De Ensenada a Canc¨²n, vivir en el pa¨ªs con las ciudades m¨¢s violentas del mundo
El crimen en M¨¦xico supone una crisis estructural y fuera de las manos de autoridad alguna
Apartada del discurso del gobierno federal, que la minimiza o hasta llega a ironizar sobre ella, la violencia criminal no solo se niega a desaparecer de la realidad mexicana, sino que ha rebasado todos los niveles conocidos desde la ¨¦poca de la Revoluci¨®n. Hasta enero de este 2023, las carpetas de investigaci¨®n por homicidios dolosos, en lo que va del sexenio del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, suman 117,571, un alza del 60% con respecto al periodo de Enrique Pe?a Nieto y del 88% si se las compara con el de Felipe Calder¨®n. Esto, de acuerdo con las cifras oficiales, que emite el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad P¨²blica (SESNSP).
No parece haber fondo en la tragedia. Otro ejemplo elocuente: en 2021, M¨¦xico reuni¨® a 8 de las 10 ciudades m¨¢s violentas del mundo, seg¨²n el n¨²mero de homicidios registrados por cada cien mil habitantes. Para 2022, fueron ya 9 de las 10 con los peores ¨ªndices. Lo cual nos habla de la intensidad de la violencia que sufre el pa¨ªs y, a la vez, de la enorme dispersi¨®n geogr¨¢fica de la misma, que abarca esencialmente la totalidad del territorio nacional, desde Tijuana y Ensenada, en el noroeste, hasta Canc¨²n, en la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n, as¨ª como ciudades en el Baj¨ªo, el Pac¨ªfico Sur, el Altiplano, el norte, etc¨¦tera. No se trata, pues, de un tema focalizado y acotado, sino de una crisis estructural y fuera de las manos de autoridad alguna.
Estas cifras, que provienen del informe anual Ranking de las 50 ciudades m¨¢s violentas del mundo, que emite el Consejo Ciudadano Para la Seguridad P¨²blica y la Justicia Penal AC, dan poco margen para las buenas nuevas. Si acaso, que entre el medio centenar de urbes convulsas se contaron 18 mexicanas en 2021 y una menos (17) en 2022. Y que el a?o pasado sali¨® del r¨¢nking Guadalajara, la segunda ciudad en importancia del pa¨ªs, que en el 2021 estuvo en el puesto 47. A cambio de eso, el hecho indiscutible es que no hay otra naci¨®n que se nos compare si tomamos en cuenta el n¨²mero de localidades afectadas por la virulencia homicida: Brasil cuenta con 10 en la lista; los EEUU tienen 7; Colombia 6; Sud¨¢frica 4 (y es, por cierto, el ¨²nico pa¨ªs no americano que calific¨® en el estudio); Honduras 2. Puerto Rico, Hait¨ª, Ecuador y Jamaica cuentan con una cada cual.
El ¨¢rea metropolitana de Colima encabeza el listado del estudio 2022, con una tasa de homicidios de 181.94 por cada cien mil habitantes. En 2021, la capital del Estado del mismo nombre se encontraba en el lugar 14, con una tasa muy inferior, de 59.11. Vaya el dato demoledor: la violencia en Colima se triplic¨® en tan solo un a?o.
El primer puesto del 2021 correspondi¨® a Zamora, Michoac¨¢n, que ocupa el segundo lugar en 2022, con una tasa que cay¨® ligeramente, de 196.63 a 181.94. Ciudad Obreg¨®n, en Sonora, pas¨® del segundo al tercer puesto, con un ¨ªndice en 2022 de 138.23 contra 155.77 de 2021. Entre las que subieron de puesto e ¨ªndice, am¨¦n de la ya mencionada Colima, est¨¢n Uruapan, en Michoac¨¢n, que pas¨® del octavo al s¨¦ptimo puesto y cuya violencia creci¨® de 73.40 a 78.26. Tambi¨¦n Acapulco, en Guerrero, aument¨® de 56.84 a 65.55 y se pas¨® del lugar 16 al d¨¦cimo.
Pero las batallas del gobierno federal se encuentran en otro lado: en el terreno de las pol¨ªticas electorales. La mira est¨¢ puesta en los comicios federales de 2024 y los esfuerzos se enfocan en procurar el control de la autoridad electoral y en alistar la mesa para el juego de los precandidatos oficialistas (las llamadas ¡°corcholatas¡±). Eso es lo que ocurre en Palacio y en los despachos del poder. Aunque las calles est¨¦n cubiertas de sangre y digan otra cosa.
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