Los submarinos de La Se?ora: as¨ª era la red que abastec¨ªa en altamar a traficantes de coca¨ªna
La justicia de Estados Unidos arma un caso contra un grupo de traficantes que transportaba droga en peque?os barcos por el Pac¨ªfico, con paradas en M¨¦xico y Centroam¨¦rica
Un peque?o barco navega por el Pac¨ªfico con aparente normalidad. No est¨¢ solo, detr¨¢s de ¨¦l vienen decenas. Pero no atraca nunca en ninguna costa ni muelle para recargar suministros. Intenta pasar desapercibido a lo largo de todo el camino, desde las costas ecuatorianas de donde ha salido hasta alg¨²n punto en M¨¦xico o Centroam¨¦rica, al que pueda llegar sin llamar la atenci¨®n. Para lograr semejante viaje sin una sola parada, cuenta con una red de embarcaciones, algunas pesqueras y otras semisumergibles, que lo abastecen en alta mar de combustible y alimentos. El barco busca evitar los focos porque trae m¨¢s de una tonelada de coca¨ªna.
La sentencia de extradici¨®n de la Audiencia Nacional de Madrid contra Carmen Mireya Alarc¨®n, quien fue durante un tiempo la fugitiva m¨¢s buscada del continente, pinta un retrato sobre c¨®mo funcionan las redes que abastecen a los narcotraficantes en el mar para evadir a las autoridades.
La ecuatoriana Carmen Mireya Alarc¨®n fue detenida en Barcelona en abril de 2021. La Se?ora, como la llamaban dentro de su grupo criminal, les asegur¨® a los polic¨ªas que la arrestaban que se hab¨ªan equivocado. ¡°Yo ni tan siquiera vivo en Espa?a, fui a recoger a mi marido con el abogado¡±, les dijo Alarc¨®n, como cont¨® este peri¨®dico en ese momento. La mujer se hab¨ªa desplazado hasta esa ciudad para socorrer a su esposo, que hab¨ªa sido detenido en el aeropuerto de El Prat unos d¨ªas antes. Ambos ten¨ªan ¨®rdenes de detenci¨®n emitidas por el Distrito Sur de California. Se los buscaba por el delito de tr¨¢fico de drogas. Finalmente, fueron extraditados a Estados Unidos y enfrentan actualmente una causa judicial.
Alarc¨®n era presuntamente una de las l¨ªderes de una red delictiva que abastec¨ªa en alta mar a barcos pesqueros que buscaban evadir las autoridades mientras trasladaban coca¨ªna de las costas de Ecuador a M¨¦xico y Centroam¨¦rica, para luego moverla hacia Estados Unidos. Nacida en Manta, la detenida ten¨ªa la nacionalidad espa?ola tambi¨¦n, por lo que usaba Espa?a como una especie de refugio temporal. En Ecuador, donde ten¨ªa sus negocios, estaba vinculada a una empresa dedicada supuestamente a la venta al por mayor y menor de productos pesqueros. La compa?¨ªa, radicada en la provincia costera de Manab¨ª, oper¨® al menos durante una d¨¦cada.
Con algunas sospechas sobre lo que suced¨ªa en alta mar, las autoridades estadounidenses abrieron una investigaci¨®n en agosto de 2017 en busca de una organizaci¨®n criminal con una sede en M¨¦xico y otra en Ecuador y que traficaba drogas hacia EE UU. La pesquisa los llev¨® a descubrir varias ¡°redes de propietarios y capitanes de embarcaciones de pesca comercial¡± originarios de la ciudad ecuatoriana de Manta, que utilizaban sus barcos para ¡°reabastecer de combustible a un gran n¨²mero de embarcaciones cargadas con droga¡±, de acuerdo a lo que aleg¨® la justicia de California ante la Audiencia Nacional. Entre los due?os de estos barcos estaban Alarc¨®n y su marido, Pedro Cornelio Pilligua Iduarte.
La Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos intercept¨® en 2020 las llamadas de este grupo de presuntos criminales, que empleaban unos tel¨¦fonos satelitales Iridium para evitar ser rastreados. La acusaci¨®n formal de Estados Unidos contra la mujer es por supuestamente haber usado una embarcaci¨®n de pesca registrada a su nombre, controlada por ella para reabastecer m¨²ltiples barcos cargados de drogas. De acuerdo con el documento, no actu¨® sola, sino que trabaj¨® a la par de otros capitanes para ¡°coordinar el transporte de grandes cantidades de coca¨ªna de Colombia y Ecuador a las costas de M¨¦xico y otros pa¨ªses sudamericanos¡±.
Entre las pruebas aportadas se encuentran las transcripciones de las llamadas entre los criminales. Un ejemplo es el del 31 de mayo de 2020. Ese d¨ªa, la Guardia Costera estadounidense intercept¨® dos embarcaciones a 500 kil¨®metros de la costa de Guerrero, en M¨¦xico. En las dos barcas, en las que hab¨ªa en total cinco personas, encontr¨® unos 709 kilos de coca¨ªna y unas tarjetas laminadas que detallaban la ubicaci¨®n de los puntos en alta mar donde deb¨ªan parar a cargar combustible, junto a los n¨²meros de tel¨¦fono de Iridium de cinco barcos pesqueros con los que comunicarse si necesitaban suministros. Uno de ellos correspond¨ªa al de Alarc¨®n.
Al revisar el hist¨®rico de las llamadas de Alarc¨®n, las autoridades encontraron que la mujer hab¨ªa actuado como ¡°coordinadora en tierra¡± los d¨ªas previos a la detenci¨®n. El papel de la mujer era informar a capitanes de otros barcos que tambi¨¦n llevaban drogas las coordenadas para encontrar en medio del oc¨¦ano a una barca que le pudiera abastecer con combustible y alimentos. Otra pista lleg¨® en agosto de 2020, cuando la Guardia Costera dio con un barco que ten¨ªa 2.400 kilos de coca¨ªna escondidos debajo de una cubierta especialmente dise?ada para tal fin. All¨ª encontraron que la barca hab¨ªa tenido durante su viaje contacto con el tel¨¦fono de Alarc¨®n, que les hab¨ªa estado suministrando provisiones en el camino.
Las comunicaciones apuntan adem¨¢s a que la mujer coordin¨® la partida del barco cargado con drogas y los puntos donde repostaba combustible. ¡°Buenos d¨ªas, ?pas¨® ya esa por tu ubicaci¨®n¡±, le pregunta Alarc¨®n a otra persona por mensaje. ¡°Negativo. El t¨ªo llam¨® anoche y dijo que esta pasar¨ªa cerca del Mar¨ªa [como llaman al barco abastecedor] en tres d¨ªas. Averigua y me avisas¡±, le responden del otro lado. A las pocas horas, la mujer tiene otra comunicaci¨®n en la que dice que la nave no ha llegado a¨²n ¡°porque hay vientos fuertes¡±. Y alguien le comenta del otro lado que no tienen ¡°mucha comida ni di¨¦sel¡±. ¡°Debe llegar hoy. Borra los mensajes¡±, concluye Alarc¨®n.
Una vez en la mira de las autoridades, la polic¨ªa ecuatoriana sigui¨® a Alarc¨®n hasta una reuni¨®n en un restaurante en Manta con sus socios de los barcos. All¨ª fueron fotografiados por las fuerzas de seguridad. En la red estaban involucrados empresarios pesqueros de Ecuador, marinos y hasta un grupo de colombianos que llevaban la droga desde los laboratorios de las zonas rurales del Cauca y Nari?o, en Colombia, hasta la costa del Pac¨ªfico en ese pa¨ªs y en Ecuador. En junio de 2022, Colombia autoriz¨® la extradici¨®n a Estados Unidos de Alejandro Estupi?¨¢n Alzate, para ser juzgado por 10 cargos de narcotr¨¢fico por supuestamente haber movido coca¨ªna desde esos laboratorios en el suroeste colombiano hasta los puntos de partida de las rutas en el Pac¨ªfico.
Las detenciones, sin embargo, no frenaron los trasiegos en esa zona, ni siquiera paralizaron el modus operandi. Las autoridades han continuado deteniendo o hallando barcas que movilizan drogas desde Sudam¨¦rica hasta M¨¦xico o Centroam¨¦rica. En lo que va de este a?o, la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica en M¨¦xico ha informado de tres operativos vinculados a barcos que trasladaban coca¨ªna por la costa mexicana, dos de ellos en Michoac¨¢n y uno en Chiapas. De los 13 detenidos que hubo, ocho eran ciudadanos ecuatorianos.
No es la ¨²nica vinculaci¨®n del narco que se ha hecho p¨²blica hasta el momento. A finales del a?o pasado, Ecuador vivi¨® unas jornadas de violencia ejercida por organizaciones criminales que operaban en alianza con los carteles mexicanos, principalmente el cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG) y el cartel de Sinaloa. Estas dos bandas, que se disputan desde hace a?os las plazas de comercializaci¨®n de la droga en M¨¦xico, dejaron hace tiempo de ser organizaciones nacionales para extenderse por otros pa¨ªses. Ahora tienen una parte importante de sus operaciones en Sudam¨¦rica, y Ecuador se ha convertido en uno de los principales corredores de droga proveniente de Colombia y con destino Europa, Estados Unidos y Centroam¨¦rica.
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