea metropolitana de Guadalajara. Fue all¨ª, en Ixtlahuac¨¢n, donde el Ej¨¦rcito trat¨® de detener infructuosamente a El Doble R el 9 de agosto.
Los documentos recogen cantidad de mensajes intercambiados entre Chiquis y personajes del mundo del hampa, la mayor¨ªa de mayo y junio de 2022. Hay referencias al l¨ªder del CJNG, Nemesio Oceguera, alias Mencho, y sobre todo al Doble R. Hay varias conversaciones de Lococh¨®n con Chiquis, algunas interceptadas d¨ªas antes del intento fallido de detener al Doble R. En los documentos aparecen identificadas viviendas y ranchos de Chiquis, Lococh¨®n y otros personajes de su c¨ªrculo.
En un mensaje interceptado el mismo 9 de agosto, ¡°Chiquis pregunta al Lococh¨®n que si sabe a qu¨¦ hora se van a reunir los muchachos¡±. Ese d¨ªa tambi¨¦n, Chiquis le dice a otra persona del c¨ªrculo del Lococh¨®n, que ¡°el se?or¡±, supuestamente El Doble R, le ha pedido que le lleve a dos cabecillas criminales de la regi¨®n para hablar con ellos. No est¨¢ claro a qu¨¦ lugar se refieren, pero ese martes, 9 de agosto, el Ej¨¦rcito irrumpe en un rancho en Ixtlahuac¨¢n. El Gobierno explica al d¨ªa siguiente que los militares sorprendieron a los narcos en una reuni¨®n en los l¨ªmites de Ixtlahuac¨¢n y Cuqu¨ªo. El presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, dice que los militares llegaron porque hab¨ªa una reuni¨®n de dos bandas criminales.
Ese d¨ªa tambi¨¦n, el 10 de agosto, mensajes interceptados a otros personajes de los c¨ªrculos de Chiquis y Lococh¨®n se?alan ¡°que el se?or Doble R¡± ya se encontraba ¡°lejos de la zona de peligro¡±. Uno de los personajes monitoreados dice que ¡°quiz¨¢s se resguardaron en El Pitayo, en la casa de To?o¡±, otro integrante del c¨ªrculo de confianza de Lococh¨®n. Para entonces, criminales hab¨ªan sembrado el caso en municipios de Jalisco y Guanajuato, quemando comercios y bloqueando carreteras.
Los powerpoints se intercambiaron por correo electr¨®nico entre dos cerfi el 13 de agosto. No est¨¢ claro si la informaci¨®n que conten¨ªan fue puesta en manos del grupo operativo que irrumpi¨® en el rancho de Ixtlahuacan d¨ªas antes. La duda apunta as¨ª a la utilidad de la informaci¨®n que recopilan los cerfi. El centro de fusi¨®n de inteligencia de Occidente ten¨ªa las coordenadas de varios ranchos de uno de los principales subordinados del Doble R, incluyendo el lugar donde presuntamente se escondi¨® tras el intento de detenci¨®n. Pero pasaron los d¨ªas y el Doble R continu¨® su vida en libertad.
M¨¢s documentos
De cualquier manera, la generaci¨®n de informaci¨®n de los cerfis es constante, tambi¨¦n desde el punto de vista administrativo. Todos los d¨ªas, los centros mandan al cenfi un parte de novedades en que indican las entradas y salidas de personal, las faltas, los correctivos disciplinarios o las bajas por enfermedad. Hay mucho intercambio de informaci¨®n sobre asuntos vacacionales y registros de vacunaci¨®n contra la covid-19.
Otra parte importante de la informaci¨®n generada refiere a las l¨ªneas telef¨®nicas intervenidas, hojas de c¨¢lculo con decenas de entradas sobre llamadas o mensajes enviados por un mismo n¨²mero o numeros distintos. Sobre el mismo tema, otra tanda de correos refiere los ¡°desistimientos¡±, es decir, las l¨ªneas telef¨®nicas que ya no se siguen monitoreando.
Tambi¨¦n se generan cantidad de minutas sobre todo tipo de reuniones, muchas sobre juntas de directivos del mismo centro regional, otras con mandos de los batallones, zonas o regiones militares del lugar. Cada poco tiempo, los cerfis elaboran adem¨¢s documentos bajo el nombre ¡°diagn¨®stico¡±, ¡°blancos¡± y ¡°propuestas de blancos¡±, ¡°resultados¡± o ¡°res¨²menes¡± sobre la situaci¨®n del crimen en una zona concreta.
As¨ª, por ejemplo, est¨¢ el ¡°diagn¨®stico del Estado de Jalisco¡±, a julio de 2022, en que el cerfi Occidente se?ala la estructura del CJNG en el Estado, los ¡°blancos de atenci¨®n¡± y un listado de c¨¦lulas vinculadas al grupo. O el ¡°informe de juntas de coordinaci¨®n efectuadas en 2020¡± en el ¨¢mbito del cerfi Centro. Ah¨ª, el centro incorpora res¨²menes de todas las reuniones de la direcci¨®n del cerfi con mandos de otras guarniciones militares, caso de la 24 Zona Militar, con sede en Cuernavaca, la 25, con sede en Puebla, la 35, de Chilpancingo, o el Mando Especial de Iguala, una especia de base de operaciones conjunta con otras corporaciones.
Por ¨²ltimo, los correos de los cerfis integran decenas de informes sobre casos o grupos concretos, como el caso hidroc¨¢lido. Algunos tienen que ver con redes de robo de combustible, como el caso Olmeca, en Tabasco, otros con personas, caso de un policia estatal de Jalisco, a quien le acusan de vender armas de uso exclusivo del Ej¨¦rcito.
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